Clase.


Draco Malfoy podía ser muchas cosas: arrogante, superficial, excesivamente competitivo, cruel; sin embargo, había algo que no podía negarse: tenía clase.

Cada insulto dedicado a Harry, a Hermione, poseía ese delicioso sarcasmo propio de la sangre pura, frases maliciosas, dichas con suficiente ingenio para hacerte pensar. No sólo un eres imbécil, Potter; Draco sabía hablar, incluso cuando denigraba a sus eternos rivales.

Por eso, Ron no retiró su mano, luego de haberse tropezado dejando las mazmorras y de que Draco, tácito, sin mirarlo, se encorvara para apoderarse de ésta y enseguida, ponerlo de pie.

Todo, según Ron, con mucha clase.


Gracias por leer. Adoro el DracoRon (en ese orden), es mi pareja favorita del fandom y si alguien escribe o quisiera leer más de ellos, no me molestería que me lo hiciera saber :3

Nos vemos.