Etapas
Extraño…
Desde hacia tres años todo le parecía un poco… como si algo no encajara en su lugar.
Era la felicidad que tenía cada mañana, cuando al despertar veía su rostro? No sabría decirlo. Como si no mereciera aquel mundo que poseía, todo fuera un sueño, y estuviese esperando para despertar a su castigo y a su mundo de oscuridad. Pero luego pensaba, miraba a su alrededor... y no era un sueño.
A veces, cuando estos pensamientos se volvían muy fuertes, pasaba largas horas meditando, luego iba a otra parte de la casa o mansión, como le agradaba decirle ya que le recordaba su infancia, y veía a su Kadsuki entrenando a otros muchachos… era tan parecido al pasado. Pero en aquel momento, no era la madre, ni el padre de su esposo quien instruía a aquellas personas en el arte de la lucha con los hilos, no. Era Kadsuki.
Y no podía evitar sonreír, al ver que aquel hombre (que continuaba teniendo la figura de un adolescente) fue alguna vez el dulce niño en kimono rosa que tenía las manos continuamente lastimadas por su entrenamiento.
El tiempo… ahh, como pasaba el tiempo…
Era tan simple describir sus vidas por macados hechos sucedidos, siendo el primero la destrucción de los clanes Fuchouin y Kakei. El incendio, las lágrimas, luego, el encuentro con su hermana... y la partida a Tokio. Luego, la Fortaleza. Los Primeros días fueron una pesadilla, hombres que acosaban a su hermana y a Kadsuki continuamente, y el tener que demostrar que eran fuertes para vivir allí o serían destruidos.
Luego, Fuuga. Y Toshiki Uryuu. Aquel tipo le había molestado de sobremanera; tenía muy bien sabido que no estaba en el grupo por el poder de Kadsuki, sino que estaba enamorado él. Y nunca dejaba de mirarlo como si en cualquier momento lo fuera a tomar por la cintura y comenzara desnudarlo. Claro, él nuca dejaría que pasara aquello.
Pero, a pesar de todo, estaba en paz con él, quedando como la persona con la que competiría toda su vida, aunque el 'trofeo' yo lo había ganado, con unas felicitaciones por parte de Uryuu, aunque con un tono de voz como diciendo 'volveré por él'. Pero sabía que no lo haría.
Después lo VOLTS. Su Kadsuki se fue. Trato de matarlo. Y quedó ciego. Pero en su ceguera había descubierto otra forma de ver. Oía. Oía el tono de voz de Kadsu y sabía como estaba, más allá de que sonriera o no. Y mientras su antes mejor amigo buscaba la cura para sus ojos, demostraron el profundo amor que se tenían. El primer beso, y la primera vez juntos. Mas allá de que no viese la carita del otro, no le importó estar ciego. Año y medio más tarde encontraron la cura. Jamás olvidaría la cara de asombro de su amor.
Y como era de esperarse, un año después se casaron, al estilo tradicional. Kadsuki con un hermoso kimono blanco, cuyo porte demostraba que no había olvidado las enseñanzas de su familia. Y en aquel momento, la imagen del maestro de los hilos parecía decir 'Belleza y Elegancia'.
Regresaron a Kyoto, y fundaron otra vez, después de 500 años, la escuela Fuchouin. En realidad les fue bastante simple, eran familias muy reconocidas por allá, y que los herederos estuviesen vivos era un milagro para familias ricas muy unidas a las de ellos.
Ahora hacía ya tres años de casados, y como dije antes, la felicidad era difícil de creer para quienes la perdieron anteriormente.
Pero, aquella noche, Juubei vería como sus vidas tenían una nueva etapa.
Con los ojos bajos, y la voz suave pero con un dejo de temor, Fuchouin Kadsuki de 25 años le decía a su esposo una noche de verano que tendrían un hijo.
x-x Owari x-x
les gusta? Lo odian? Continuación?
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Manabishi
