El mejor amigo de mi hermano


Capitulo 1:

Pensé que al terminar con Michael iba a sentir algo, pero fue todo muy rápido y frío parecía una simple cuestión de negocios. Sabía que no estaba enamorada de él, pero creía que me importaba lo suficiente como para que la separación doliera. En lo único en lo que podía pensar ahora era en lo poco que duraba mi atención para con los chicos con los que estaba; al principio era divertido y hasta excitante, pero después de un tiempo no le encontraba sentido a la irritante rutina de cada día.

Estaba empezando a perder la esperanza de poder sentir algo de nuevo hasta que sentí que alguien estaba mirándome y cuando busque la razón de aquella sensación, lo vi. Lo conocía de la sala común y del ejército de Dumbledore pero nunca me inspiro lo suficiente como para parecerme interesante, es cierto que era apuesto y por lo que había conversado con él, hasta lo consideraba divertido, pero no creía que estuviera bien volcarme otra vez a una nueva relación. Tal vez lo que necesitaba era estar algún tiempo sola y pensar acerca de lo que realmente quería.

Estaba segura de mi decisión y de la idea de mantenerme implacable, hasta que él se acercó. A cada paso que daba parecía que su atractivo aumentaba y aunque quise negarlo en ese momento, sé que mis fuerzas empezaron a flaquear. Trate de no mirarlo y así tratar de evitar que el encuentro se produjera, pero por más que le daba la orden a mi cerebro de alejarme de ahí, este parecía no querer cooperar.

-Hola Ginny- exclamo Dean, y su seductor tono de vos despertó aún más mi atención.- ¿Cómo te encuentras?

-Mucho mejor, gracias. Solo fueron unos rasguños- Mi tono había sonado mucho más agudo de lo que habría deseado.

Después de algunos minutos más de trivial conversación, Dean cambio de postura y parecía más tenso y nervioso. Habiendo notado esto, pude adivinar sus intenciones y eso solo sirvió para ponerme nerviosa a mí, lo que no era muy común. Pero como luego de unos minutos el no comento nada y la conversación seguía centrada en temas banales, descarte la idea.

Quiero pensar que si no hubiese estado con la guardia baja y en aquel estado de somnolencia por la divertida conversación, hubiese podido detener aquello, pero no puedo asegurarlo. Así que cuando Dean me pregunto se aceptaría cenar con él, mañana en la noche, de mis labios se escapó, sin pensarlo ni consultarlo con mí, en ese momento inútil cerebro, un ahogado "si", acompañado con un asentimiento con la cabeza.

Segundos después de que él se hubiese ido y luego de haber prometido hablar mañana, mi mente se puso en marcha otra vez y lo único y lo primero en lo que pensé fue: "al diablo la soltería, mañana tendré una maldita cita"

...

Esa misma noche, cuando subí a mi cuarto para bañarme me di cuenta de un detalle que había pasado por alto. Mañana a la tarde nos iríamos de Hogwarts para pasar las vacaciones de verano en nuestras respectivas casas, el año había terminado. Eso significaba que mi cita con Dean no iba a ocurrir, o al menos no le encontraba una solución posible, ya que para la hora acordada íbamos a estar volviendo en el expreso.

Decidida a quitarme esa duda de la cabeza, me dirigí a la sala común tratando de cruzarme con él para preguntarle. Luego de buscarlo por un rato y no encontrarlo, empecé a pensar que tal vez aquello había sido una broma y que el realmente no quería nada conmigo. Pero rápidamente deseche esa idea de mi mente y me propuse más que antes a encontrarlo. Subí por la escalera que llevaba a la torre en donde se encontraban los dormitorios de los chicos y algo indecisa, golpee dos veces a la puerta. Rogando que Dean fuera quien abriera la puerta, espero unos segundos hasta que escuche ruidos desde el otro lado. Para mi desgracia y mi maltratado libido, quien me abrió fue nada más y nada menos que Harry y como si eso fuera poco, no llevaba puesta su camisa y su marcado pecho quedaba al descubierto. Aunque había sido difícil, lo había superado, pero no podía negar que aquella imagen me perturbaba de una manera que no podía describir.

-Gin... Ginny, ¿qué haces aquí?- Me pregunto algo avergonzado y colocándose rápidamente una camiseta- Ron bajo a la sala común hace algunos minutos.

-No estoy buscando a Ron- No quería tener que pedírselo justo a él, parecería que estoy intentando darle celos. Para mi buena suerte Dean se asomó justo en ese instante a la puerta y me evito un momento incomodo, bueno evito que se volviera más incómodo de lo que ya era.

-¿Qué haces aquí Ginny?- Su mirada tenía un deje de picardía y yo no podía recordar algún otro momento en donde se viera más apuesto. Obviamente mi orgullo Wesley, que por fin aparecía, evito que él se diera cuenta de aquello. Harry nos miró extrañados, pero luego de unos segundos se retiró al interior de la habitación.

-Tengo una duda. Me propusiste salir mañana en la noche, pero para esa hora estaremos en el expreso de Hogwarts, casi llegando a la estación. Creo que sabes que no me gustan las mentiras Dean y no soy de dar muchas vueltas, así que me gustaría saber que vamos a hacer mañana- El me miraba divertido, pero no me respondía.- ¿Qué es lo que te parece gracioso?

-Vos. Me gusta me que te preocupes por lo que suceda mañana, pero no tienes por qué. Yo ya lo arregle todo, solo tienes que estar lista a las 7. Nos veremos en el vagón de los prefectos a esa hora, hasta mañana Ginny.- Luego de eso me sonrió y cerró la puerta en mi cara. Aun sin entender que iba a suceder al día siguiente, me encamine hacia mi recamara.

-Es increíble- exclame anonadada- Definitivamente tengo un serio problema con los hombres.