Y con esta... creo que completo la cuarta edición de este fic. Confío en que será la definitiva y espero que os guste la nueva versión.
Esta versión ha sido concebida con el fin de que encaje a la perfección siguiendo el hilo argumental de la precuela y la segunda parte.
Recordad que accediendo a mi perfil podéis leer la precuela "Conociendo la felicidad" y la segunda parte de esta saga "Cuanto queda para la felicidad (parte II)" así como el epílogo "La felicidad".
Gracias por todo el apoyo. Y espero conocer a todos los lectores mediante los reviews, incluida la gente que no tenga cuenta de FanFiction. Ya sabéis que podéis escribir mensajes como "guest".
¡Animaos a participar! Siempre se agradece.
~WTK
Los personajes de esta historia pertenecen a la serie Naruto & Naruto Shippūden © Masashi Kishimoto
Capítulo 1. Trabajando en Konoha.
Era la época de los exámenes Chūnin. Shikamaru y Temari habían sido asignados como examinadores del mismo. A su vez, tenían la tarea de diseñar diferentes estrategias para evaluar a los futuros alumnos cada año.
Shikamaru también trabajaba como escolta personal de la embajadora de Sunagakure, cuyo puesto era ocupado por Temari.
La última vez que la kunoichi de Suna estuvo en Konoha tuvieron ciertos roces. Pero no "roces" en sentido literal, obviamente. Aquella vez Temari estaba muy contenta por ver de nuevo al que consideraba su mejor amigo y a pesar del entusiasmo que ella demostraba, Shikamaru se portó muy mal el primer día que se vieron.
El joven Nara acabó confesando que, su comportamiento hostil hacia ella, se debió a que había gente que decía cosas sobre ellos. Cosas como que siempre andaban juntos y que se veían como una pareja.
A Temari le dio igual, o al menos eso quiso hacer notar. No es como si le diera igual realmente, pero tenía que convencer a Shikamaru de que la gente estaba diciendo estupideces porque ellos sabían perfectamente que lo que había entre ellos: sólo una buena amistad. Shikamaru se relajó después de esto y volvió a comportarse como el mismo de siempre con ella.
Pero la verdad, dentro de sus corazones era muy, muy diferente...
Se conocían desde hacía dos años y poco más. Desde el primer momento en que se vieron se odiaron. A él le pareció una chica prepotente y mandona. A ella le pareció una completa pérdida de tiempo porque era un chico joven con mentalidad de viejo que no tenía ganas de vivir la vida.
La segunda vez que se vieron la percepción de cada uno cambió ligeramente. Ella descubrió que tras aquella actitud aparentemente perezosa, se escondía la mente de un gran genio que simplemente encontraba todo aburrido porque todo era fácil para él.
Pero incluso los genios tienen errores, y más cuando son tan jóvenes.
Así fue como llegó esa segunda vez que se vieron: ella formaba parte del equipo de rescate de la Arena y tenían la misión de ayudar al equipo de Shikamaru. Temari no dudó en ir a salvarlo personalmente por varios motivos. El primero, porque se sentía mal con Konoha por el ataque que ellos habían intentado perpetrar y esta era una manera de ser perdonados. En segundo lugar, y no menos importante, porque deseaba con todas las ganas del mundo, ir a demostrarle a "ese maldito genio", como pensaba ella de él en aquel entonces, que ella también era una persona muy inteligente y capaz.
Temari nunca llegó a saber el impacto que su rescate provocó en Shikamaru. Primero, porque él pudo corroborar que ella era una kunoichi realmente inteligente y fuerte. Y segundo, porque siendo tan fuerte y ruda como era le dedicó la sonrisa más bonita que había visto en su vida en una chica. Una sonrisa sincera y pura que provenía de una persona que, aunque intentaba reprimirse, vivía al cien por cien con sus sentimientos a flor de piel.
Ella se quedó realmente a gusto consigo misma después de aquello pero lo que no se esperaba es que, lo que comenzó como un "acompañar amablemente a Shikamaru al hospital porque se encontraba conmocionado por el daño sufrido por sus amigos en la misión" terminaría siendo un "he encontrado una persona que también llora y expresa sus sentimientos como yo cuando sus seres queridos se ven en peligro. Algo muy valioso que ya no se ve en este mundo shinobi...".
Y así, instintivamente, como un cachorrito que busca calor para suplir el calor de su madre, Temari se acercó a él y le pidió ser su amiga. Shikamaru era un completo idiota en cuanto a relaciones, a pesar de lo genio que era. Pero poco a poco comenzó a darse cuenta de que Temari se comportaba con él de una forma diferente a como ella era delante de otras personas. Temari se hacía la dura de cara al mundo pero con él era receptiva y demandaba atención como si le hubiera faltado mucha atención y afecto en su vida.
Shikamaru era una persona a la que le dolían las injusticias. Al igual que le dolía que se metieran con Chōji, le dolía que Temari se sintiera tan sola.
El joven Nara aceptó y así comenzó el principio de lo que parecía una sólida amistad.
Al principio pensó que siendo su amigo conseguía librar al mundo de una injusticia más pero... las frases de su padre sobre las mujeres tuvieron que salir a flote. Shikamaru recordaba que su padre le había explicado que hasta la mujer más ruda sería dulce con el hombre al que amara y la actitud de Temari era tan dulce con él que parecía otra persona cuando estaban solos.
El corazón de joven Nara se vio inundado de unos sentimientos que no había sentido nunca: los sentimientos de atracción por una mujer.
Shikamaru llevaba aproximadamente tres horas sin tener noticias de Temari. Cerró el libro que tenía en las manos y caminó por el pasillo que había entre las enormes estanterías de la biblioteca de Konoha.
Cuando llegó al décimo quinto estante allí la encontró. Temari se había quedado dormida sentada en el suelo recostada contra un estante. Shikamaru la observó con detenimiento, el lomo de un libro del estante se estaba quedando marcado en su mejilla. A saber cuánto rato llevaba así en esa postura.
Sin pensarlo se acercó a ella y guardando el libro que llevaba en las manos entre su chaleco, se agachó y la cogió en brazos dejando el pergamino que ella tenía en el regazo encima de su obi. Temari en este momento suspiró despertándose. Abrió los ojos lentamente y vio que la persona que estaba con ella era el único que podía estar a esa hora en ese sitio con ella.
Como eran los examinadores, tenían derecho a tener una copia de la llave de la biblioteca para poder entrar y salir sin depender de horarios.
- ¿Qué haces? – susurró ella. Eran casi las doce de la noche. Llevaban todo el día allí. Y con ese ya era el tercer día.
- Te habías quedado dormida – dijo Shikamaru bajando la mirada para mirarla a los ojos. Ella se tocó un ojo para despejar un poco el cansancio.
- No hace falta que me lleves en brazos – dijo ella aunque no hacía ningún movimiento para tratar de bajarse.
- No te preocupes, no me pesas. – dijo él caminando por el pasillo en dirección a la salita de lectura. Cuando llegó allí la tumbó en el sofá y le puso una manta por encima.
- Arigatō Shikamaru... – susurró ella sin intentar levantarse. – En verdad tengo mucho sueño.
- Descansa – dijo él quitándole el pergamino de encima. – Que tú te quedes dormida es raro. Significa que estás muy cansada... ya termino yo de leer esto.
Shikamaru se quedó mirándola unos segundos y vio que la pobre enseguida se quedó dormida. Acto seguido le desató la bandana y la dejó a un lado para que pudiera dormir mejor.
…
Temari se despertó cuando escuchó el ruido de la puerta cerrándose. Era ya de mañana y los rayos del sol se colaban por la ventana pero gracias al respaldo del sofá no le daban de pleno en la cara.
El ruido de la puerta se debía a que Shikamaru acababa de entrar y traía en las manos una bandeja de plástico de esos que te dan cuando pides café para llevar.
- Buenos días dormilona – dijo él sentándose en el sofá que había al lado.
La salita en la que estaban estaba compuesta por una mesita de café rodeada de tres sofás y un par de sillones individuales.
Shikamaru se sentó dejando la bandeja con los cafés en la mesita y le dio uno a Temari. La kunoichi estiró la mano para alcanzar el café y le sonrió.
- Gracias – le dijo a Shikamaru sonriente. Se lo empezó a beber mientras miraba el montón de papeles que había en la mesa. Parecía que Shikamaru había terminado de escribir y especificar la estrategia a seguir para la primera parte de los exámenes detallando el tipo de pruebas y contemplando todas las posibilidades de error en base al tipo de jutsu de cada participante.
Eso quería decir que había terminado con gran parte o casi todo lo que tenían que hacer por ahora.
- ¿Lo has hecho todo tú? – dijo ella frunciendo el ceño. Él asintió sin dejar de beberse el café. - ¿Has dormido algo?
- No – dijo él dejando un momento su vaso reposando en la mesa. Cogió los papeles desperdigados y los agrupó en un bloque.
- ¿Y me has dejado dormir toda la noche? – dijo ella ahora subiendo el tono de voz. Temari estaba entre indignada y sorprendida. Shikamaru había hecho incluso cosas que no le tocaban. – Ahora me siento mal por tu culpa.
- No te preocupes. Te mandan de Sunagakure y es un viaje que dura tres días a pie y en cuanto llegas te toca ponerte a trabajar día y noche conmigo, que yo vengo de estar en mi casa durmiendo. En serio, no es problema. – Shikamaru volvió a coger su vaso para beber de nuevo.
Ella suspiró impotente. Se sentía mal sí, pero la actitud de Shikamaru la llenaba de ese calor familiar que tanto le agradaba.
- Te he traído un café porque no podemos descansar todavía – dijo el Nara – en un rato tenemos que ir a ver a la Hokage para entregar este informe.
- Oh, vale… - respondió ella – pero quizás debería ir al baño un momento a ver qué aspecto tengo.
- No te preocupes, no estás mal. Sólo acuérdate de la bandana – dijo él señalándola en el reposabrazos derecho del sofá donde estaba ella.
Temari no recordaba habérsela quitado en ningún momento así que supuso que había sido él pero no le dijo nada.
…
El camino hacia la oficina de la Hokage fue bastante tenso, a veces por ir tan pegados mientras caminaban se les rozaban las manos y se miraban. Shikamaru guardó sus manos en los bolsillos como reacción, un poco ruborizado. Ella fingiendo que no pasaba nada.
¿Cuántas veces más les iba a pasar esa tontería? Era vergonzoso.
Después de subir las escaleras, llegaron a la puerta de la Hokage y llamaron con dos golpes en la puerta.
- ¡Adelante! – dijo la Quinta.
Cuando entraron vieron que en la sala también había más shinobis. A la derecha estaba Uzumaki Naruto, y a la izquierda Haruno Sakura. También estaban en la sala Shizune y Jiraiya. Al parecer Naruto había regresado de su entrenamiento.
- Domo – dijo Shikamaru, sin mucho ánimo, al entrar.
- Shikamaru, Temari-san, ¡mirad! – gritó Sakura – ¡a ver si sabéis quién es!
- ¿¡Naruto!? – exclamó Shikamaru- ¿Eres tú Naruto?
- ¡Shikamaru! – exclamó Naruto.
- ¿Éste es aquel chico? – pensó Temari para sus adentros.
- ¿Así que por fin has vuelto? – dijo Shikamaru entusiasmado.
- Sí, he llegado justo esta mañana – dijo Naruto.
- ¿Has dejado de hacer el tonto o qué? – dijo Shikamaru burlón- Parece que… ¡has cambiado!
Naruto se rio como si estuviera orgulloso.
- ¡Qué va! ¡No ha cambiado nada! – exclamó Sakura.
- Me lo imaginaba… - dijo Shikamaru.
- Sakura-chan… se quejó Naruto.
Los demás de la sala se rieron ahora, pero riéndose de lo cómico de la situación.
- Entonces, ¿se supone que mi oponente es Shikamaru? – preguntó Naruto ilusionado.
- ¿Oponente? ¿De qué estás hablando? – dijo Shikamaru extrañado – Sólo vine a dejar unos informes.
- Entonces… - Naruto miró a Temari como si no la recordara - ¿Y tú quién eres?
- ¿¡No te acuerdas!? – dijo Temari indignada.
- Naruto, ninguno de ellos es tu oponente. – dijo Tsunade – Tu oponente está ahí afuera.
Naruto se dirigió hacia la ventana y salió para ver quién estaba allí, y para su sorpresa el que estaba allí era su maestro Kakashi.
- Hola Naruto, has crecido.
- ¡Pues tú no has cambiado nada, sensei! – dijo Naruto sonriendo – Ah sí, no me acordaba. ¡Mira, mira! ¡Tengo un regalo para ti Kakashi-sensei!
- ¿Cómo en los viejos tiempos, eh? – dijo Tsunade al lado de Sakura mirando por la ventana.
- Sí… - respondió su pupila nostálgica.
- ¿QUÉEEEEEEEE? – exclamó Kakashi – ¡Esto es…!
- ¡Este es el primer tomo de la serie Icha Icha en tres años! – dijo Naruto. – Es realmente aburrido, pero a ti te gustará, ¿no, sensei?
- ¡Jumph! – pensó Jiraiya - ¡Cómo si un mocoso entendiese el arte que hay en mis libros! ¡Y además este no se ha publicado todavía!
Kakashi abrió la portada de su libro alucinando en colores.
- ¡Vale! Basta de bromas, Kakashi – dijo Tsunade.
Kakashi cerró su libro, ahora muy serio y se levantó. Shikamaru y Temari estaban esperando su turno para hablar con la Hokage.
- ¡No puede ser! – exclamó Naruto - ¿Así que Kakashi-sensei será mi rival?
Kakashi de un salto entró por la ventana y dijo:
- Naruto, Sakura, me enfrentaré contra vosotros dos.
- ¿Kakashi-sensei es nuestro oponente? – volvió a preguntar Naruto.
- Solamente él puede ser vuestro oponente – dijo Tsunade – decidiré que hacer con vosotros dependiendo de los resultados.
- ¿Qué hacer con ellos, eh? – susurró Shikamaru tratando de averiguar qué planes tenía para Naruto ahora que había regresado.
- Sakura, recuerda todo nuestro entrenamiento – dijo Tsunade.
- Entendido – dijo Sakura.
- Bueno, ¿empezamos ya? – dijo Kakashi – O bueno… eso es lo que me gustaría decir realmente. Naruto acaba de llegar y debe estar cansado. Podéis tomaros un descanso.
- ¡No estoy cansado! – se quejó Naruto.
- Nos encontraremos más tarde en la Zona de Entrenamiento 3 - dijo Kakashi sin hacerle caso. – Nos vemos.
- Me pregunto qué le pasa. ¿Por qué tiene tanta prisa? – preguntó Shizune.
- Me hago una idea – dijo Tsunade entrecerrando los ojos.
- Probablemente estará leyendo – dijo Shikamaru como si no fuera evidente en qué estaría pensando Kakashi.
Naruto y Sakura se miraron y exclamaron:
- ¡Claro! ¡Esa mirada en su cara…!
- Es natural, él tiene uno de mis libros que todavía no han sido publicados – pensó Jiraiya asintiendo con la cabeza.
Naruto, Sakura y Jiraiya salieron de la sala. Jiraiya se separó del grupo.
Finalmente Temari y Shikamaru por fin tuvieron su turno.
…
- Tsunade-sama… - murmuró Shikamaru harto de esperar.
- ¿Qué necesitas Shikamaru?
- Traemos el informe que se nos había pedido – dijo Shikamaru dejando unos informes en la mesa.
- Perfecto, habéis sido muy rápidos – dijo Tsunade dirigiendo ahora su mirada hacia Temari – ¿estás pasándolo bien en Konoha Temari-san?
- Sí, gracias por preguntar – respondió muy educada Temari.
- Aunque de momento, desde que ha llegado Temari, sólo hemos trabajado y trabajado… – se quejó Shikamaru.
Tsunade se cruzó de brazos y suspiró.
- Tomaos el resto del día libre, os lo habéis ganado.
Los dos jóvenes que estaban frente a la Hokage asintieron y finalmente se retiraron.
Naruto y Sakura se habían quedado esperándolos, así que todos salieron juntos de allí y caminaron juntos parte del camino.
- ¡Este Kakashi-sensei! – se quejaba Naruto - ¿Ese estúpido libro es más importante que los resultados de nuestros entrenamientos?
- Bueno, gracias a eso podemos pensar algo antes de enfrentarnos contra Kakashi-sensei – dijo Sakura.
…
- ¿Quieres que vayamos a comer algo más tarde? – le preguntó Shikamaru a Temari bajito para que los que iban delante no escucharan nada.
- De acuerdo, pero déjame un par de horas ahora que me quede en el hotel.
- Claro – respondió él esbozando una sonrisa.
Naruto se fijó en que Temari y Shikamaru caminaban detrás de ellos murmurando algo y una idea se le pasó por la cabeza:
- Entonces, ¿vosotros dos estáis teniendo una cita? – dijo Naruto picarón.
A Shikamaru se le quiso salir el corazón pero hizo como si no le importara.
- No es eso Naruto… - dijo Shikamaru con cara de molestia.
- ¡JA! ¡Déjate de bromas! ¿Quién querría salir con él? – exclamó Temari casi exagerándolo. Shikamaru hizo una mueca, eso le había dolido un poquito. – El próximo examen Chūnin está cerca. Ando de aquí a allá entre la Arena y Konoha como encargada de las preparaciones.
- Y es una lata… – continuó Shikamaru – porque desde que me encargaron ser examinador, también tengo que hacer de guía para la examinadora de la Arena.
Temari le fulminó con la mirada de reojo. Más tarde le recordaría esas palabras.
Naruto se quedó paralizado, Shikamaru le había dado en su punto débil.
- ¿El examen Chūnin eh? – dijo Naruto pensativo. – Eso me trae recuerdos…
- ¿Entonces qué vas a hacer al respecto? – preguntó Shikamaru.
- ¿Eh? ¿A qué te refieres? – dijo Naruto.
- ¿Cómo que a qué me refiero? – dijo Shikamaru – al examen Chūnin evidentemente. El único de nosotros que aún no se ha convertido en Chūnin eres tú.
- ¿QUÉEE? – chilló Naruto – Entonces, Sakura-chan, ¿también eres Chūnin?
- ¡Así es! – dijo Sakura sonriendo.
- Sin mencionar que Sabaku No Kankurō, ella y Neji ahora son Jōnin – le informó Shikamaru señalando a Temari.
- … ¿¡Y Gaara, qué pasa con Gaara!? – exclamó Naruto.
- Gaara ahora es el Kazekage de nuestra aldea – respondió Temari, que se sentía orgullosa al hablar de su hermano.
- … entiendo. Así que Gaara se ha convertido en el Kazekage - dijo Naruto algo decaído - ¡Bien! ¡Entonces yo no seré menos que él! ¡Definitivamente me convertiré en el Hokage! ¡Sólo espera un poco Gaara!
Todos sonrieron al escucharle.
En ese momento, se acercó Sakura y le dijo algo al oído.
- Naruto, será mejor que vayamos a preparar alguna estrategia – le dijo Sakura bajito, después se dirigió a Temari y a Shikamaru - ¡Bueno, Naruto y yo tenemos cosas que hacer, adiós!
Naruto y Sakura se fueron y Shikamaru y Temari se quedaron otra vez a solas.
Shikamaru ahora sólo debía dejar a Temari en el hotel y luego volver a recogerla para ir a comer algo, como habían hablado.
- Iré a casa y dormiré unas cuantas horas… si no te importa – le dijo Shikamaru delante del hotel.
- Claro, te estaré esperando aquí. Cuando estés listo llama a la puerta de mi habitación.
A él se le iba la cabeza cuando pensaba que le daba permiso para ir hasta su habitación. Pero no es como si fuera la primera vez así que lo mejor era actuar con naturalidad.
- De acuerdo – respondió simpático, y se despidió sacudiendo su mano en señal de "adiós" dirigiendo sus pasos calle atrás para volver a su casa.
