No somos tan distintos
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Prólogo
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La vida de Hinata Hyuga era simplemente perfecta, su padre la respetaba, asistía la más prestigiosa escuela de Japón, con la mejores calificaciones, tenía los mejores amigos, y una numerosa cantidad de fans, que la idolatraba, la vida le sonreía y ella siempre contestaba con una más radiante si cabía.
Hinata era una persona vergonzosa y tímida, pero una vez que la conocías te enamorabas completamente de ella, de su majestuosa belleza; poseía un pelo negro como el carbón, una piel tan blanca como la nieve y unos ojos dignos de un Hyuga, tan blancos que se podrían confundir con la propia luna; y de su increíble forma de ser, era amable, fiel a sus amigos, tierna, infantil, imaginativa, valiente, y en ocasiones demasiado emotiva.
Pero Hinata tenía la firme sensación de que faltaba algo, pero lo que ella no esperaba es que ese algo tuviera nombre y apellidos; y cambiara su vida de pies cabeza.
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Fin del Prólogo