Hola a todos, espero que les guste esta historia, que solo será de dos capítulos, por favor dejenme sus comentarios, muchas gracias

Oh, por cierto, esta inspirada por el ultimo capitulo del manga de Nana, que es demasiado para mi corazon. Así que...

Para ti, querido Ren...

Alma de cristal

+ Cuando el dolor hace pedazos nuestras ilusiones… +

Recuerdo como si fuera ayer la vez que me dijiste que tenías que irte, si, esa vez, abriste una herida en mi corazón, por su puesto, era tu futuro, ya habías terminado la universidad y el trabajo te esperaba, y yo entendía, sin embargo, no quería aceptarlo.

"¿Cómo separarnos por tanto tiempo y podamos seguir siendo los mismos cuando nos encontremos?, eso es casi imposible", eso pensé al principio, pero luego, al ver tu rostro seguro y escucharte decir "pronto estaremos juntos", me tranquilicé un poco, además, yo viajaría lo más pronto posible, porque dentro de un año yo terminaría mi carrera y si mis notas eran lo suficientemente buenas, me tenían un trabajo seguro en la misma ciudad que tú, bien, todo estaría bien, finalmente, me resigné a pesar de que mi corazón tal vez no lo iba a hacer.

El día en que te marchaste, te di un beso como si nos fuéramos a ver al día siguiente y con una sonrisa, te empujé dentro del tren, porque ya era la hora y tú no querías soltar mi mano.

Esa cara, que era tan dura, se veía tan mal, pero no quería llorar enfrente tuyo.

La puerta se cerró y vi como pegabas la yema de tus dedos en el frío vidrio del tren.

Traté de seguir despidiéndote tranquilamente, pero mi pecho reventaba, no pude más, me derrumbé. Cuando caí de rodillas al piso, el tren estaba arrancando, subí la mirada para verte y tú solo llorabas, mirándome, articulando "Te amo"… Dios, casi muero en ese momento, nunca te había visto llorar y eso sólo provocó que mis lágrimas aumentaran. Te llevabas mi alma y mi corazón contigo.

Hablábamos muy seguido, con tus llamadas siempre lograbas arrancarme una sonrisa, luego te despedías y me decías que me amabas y yo siempre pensaba "Yo también", pero si te lo decía, iba a ponerme a llorar por teléfono.

Ya no veía la hora en que mis estudios finalizaran para poder viajar y verte.

Por fin llegó ese maravilloso día, el día anterior, alisté mis maletas, ya tenía el trabajo, ya era la administradora oficial de una gran tienda, ahora si sería complemente feliz, a tu lado.

Cuando llegué, ya me estabas esperando en la estación, no habías cambiado en absoluto: tu cabellos naranja, tu rostro fuerte y decidido; solo eras un poco más alto. Wow, y yo… seguía siendo bajita, que envidia.

Corriste hacia mi, nos abrazamos fuerte y luego me besaste, como jamás lo habías hecho, Dios…, cuanta falta me hacías. A veces eras un maldito idiota que me molestaba, pero cuando estabas serio, me pedías disculpas y me acurrucabas en tus brazos, era muy feliz.

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- Idiota – dijo Rukia cuando por fin se separaron – no me llamaste ayer

- Por supuesto que te llamé!!, pero tu móvil estaba apagado – metió la mano en la chaqueta de su novia y sacó el celular – ves?, está apagado

- Oh – infló sus cachetes – como no me llamaste lo apagué

- Jaja, lo entiendo, perdóname – Ichigo se puso serio – te extrañé – dijo cogiendo su mano

- Yo también…

Hace unos meses, Ichigo había comprado un auto, fue con un préstamo, pero lo estaba pagando. Si, le iba bien en el trabajo. También alquiló un departamento más grande, para poder recibir a Rukia cuando llegara.

- Ok, antes que nada – se sentó en la mesa del comedor – debemos de repartir los gastos, umm, que es lo que va a pagar cada uno

- Qué?? – dijo con su tono machista – no, yo voy a pagar

- Nop, los dos lo vamos a hacer

- NO, yo voy a pagar!

- ICHIGO KUROSAKI!!, te he dicho que vamos a pagar los gastos mitad mitad, así que compórtate quieres? – ella había alzado la voz

- Ok ok, amor, entendí, pero no te molestes, ya lo haremos mañana, hoy, tenemos que celebrar tu llegada – frotó su cabello naranja y sonrió con todo el rostro.

- Oh, eso suena bien – le dijo acercándose

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Cada uno de esos momentos Rukia, cada segundo que pasaba contigo, fuera discutiendo tontamente, o en la cama, o en la calle, mientras comíamos, fuera lo que fuera, era lo más importante para mi, era mi vida, Rukia.

Cuando tenía que trabajar, tú siempre estabas en mis pensamientos, no sé cómo antes podía vivir sin ti…

Recuerdo el día en que por fin te pedí que salieras conmigo, realmente fue un poco vergonzoso decírtelo, pero necesitaba hacerlo, y cuando me sonreíste y luego me pegaste diciendo "¿Idiota, como te iba a decir que no?", fue el momento más feliz de mi existencia.

El tiempo que estuvimos separados, terminaba de trabajar y corría a mirar el reloj, esperando que fuera la hora en que salías de clase, para llamarte, y asegurarme de que estuvieras bien.

Rukia…

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Pasaron tres meses desde que Ichigo y Rukia se reencontraron. Ambos se habían adaptado muy bien a sus respectivas rutinas diarias. El mes pasado ella compró un carro, porque en esa ciudad, si no tenías un carro con el cual transportarte, estabas perdido. Ichigo tenía el suyo pero siempre se lo dejaba a ella, y Rukia estaba harta de eso, así que decidió conseguir el suyo. Era un convertible azul que brillaba por donde lo miraras, si, su trabajo estaba dando buenos resultados, cuando fue a escoger su auto, se enamoró del convertible, era tan cómodo y tenía un estéreo asombroso. Ichigo también había ido con ella, "Al fin tienes algo que envidiarme" le había dicho Rukia bromeando.

El carro de Ichigo no se quedaba atrás, a él le gustaban las cosas bonitas, si, su auto también era muy bueno, se parecía algo al de Rukia, pero no era un convertible ni era azul, por el contrario, era un elegante Ford del año color negro, demasiado elegante. Si, esos eran sus gustos.

Renji, el mejor amigo de los dos, había viajado mucho antes que ellos, y ahora, que vivían muy cerca, se podían ver todas las semanas. Él también había ido con ellos para ayudar en la elección del auto y se quedó verdaderamente encantado con el nuevo auto.

Era de noche y los dos estaban en la cama, echados uno al lado del otro, haciendo planes para el día siguiente, que cumplirían cuatro años de noviazgo. Habían quedado en cenar en un restaurant de la plaza central, era uno muy elegante, se lo merecían. Ichigo le había dicho que deberían de verse allí, por lo que cada uno llegaría a casa a una hora diferente para poder arreglarse por separado, así sería una cita mucho más emocionante.

Por la mañana, se despidieron y quedaron en verse más tarde, como habían quedado.

- Ichigo, adonde vas tan temprano? – un compañero de trabajo le habló mientras éste se ponía el abrigo

- Eh si hombre, tengo que hacer unas compras, no te preocupes, vuelvo en una hora

Ichigo entró a la tienda y se paseó, viendo cada detalle de los objetos que se exhibían en las vitrinas. Wow, todos eran bellísimos… pero… allí, allí estaba lo que deseaba.

- Joven, le puedo ayudar en algo? – un hombre de terno se le acercó

- Oh, si, por favor, puede enseñarme ese anillo? – le dijo señalándolo

- Por supuesto – el hombre deslizó las puertas y sacó un precioso anillo de oro con un diamante turquesa – es una excelente elección, joven, es de los mejores que tenemos

- Ok – dijo cuando lo examinó – lo quiero – el hombre escribió en unos papeles y luego se volvió a ver a Ichigo

- Qué desea que diga el grabado? – preguntó

- "Estarás en mi corazón hasta la eternidad, te amo Rukia" – le dijo mientras el hombre apuntaba

- Bueno, lo tendremos listo para la tarde

Cuando salió del trabajo, más temprano de lo de costumbre, llevaba una sonrisa enorme en el rostro. Iba a recoger el anillo.

xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxRenji estaba en su auto, en la avenida Principal, por alguna razón, había un lío de carros y no podía pasar, ya llevaba así veinte minutos.

- Disculpe – le dijo al conductor del costado bajando la luna – sabe por qué no podemos avanzar?

- Oh, al parecer, ha ocurrido un accidente unas cuadras delante – respondió amablemente

Una corriente eléctrica recorrió por su cuerpo en un instante y tuvo un mal presentimiento.

- Ah, gracias, parece que vamos a estar así un buen rato… - subió la luna y salió del carro, cerrando la puerta y llevándose sus llaves – hombre, mientras que no avancen, podría mirar mi auto por favor?

- Oh por supuesto, no hay problema – dijo en un tono muy tranquilo.

- Gracias

Renji salió corriendo de frente, si, se estaba acercando y había un tumulto de gente, muchos policías y varias ambulancias. Definitivamente era un accidente. Siguió corriendo y pudo ver un auto verde, que estaba con algunas abolladuras.

- … Ese auto cerró al otro y el carro se estrelló – pudo escuchar

- "Otro auto?" – pensó – "pero si sólo había uno"

Siguió acercándose más y Dios, el otro auto estaba al frente, no lo había visto, estaba completamente destrozado, no…, era un auto azul, era el mismo modelo de…

- Santo Dios! – Renji se infiltró en el grupo de gente que estaba en los alrededores – Oh no no nooo, no puede ser… - poco a poco se acercó a la camilla… - Dios mío, noooooooooooooooooo

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El móvil de Ichigo sonó, estaba en casa y corrió feliz hasta la mesa para alcanzarlo y contestar.

Renji.

- Hola – dijo contentísimo

- Ichigo, donde estás? – su voz sonaba apagada

- Eh, qué sucede hombre, tienes voz de cementerio

- Dónde estás? – volvió a preguntarle

- En casa, alistándome

- Ok, no te muevas, voy apara allá, espérame por favor

- Qué demoni… - pero Renji ya había cortado

No le quedaba otra cosa que esperar, además, aún faltaba dos horas para su cita, así que tenía tiempo…

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Continuará…