Airi: ¡Hola! Aquí me arriesgo con un nuevo Fic de SE :3
Espero que sea bien recibido… no sé de donde salió la idea, pero ojala y les guste
SE no me pertenece, es de su creador Ohkubo Atsushi. Solo escribo este Fic para compartirlo con ustedes, en ningún caso me adjudico ni los personajes ni la trama.
Prologo
- Maka Pov –
La verdad es que no sé como comenzar a narrarles mi historia, es algo digamos… difícil de creer, pero sucedió.
Caminaba tranquilamente de regreso a casa, allí me estaba esperando mi padre, un sujeto normal, o eso es lo que creía yo hasta ese entonces.
Realice mi rutina diaria como habitualmente lo hacía. Me había levantado en la mañana para ir a clases, y ahora venía de regreso algo cansada, quería llegar pronto, ir a mi habitación y tirarme en mi cama a descansar un rato. Al llegar a casa, saque las llaves de uno de mis bolsillos, la introduje en la cerradura y la gire para abrir la puerta, luego de abrirla, la retire y la deposite nuevamente en donde se hallaba con anterioridad. Entre a la casa y vi a mi padre sentado en uno de los sillones. Se veía tan triste.
- Ya estoy aquí – Le dije mientras él se volteó lentamente a verme
- ¡Maka-chan! ¡Por fin estas de regreso en casa! – Se puso de pie y me abrazo protectoramente. Pero su estado de ánimo no había mejorado en absoluto.
- ¿Ocurre algo? – Pregunte
- Sí… iremos a visitar a tu madre – Me sorprendí. Había olvidado por completo la importancia del día de hoy, es el aniversario de muerte de mamá. Ahora entiendo el porqué mi padre esta tan deprimido y melancólico. Lentamente me soltó de su abrazo y tomó mi mano.
- ¡Papá no hagas eso, ya no soy una niña! – Solté rápidamente mi mano de la suya.
- A penas tienes 14 años, Maka – Dijo el sonriéndome haciendo su mayor esfuerzo por parecer feliz.
Sé que de cierto modo fue culpa de mi padre que mamá muriera, pero no puedo culparle de todo. Tal vez también yo tengo un poco de culpa. Papá y yo salimos del lugar y nos subimos a su vehículo para ir de camino al cementerio. Me senté a su lado, el asiento del copiloto, y papá encendió el motor del auto para comenzar a movilizarnos. De camino, miraba por la ventana para distraerme a ratos, el cielo amenazaba con llorar mientras las nubes comenzaban a tornarse oscuras juntándose unas con otras, nunca supe el porqué todos los años durante este día, al caer la tarde comienza a llover torrencialmente. Mi madre murió cuando yo tenía cuatro años, desde entonces mi padre cumple el rol de madre y padre al mismo tiempo. Nunca supe cómo murió, mi padre pensó que lo mejor sería que yo nunca lo supiera.
- Lo mejor será que nos apresuremos, pronto lloverá – Le dije a mi acompañante, pero estaba concentrado en conducir. Subió un poco el volumen de la radio y sonó una canción que jamás había oído, pero me pareció agradable. La escuchaba atentamente mientras miraba por la ventana. Del cielo comenzaron a caer unas gotitas lentamente. Intente recordar el rostro de mamá, pero era inútil. Llevaba diez años sin verle, y sin duda, la última vez que la vi yo era demasiado pequeña aún.
- Papá… ¿Estás seguro de que aún quieres que vayamos? – Le pregunte, el seguía serio y sin mirarme.
- Si… - Lágrimas amenazaban con salir de sus ojos pero se contuvo, al igual que el cielo, mi padre quería llorar.
Al llegar, de la guantera del vehículo saco un pequeño paraguas y me lo entrego.
- No quiero que te enfermes, cariño –
- Pero, ¿Qué hay de ti? –
- Yo estaré bien – Ambos bajamos del automóvil y yo abrí mi paraguas para protegerme de la lluvia que ahora caía insistentemente. Al acercarnos a la entrada del cementerio, un hombre se acercó a nosotros.
- Lo siento, pero no pueden entrar, está cerrado por la lluvia.-
- Permítanos entrar – habló mi padre. – Cualquier accidente será mi responsabilidad, se lo prometo. –
- No puedo hacer eso, usted sabe que… -
- Por favor – insistió mi padre. El amaba a mi madre como nadie nunca lo había hecho, y se lamentaba sobremanera el haberla perdido.
- Esta bien, pero si algo les ocurre, será únicamente su responsabilidad – El hombre abrió la reja del lugar permitiéndonos entrar, la lluvia empapaba a mi padre, pero él ni se inmutaba.
- Vamos, Maka – tomó mi mano y juntos caminamos hasta el mausoleo donde se encontraba mi madre. Ambos contemplamos su lápida largo rato.
- Lo siento tanto – Susurró mi padre para sí mismo mientras de sus ojos resbalaban escurriendo por sus mejillas sigilosas lágrimas que se camuflaban con las gotas de lluvia. – Si tan solo ese día yo no… - Se silenció. Definitivamente había algo que mi padre no quería revelar. El era un sujeto lleno de misterios, y para mi sigue siéndolo. Cada vez que preguntaba algo sobre él, me respondía cosas sin sentido o cambiaba abruptamente el tema. Nunca supe donde nació, nada de sus padres, de su familia.
- Oye… tú… - escuche un susurro a mis espaldas, me voltee lentamente y allí vi a un joven escondido tras un gran mausoleo, pero no podía verle muy bien.
- ¿Yo?... - pregunte
- Sí… tú… - El joven se escondió tras el mausoleo luego de hacerme un gesto con una de sus manos para que fuera hasta donde se encontraba él. Sentí un poco de miedo, algo en mi interior me decía que no fuera, pero mi curiosidad fue más fuerte y camine hasta allí. Mi papá estaba tan sumido en su miseria que ni siquiera se percato de mi desaparición.
- General Pov –
La joven rubia camino hasta llegar al sitio donde había visto al joven, pero al llegar allí no había absolutamente nada. Miro en ambas direcciones y nada. Un escalofrió recorrió su espalda. Había olvidado por completo que los únicos allí presentes eran ella y su padre, ya que oficialmente el cementerio se encontraba cerrado a las personas. Asustada decidió volver hasta donde se encontraba Spirit, pero una mano se poso en su hombro. Maka se sobresalto y quiso gritar pero no tenía sentido hacerlo, primero debía ver quién o que estaba a sus espaldas. Lentamente se giro y se encontró de lleno con el joven que antes había visto, sin duda era él. Se trataba de un chico de albina cabellera, sus ojos escarlata y sonreía torcidamente mirándola.
- Así que has venido después de todo, eres valiente –
- Bueno… si podemos llamarlo de ese modo – Se relajo, había estado muy asustada, pero ya no había que temer, el joven era de carne y hueso ya que, el la había tocado. -¿Sabes el susto que me has dado? – bufó la chica molesta.
- No lo sé… - la sonrisa del chico desapareció de su rostro.
- Pues la verdad, ha sido susto de muerte, creía que serías un espíritu o un alma en pena – Sonrió Maka – Pero me alegra saber que estás vivo y eres un humano -
- Yo jamás te he dicho que soy humano – El joven esbozo una sonrisa burlona dejando ver a la chica sus filosos dientes. Maka sintió el pánico apoderarse de ella, quiso gritar y correr junto a su padre y salir de allí para nunca jamás regresar. Se volteo para correr pero una mano la detuvo cubriéndole la boca para impedirle así gritar.
- No te irás de aquí tan fácilmente, alguien tiene que pagar por esto – Maka notó que su visión se nublaba mientras unas lágrimas escurrían de sus ojos, un golpe en la cabeza le hizo perder el conocimiento mientras caía rendida en los brazos del peliblanco.
-¿Crees que es ella, Soul? – un chico apareció junto al de mirada carmesí. Su cabellera negra con tres extrañas líneas blancas en ella, sus ojos dorados dejaban ver el agobio que le apresaba.
- Estoy seguro – Contesto el aludido mientras cargaba a la chica.
- Sabes que si nos equivocamos… -
- No estoy equivocado, Kid, la he visto junto al traidor –
- Realmente estas seguro, ¿verdad? –
- no cabe duda –
Ambos jóvenes desaparecieron llevándose consigo a una Maka totalmente inconsciente, dejando solamente el paraguas de ella en el lugar de los hechos.
Continuará…
Airi: Soul y Kid no son espíritus XD ni nada que se les parezca, la trama será digamos parecida al anime, espero que la logren entender. Comentarios, dudas, sugerencias, solo dejen reviews y me hacen saber sus opiniones. Sin más que agregar
¡Hasta pronto!
