El misterio de la vida

Almorzando, pensando en que sentido tiene vivir llego a la conclusión de que: estudiamos para trabajar, trabajamos para sobrevivir y sobrevivimos para sufrir. Sufrimiento… ese estado de dolor sin compasión.

Nunca entendí cual era el causante de este… según las opiniones de mis anteriores compañeras yo soy apuesto, pero nunca les creí. Siempre me miro al espejo, pero termino con una mirada de desprecio, mi cuerpo, mi forma… nunca me gusto, siempre quise cambiar… nunca pude… mi voluntad no era ni es la necesaria para cambiar mi ser, ¡ME ODIO! ¡Soy demasiado débil! ¿Porque? ¡¿Porque soy así?! ¡Estoy maldito! Maldito a vivir esta vida, solo...

Miro a mi alrededor y observo como mi padre está en el mismo estado que yo, pensativo. Él y yo tenemos algo en común, somos misteriosos, nunca sabemos lo que el otro esta pensando, y para mi eso es bueno por que en parte ni él ni nadie puede juzgar lo que tengo en mi mente, pero… tiene su consecuencia… que es mi soledad. El hecho de ser así no es más que mi incapacidad de expresarme con los demás, habilidad que he perdido con el tiempo…

Observé como mi padre preocupado se fijaba en el contenido de un sobre… creo que es un sobre del banco ya que en mi hogar no recibimos cartas a menos que sea una de felicitación, pero no estamos en época de celebración, es verano y tampoco hemos hecho nada para ser felicitados... mi padre pone su mirada sobre mi, sólo veo tristeza en sus ojos, estoy confundido… mejor le pregunto que ocurre.

"¿Padre… qué ocurre?'' Mi padre hace un respiro profundo, pone sus cascos en la mesa y me mira con seriedad, eso siempre lo hace cuando va a decir una mala noticia.

"Hijo me estoy quedando sin dinero, ya no podre mantenerte… creo que lo mejor sería si consiguieses independizarte de alguna manera…" Sip, mi sentido común no me falla, es una mala noticia, pero no me sorprende… siempre supe que este día llegaría.

"Entiendo tu posición padre, estas pasando por una mala situación y entiendo que ya estoy en edad para independizarme, así que no perderé tu tiempo… ahora mismo me retiro…" Él sólo me mira con ojos de asombro, tal vez esperaba que armara una discusión, pero no fue así, esa parte rebelde de mi desapareció hace tiempo…

Me levanto de mi asiento y de inmediato camino hacia el pasillo… "¡Hijo!" Al escuchar a mi padre volteo la cabeza "¿Qué quieres padre?" Este se levanta con ojos de tristeza y me abraza. Tenía mucho que no abrazaba a mi padre… este gesto me esta humedeciendo los ojos, tanto que creo que una lágrima se me va a escapar "Sólo quiero que sepas que si no fuera por lo que estoy pasando te dejaría estar aquí, pero la muerte de tu madre…" Él se queda sin palabras, ese recuerdo de la muerte de mi madre lo tiene frustrado y personalmente si hubiera presenciado aquel acto sanguinário… yo también lo estaría…

Nunca supe como murió exactamente mi madre, mi padre nunca habla de eso y yo no me atrevo a preguntarle, siempre que otra persona insensible le pregunta, él termina sentimental, algo que es raro en él ya que siempre trata de ser lo menos sentimental posible, el único que me ha contado un poco de la historia es mi tío. Según lo que me dijo, una quimera (monstruo compuesto por diferentes partes de animales) atacó a Ponyville, mi padre junto con mi madre fueron a discutir con aquella bestia, pero la discusión termino en pelea, mi padre no pudo contra el poder de dicho monstruo, al final perdió, pero no estaba satisfecho con la derrota de mi padre, no, él quería más, y se llevó consigo el alma de lo que el mas amaba, mi madre. Esta quedo como un muñeco, sin vida, gris, y con los ojos sin pupilas. Al final mi madre quedo descuartizada, pero no me dieron detalles sobre como ocurrió eso, y no me pongo a profundizar ya que con lo poco que me han contado me da escalofríos... con lágrimas en los ojos trato de consolar a mi padre "Padre no importa lo que pase yo siempre te amaré" Esto lo calma, el camina hacia su cuarto, creo que va a descansar, lo dejaré solo…

Entrando a mi habitación voy a mirarme al espejo, en este me fijo en mi melena despeinada de color blanca y mi pelaje azul claro, me gusta mi melena, nunca me gustó que me la cortáran, sin embargo eso no le importaba a mi padre, él decía que tenía que mostrar una apariencia respetable… comentario que no ayudó mucho a mi autoestima… mis ojos son curiosos, son de un color marrón oscuro, pero mi iris al final es gris, según mi padre es genético, casi no se nota, solamente si un pony me mira fijamente y se me acerca, algo que me encontraría extraño en un caballo, siempre son las yeguas se percatan de esto. Mi estatura siempre ha sido motivo de admiración, soy muy alto, pero todavía no le encuentro función especifica a esta, soy fuerte comparado con los otros caballos de mi edad, y al final esta mi cutie mark, que es un lápiz dibujando una onda, mi talentos siempre fueron dibujar y escribir, mi habitación está llena de dibujos de mi imaginación, pero mis dibujos íntimos los tengo en un cuaderno, no quisiera que alguien los viera, tengo temor a ser juzgado.

Al terminar de recoger mis cosas sólo me llega un pensamiento a mi mente… ¿Dónde iré?, ¿Dónde me quedaré?, ¿Con quien viviré?, preguntas que solamente podré responder con el pasar del tiempo, bueno… mejor me voy ya, pero primero voy a despedirme. "¡Padre!" Toco a su puerta, escucho como se acerca a esta, al abrirla sólo veo a mi padre asomando el hocico, al ver que era yo abrió la puerta. "¡¿Recogiste tan rápido?!" Me mira impresionado, "Sí padre, ya terminé". Salimos de la casa y mi padre llama un carruaje. Vivimos en Ponyville, pero en la parte rural , casi nunca voy al mercado… no soporto a los molestos vendedores gritando por todas partes… "Ya llegamos." ¡No puedo creer donde mi padre me ha dejado! "¡¿Padre en serio, el mercado!?" Mi padre me mira confundido, "¿Cuál es el problema?" No sé porque pregunta, el sabe que no soporto el mercado, desde niño hacia lo posible para no ir.