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1. Drabble escrito con motivo del amigo secreto de {Winter Wonderland, intercambio de regalos} para Tara (Yekaterina).

2. Los personajes pertenecen Sakurako Kimino (historia) y Namuchi Takumi (dibujos).

3. La historia esta narrada en primera persona siendo principal el punto de vista de Nagisa.

4. Los hechos son más o menos los que han aparecido en el anime solo que de una mirada poética.

5. Si ven esta historia fuera de mi cuenta de FF o facebook por favor comuniquemelo, digamos No al plagio y apostemos siempre al original.

6. Cualquier sugerencia y/o crítica me la pueden hacer llegar por medio de un PM o un review.


Primera semana:

Día 1 → Me crucé contigo por casualidad. Iba distraída y me perdí llegándome a la sombra de un árbol, bajo el que te vi. Mirada triste que decía todo y nada a la vez. Belleza de esas raras que te encuentras tan sólo una vez y crees que un ángel es. Y tan extasiada estaba con tu presencia que me desmayé antes de tu nombre poder saber.

Día 2 → Sorpresa la de saber que eras la Etoile-sama que todos respetaban y amaban. Más asombro descubrir que aquello poco significaba para ti y verme emprendiendo la ardua tarea de volver a inspirarte algo de alegría y un toque de responsabilidad para tu día a día.

Día 3 → Puesta mi resistencia a prueba cada vez que se topa con tu misteriosa y cautivante presencia. Siempre al borde del colapso y cerca de tus manos para que juegues conmigo a tu antojo. Pero de a poco va ganando terreno mi orgullo y eso lo ves en mis ojos.

Día 4 → Mi torpeza le gana a mis buenas intenciones y me coloca en situaciones embarazosas en los que tu arrogancia se lleva la victoria. Pero tus ojos señalan, en un descuido, que hay más historia de la que imagino debajo de ese semblante tan frío.

Día 5 → Inocente el juego al que me has traído. Preocupándote por mi estudio, invitándome a tu refugio. Teniendo la palabra justa o una tonta excusa, todo para volver mi mundo una ruleta rusa, donde el punto de apoyo es tu altiva mirada.

Día 6 → Dulces hechos con mis torpes manos en un intento por demostrarte lo agradecida que estoy de que seas mi amiga. Aunque todo como siempre me sale mal y caigo ante tu encanto rendida, siendo presa fácil de tu osadía. Te detienes por un simple gesto mío y con una sonrisa halagas mis dulces aunque se hayan partido. Y yo convencida de que hemos avanzando sin dobles intensiones, rompo en risa y de ello te contagio.

Día 7 → Ya una semana entre tejes y manejes, entre cedo, me dejo y no puedo. Revuelo hormonal que no entiendo y frío invierno que me vence cuando me regalas miradas que yo solo comprendo. Y guardo en silencio el secreto que mis labios se mueren por contar; y que no es otro que el que me pierdo en tu mirar, sonrojándome sin igual.