PRINCIPIO DE NARRACIÓN PARA QUE LA CONTINÚEN LOS ALUMNOS
PUBLICACIÓN EN Y PREPARACIÓN DE UN RESUMEN POR PARTE DE OTRO ALUMNO
La noche estaba a punto de caer pero el alumbrado público todavía no se había iluminado. Existía un pequeño retardo de unos minutos desde el último cambio de hora que sumía al pueblo en una tenue luz crepuscular, en una oscuridad progresiva que amenazaba con devorarlo todo. Esto, sumado a la ligera y escalofriante brisa que se había levantado unos minutos atrás, provocaba una ambientación más propia de una película de terror de serie B que otra cosa. Además, el cielo anunciaba agua, y no daba la sensación de que fuese a aguantar mucho antes de descargarla.
La incipiente oscuridad, la amenaza de lluvia, el tímido temor que empezaba a atenazar cada músculo de sus cuerpos, los apremió a aligerar el paso. Jamás se hubieran atrevido a confesar públicamente los unos con los otros el miedo que estaban empezando a experimentar, pero su mutismo, sus respiraciones entrecortadas, los delataban. No tardaron en llegar, además, a la altura de la puerta principal del cementerio local, sobre el que gravitaba toda clase de historias truculentas, lo que no les ayudó a sentirse mejor. Alguno llegó a dar un respingo cuando otro de sus compañeros, sin mediar palabra, accionó su inhalador un par de veces.
Llegaron al fin a su destino. Se miraron unos a otros sin ocultar esta vez su preocupación, el temor latente en sus pechos que, no obstante, les hacía creer que aquella sería la aventura de sus vidas. Seguían sin atreverse a articular palabra: sus miradas eran suficientemente expresivas; tampoco ninguno se atrevía a ser el primero en dar un paso al frente. Majestuoso, recortado contra el cielo tenebroso, el edificio de su instituto se alzaba ante ellos como la inmensa boca de una caverna que les deparara peligros y sorpresas por igual.
Lentamente, sin mediar palabra, accionaron sus linternas. Lo que iban a realizar allí, sabían, era de vital importancia.
