DESENGAÑO
Durante 2 años compartió su techo, comida, familia y protección.
En ese tiempo creyó que apoyándolo, alentándolo y cuidándolo sería un factor determinante para que el se quedará por siempre. El amor se paga con amor, lo que se da se recibe pero mil veces más.
Era una fría mañana de otoño, los árboles vestían un color naranja en sus hojas y había una ventisca de los huracanes recién pasados por ese distrito.
Akane despertó contenta pues al fin lo vería después de una semana cansada y llena de proyectos. Un día antes le había cocinado su platillo favorito que entregó hasta su puerta sin ningún reclamo, era feliz cuidándolo.
El llego 20 minutos más tarde y su cara solo mostraba cansancio e indiferencia, ella pensó qué tal vez era resultado de su estrésante semana de trabajo.
Sus ojos azul acero no la miraban como antes, no había paciencia no había amor no había pasión y hasta que el dijo las palabras que desmoronaron su mundo entendió la verdad, comprendió que únicamente uno puede ser usado si se deja usar, si se es consciente de que únicamente están contigo para obtener algo o para no estar solo.
No me quiero casar – dijo Ranma, continuó – creo que moriré solo, nunca he sido bueno conviviendo con otras personas, no soy muy sociable. Mientras hablaba movía sus manos pero Akane respiraba sin querer hacerlo y escuchaba sin realmente sentirse presente. Tal vez sea una pesadilla pensaba ella, tengo despertar y por debajo de la mesa se pellizcaba las piernas, sabiendo en su interior que esa era su realidad. No me veo siendo papa, nunca me han gustado los niños- Ranma no paraba de hablar y no la miraba a los ojos, mentía ambos lo sabían.
Entonces no tenemos futuro -habló Akane.
Ranma respondió – lo siento no puedo ofrecerte algo más.
Eso sería todo lo que venías a comentarme – dijo Akane después de unos minutos de silencio.
Si, lo siento Kane, en verdad lo hago – sentenció Ranma – tengo que irme aún tengo algo de trabajo que hacer con el Dojo. Ok suerte – respondió ella y se levanto para guiarlo hacia la salida.
Después de que se fuera Ranma, ella se encerró en su habitación a temblar de ira, rabia y tristeza por 2 años en que lo cuido, alimento, en que se quitó el pan de la boca para que él pudiera ir a los torneos, en que le presentó antiguos maestros de las artes para que pudiera crecer en su carrera y ella…. Ella lo hizo por amor, solo por amor.
Y el se fue de su vida así de fácil, utilizándola como una simple pieza de ajedrez, siendo feliz y logrando sus objetivos.
Lo había notado, el ya no salía nada gusto con ella, que la engañaba mientras él salía con sus nuevos amigos a los sitios cercanos de fiesta. Siempre justificándolo, siempre tonta.
Lloro hasta que sus ojos no pudieron más, lloró hasta que entendió que la venganza a veces es la única respuesta que queda.
Continuará…
Hola: Soy Sakurami-san.
