Una nueva historia, este mes le toco su Triptico a Eleonor puesto que Julio es el mes del Verano en este lado del Emisferio, es el mas caluroso y las pasiones se encienden... Cada mes festejamos a algun personaje por su cumpleaños, ya le toco a Candy y Stear que son de Mayo, a Albert y Patty que son de Junio y como este mes no hay cumpleañero especifico quise celebrar a Elenor, madre de Terry.

ADVERTENCIA: Tematica Adulta, con situaciones y lenguaje solo para mayores de edad, POR FAVOR, si no eres adepto a este tipo de lectura con LEMON y HENTAI, desistir de leer, sobre aviso no hay engaño. La Advertencia se sostiene para todo el triptico, asi me evito tener que repetirlo en las otras dos partes.

A quien disfruta de mis letras adelante¡ espero sea de su agrado.

Chica de Terry


COUGAR

Tríptico Perturbador para Eleonor Baker

CALA*

Primera Parte


Señora…

Mi apreciable Dama, cuanto tiempo a pasado desde que me bendijo con el favor de su amistad, desde entonces no hago otra cosa mas que pensarle y se que es un atrevimiento de mi parte pretender que confíe, cuando yo mismo no puedo confiar en resistir la tentación de presentarme ante usted, no porque me falte el valor sino por el temor a ser rechazado.

Verla a lo lejos en el teatro… es mi consuelo, su imagen, su belleza, su presencia grácil ilumina el recinto como un sol de verano resplandeciente y cálido, no hay mujer mas bella que usted, mi apreciable dama.

Se que soy insistente, pero debo preguntar de nuevo, ¿Cuándo me concederá el privilegio de verle y poder hablar? Ya le conozco y usted me conoce pero dudo que me recuerde, a usted se acercan muchos hombres como se le rinde tributo en el altar a una diosa, porque eso es usted para muchos, yo tampoco pude resistir el deseo de alabarla en su altar que es el teatro, consiente estoy de que no me recuerda, pero aquella noche cuando la tuve frente a mi me pregunto mi nombre y firmo su fotografía con suma elegancia para su servidor, ver su fina escritura, su mano marcando cada línea de mi nombre, fue como sentirla recorriendo con la punta de sus dedos mi piel, fue el día mas sensual de mi vida.

Disculpe mi atrevimiento pero peco de claridoso, solo digo lo que usted significa para mi y jamás me cansare de externárselo.

Eleonor, mi señora, pronto visitare Nueva York y le veré en el teatro, amarrare mis ansias de volver a estar ante usted y me mantendré a la distancia, por ahora eso me basta pero… aun guardo la esperanza de que me conceda un poco de su tiempo.

Con infinito amor y admiración.

Siempre tuyo.

A.

PD. Siempre pienso en ti, mi Cala.


Suspire sin poder evitarlo, más de dos años ya… El primero recibiendo, Calas mes tras mes. Al cumplirse el día exacto en que comenzaron a llegar a mi casa las hermosas flores llego aquella carta…

Solo firma con una "A" la tarjeta de las calas siempre dicen lo mismo

"Preso en tu amor" *

La misma elegante y fina caligrafía. Mi corazón late siempre que Lucrecia trae el correo, el corazón me palpita cual jovencita en sus dulces 16, creí ser incapaz de volver a sentir esta emoción que me pone a sudar y me tiemblan las manos mientras la abro con nerviosismo, ¿que me dirá? Volverá a alagarme, a decirme lo que significo para el, volverá a decir que sueña conmigo -sonrío- me muerdo los labios sin poder evitarlo, cierro los ojos me tumbo sobre la cama y me dejo embriagar por esta cálida sensación de… amor… amor…

Si, estoy enamorada de un desconocido, ilusionada como una chiquilla a la cual prometen la luna y las estrellas, me vuelvo a sentir Julieta fantaseando con un Romeo audaz…

Pero este Romeo… ni siquiera a besado mi mano, mucho menos mi boca llena de líneas del tiempo… no conozco su rostro, ni recuerdo sus ojos, aunque repaso una y otra vez mis memorias donde decenas de admiradores se acercaron a pedir un autógrafo, sin embargo me deleito con su alma… una relación platónica.

¡Bien hecho Eleonor! Solo a ti se te ocurre idealizar los imposibles… que importa, al menos ahora no he resultado lastimada, al menos no por ahora…

-Señora, ¿no vendrá a mirar sus flores? Están preciosas como siempre.

-Pide que las traigan a mi salón privado, junto a la ventana para que les de el sol pero no directamente.

-Esta bien Madame. Me retiro.

-Eleonor… Esta vez iras a verlo -Entra Lucrecia con paso tranquilo llevando un te para su querida patrona.

-No lo se…

-Por que no le das una oportunidad al caballero.

-Y si resulta ser un loco asesino.

-Vamos Eleonor, han sido dos años, si quisiera hacerte algún daño, ya lo hubiera intentado sin embargo sigue enviándote Calas, y sus cartas siguen llegando.

-Ni siquiera se como se llama, el me conoce, o conoce a la actriz, a la mujer de la que hablan los diarios y las revistas, cree conocerme… yo no le conozco, aunque en esta ultima carta vuelve a contarme que ya nos hemos visto. Me pidió un autógrafo.

-Ahí lo tienes.

-Pero no recuerdo algo en particular, no me da ninguna seña para ubicarlo solo me cuenta lo mucho que significo el hecho de otorgarle una firma.

-Quizás es tímido.

-No, no lo es, te lo aseguro. Lucrecia, temo abrir una puerta que después no se si pueda volverse a cerrar…

-Eleonor por que no te das la oportunidad, por lo menos conócelo.

-Es que… ¡mírame! Ya no soy una niñita y parezco una adolescente llena de inseguridades…

-Estas ilusionada, ¿que tiene eso de malo?

-Que tengo 58 años, tengo un hijo que esta en la cúspide de su carrera actoral, tengo nietos… una abuela que pretende jugar a los enamorados…

-Vamos no seas tan dura contigo misma, si no es porque repites una y otra vez tu edad, en realidad nadie pensaría que la tienes, pareces 10 años mas joven. Estas preciosa Eleonor, y no se que tiene que ver tu familia en todo esto, creo que tu hijo estará feliz si sabe que tu lo eres.

-Pero…

-No hay pero que valga y lo sabes, no busques mas pretextos, dale una oportunidad al misterioso caballero, lo tienes en un suplicio, con una sola vez sabrás que esperar, si no te agrada simplemente se lo dejas claro y ya. Debut y despedida como una mala obra que no tuvo aceptación.

-No se…

-Por que estas tan renuente, a que le temes…

-La ultima vez que me sentí así, termine muy lastimada, muy herida, con un hijo como consuelo al des amor y luego la traición… la perdida total de mi misma… jamás pude volver a amar…

-Eleonor…

-Tu lo sabes Lucrecia, si, Salí con otros hombres, intente darle otra oportunidad al amor pero… era demasiado el temor a salir lastimada, si, goce de mi juventud, de mi lugar en el teatro, de mi fortuna, luego volvió Terry y las cosas también cambiaron, aun mas cuando el logro lo que yo siempre desee, una familia…

-Ahora la tienes, la señora Candice es maravillosa y tus nietos, bueno son unos jóvenes adorables… Eres una preciosa mujer.

-Una preciosa abuela querrás decir…

-Si lo eres, pero ¿te sientes así? ¿Envejecida? Eso déjamelo a mi que ya tengo un pie en la tumba.

-No digas eso…

-Es la verdad, tú te has ganado tu libertad, disfrútala como mejor te parezca, tampoco esperamos que de pronto llegue un Señor a tomar posesión de la casa, no, la única señora de este lugar siempre serás tu. No querrás mirar al pasado a mi edad Eleonor y arrepentirte de haber intentado, el amor siempre vale la pena. O vas a decirme que al menos en ese tiempo no fuiste feliz.

-Inmensamente feliz, y me quedo Terry… y con el muchas alegrías y bendiciones.

-Muy bien, entonces salgamos de compras

-¿Para que?

-Esta dama debe verse más bella que nunca en su próxima cita a ciegas, jejejeje que divertido.

Eleonor sonrió ante el optimismo de su querida amiga, ¿por que no? Por que no darse la oportunidad, Lucrecia su fiel compañera tenia razón estaba ahogándose en un vaso de agua, iría, conocería al caballero y… lo evaluaría… ¿Qué podría salir mal? Era una simple cita, como cuando se juntaba un nuevo reparto para una puesta en escena era primordial conocerse y charlar, un nuevo director, un nuevo productor, un nuevo compañero de tablas, una nueva ilusión…

Ese, ese era el problema, que ella estaba ilusionada, casi podría decir que enamorada de un desconocido que le escribía bellas cartas, eróticas, sublimes, la hacían volver a vibrar de emoción después de tantos años de soledad, ella volvía a sentir…

Y ese era precisamente el problema.

Quizás su corazón agitado le avisaba que algo iba a ocurrir, esa sensación de vértigo, de vuelcos en el estomago, de angustia mezclada con peligro y felicidad, no estaba segura de que le deparaba su próxima cita fijada dentro de 3 semanas, pero algo era cierto, no quería arrepentirse de haber por lo menos intentado y calmar esa duda, ese constante golpeteo en su corazón que le decía, ve… ve…

Mientras decidía que vestido comprar, esperaba en su interior que el sujeto le fuera desagradable para romper inmediatamente la falsa ilusión que se había formado, era verdad, estaba emocionada y muy ilusionada por conocerlo, se debatía en esperar a un vejestorio rabo verde solterón con quien sabe que malas mañas o un caballero educado que realmente la admiraba como decían sus cartas.

¡Qué dolor de cabeza! Volver y volver a hacerse una imagen masculina en su mente con la que pudiera lidiar ya sea para bien o para mal… le ilusión seguía instalada ahí en medio de su pecho y esperaba en lo mas profundo de su corazón que fuera todo lo que las cartas decían, para que engañarse a si misma, ella esperaba mas… esperaba esa prometida ilusión.

Pero los años y el dolor no pasan en balde, seria cautelosa, no iba a caer con un Don Juan cualquiera -Volvía a repetirse recobrando la cordura de mujer adulta- Era cierto que había sido paciente el caballero misterioso, educado y sumamente galante pero ya tenia experiencia con hombres así, el primero casi le destroza la vida… casi…

Esta vez no tenia 17 años, esta vez ella decidiría hasta donde.


Llegue al lugar acordado a la hora exacta, ese restaurante exclusivo propiedad de un viejo amigo mío, había gente enfrascada en sus propios asuntos, fui conducida de inmediato a mi privado que lucia abierto, mala señal mi acompañante no había llegado.

Aquel lugar era un tributo del dueño a mi carrera, una especie de altar, había fotografías, afiches, autógrafos y tickets originales de las obras en los cuales fui protagonista. Pero ni todas esas cosas que traían tantos recuerdos a mi mente me hacían olvidar el desencanto de la primera impresión, el tan anunciado caballero no había llegado.

Aun recuerdo como fue aquel primer encuentro y como inicio aquello, como iba a imaginar que aquel caballero fuera… el. Llego con inocencia pretendiendo hablar conmigo un instante, le dije de inmediato que seria solo un momento pues esperaba compañía.

El tiempo transcurrió muy rápido que casi no me di cuenta, el caballero "A" nunca llego, pero mi nuevo acompañante era una deliciosa compañía, estaba solo y me hizo la velada placentera, no ofrecí disculpas por la ausencia de mi cita. Para mi era claro que había caído en un engaño me prometí internamente que nunca mas.

El fino y elegante caballero disolvió con su exquisita plática el sabor a hiel del plantón. Era mejor que pensara que había dicho lo de mí supuesta cita como una excusa a que supiera que realmente "alguien" se había atrevido a reírse de mí.

-Es hora del postre y… su acompañante… -Lo mire, solo sonreí.

-Parecía destinado que hoy, usted fuera mi compañero. Ha sido un placer departir con usted.

-Me honra con su afecto señora.

-Discúlpeme pero debo retirarme ahora.

-No, espere…

-Las jornadas nocturnas ya quedaron en el pasado para mi, Señor Cornwell.

-Por favor, el cuarteto interpreta excelsamente. Podría permitirme esta pieza.

No se por que razón pero no pude negarme, había algo en su risa que me atraía, en sus ojos un magnetismo que me hipnotizaba, esos ademanes tan elegantes, la boca torciéndose un poco en un gesto tan seductor que creí, estaba coqueteándome, sonreí de nuevo ¡que tontería! Era, sin embargo delicioso sentirse idolatrada por un caballero tan formal y educado además de su belleza física en toda su madurez.

Bailamos ahí en el privado lentamente, el toco mi espalda con el filo de su dorso, a la antigua, junto nuestras mejillas en un gesto seductor que aun siendo invasivo, logro conmoverme por dentro, era este hombre tan propio un fino caballero de los que casi no hay, giramos lentamente bordeando la mesa, mientras la flama en la vela perfumada se agitaba con las corrientes de aire de nuestros cuerpos.

Me sentí seducida, conquistada, deseada, me sentí nuevamente mujer como hacia mucho no me sentía. Y entonces me gano la nostalgia, la ilusión con la cual llegue cobro factura, había sido vilmente plantada por un desconocido en el cual puse sueños y esperanzas y ahora un joven caballero aproximadamente de la edad de mi hijo jugaba conmigo al seductor.

Bien hecho Eleonor, ya me imagino el fin de semana en el club de caballeros, se reirá de mi al contarle a sus finos amigos que sedujo a una veterana actriz… Entonces no lo soporte mas y detuve el baile abruptamente.

-Lo siento, es tiempo de que me vaya, le agradezco sus atenciones, buena noches…

Salí casi huyendo de sus brazos sin volver a mirarle, mis lagrimas estaban a punto de correr pero como buena actriz fingiría que no.

-Cala

Me detuve antes de abrir la mampara de madera.

-Como dijo… -el solo me miraba- No me parece gracioso… Si esto es una broma le pido que desista. Dígale a quien quiera que represente que…

-Preso en tu amor.

Me quede mirándolo fijamente, no podía ser verdad, seducida como una tonta jovencita por un canalla…

-No estaba seguro de que al verme me aceptarías…

-Eres tú…

-Si, soy yo. Archivald Cornwell. Quien se deleita en leer tus cartas y en hacerte feliz enviándote Calas.

-No es posible…

-Por que no, acaso no pasamos divinamente la velada, ven siéntate.

Mas era mi aturdimiento que otra cosa y me deje guiar por el hasta volver a sentarme para recuperarme de la impresión, seguí ahí mientras el me daba pruebas de su misteriosa identidad, me conto que, siendo muy joven el su hermano y su primo fueron a verme al teatro, me conto la misma historia que contaba la carta. Yo no lo recordaba, el tendría unos 13 o 14 años y yo estaba en la cúspide de mi carrera actoral, como la máxima diva.

¿Como iba a recordar a un mozuelo? Mozuelo que se convirtió en un hombre encantador. Un hombre que pretendía algo más que una amistad y yo… ante sus galanteos me deje llevar…

Y así comenzó nuestra historia, saliendo, hablando, paseando, compartiendo de exquisitas veladas nocturnas, hasta que un día tuve el valor para invitarlo a mi casa, ya se había metido en mi corazón, el anhelaba el contacto físico pero yo sentía pena, me daba vergüenza que definiera mis venas en las manos, las líneas apenas perceptibles en mis labios y las patas de gallo marcando mi sien cuando sonreía.

El estaba en la flor de la vida a sus 40 años y yo… yo ya era abuela y aun así parecía tan atraído por mi, que me sonrojaba como una chiquilla.

Aquella noche en mi casa lo inevitable sucedió, hubo bastante renuencia de mi parte, pero… ¿Por que no?

Estaba tan envuelta en la excitación como nunca en mi vida, el morbo de que un hombre joven me tocara de aquella forma, que develara mi cuerpo bien conservado después de años de no mostrarlo a nadie… embriagada en mi brumosa borrachera mental, le deje hacer lo que tanto anhelaba. El fue gentil, tenia temor de lastimarme con sus ímpetus, de que en aquel momento la burbuja rosa explotara y el me hiciera daño… con sus deseos masculinos pero no sucedió, sencillamente adoro mi cuerpo…

Con todo y mis defectos cubiertos por las sedas, con todos mis años, pero con un corazón que pedía a gritos amor… me amo.

Beso cada centímetro de cuerpo hasta hacerme perder la cabeza, toco, acaricio, jugo, bebió, me amo con torturante paciencia mientras yo me rendía bajo su cuerpo.

De pronto con renovada juventud, ¡explote! Y recordé como era que sabia amar Eleonor… la mujer… y le ame, lo hice arder, me colgué de su cuello y le monte sobre la cama mientras el me tomaba de las nalgas, el contacto fue tan electrizante, intimo, delirante, fui yo quien marque la pauta a seguir, el me lo permitió pero primero trabajo tan bien mi cuerpo y mi alma desde hacia mas de dos años atrás que… Me le entregue por completo.

Con el paso del tiempo el venia a amarme, me hacia inmensamente feliz, estaba radiante decía mi nuera que me miraba con una sonrisa sospechosa, tenia nuevas energías y parecía ave cantarina, Terry me preguntaba constantemente por que estaba tan feliz, yo solo sonreía.

Nuestro idilio duro meses, seguíamos escribiéndonos, las Calas seguían llegando con la misma firma "Preso de tu amor", a nadie le extrañaba puesto que era costumbre la entrega y simplemente pensaban que era yo misma quien hacia los pedidos, guardaba el secreto de mi renovada juventud con celo.

Lucrecia tenía razón, no hacia daño a nadie, y al contrario era muy feliz. Me atreví a tomar vacaciones a su lado que para nosotros fue una luna de miel, lejos de los conocidos, de nuestros compromisos, de nuestras vidas, éramos solo el y yo, amándonos…

Archivald adoraba mi cuerpo que parecía haber despertado de un largo invierno, la piel suave y elástica, los ojos brillantes, los muslos fuertes y firmes, el cabello sedoso, unos labios habidos de entregar besos y mi intimidad húmeda y reanimada como si fuera nuestro ardoroso sexo algo recién descubierto, aprisionaba su miembro con tal ímpetu que lo enloquecía. Parecía recién estrenada y eso lo volvía loco, justa, apretada, húmeda y con técnicas amatorias que una joven ni siquiera pensaría en comentar.

Los meses pasaron volando y el otoño se acercaba, la temperatura era mas fría y las nuevas temporadas de Brodway iban a comenzar, pronto seria los cocteles de los estrenos y asistiría como siempre a apoyar los proyectos de mi hijo, la vida parecía regalarme un pedacito de cielo y era feliz.

No me arrepentiría jamás de aquello, éramos simplemente un hombre y una mujer, enamorados a pesar de nuestra diferencia de edad.

Oí decir que las mujeres solas y famosas eran "Cougars" teniendo amantes mas jóvenes a los cuales compraban, veía como se mofaban de algunas de ellas diciendo que eran patéticas si creían que un hombre joven podría preferirlas por encima de la belleza y juventud de una mujer de su edad, yo nunca juzgue, creía que cada quien vive su vida como mejor le conviene, seguramente cuando se sepa lo mío con Archivald me llamaran de la misma forma y no me importa, solo se que, no compre su amor, que fue el quien se acerco a mi, que tiene sus propios negocios y fortuna, que no me pide absolutamente nada mas que amor y cuando venia a verme a la ciudad, a eso nos dedicábamos a recuperar la ausencia amándonos como dos locos, como dos felinos desesperados que vagaron por largo tiempo buscando a su compañero ideal…

Si eso me convierte en una Cougar, estoy lista para rugir a quien lo quiera impedir. Renovada, valiente y enamorada del amor, de Archivald, de sus caricias sin ataduras, sin complicaciones, solo el y yo. Esta ves, no renunciare.

Continua.

Referencias:

Cougar:

Forma coloquial de llamarle a una mujer mayor que gusta o tiene de pareja a un hombre mucho mas joven que ella.

*Alcatraz, Cala.

Hay quienes dicen que esta flor dice sutilmente "preso en tu amor"

Flor que representa aristocracia, elegancia y distinción.

** Sound Track:

No renunciare, Roció Jurado.

ORGULLOSAMENTE TERRYTANA!