"Por supuesto que no, es un pervertido." Sherlock anunció frente del hombre incómodo sentado frente a él, John y la señora Hudson. El hombre se movió en su asiento, sin saber cómo responder a esa declaración de apertura.
"¡Sherlock, por amor de Dios!" John lo miró enojado, había perdido la paciencia con el detective.
"¿Por qué dices eso? Yo no soy un pervertido." El hombre dijo en su defensa.
"Por supuesto que lo eres, usas mucho tu mano izquierda lo cual se nota que eres un adicto a la pornografía por Internet y desde el primer minuto que has estado aquí, casualmente has miraron el pecho de la señora Hudson al menos seis veces." Sherlock dijo en un tono aburrido, haciendo que la señora Hudson dejara salir un grito de sorpresa y cruzar los brazos sobre el pecho. "Por lo que podemos deducir una de dos cosas: La idea menos probable que disfrutas mucho del estampado de flores de la blusa de la señora Hudson o disfruta un poco demasiado de los pechos para el hombre común y corriente" menciono Sherlock concluyendo en un instante sin embargo el hombre no salía de su asombro.
"Sherlock no puede seguir haciendo esto." John dijo mientras se frotaba la frente.
"¿Hacer qué?" Preguntó Sherlock, ajeno a los problemas que estaba causando.
"Esta fue la tercera persona de hoy que te has reusado a negar sin siquiera dejar que hablen y los otros dos se fueron porque les ofendiste. A este ritmo, el 221C permanecerá vacía." John gritó apoyaba su cabeza en el respaldo del sillón.
John y Sherlock no fueron técnicamente requeridos para el proceso de elegir al nuevo inquilino, pero la señora Hudson quería que los chicos la ayudaran a elegir al nuevo inquilino a favor de Sherlock, más como demanda para el 221C del sótano. Después de todo, el incidente con los atentados de Moriarty, la casa había sido reparada, la señora Hudson había pensado que sería una gran oportunidad de tener el piso renovado. Se sentía muy incómodo tenerlo vacío, no quería otra interrupción criminal y que era muy probable que ocurriera teniendo a alguien como Sherlock en la casa. Ellos habían estado entrevistando pensionistas potenciales la semana pasada pero sin suerte. Sherlock no disfrutaba algún tipo de cambio ya sea se había negado o asustado a todos echándolos fuera. Sin embargo, la señora Hudson valoraba su opinión y estaba feliz de mantener lejos a los pervertidos.
"Voy a poner el agua a hervir para hacer un poco de té, ¿de acuerdo?" -Preguntó la señora Hudson, levantándose para hacerlo sin esperar respuesta. Sherlock dejó escapar un fuerte suspiro y echó la cabeza hacia atrás en su silla.
"Por favor, dime que fue el último del día. ¡Todo este proceso es aburrido!" Dijo en voz alta. John no pudo evitar hacer su propia observación de Sherlock que aparecía mucho más un niño haciendo un berrinche cuando estaba aburrido.
"Uno más por hoy, querido. Una joven, que sonaba muy dulce en el teléfono. ¡Con acento extranjero, creo!" La Sra. Hudson grito desde la cocina. Sherlock gimió al oír la palabra "extranjero".
"Puede ser una chica, que recién salió de la escuela en busca de unas locas vacaciones pero profundamente significativas en el extranjero, pero no es lo suficientemente aventurera para ir a cualquier otra parte que no se hable Inglés. Estadounidense más probable." Sherlock adivinó mientras se acomodaba en su silla. Ella no iba a llegar por lo menos durante otra media hora, ya que había organizado las entrevistas con tiempo de sobra, y Sherlock vagamente se dio cuenta de la señora Hudson mencionó té.
"Sin embargo, podría ser bueno tener otra mujer en la casa." La Sra. Hudson dijo mientras llevaba la bandeja de té y galletas para todos ellos. Sherlock, por supuesto, no se escuchaba mientras se concentraba en otras cosas. John hizo el esfuerzo de responder con una sonrisa amable y un rápido "gracias" mientras se servía de la bandeja. El tiempo pasó demasiado rápido para todos, pero Sherlock que realmente sólo quería que la señora Hudson renunciara a la tonta idea de encontrar a otra persona para su casa perfectamente completa. Estaba contento con dos compañeros de piso, no creía que las probabilidades estaban a su favor para encontrar a otra persona a la cual aprobar. Unas cuantas inseguras pisadas sonaban por las escaleras y la señora Hudson se levantó con entusiasmo para ir dar la bienvenida al nuevo huésped. John miró a Sherlock y gruñó una advertencia silenciosa.
"Se agradable, no abras la boca para que esta mujer se moleste y se vaya, mantén la boca cerrada." Dijo rápidamente y dio a Sherlock una mirada de disgusto. Sherlock decidió por lo menos dar a la niña la oportunidad de hablar. John no podía reprochárselo si lo hacía mucho.
Collette miró a la mujer mayor con una sonrisa, después de que se presentaron. Se quitó el abrigo grueso para colgarlo con los demás, siguió a la señora Hudson por las escaleras y tomó todos los detalles que se le presentaron.
"Ahora, te voy a presentar a los chicos en el piso de arriba. Son buenos chicos, de verdad. Si la entrevista va bien, entonces te voy a mostrar el apartamento" la Sra. Hudson dijo alegremente. Collette pensó que era extraño, que sonaba como si tuviera que pasar una especie de prueba antes de que pudiera ver el piso en cuestión. Ella estaba dispuesta a por lo menos a intentarlo, los otros pisos que había mirado eran demasiado caros o vinieron con incómodamente amigables hombres mayores como propietarios. Al entrar en la sala de estar del 221B, Collette miró a su alrededor un poco, pero sobre todo se centró en los dos hombres sentados en sillones en el otro lado de la habitación. El rubio se levantó rápidamente y se acercó con la mano extendida. Le tomó la mano y se la estrechó con suavidad, su tacto era suave pero firme.
"Mucho gusto, soy John Watson." John dijo con una sonrisa antes de dejar ir la mano de la joven.
"Collette Mills, encantada de conocerte." Collette dijo cortésmente, ella miró al hombre de pelo oscuro que permanecía sentado y simplemente observaba la Sra. Hudson le mostró una silla antes de sentarse en el mismo lado de la habitación que los chicos. Collette se sentía como si estuviera en una entrevista de trabajo y de alguna manera se sentía alterada. Su mano encontró su zona de confort en su regazo mientras se frotaba la parte baja del abdomen de manera nerviosa.
"Esté, es Sherlock Holmes. No le hagas caso." John dijo rápidamente al ver que Sherlock no iba a presentarse. John le lanzó otra mirada. Collette se dio cuenta, pero no estaba segura de lo que estaba pasando. Sherlock se movió nuevamente en el sillón y observó, no tenía intención de presentarse a sí mismo ya que esto podría dar lugar a lo que le molesto a John. Collette dio una pequeña sonrisa a Sherlock, pero pronto dirigió su contacto con los ojos a la señora Hudson, después de todo ella era la propietaria.
"Entonces, ¿qué quieres saber?" Preguntó Collette, sin saber qué estaba frente a su potencial vecino de piso, ni que actualmente estaba siendo leída por el único detective consultor del mundo.
"¿Por qué no nos cuentas un poco sobre ti?, ¿te gusta Inglaterra?" John dijo antes que Sherlock ya que podría hacer un comentario sarcástico al saber todo ya. John ya estaba en el control de daños, hacía preguntas seguras y oró para que la joven pudiera responder sin ganar una observación de Sherlock.
"Bueno, tengo 23 años y soy australiana pero probablemente podría decir que soy de ahí por mi acento. Soy una persona tranquila y puedo cuidarme a mí misma por lo que no tendrá que preocuparse de que yo viva abajo, no hago mucho ruido. Llegué hace unas semanas, todavía me estoy adaptando a la zona de horario y el tiempo, pero en realidad me está gustando hasta ahora". Collette respondió silenciosamente se regañó a sí misma por apenas decir una cosa sobre su personalidad real.
"Siempre he querido visitar Australia, ¿Ves canguros a menudo?" dijo alegremente la señora Hudson. Collette sonrió, de alguna manera todo el mundo fuera de Australia parecía estar fascinado por los canguros.
"Con bastante frecuencia. Son tan comunes como los ciervos aquí. No en las ciudades, por supuesto, pero en el campo, es fácil localizarlos." Collette trató de explicar. La fascinación fue siempre extraña para ella, los canguros eran una vista común y no demasiado especial en Australia. Era fácil olvidar que estaban en otro sitio. La conversación continuó leve hasta allí, Collette finalmente se calmó tanto como John y la señora Hudson hicieron sólo una pequeña charla sobre ellos. Ella encontró muy interesante oír hablar de Sherlock que es un detective de consultoría, pero no se atrevió a preguntarle al respecto. Su intensa mirada la había hecho sentir incómoda.
"Bueno, creo que le hemos dado lo suficiente de su tiempo, creo que sería una gran compañera de piso ¿Verdad, Sherlock?" John dijo con optimismo, pensando que Sherlock finalmente había aprendido la lección al ver como se había mantenido en silencio durante toda la conversación. Y la intensión era demasiada para Sherlock, que se había reprimido todo lo que había querido decir.
"Oh, sí, sólo trata de no llorar demasiado por la noche, aunque como usted dice no quiere molestar a la señora Hudson; mucho menos a nosotros." Sherlock dijo con el mayor control que pudo reunir. Collette le miró con extrañeza.
"Um, ¿qué quieres decir?" Preguntó Collette, una pregunta fatal para la mayoría de la gente que habla con Sherlock.
"¡Maldita sea Sherlock, no irás a empezar!" John rápidamente chillo pero todo era demasiado tarde, no hasta que Sherlock hablará.
"Usted recientemente ha salido de una relación a largo plazo, hay una marca en su dedo anular de un compromiso, puede ser; el mismo anillo de compromiso se encuentra ahora en su mano derecha, lo ha mantenido por razones sentimentales que muestran que él debe ha sido el que rompió el compromiso, ha tocado inconscientemente su estómago varias veces, voy a seguir adelante y decir que ha tenido un aborto involuntario o un aborto; de cualquier manera él se siente arrepentido y probablemente fue la causa para su ruptura. Ahora usted ha venido sola a este país, tiene una voz muy suave y sin posibilidades de hacer las cosas a menudo por su cuenta por lo que muestra que la ruptura fue lo suficientemente mala para que la lleve fuera de su casa en un intento de 'escapar' de su situación actual. Con todo, yo diría que estaríamos escuchándola llorar un par de meses más". Sherlock dijo con demasiada rapidez. John suspiró y se frotó la frente, medio esperando que la chica se hiciera de llorar y salir corriendo de la habitación en el momento en Sherlock había terminado de hablar. John se sorprendió, naturalmente, cuando en lugar de las lágrimas vio a la muchacha sonreír, incluso se rio entre dientes al final.
"Sherlock, que fue muy desagradable." La Sra. Hudson regañó, pero sabía que no debía discutir más a fondo.
"Wow." Fue todo lo Collette podría decir al principio. Sherlock se enderezó con una sonrisa de suficiencia, obviamente, la chica estaba impresionada.
"Sí, John decía esa palabra, pero tenía que seguir adelante y tratar de describir mi brillantez." Sherlock dijo aburrido con la situación de nuevo, pero siempre abierto a alguien que es sorprendido por escucharlo.
"No, lo siento, eso no es lo que quise decir cuando dije wow. Es sólo un poco raro, me dijeron que eras muy bueno con 'deducciones' pero tienes todo de mí… mal." Collette dijo mientras cortésmente trato de no reírse. El detective había permanecido en silencio todo el tiempo que estaba allí, y cuando por fin habló. Por primera vez, John lo vio sin despegar su mirada.
"¿Qué? ¿Qué quiere decir que todo lo que dije está mal?" Sherlock casi gritó en la cara de la chica.
"Lo siento, no siempre se puede estar en lo correcto, supongo." Collette dijo amablemente, pensando que era probablemente muy fácil confundir las cosas sobre la gente.
"No, no lo es para Sherlock." John dijo con una sonrisa al perplejo Sherlock.
"Oh. Bueno de todos modos" levanto los hombros "¿le importa si veo el piso ahora? Tengo que regresar al hotel, se está haciendo tarde." Collette dijo a la señora Hudson, que no quería provocar un momento incómodo entre los hombres que ella había conocido, la Sra. Hudson la llevó rápidamente al piso del sótano mientras Sherlock se fue por encima de todo en su cabeza.
"¿Cómo es esto posible?" Sherlock dijo en voz alta mientras golpeaba con los dedos él sillón. Todo lo que añadió la describía a la perfección. No podía ser posible, ¿él estaba mal?
"¿Nunca has conocido a alguien que era diferente a cómo se presenta?" -Preguntó John, que ahora no estaba seguro si era divertido o era miedo de que Sherlock estaba tan perplejo. En silencio, se preguntó si Sherlock se rompía o si se trataba de algo que le podría desencadenar una serie de asesinatos.
"¡No puedo estar equivocado! Sólo está mintiendo para ocultar su vergüenza. ¡Voy a tener que probarlo!" Sherlock gritó y una vez más le recordó a John que parecía un niño mimado, se despidió de los pensamientos de Sherlock para las mujeres y de la descripción errónea de Collette.
