Hooola, Aquí llego...con otro fic... Se lo dedico a Sarita, mi Beckett 3 jaja que hace poco fue su cumple y yo pongo mi pequeño granito de arena aunque, pronto le vaya a hacer un one-shot en condicionees. ;) Explico un poco las cosas porque no quiero que nadie se líe. La madre de Beckett muere cuando ella tiene quince años y su padre tiene graves problemas con el alcohol, los servicios sociales deciden que se quede con su tía y su marido, estos la mandan a un internado en Londres. Esto es una especie de prólogo y el fic será en primera persona, iré cambiando los povs a veces, espero no liaros. ¡Felices reyes! Allá vamos... ;)
Ya sé que tengo que acabar un par de fics y prometo que lo haré pero no he podido estarme quieta...No sé muy bien cuando actualizaré pero espero hacerlo pronto...Y aviso, habrá fic para aburrir xD
Miércoles,13 de enero de 1996
19:03
Corro todo lo que me permiten mis piernas. En estos momentos me da igual que me esté saltando la primera regla, nada me importa, podría tirar mi vida por la borda y seguiría sin hacerlo.En mi cabeza se repiten dos monótonas palabras No lloraré, una y otra vez. Jamás lo he hecho en mi vida, bueno, no desde que tengo consciencia.
Atravieso el pasillo a toda velocidad y cuando llego a su puerta me quedo paralizada, mi corazón empieza a batir con fuerza, me preguntó qué es lo que pasará cuando entre. Ya la he jodido lo suficiente como para saber que no puedo hacerlo más a si que me da igual si me hecha, me da igual si me grita. No pienso dejar que se marche sin antes haberlo intentando una vez más.
Aunque mis expectativas no son muy buenas en lo que respecta a esta conversación.
Abro la puerta de golpe. Él parece dar un pequeño respingo ante la repentina intromisión pero ni si quiera se molesta en mirarme. Puedo ver como el brillante azul de su mirada está apagado y yo me siento culpable de ello.
—Por favor no te vayas — Patético, lo sé, pero soy incapaz de argumentar otra cosa.
—Debí hacerlo hace mucho tiempo, Kate — Su voz es dura, sus palabras me rompen por dentro de un modo inexplicable y tengo que agarrarme al marco de la puerta para no caerme de rodillas sobre la moqueta.
En su lugar hago algo que no había hecho nunca, lloro. No emito ningún ruido, simplemente dejo que un par de lágrimas recorran mis mejillas lentamente.
Rick se percata de ello, me mira frunciendo el entrecejo mientras niega con un cabeceo.
—Vete —Masculla.
—Castle...
Él me calla con la mirada, yo agacho la cabeza. Me gustaría decirle tantas cosa, pero quizá soy demasiado cobarde como para hacerlo. Me doy la vuelta, pero no empiezo a andar enseguida, me quedo ahí paralizada, como si estuviese esperando a que él me detenga, me meza entre sus brazos mientras que susurra que todo va a estar bien sobre mi oído.
Pero eso no sucede, simplemente lo oigo suspirar antes de soltar un:
—Adiós Beckett—Casi inaudible que consigue que mi corazón vuelva a salir de su ensimismamiento y siga latiendo, desbocado.
