El atardecer caía lentamente, pokemon pájaro de todo tipo emigraban hacia nuevos horizontes y algunos Abomasnow cerraban los ojos para descansar, la nieve cubría por completo las hojas del denso bosque, a lo lejos se veía a dos figuras humanas avanzar con dificultad, lentos pero a paso firme, continuaron así por más de media hora. Adelante iba un hombre, parecía nervioso pues miraba hacia todos lados como si huyera de algo, unos metros más atrás una mujer, quien no le quitaba los ojos de encima a su compañero.
-Ya no puedo más Jeremías, estoy muy cansada…- se quejo la mujer mientras se detenía y se tocaba sus labios resecos por el frio.
-No nos podemos detener Ángeles, él nos está siguiendo y no va a parar hasta encontrarnos, hay que seguir-
-No te das cuenta que es en vano? Nos va a alcanzar tarde o temprano…-
El hombre no dijo nada solo se limito a mirarla y acto seguido se dio la vuelta y siguió caminando, ella se le unió unos segundos después.
Al caer la noche se detuvieron de nuevo pues ya estaban muy cansados, se miraron e intercambiaron palabras.
-Listo, hasta aquí llegue, me duele la cabeza, estoy muy mareada no voy a poder seguir-
-Está bien amor, vamos a acampar aquí- trato de calmarla mientras la tomaba de las manos
-Jeremías, tengo algo que decirte, yo estoy..-
-Shh, ahí vienen… escóndete, pase lo que pase no hagas ningún movimiento y mantente a distancia- le dijo interrumpiéndola y tapándole la boca
Se escuchaban pasos y voces a lo lejos, Ángeles se escondió tras unos arbustos y al ser de noche era casi imposible verla, Jeremías por su parte espero de frente y callado a su cazador hasta que apareció junto a dos secuaces.
-Devuélveme mis pokemon, infeliz!- Le grito Jeremías a su enemigo
-No me lo puedo creer, estas solo, sin ningún pokemon para que te defienda y me increpas de esa manera? Acaso quieres que te mate aquí y ahora?- contesto el siniestro personaje, era un hombre alto, de tez blanca y voz muy grave.
-Solo quiero mis pokemon, ya déjame en paz y dámelos, eres una escoria!-
-Todo lo que hice por ti y me tratas de esa manera? Insolente, me debes mucho, me debes tu vida y no me pagaste…por eso tome tus pokemon, pero ya se te acabo tu tiempo- dicho esto saco de su bolsillo una pokeball y libero a la criatura que se encontraba en ella. –Scizor, arráncale la cabeza con tus cuchillas...- el imponente pokemon tomo del cuello a Jeremías y con sus pinzas y como si fuera una tijera cortando un simple papel, acabo con la vida del hombre.
Los tres villanos se montaron en un Fearow y se marcharon del lugar en unos pocos segundos.
Ángeles quien había visto todo, empapada en lagrimas y tapándose la boca se acerco hacia donde estaba el cuerpo de su amado y dejo caer algunas gotas en él, desconsolada y sollozando dijo unas palabras:
-Yo estoy embarazada de ti…-
