Los personajes no me pertenecen, son propiedad de J. K. Rowling. La historia tampoco es mía, casi todo lo estoy dejando igual que la historia original solo que con los personajes de Harry Potter. En esta historia existen los donceles.

"Por favor denle una oportunidad, acepto críticas constructivas para mejorar, no soy una experta así que pido disculpas de antemano por posibles errores en lo que sea.

DESCENDIENTES

Proclama real

―Había una vez hace mucho tiempo, bueno hace unos 20 años, la bella Lily se casó con la bestia Potter en una ceremonia con 6,000 de sus amigos más cercanos, gran pastel sí. Así que en vez de ir de luna de miel la bestia unió a todos los reinos y fue elegido como rey de los estados unidos de Hogsmeade, atrapo a los villanos y a sus secuaces, ósea a toda la gente interesante, y los envió a la isla de los perdidos con una barrera mágica para evitar que se escaparan. Aquí es donde vivo; sin magia, ni Wi-Fi, ni salida… o eso creía, aguarden ya nos conocerán, pero primero sucedió esto…―

En un lugar no muy lejano a la isla un joven de unos 16 años, ojos verdes y cabello azabache miraba desde la ventana hacia lo que en su mente causaba mucha inquietud y a la vez gran curiosidad, "la isla de los perdidos".

―Manga, ― un hombre levanto su brazo, ― cabeza ― movió su cabeza para que se mantuviera derecha y tomo las medidas necesarias al perímetro de su frente, todo esto aunque le mereciera exagerado, era por decirlo así, algo necesario.

Por la puerta aparecieron dos figuras, una encantadora mujer de ojos verdes y pelo rojizo atado en una coleta alta y con una tiara plateada con pequeños diamantes incrustados en ella, llevaba un hermoso vestido liso hasta las rodillas color verde pálido; venia colgada del brazo de su esposo, un hombre alto de pelo azabache ojos cafés, vestido con un traje gris y corbata a juego con el vestido de su dama y una corona dorada con una imagen de un león grabada en la frente que denotaba que era el Rey.

―Cómo es posible que vayas a ser coronado rey en un mes, eres un bebe ― hablo el rey.

―Cumplirá dieciséis querido ― le contesto la mujer con una sonrisa divertida en su rostro.

―Hola papá ― hablo el joven. El mayor hizo cara de sorprendido y respondió.

― ¿Dieciséis?, es muy joven para ser rey. Yo no tome una buena decisión hasta que tuve cuarenta y dos. ―

La pelirroja lo miro ofendida y le dijo ― ¡Decidiste que nos casáramos a los veintiocho! ―

―Eras tu o una tetera amor― le guiño un ojo a su hijo y este se rio, para luego voltear de nuevo a su esposa ―No es cierto ― Esta lo miro entre indignada y sorprendida mientras revisaba algunas de las prendas de ropa que se iba a probar su hijo.

―Mamá, papá ― intento dar un paso al frente pero el hombre que tomaba medidas y el cual por poco y se olvida de su presencia lo detuvo y con una mira lo devolvió a su lugar, así que decidió seguir hablando sin moverse de su lugar. ―Ya elegí mi primera proclama oficial― sus padres se miraron el uno al otro sonrientes y orgullosos de su hijo e inmediatamente regresaron la vista hacia él, ― decidí que los chicos de la isla de los perdidos ahora podrán…― hizo una breve pausa dándose valor para continuar, ― vivir aquí en Hogsmeade―

Sus padres lo miraron sorprendidos y su madre tiro sin darse cuenta. Y él siguió hablando al ver sus caras de angustia. ―Cuando miro hacia la isla― dijo ahora si bajándose de la tarima donde estaba y sin prestar atención al costurero, ―siento que fueron abandonados ―

Se acercó a su padre y este salió de su asombro para intentar reprender a su hijo. ―Los hijos de nuestros enemigos, ¿entre nosotros? ― dijo tratando de hacer notar a su hijo el peligro que representaba, pero el pareció ignorar este hecho y siguió explicándole a su padre su idea.

―Solo serán algunos al principio, los que necesitan que los ayudemos. Ya fueron elegidos― sonrió satisfecho. Pero su padre parecía no estar dispuesto a aceptarlo y le miro desafiante.

― ¿Eso piensas? ― parecía querer agregar algo más, pero su esposa lo detuvo y le recordó algo importante.

―Yo te di otra oportunidad― esto pareció tranquilizar un poco al rey para dejarlos continuar ― ¿quiénes son sus padres? ―

―Cruela Zabini, Jafar Nott, la Reina Parkinson, y…― con cada nombre dado sus padres hacían una nueva cara de asombro y parecía que se crearían en cualquier momento por contener el aire en sus pulmones sin darse cuenta, así que con un respiro revelo el último nombre a sabiendas de que su padre no se quedaría callado esta vez, ― y Lucius Malfoy―

El costurero pego un grito de sorpresa y el rostro de su padre se tornó más rígido de lo que no había sido nunca, o al menos no con él o con nadie en frente de él.

―Lucius Malfoy― exploto por fin su padre soltando todo el aire retenido en sus pulmones, ― él es el peor villano que existe.

―Papá, escúchame creo… ― pero su padre lo interrumpió, no estaba dispuesto a permitir algo así jamás.

―No quiero escucharlo― dictamino firme mente ―son culpables de crímenes horribles― aunque sus palabras fueron firmes y para muchos serían más que suficientes, para su hijo parecieron activar otra vez su valentía por la clara injusticia que se estaba cometiendo.

―Papá sus hijos son inocentes, ― interrumpió con respeto para no seguir escuchando cosas lo harían perder la admiración que siempre le ha tenido a su padre ― ¿no crees que merecen una mejor vida?, por favor― casi rogo, busco en los ojos de su padre a aquel hombre que tanto admiraba, que había sido siempre su modelo a seguir, a ese hombre justo, sabio y amable que él conocía muy bien fuera de ese porte de "Rey".

El Rey Potter suspiro entendiendo lo que su hijo le estaba diciendo, giro levemente buscando la mirada de su esposa, que con un asentimiento le dio a entender que estaba de acuerdo con su hijo, se resignó ―Supongo que los hijos son inocentes― sonrió levemente pero al mismo tiempo con orgullo por su hijo, por la gran madurez que había alcanzado a tan corta edad, se dio la media vuelta para salir de ahí y poder sopesar la situación en calma pero a medio camino giro 45º para esperar por su esposa.

Ella sonrió dulcemente, como solo una madre sabe hacerlo y se acercó a su hijo ― Bueno, bien hecho― dijo fingiendo acomodar el saco de su hijo, para después acercarse a su esposo quien le extendió la mano para que pudiera tomar su brazo, ―¿nos vamos? ― Y dicho esto los dos salieron, mientras el joven daba un vistazo nuevamente a la isla.

Cuando lo hizo instintivamente miro hacia su mano, específicamente su anillo que tenía la imagen de un león grabada, igual que la corona de su padre, aun sin saber el motivo, tuvo la extraña sensación de que su vida iba a cambiar a partir de ahora, así como el mar siempre tiene una infinidad de horizontes, él había tomado uno sin conocer lo posibles riesgos, y algo en su pecho le decía que en ese rumbo encontraría lo que había estado buscando toda la vida, esa pieza faltante en el rompecabezas de su vida; porque aunque muchos pensasen que lo tenía todo, siempre había sentido un hueco en su pecho que no había podido llenar con nada, ni siquiera el infinito amor que sus padre le tenían y siempre le habían demostrado, un espacio que poco a poco se iba llenando con la decisión que acababa de tomar.