Disclamer: Fairy Tail y todos sus personajes pertenecen a Hiro Mashima.

Labios Dulces

Se encontraba entre la gente que inundaba cada rincón del mercado de Magnolia y el calor insoportable que lo sofocaba, con el cual cada respiración se volvía una tortura e innumerables gotas de sudor empapaban su cabello y su vestimenta no ayudaba mucho para evitar asfixiarse con esa onda de calor.

Ahora después de haber recorrido infinidad de puestos y locales de la plaza se hallaba plantado frente a uno donde todo tipo de frutas y vegetales.

¿Qué hacia él allí? Un mago tan fue y frio como Fried Justine nunca en su vida se rebajaría a realizar una tarea tan insignificante como comprar la despensa diaria del gremio.

Sin embargo, eso era lo que hacia en este preciso momento.

¿Por qué? Solo por que ella se lo había pedido. Si, Mirajane, la mesera de Fairy Tail le había pedido que lo acompañara. Y el no podía negarle a esos grandes y amables ojos azules.

Había estado caminando de un lado tras otro durante por lo menos una hora y cuarenta minutos, sosteniendo bolsas con cantidades exageradas de alimento, por lo que dio gracias al cielo al ver como la albina pagaba la ultima compra del día.

No obstante, para regresar al gremio quedaba buena parte de la avenida que formaba parte del mercado, un camino lleno de compradores, pero sobre todo de promotores que se esmeraban en que compraran sus productos.

Suspiro, seria un muy largo recorrido.

Y así como lo esperaba, los proveedores se esforzaban en vender lo que vendían, el los ignoraba completamente, por otro lado Mirajane los rechazaba cortésmente con una sonrisa que hacia sonrojar a muchos.

Cuando se acercaban al final del tramo se encontraban unas niñas pequeñas, por sus tatuajes en los brazos dedujo que eran aprendices de magia, que ofrecían paletas de caramelo de muestra.

Mira acepto gustosa una chupeta de cereza, él a cambio puso una mueca de desagrado.

-no gracias-rechazo educadamente a una de las niñas que extendía una paleta frente a si.

La simpática maga de cabello blanco volteo a verlo sorprendida -¿Qué sucede Fried? ¿No te gustan los dulces?- pregunto al ver su expresión de asco.

-en efecto, me inclino mas a los sabores amargos-contesto con simpleza.

Sinceramente los caramelos siempre le habían parecido muy empalagosos, alegres, y llamativos. Y él resultaba ser lo contrario, reservado, frio y desapercibido.

-es algo insólito, a la mayoría de las personas les gustan los dulces-comento la joven mesera.

Sin embargo, no la escucho, había perdido la concentración de todo al ver como ella se llevaba la paleta a la boca y sus labios quedaban impregnados de caramelo.

-¿estas bien Fried?- cuestiono la maga de clase S ladeando la cabeza, confundida por que él no le respondiera.

Fue entonces cuando cayo en cuenta de que se había perdido en la perfecta forma de sus labios.

-si, prosigamos- se apresuro a responder retomando el paso, dándose una sacudida mental, intentando despejar su mente, pero vaya que fue en vano.

Y es que inconscientemente no podía evitar ver de reojo como aquel caramelo delineaba esos perfectos labios, tan suaves y finos, con aquel atrayente néctar sobre ellos, como no serlo, si resultaba tan tentador estar tan cerca y no hacer nada, con esos labios que lo incitaban a probarlos…

¡Maldición! ¿En que estaba pensando? No tenia sentido. Era cierto que la sonrisa de Mirajane le había parecido encantadora desde su batalla en el festival, pero eso nunca significo que le atrajeran sus labios y en segundo lugar, él odiaba todos los tipos de dulces incluyendo el caramelo ¿Por qué ahora le resultaba tan difícil no probarlo?

Aumento la velocidad de sus pasos, pretendiendo de esa manera dejar atrás esos sucios pensamientos, pero resulto ser demasiado tarde, ya estaba a esclavizado a ellos.

Y como cada reflexión lleva a una acción, fue tan rápido y abrupto el movimiento que para cuando se dio cuenta, Mirajane se encontraba atrapada entre la pared y su cuerpo.

-F-Fried ¿Qué haces?- pregunto la albina impactada por una reacción tan brusca e inesperada.

-necesito…necesito probarlos – dijo con un tono ambicioso, levantando su mano hasta tocar su mejilla pálida, con la mirada fija en lo que deseaba.

Podía sentir sus rápidos y fuertes latidos en su pecho y sus respiraciones entrecortadas. Se maldijo interiormente, ella estaba asustada.

Una parte de su mente le decía que se detuviera, pero su cuerpo deseaba que continuara y ahora que sus rostros se encontraban tan cercanos, le resultaba tan difícil contenerse, especialmente ahora que podía oler el interesante aroma del caramelo.

-¿probar que?- pregunto ella sin entender nada, con esa inocencia que la caracterizaba reflejada en sus ojos azules, que lo hacia sentir tan culpable. Pero su mente estaba inundada por una sola hipótesis, y Fried siempre comprobaba por mano propia si todo lo que veía en verdad era tal y como lo pintaban, y ahora necesitaba saber si esa substancia era tan deliciosa como aparentaba.

-necesito probar tus labios…tus labios dulces-finalizo terminando la distancia entre ellos, tomando eso que tanto quería, y saboreando ese néctar que a pesar de odiarlo, en estos momentos le agradaba tanto.

Ahora ya comprendía a su totalidad el por que odiaba los dulces, por que su aroma era tan atrayente y desquiciante como para hacerlo perder la postura, llenar su mente de sucios pensamientos y orillarlo a hacer locuras, pero de algo estaba seguro.

Que ese dulce era tan delicioso como parecía y que estaría gustoso de probarlo más a menudo.


Bueno esto fue lo que surgió de mis vagancias en una clase de electrónica y el color de la chamarra del profe, espero y les haya agradado.

tengo unos cuantos drabbles de esta pareja que pienso agregar paulatinamente, si es que les agrada la idea.

Me despido invitandolos a dar su opinion sobre que les parecio y bueno cualquier cosa que tengan que decir.