Disclaimer: Dragon Ball y sus personajes no me pertenecen sino a Akira Toriyama.

Advertencias: Lime, posible aunque no intencional OoC.


VENENO


«Y si tú quieres, yo te quiero»

(Ragazzi)


Una escena, una ausencia. El paisaje es blanco para él, distorsionado para ella, quien se revuelve de placer justo delante de él, pegada la boca a su sexo.

No puede alejarlo, pese a que haya intentado hacerlo antes, cuando la había desvestido tan despacio que no se dio cuenta de cuando el aliento tibio y dulce le llegó a la piel, a las venas, a las sábanas. No pudo hacerlo cuando la besó por primera vez, cuando tomó su cintura con total posesión y la presionó contra la pared.

No pudo detenerlo, porque no quería. Sentirlo así de cerca era menester.

Porque él era un auténtico veneno. Uno que le ardía en los labios, y que ahora le arde justo en su punto más sensible. Él lo sabe, por eso la mira, hacia arriba, directo a los ojos. Allí están, sus pupilas dilatadas y mejillas rojas, dulces como miel. Qué linda se ve desorbitada, absorbida por el calor de sus manos y su boca.

Allí, al borde de la cama, él hincado en el suelo, la hace convulsionarse de placer. Grita, desquiciada, como una loca, a causa de él. Y qué orgulloso se siente de dominarla así, justo como a él le gusta, posesivo como él solo. Ella lo mira con amor, con odio, con necesidad; no soporta depender de él, pero cómo podría ser de otra manera, se pregunta, si dónde encontraría ella ese don tan explícito en los ojos, sus manos y su boca. La piel entera se le eriza cuando él se inclina una vez más sobre ella y entre sus piernas, listo para concretar la unión más perfecta de todas. Lo mira, con boca entrecerrada y párpados cansados, y desvía la mirada hacia un lado. Él sonríe casi enternecido. No es la primera vez que lo hacen, no es la primera vez que la ve tener un orgasmo, ya ha visto todo de ella, conoce cada aroma, cada textura, cada color; y nada tiene que temer de él, si toda ella es lo más bello que ha visto en el mundo.

Pero desde cuándo, se preguntan al mismo tiempo. ¿Desde cuándo habían comenzado a atraerse hasta ese punto, donde se vuelve incontrolable? ¿A raíz de qué? ¿Por qué motivo?

Porque él es veneno puro, se responde ella en silencio. Veneno que se hunde en su pelo, que se enreda en sus manos y sus piernas, que derrite su piel, así como su sentido común.

Porque se adueña de ella. Por eso no puede alejarlo cuando la toca; la electrocuta, la contagia. Y lo más odioso de todo, es que él lo sabe.

Por eso le sonríe así.

Y ella ama esa sonrisa. No lo dirá, pero la ama.

Y no podría ser de otra manera. Jamás.


FIN


Notas:

Un momento de ocio en medio de tanta cosa para la universidad; era necesario desahogarse. Y mientras se me ocurría esto, no pude dejar de pensar en Mai y en Trunks, tan bellos ambos.

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