Miedo.
Hoy tengo miedo de salir otra vez
tengo miedo de encontrarte como aquella vez
los nervios me traicionan me derrota el estrés
sé que puedo arrepentirme después.
Near se encontraba sentado en el suelo de su habitación, armando una torre de cartas. Sin embargo; cada vez que ponía una carta, la torre se derrumbaba y tenía que comenzar de nuevo. Toda la tarde había sido igual, no podía concentrarse, no dejaba de pensar en ella… Tenía tantos años de no ver a Linda y cuando sus miradas se cruzaron no supo que hacer. Se sentía confundido, pero a la vez contento. No podía explicar lo que sucedía en su interior. Siempre había estado acostumbrado a dominar sus sentimientos, pero ahora Linda había venido a complicarlo todo.
Hoy tengo miedo de salirte a buscar
tengo miedo de poderte encontrar
tengo miedo de tus ojos, tengo miedo de hablar
tengo miedo de quererte besar.
Lentamente se levanto del suelo y comenzó a buscar algo en un viejo baúl, después de mucho buscar encontró lo que estaba buscando, una vieja fotografía de Linda. Realmente no sabía por qué la conservaba aun. Linda se la había dado cuando partió del orfanato. Miró la foto por un momento. Ahí estaba, esa mirada… no podía soportarla, pero había algo en ella que le llamaba la atención. Linda había cambiado mucho, pero seguía conservando esa mirada que parecía penetrar en lo más profundo de su ser.
Me digo no seas tonto
no seas tan escéptico
no trates de escapar.
Linda era diferente a los demás niños del orfanato. Para él todos eran invisibles, excepto ella. Tenía algo diferente, algo que llamaba su atención, que lo desconcentraba y no le permitía pensar con claridad. Parecía tener un poder extraño sobre él y por más que trataba de resistirse no lograba vencerlo. Odiaba sentirse así, no poder controlar sus emociones.
Hoy tengo miedo de volver a bailar
tengo miedo que te puedas burlar
me dan miedo las personas no quiero manejar
tengo miedo que me pueda gustar.
Dejó la foto en una mesa y se dirigió a la ventana. A través de ella podía observar a las personas que iban y venían. Nunca había deseado estar entre ellos, eran unos extraños para él. No podía comprenderlos. Porque no era como ellos, porque era diferente.
Hoy tengo miedo de salir otra vez
tengo miedo de volver a caer
me dan miedo las mentiras ya no tengo más fe
tengo miedo de volver a creer.
Recordaba que Linda siempre le había insistido en que saliera, en que se divirtiera. Sin embargo; para él, todas esas cosas carecían de sentido. Tenía tanto tiempo encerrado dentro de sí mismo que no les veía ningún sentido. Tomó un mechón de cabello entre sus dedos, tal vez no fuera tan malo, tal vez podría salir, divertirse, vivir
Y digo no seas tonto
no seas tan escéptico
no trates de escapar.
De pronto alguien tocó su puerta, era Linda…
—¡Hola Near!— dijo mientras acariciaba sus cabellos— ¿Te parece si salimos a pasear?
—No puedo — contesto Near—. Tengo muchas cosas que hacer.
—Las puedes hacer mañana. ¿O es que no quieres salir conmigo?
—No eso… es que...yo…
—No tienes excusa, ven.
Lo sujetó por un brazo y lo sacó de la habitación.
No todos son tan malos, no todo está mal
ni todos son villanos queriéndote matar
no todo está perdido, ni se va a acabar
la vida es un pic-nic.
Pasearon por la calles hasta que repentinamente empezó a llover.
—Creo que deberíamos tomar un taxi para regresar a casa —sugirió Near.
—No te preocupes —dijo Linda sonriendo—. Disfruta de la lluvia…
De pronto Linda empezó a cantar y bailar debajo de la lluvia
—Ven, baila conmigo —dijo Linda y sin darle tiempo para responder lo atrajo hacia ella. Sus miradas se cruzaron y se fueron acercando lentamente hasta que sus labios se rozaron. Near la sujeto por la cintura y continúo besándola bajo la lluvia.
No todos son tan malos, no todo está mal
ni todos son villanos queriéndote matar
no todo está perdido ni se va a acabar
la vida es un pic—nic.
