Disclaimer Inspirado en personajes creados por J.K. Rowling para la serie de libros Harry Potter, los nombres de personas, lugares, hechizos y objetos son propiedad de ella y Warner Bros.
Aclaratoria I: Quería escribir este fict ha ce algún tiempo, contiene alto contenido violento en algunas situaciones, y alto contenido erótico en otras, pero no deja de ser el universo HP, con su Voldemort, la guerra y todo lo demás... con ciertos Spoilers necesarios, aunque a veces parece que me salto un poco la secuencia y obviamente agrego cosas muuuuy diferentes.
Aclaratoria II: Los capítulos van desde diferentes puntos de vista, puntualizados así:
NARRADOR PERSONAJE FEMENINO PERSONAJE MASCULINO
Y siempre separados, cuando se encuentren en un solo capitulo por una línea de guiones y la identificación correspondiente.
(Dedicado a mi prima Alisson, si soy Ingah, si algún día le llegas a leer esto... a CoreBloodDrinker de otra sección, a Valsed y sus death ficts, y a Monalisa17 quien se cree demasiado complicada y piensa que no puede volver a confiar... Créeme, si se puede volver a confiar, cuenta son migo, aunque tal vez no me conozcas... como una vieja canción de Juan L. Guerra, "Cuenta conmigo cuando ni contar pudieras"
Un besazo, y luego de mi extenuante palabrería, hay les va... Como el Caballo de Copas...
Crónicas Mágicas
Capitulo I
Un millón de estrellas.
(Pansy Parkinson)
Narrador
Pansy recordaba su primer día en Hogwarts... El día que escuchó la noticia que cambiaría todo su mundo, el día que se hizo "amiga" del chico cuyo rostro sonreía desdeñosamente desde un retrato móvil de los Slytherins, que enmarcado en plata colgaba sobre la chimenea. Se hizo su amiga, y de ellos también.
Flash Back
"No puedo creerlo, este humo y este bullicio me volverán loca..." pensaba, Pansy Parkinson contemplando el Expreso de Hogwarts, estaba frente a ella, en el anden 9 y ¾, iba del brazo de su padre y hay les vio, Nott, Malfoy, Zabini, Crabbe y Goyle, mirándole con la misma altivez de siempre...
El humo de la bella locomotora roja se elevaba sobre las cabezas de la ruidosa multitud, mientras que animales de todos los colores iban y venían. Las lechuzas revoloteaban molestamente dentro de sus jaulas y algunos alumnos arrastraban pesados baúles.
Los primeros vagones ya estaban llenos, al verla, los chicos subieron a un vagón y le hicieron seña de alcanzarles, tan pronto como lo hizo cerró la puerta tras de si, al tiempo para ver a un desgarbado chico de ojos verdes pasar buscando sitio.
-Buenos días, Malfoy, Zabini, Nott. ¿Qué tal las clases privadas?
-Muy bien Parkinson- el rubio la miraba con fríos ojos plata, solo para voltear bruscamente cuando escuchó hablar a Zabini
-Buenos días querida prima, aquí todos perfectamente bien, ¿te sientas a mi lado?
Fue en ese momento que ella revisó bien el compartimiento, Malfoy, Crabbe y Goyle estaban sentados en la misma butaca, y el único puesto disponible, estaba frente a ellos, justo entre Zabini, hacia la ventana, y Nott. No se hizo de rogar y justo se sentaba cuando el tren arrancó.
En otro sitio, Potter comía por primera vez ranas de chocolates, cuando el chico que había perdido su rana real, entró bruscamente en el compartimiento con Granger.
-Hea Malfoy- dijo Nott regresando del carrito de los dulces, - ¿A que no adivinas quien esta en el tren?
-Habla de una vez Nott-
-Harry Potter.-
-¿Cómo?
-Esta en el compartimiento 50, Harry Potter.
En ese momento se abrió la puerta del vagón de golpe. Una chica castaña, y un niño pelirrojo y rollizo. La muchacha ya llevaba la túnica de Hogwarts.
— ¿Alguien ha visto un sapo? Neville perdió uno —dijo. Tenía voz chillona, mucho pelo color castaño y los dientes de delante bastante largos.
Draco la miró de arriba abajo y con una mueca de fastidio levanto la mano derecha indicándole que se fuera
-¡Ja! Maleducados...- la chica azotó la puerta y salió.
Pansy PDV
Todos rompimos a reír tontamente y mi primo Blaise me hecho el brazo a los hombros, noté la mirada fría de Draco posarse en mis piernas y me bajé la falda hasta las rodillas, no me gustaba la forma en que ese niño, amigo de Blaise, me miraba, claro que a lo largo de ese curso, y los demás años esto cambiaría
-¡He! Ustedes dos de verdad que se parecen bastante ¿no Goyle?
-o si Draco, los mismos cabellos negros azulados, el mismo aire de inseguridad y...
Blaise se levantó de golpe casi tumbándome del asiento, clavando un puño cerrado en la separación entre Crabbe y Goyle, ambos le miraron tan asustados que creí que moriría de risa
-No se le ocurra ninguno de ustedes siquiera mirarla, Pansy es sagrada.
-Ya, ya, deja al par de ineptos estos en paz, no volverá a pasar ¿cierto? –La voz de Draco sonó mas como una orden para todos que como una conciliación. Blaise se sentó de nuevo a mi lado y me volvió a abrazar
-Ya dejen la zalamería que parecen dos novios- Draco arrastro estas palabras mientras se dirigía a la puerta escoltado del par de bobos, ni media hora mas tarde regresó, visiblemente cabreado, y sentándose junto a nosotros, mandó a Crabbe y Goyle por golosinas.
-Ese Potter es un fastidio, ya verá lo que producen las malas amistades.
-¿Qué quieres decir?- me interesé -¿has ido a verlo? ¿Cómo es?
-Sencillamente patético-
Una voz retumbó en el tren.
—Llegaremos a Hogwarts dentro de cinco minutos. Por favor, dejen su equipaje en el tren, se lo llevarán por separado al colegio.
- Es mejor que nos cambiemos- dije tomando mi túnica y corriendo al baño
-Si claro- escuche la voz de Blaise – no te tardes mucho.
-No necesito que me cuides de nadie – susurre viendo su cabeza asomada por la puerta del vagón
-Aléjate de el-
-¿Potter?
-El., sus amiguitos son mas peligrosos de lo que parecen- repitió, al instante adivine que se refería a Draco, si ese era su mejor amigo, sus razones tendría para alejarme de el. Encerrada en el baño me cambie por la túnica de la escuela, pronto sentí como el tren aminoraba la marcha. Cuando se detuvo, tuve que quedarme quieta hasta que la mayoría de los estudiantes se hubo bajado
Entonces vi una lámpara moviéndose sobre las cabezas de los alumnos, era Rubeus Hagrid, guardián de las llaves y los terrenos del colegio
— ¡Primer año! ¡Los de primer año por aquí! ¿Todo bien por ahí, Harry?
De inmediato giré la cabeza para ver a un chico de ojos verdes y cabello revuelto, mis ojos buscaron la conocida cicatriz en su rostro, y hay estaba, un rayo rojo en su frente
—Venid, seguidme... ¿Hay más de primer año? Mirad bien dónde pisáis. ¡Los de primer año, seguidme!
Resbalando y a tientas, seguimos a Hagrid por un estrecho camino. Estaba muy oscuro, y el silencio solo era roto porque Neville, el chico que había perdido no se que, lloriqueaba a cada rato.
—En un segundo, tendréis la primera visión de Hogwarts —exclamó Hagrid—, justo al doblar esta curva.
-¡ooooooh!- casi todos exclamaron al ver el castillo, "niñatos" pensé
El sendero estrecho se abría súbitamente al borde de un gran lago negro, en la punta de una alta montaña, y al otro lado pude ver el castillo, con sus ventanas brillando en la bella noche.
-Debe haber un millón de estrellas- me sobresalté al escuchar la voz de Draco, había olvidado por completo al rubio,
— ¡No más de cuatro por bote! —gritó Hagrid, fue entonces cuando vi unos botes
-¿Tenemos que atravesar el lago?
-Si Parkinson, papá dice que el vejete del director lo hace para impresionar a los nuevos
Draco y Crabbe me ayudaron a subir a un bote y Nott subió con nosotros, mientras mi primo iba con otro grupo, me miró ciertamente molesto y solté la mano de Malfoy bruscamente.
-¿Todos habéis subido? —Continuó Hagrid, —. ¡Venga! ¡ADELANTE!-
Todos los botes se movieron al mismo tiempo, deslizándose por el lago, tan calmado que parecía reflejar cada estrella del cosmos.
-Un millón de estrellas- susurre, y Draco me dirigió la primera sonrisa sincera que vi en el, aun después de dos años de conocerlo. Todos estaban en silencio, contemplando el gran castillo que se elevaba sobre nuestras cabezas
— ¡Bajad las cabezas! —exclamó Hagrid, mientras alcanzábamos un peñasco, atravesamos una cortina de hiedra, que escondía una ancha abertura en la parte delantera del peñasco. un túnel oscuro que conducía justo por debajo del castillo, hasta que llegamos a un muelle subterráneo, un estúpido sapo salto a mi vestido y casi lo pateo, pero resulto ser el animal perdido del chiquillo llorón, después de recorrer el túnel, salimos a un jardín con pasto verde y fresco, al entrar, no podía mas que contener la respiración, las pesadas puertas de roble escondían un suntuoso salón, y una escalara de piedra salía del centro, adornada por dos parcas gárgolas, una gran alfombra roja conducía a una puerta igual de fuerte, pero mas pequeña, y al lado de esta una pequeña puerta nos esperaba. Estuve ansiosa todo el rato, hasta que nos condujeron a la gran puerta, la profesora Minerva nos veía como queriendo atravesarnos con la mirada, el sombrero roñoso que se encargaría de enviarnos a nuestras casas reposaba sobre un banquillo, y luego entonó la canción de las casas.
O tal vez en Slytherin
Harás tus verdaderos amigos.
Esa gente astuta utiliza cualquier medio
Para lograr sus fines.
"Ja seguro que toco en Slytherin, mama y papa estuvieron allí, y los tíos Zabini" pensé al escuchar ese estribillo, poco a poco fuimos pasando y en efecto, Crabbe, Goyle, Malfoy y Nott me miraron desde la mesa de Sly, sonriendo... Pasé un par de segundos tensos, mientras el sombrero miraba en mis pensamientos
-Eres leal, pero vengativa, eres justa, pero ambiciosa, eres inteligente pero astuta, eres linda y, si, seguramente en compañía de tus amigos la lleves bien-
¡SLYTHERIN! gritó al fin el sombrero, dejándome medio aturdida, mire a Potter largo rato, interesada de donde pararía, pero por mala suerte fue a dar con los leoncillos, hasta que al fin, Blaise tuvo el turno y sonriente se sentó a mi lado.
Me revolvía el estomago ver a Potter con la Granger y el Weasley
-¿Ahora entiendes a que se refería Malfoy?- Goyle hablaba con la boca llena, lo cual me dio aun mas asco. Me levante sin contestarles y me acerqué al prefecto de nuestra mesa, le pedí las indicaciones para llegar a al torre, y luego de darme la contraseña me describió el cuadro que debía ubicar, se supone que estaría en las mazmorras, pero no pude encontrarlo, así que solo esperé ver algunos alumnos pasar por allí. Un rato después escuché voces discutir acaloradamente, solo hasta el día siguiente reconocería a ese hombre alto como Severus Snape, profesor de pociones, el otro lo conocía bien, Quirrel, le había conocido años antes en casa de mis padres, y me sorprendió el saber que sería mi profesor de Defensa contra las Artes Oscuras, casi hecho la comida fuera de la boca cuando Dumbledore lo dijo, ¿Defensa contra las artes oscuras ese estúpido miedoso? Además, un antiguo mortífago dando clases de pociones...
Narrador
Pansy miraba por la puerta entreabierta, ambos habían sido mortifagos, pero casi nadie sabía de Quirrel,
Y aunque algunas veces podía ser muy prudente, Pansy decidió quedarse escuchando la conversación
-No puedes hacer eso dentro del colegio, es muy peligroso-
-¿acaso no entiendes Severus que estas son ordenes expresas del Señor oscuro?
-El Señor Oscuro está muerto, hace muchos años ya de esto
-¿Como estas tan seguro?
-Si estuviera vivo, nos abría enviado alguna señal, han pasado años ya, no uno, no dos, casi una década, y nunca se supo mas de el
-Y ahora aquí en el colegio tenemos a nuestra merced a "El niño que vivió" –
Esta última frase fue pronunciada con sorna
-No Quirrel, no te cargaras al crío en mi escuela, si quieres hacerle algo que sea lejos de aquí, tengo mucho que perder si tus locuras sobre Lord Voldemort son descubiertas, el murió, entiéndelo ya.
Snape se venía acercando a la puerta y Pansy toco suavemente, haciendo que Snape se detuviera en seco frente a esta
-Adelante –dijo alejándose un poco.
-Buenas noches- dijo una pequeña joven de cabellos oscuros – me perdí en las mazmorras y no consigo la Torre de Slytherin, profesor
Snape la guió al cuadro, donde varios chicos se encontraban agolpados tras dos prefectos
-Plata y Esmeralda- Dijo en voz alta uno de ellos y el gran cuadro de Salazar Slytherin se corrió dejando ver un gran hoyo en la pared
-Buenas noches jovencita...
-Parkinson, Pansy Parkinson profesor
-Buenas noches señorita Parkinson
Severus se retiró a su despacho preocupado por que la niña hubiese escuchado algo de su pasada conversación con Quirrel.
-¿Dónde te habías metido Pansy?
La voz de Blaise la sacó de sus cavilaciones, lo vio sentado en un bello sillón tapizado en cuero verde brillante, frente a el en otro sillón idéntico estaba Draco, ambos haciéndole señas de que se sentara con ellos junto al fuego
-No se imaginan lo que escuché hace un momento – dijo acercándose y tomando asiento en un mueble negro junto a ellos
-¿Qué te traes primilla?
-Primero lo primero, Draco, ¿tu eres sobrino de Bellatrix Lexstrange cierto?
-Aja, es hermana de mi madre, ¿a que vienes?
-Y tu padre era mortífago ¿verdad? Aunque dijeran esa tontería del Imperius, el era de los meros ¿no?
-No se a donde quieres llegar con esa pregunta.
-Draco, ¿qué haría tu padre si se enterara de que EL está vivo?
-No lo se Parkinson, pero esa es una posibilidad muy...
-¿Muy que? ¿Remota? Por que acabo de escuchar a cierto antiguo mortifago diciendo que el Lord Oscuro esta vivo
-¿Qué?- el grito de ambos chicos se escuchó por toda la sala común, haciendo que varios volvieran a verlos
-Eso mismo, Quirrel dice que el señor está vivo
-Tendré que avisar a mi padre de esto.- Draco se levanto dejándolos solos –Si lo que dices es cierto, y ni me interesa cómo te enteraste, serás una de mis mejores amigas Pansy.
-¿De donde sacaste eso Pansy? – Blaise me miraba sorprendido
-Cariño mío, escuché a Quirrel diciendo que Voldemort está vivo, se lo decía a un profesor, que decía que era imposible, pero eso no es todo.
-¿A si?
-Si, Quirrel va a tratar de cargarse a Potter, por que son ordenes de ya sabes quien- dijo bajando la voz a un susurro cuando unos muchachos del sexto año pasaron junto a ellos.
A la mañana siguiente, apenas salir de su habitación sintió un par de delgados brazos que le rodearon la cintura y la alzaron en vilo, dejándola sentada en una mesa, al girarse descubrió tras de si a un Draco muy sonriente y a un Blaise muy perturbado, principalmente por el modo en que Draco continuaba abrazando a su prima.
-eh chicos, buenos días, y ¿por que tanta felicidad Malfoy?
-Mi padre a hablado con Quirrel por la red Flush, y lo que dices es cierto, parece que el sabe de su paradero-
-Bien, pero ¿te parece si dejas de manosearme Malfoy?-
-Esta bien- Draco la soltó fastidiado –te tengo un regalo
Draco se quitó un anillo en forma de Serpiente, con los ojos de esmeralda, y tomando la mano izquierda de Pansy se lo colocó en el anular, Blaise los miró molesto y se alejó a largos pasos rumbo al comedor. Al mismo tiempo Draco le besaba la mano y la ayudaba bajarse de la mesa, y ofreciéndole elegantemente el brazo la guió por los corredores a partir de ese día, claro cuando ella no estaba demasiado ocupada cotilleando con sus amigas, en cosas intimas, o paseando con Zabini.
Fin FB
Aún tantos años después, ella conservaba ese anillo, lo miraba en su mano, y un par de lágrimas corrieron por su cara.
Sin razonarlo mas cerró el cajón donde buscaba tinta y pergamino, escribiría una carta a sus padres para retirarse del colegio, no quería seguir reviviendo su dolor cada que pasaba por el tercer piso, no podía seguir callando su ira, ni podía seguir huyendo de Draco y sus caricias por mucho mas tiempo sin que el se enojara, había confiado en ellos por tanto tiempo, había compartido con ellos cada comida, cada noche fría frente a la chimenea, y había compartido con ellos su iniciación, habían estado los cuatro allí, le habían ayudado a soportar las duras pruebas impuestas por el Señor Oscuro, y mirar a esos ojos plata le había ayudado a soportar el dolor de la Marca Tenebrosa trazándose en su espalda, sus brazos le habían reconfortado cuando recibió aquel Crucio, habiendo fallado en conseguir algo valioso, sus cuerpos le habían protegido durante el ataque al Ministerio de Magia, y sus voces habían sido guía y consuelo, valor y esperanza a lo largo de tanto tiempo, su primo no sabía nada, no podía saberlo, la muerte sería poco para lo que les esperaba si el descubría lo que le habían hecho.
A últimas desistió de escribir la nota, volvió la tinta y el papel al cajón y caminó a su habitación a cambiarse, la clase de Cuidado de criaturas mágicas pronto comenzaría y allí podría hablar con ella de nuevo, desahogarse un poco más, mientras hacían caso omiso a la ultima locura de Hagrid.
Atravesó la sala común a la carrera, evitando hablar con Blaise que también iba a la misma clase, llego jadeando a la entrada del bosque prohibido, y se adentro a el buscando al grupo de clase, Blaise la llamaba desde lejos, pero le ignoró de pleno y se puso en pareja con Hermione.
Fue tal como pensaba, conversaron un rato, la castaña diciéndole que tenía que denunciarles, que su novio y su primo tendrían que saberlo...Que eso no podía quedar así
-Prométeme Pansy que de esta semana no pasa, si no yo misma hablaré con el Director
Había amenazado la Griffindor
-No te atrevas a hacerme eso sangre sucia, o me veré obligada a demostrarte por qué llevo la marca oscura en mi espalda.
-Tú no querías eso
-Obedezco a mi padre en todo, y si eso significa matar sangres sucias, mestizos y muggles lo haré, no me hagas olvidar lo mucho que me has apoyado.
-Tienes que hacerlo
Pansy se retiró ignorando por completo a todos, a Draco que la miraba de lejos impresionado de cómo se llevaba por el medio a Harry y Ron como en un encantamiento, a Blaise que trataba de alcanzarla siempre en vano, suerte que era mas rápida que el, y a esos tres, que la miraban con una sonrisa cínica pintada en sus rostros.
"Si Draco y Blaise supieran"
Flash Back:
-Cierra los ojos- había ordenado Draco
-Ya, ¿ahora que?
-Solo has lo que te diga
-Me pones nerviosa Draco
Aquella noche de abril su novio había estado actuando mas extraño de lo usual
-Camina, confía en mí, nunca dejaré que nada te dañe, mataría con mis propias manos a cualquiera que lo hiciese, no sin antes volverle un asco a fuerza de cruciatos- dijo llevándola hacia el balcón de la sala común de la torre de premios anuales -ahora abre los ojos
Cuando Pansy abrió los ojos se encontró de frente con la noche, oscura y bella, el cielo estaba decorado con la belleza de un plenilunio y millones de pequeñas estrellas, titilando en la lejanía.
-Me pareció perfecto, el cielo desde aquí se ve como desde el lago, ¿lo recuerdas, aquella primera noche?
-Cubierto de un millón de estrellas
-Un millón de estrellas para ti
No entendía como aquel ser tan aparentemente frío podía tener momentos de calidez y ternura tan bellos, y por otra parte ser tan cruel cuando lo quería.
Fin FB
Una vez más se encerró en el baño de su habitación, quitándose la ropa se metió a la ducha y dejo correr el agua por su piel por horas, tratando de borrar una suciedad que no estaba en su piel, pero que ella sentía palpable, sobre su piel y bajo esta, se sentía sucia y despreciable, menos que humana, ya no le importaban la pureza de la sangre, ni el dinero y la clase, mucho menos las agradables caricias que Draco solía regalarle hasta hacía casi un mes, no le importaba nada, no le importaba la sonrisa de Zabini, ni el curso, las calificaciones, nada... no le importaban las amenazas de Granger, o los chistes estúpidos de los de primer año...
Lloraba, lloraba amargamente su pena y cerraba los ojos, mientras sus puños se cerraban fuertemente, hasta clavarse las uñas, por sus manos, muy pálidas a causa de la fuerza escurrían pequeños hilillos de sangre que se difuminaban en el agua, trazando un camino rosáceo hasta el desagüe.
Solo quería olvidar, olvidar y morir, pero no se lo podía permitir, no se podía permitir demostrarle a esos cobardes el daño que le habían hecho, el daño que le hacían cada minuto, no se podía permitir ser débil, ya se las haría pagar cuando estallara la guerra y formaran filas, ese dolor que sentía se entremezclaba con odio, se entretejía en su cuerpo y se retorcía en sus pensamientos, no quedarían impunes.
Se secó lentamente y envolviéndose en una pijama de algodón de pantalón y franela se recostó, observando gustosa como sus compañeras ya estaban en sus camas, lanzó un hechizo a la habitación, la puerta permanecería asegurada hasta que alguna de ellas la abriera por dentro. No le importaba haberse saltado la cena, no sentía hambre, la sola idea de verlos en la oscuridad de un corredor, ya caída la noche le aterraba. Posó la cabeza en la almohada y las lágrimas volvieron a fluir, tomo descuidadamente un cigarro de la mesa y lo encendió con la punta de la varita, le dio un par de caladas y luego se bebió de un sorbo una poción para dormir, como venía haciendo hacía 28 días exactos.
El sueño llego pronto, apagó el cigarrillo y cerró los ojos...
Caminaba por el pasillo del tercer piso, con la mochila al hombro, mirando distraídamente los cuadros, se coló en un aula en desuso y adentro los encontró.
-Hola Pansy, siéntate – Draco estaba, como habitualmente, acompañado de Crabbe, Goyle, Nott y Zabini, bebían Vodka, desde que lo probaron de los Durmstrang años antes, cuando el torneo de los tres magos, no habían parado, un poco mas y terminarían alcohólicos y en rehabilitación.
-Chiquita, tu primo y yo tenemos que atender unos asuntos con papá, pero te dejo en buenas manos.
Draco y Zabini se fueron y ellos continuaron bebiendo un rato. Tras un tiempo, Pansy, sin darse cuenta del detalle, era la única que estaba bebiendo, de pronto, sintió como un pesado sopor la invadía, parecía alguna especie de relajante, porque el cuerpo no le respondía.
Casi dormida, vio cómo Nott lanzaba un hechizo bloqueador y uno silenciador a puertas y ventanas, nada ni nadie podría abandonar esa habitación, ni un solo sonido.
Crabbe se acercó a ella y le tomó de la cintura, rodeándola y colocándose a su espalda, se asustó un poco al ver que Goyle y Nott le miraban lascivamente, trato de coger su varita, pero se la arrancaron de las manos en un pestañeo. Crabbe le sujetó bien los brazos a la espalda mientras le besaba el cuello, y Goyle estaba buscando el broche de su falda para quitársela, por un rato forcejeó con ellos, tratando en vano de zafarse de sus manos, poco a poco, las caricias de Nott y los besos de Crabbe se hicieron mas rudos, más intimas y aterradoras, su ropa fue a dar al suelo, mientras con un maleficio imperius le obligaban a mantenerse quieta, a callar, un par de lagrimas rodaron por sus mejillas cuando la obligaron a tumbarse en un escritorio, Nott se coloco entre sus piernas, después de eso, sólo supo que el maldito tomaría su mas preciado tesoro, un tesoro reservado especialmente, y que ni aun Draco había podido tomar...
-Bien Pansy, a que en este momento no te sientes muy superior a nosotros, ¿Dónde está tu Draco ahora?
Sintió un dolor en la entrepierna, un dolor que la quemaba, Nott se movía dentro de ella sin ningún cuidado, pronto le dolía también el vientre, trató de cerrar los ojos, pero no se lo permitían, un grito se ahogo en su garganta, las lagrimas corrían sin control, cuando Nott se separó de ella, solo podía escuchar las risas de los tres, se sintió libre del influjo de la maldición y por un momento pensó que todo había acabado, pero no había reparado que Crabbe se acercaba a ella con una mirada cruel
-Es tu turno Goyle- dijo, y cuando este estuvo cerca Crabbe le sujetó las manos, mientras Nott le ataba las piernas al escritorio, sujetándoselas separadas
-Crucio- El grito de Pansy resonó en la habitación, uno, otro más, luego un cuarto, hasta dejarla casi inconciente, Goyle la haló de las caderas y comenzó a tomarla también. Más lágrimas corrieron
-No llores- ordenó Nott, pero no podía evitarlo -¡Maldición que no llores! ¡Sectusempra!
Sintió como miles de cuchillos se hendían es su piel, aunque no podía verlos los sentía, sus ojos se secaron al instante, y Nott la miró satisfecho, Goyle no apartaba la mirada de sus ojos, una furia salvaje se apodero de el al ver que no lloraba y comenzó a moverse con mas fuerza.
Cuando hubo terminado se retiró, y fue entonces el momento de Goyle, miro con lastima los pequeños cortes que el hechizo de Nott había trazado en la piel de su abdomen y sus senos, mordió uno salvajemente, haciendo brotar un poco de sangre, y sin mas dilación la penetró también.
-Si dices una sola palabra de esto, estás muerta ¿oíste? – Nott le arrojó su ropa encima, estaba allí recostada en el escritorio, mirando a la nada, apenas escuchó lo que el dijo, apenas sintió como se acomodaban la ropa, pero se le quedo profundamente grabado el sonido de sus macabras y satisfechas risas, burlándose de ella, disfrutando el momento. Escuchó la puerta cerrarse tras ellos, y fue sólo cuando escuchó los pasos del resto del alumnado cuando reaccionó, lanzó un hechizo silenciador al cuarto y comenzó a llorar, a gritar desesperadamente... Estuvo allí mucho rato, al fin se colocó la ropa y salió rumbo a la sala común de Slytherin. Tubo que contenerse cuando Draco la recibió abrazándola, se estremeció y se despegó de el, se encerró en su cuarto y no salió por nada hasta el día siguiente.
Pansy se despertó de golpe, asustada, sudorosa, como todas la mañanas desde hacían 28 días, eran las cinco de la mañana y aun se veían las estrellas, se puso el uniforme tras un largo baño, y bajo a desayunar. Era un nuevo día... ¿Debía agradecer por un nuevo día?
Bueno chicas y chicos, aquí está, editado, un par de cambios, había olvidado el disclaimer.
Querida, muchas gracias por tu Review, es muy importante para mí, en cuanto a tu comentario de cómo podría Pansy llegar a una relación con Harry, lee un poco mas abajo y lo comprenderás. Por supuesto notarás que esto no ocurrirá a corto plazo. (al menos no en los próximos siete capítulos)
Esta es solo la primera parte de Crónicas Mágicas; Tomo I: Recogiendo los pedazos es esta historia, luego vendrá el tomo II: Comenzando de nuevo
Para tods ls lectores (as):
He visto preocupada, como algunos explotan el asunto de las violaciones en sus ficts, no tengo nada contra ello, pero me gustaría recordarles algo, este es un asunto muy serio, si bien, en lo general se considera que las victimas de violación se vuelven personas inseguras, con altas estadísticas de locura, depresión y suicidio, eso no son mas que palabras vacías que dicen los "entendidos" Simples estadísticas.
Algunas de las cosas que leyeron o leerán en este fict son reales (claro está, no en el estricto sentido de la palabra)
Primero y principal, cada quien asume el trauma de una manera diferente, algunas chicas se sienten tan sucias que simplemente se desconectan del mundo, se encierran en sus casas, otras se alejan de los hombres, inclusive llegando a odiarlos a todos, otras tras un tiempo, o sin haber pasado ninguno continúan sus vidas como si nada, sólo una experiencia dolorosa más, de tantas que empañan la vida, pero un común denominador es el sentimiento de culpa.
A lo que me refiero con algunas experiencias son reales es a esto, por tres años estuve en un grupo de ayuda, un grupo pequeño y privado, solo seis chicas, que nos reuníamos a llorar, que tratábamos de buscar fuerzas unas en las otras para continuar, yo siempre tuve fuerzas, siempre les di fuerzas, hace tres años que las vi por ultima vez, en el funeral de una de ellas, no pude soportarlo, no fui a su entierro,
Regresé a mi cuarto y destrocé todo lo que encontré en el. ¿Por qué amiga no pudiste ser fuerte? Tú entre todas nosotras, la más fuerte, la mayor, la mejor de todas ¿Por qué no pudiste ser fuerte? ¿Por qué dejaste que esos cinco malditos te llevaran de nuestro lado?
La historia la comencé yo, la menor de todas, tenía 15 años, cumplidos en octubre, el viernes 2 de diciembre del 2000 salí del liceo a verme con mi novio, esperándolo me encontré con cuatro amigos, y un muchacho que venía con ellos, éramos los mejores amigos, inseparables, habíamos visto incluso morir al hermano mayor de uno de ellos el año anterior y aunque yo estudiaba ahora media ciudad mas allá nos seguíamos viendo. Como siempre nos fuimos a un parque y comenzamos a beber, como cada tarde después de clases, o como cada sábado en el boulevard. Eran mis amigos, les hubiera confiado mi vida, habría muerto por ellos, pero las drogas corrompen a la gente, te hacen bajo, vil, menos que humano, cuando la adicción se hace demasiado fuerte, ya tu cerebro está en otros mundos. Pero ese día tras apenas un par de tragos, de pronto, comencé a sentir que me desvanecía, me abracé de mi ex, y cerré los ojos. Cuando desperté estaba llorando, eufórica, gritando en la emergencia de un hospital, intoxicación etílica, rastros de depresivos en mi torrente sanguíneo, por uno o dos minutos no supe donde estaba.
Ese día conocí a Leonardo, un joven policía, estuvo conmigo en todo momento, hasta que me trasladaron a la medicatúra forense. No estaba el forense, eran las tres de la madrugada, la última vez que consulté mi reloj hacían casi doce horas. Pero mi reloj ya no estaba, tenía el uniforme roto, la ropa manchada de sangre, me dolía todo el cuerpo... Llegamos a la jefatura y declaré, dije la verdad, no recordaba absolutamente nada, lo último que recordaba era estar recostada del pecho de David. No hice denuncia, pedí que me llevaran a mi casa, desde el principio mi madre me miraba, molesta, no conseguí ningún apoyo de ella, nunca, no volvimos a mencionar el tema, ni aun hoy, siete años despues, su esposo en cambio me ayudo mucho, un hombre si, pero tal vez por la ausencia de recuerdos, o por conocerlo de toda la vida, no sentía miedo de el. Me dio dinero, me compraba cigarrillos y de vez en cuando una u otra cerveza, no me hablaba tampoco de ello, mi mutismo era absoluto, no dije nada, nadie preguntó nada, me encerraba en cuarto a ver televisión.
Las clases estaban suspendidas hasta el martes. El miércoles en la mañana relevante mas temprano de los necesario y me vestí, ambos me miraron sorprendidos ¿Vas a ir a clases? ¡Claro! ¿Por qué no ir?
Temblé todo el camino a la escuela, cada que un hombre me pasaba por el lado, en el subterráneo, en el camino a la entrada del liceo. Exactamente frente a la puerta estaban esperándome mis compañeros de clases, el chino se acercó a mi y me abrazo, tuve que hacer un esfuerzo enorme para no llorar, pero todos los notaron, eran seis chicos y tres muchachas, pero todos lo notaron... me conocían apenas de un año, y ellos nunca me traicionaron. Charlie me miró interrogante, no entendía por que podría estar temblando, llorando, eso por cualquier cosa, ¿pero temblando? Los llevé al último piso, aun aula vacía, y les conté lo que pasó, no recordaba nada, pero sabía que había pasado. Con las noches llegaba el recuerdo, lentamente, siempre desordenado, un psicólogo dice que mi perdía de memoria temporal fue a causa del trauma, las personas demasiado sensibles a veces liberan no se qué que hace que olviden los momentos demasiado traumáticos. Tal vez por eso pude soportarlo. Me sentí sucia, usada, y traicionada, eran mis amigos... tras un mes, dejé de confiar en todo y todos, peor no importaba como intentara alejarlos los muchachos me ayudaron, nunca me dejaron sola, un montón de hombres...
Reuní valor y regresé al Cafetal, traté de hablar con mis amigas, traté de advertirles, pero ellos se habían encargado de decir que yo me había emborrachado una tarde y luego de haber "estado" con todos los había denunciado por supuesta violación. Ninguna me creyó, ellos también eran sus amigos de por vida, yo era la menor, la más nueva del grupo, entre al cole cuando ellos iban en tercer año, y yo apenas entraba en el primero, secundaria por supuesto. Ni dos meses después una me llamó, le habían hecho lo mismo. En total fuimos seis, y ellos eran nuestros amigos... Hoy tengo 22 años, estoy casada, desde hace 5, aunque nunca terminé el bachillerato, y tengo tres hijos, dos niñas y un varón. Me costó mucho volver a confiar, pero Charlie, Mariliana, Andrés, Verónica, Xander, Minja, Gabrielito, Franklin y Betancourt nunca me dejaron sola, ellos siempre estuvieron conmigo, y yo estuve con las demás muchachas. También me costó mucho volver a estar con un hombre, recordaba esos momentos, que a estas alturas ya hacen una memoria lineal y completa de lo que ocurrió, pero Franklin fue siempre amoroso y cariñoso conmigo, fue muy paciente, aun después de casarnos, siempre es muy paciente, por que a veces esos recuerdos regresan.
Siete años después aún continuo pensando que si yo hubiera sido obediente y hubiera regresado a la casa apenas salir de clases, nada hubiera pasado, o tal vez no debí beber, o tal vez nunca debí regresar al cafetal luego de mudarme, no lo sé... Lo que si sé es que no hay justificación posible para que le hagan una cosa así a una chica, ni el corto de su falda, ni que tan ebria esté, ni que tan promiscua pueda ser, ni que tanto mal te haya hecho... por que con cosas como esas siempre se excusan, o entonces las autoridades, conocidos y familiares la culpan a ella, por no ser cuidadosa, por andar tarde en la calle, por estar sola con hombres, por emborracharse... no es culpa de nosotras, además, no hace falta que nadie nos culpe, como hizo mi madre, nosotras lo hacemos a diario.
Es por eso que decidí escribir esta historia, por que en ella recojo experiencias, me gustaría que esto ayude a las personas a comprender lo duro de esta realidad, lo difícil de sobrevivirla, por que aunque algunas se vuelvan miedosas, otras se vuelven sádicas hambrientas de venganza o masoquistas sedientas de dolor.
Escribo esta historia por todas las victimas, este es nuestro testimonio, el testimonio de una experiencia que cambia tu vida, a veces para mal, otras para peor, pero algunas veces para mejor, como en mi caso, tuve que aprender todo de nuevo y aprendí a seleccionar mis compañías.
Este es el testimonio de quienes nacieron de nuevo y aprendieron a vivir sin miedo, sin complejos, viviendo cada día a la vez, sin mirar a tras y sierpe con mil sueños y esperanza, aunque ciertamente con algo de rencor y desconfianza,
Y a aquellas mujeres que por cualquier razón piensan que no se puede volver a confiar...
SI, SI SE PUEDE VOLVER A CONFIAR, COMENZANDO POR ACEPTARTE COMO ERES, Y TIRANDO TODOS LOS TABUES Y ESQUEMAS, EL QUE TE AMA TE ACEPTA COMO ERES Y AMA TUS ERRORES Y TUS DESLICES, AMA TU FIGURA Y TU SILUETA, AMA TUS LOCURAS, POR QUE SON TUYAS, AMA TUS COSAS POR QUE TE HACEN SER TU.
Valla que me extendí... lo siento, pero tenía que decir todo esto... por lo demás, disfruten el resto de la lectura
Besos a tods
