Nota de la autora:

Bienvenidos al primer capítulo de Recuerdos! Esta es mi primera fic en Español (Lo cual es raro considerando que es mi lengua materna) y es un HongIce. Ah, simplemente no hay suficiente de ellos! Así que pondré mi pequeña contribución. Planeo que este fic sea largo; alrededor de veinte-y-tantos capítulos. Si les gustó, realmente apreciaría que me dejaran un review^^ Gracias y adelante!

P.D: Recomiendo que imaginen que el prólogo está escrito con diferentes lápices de color en varios papeles arrugados y viejos, no sé, se ve lindo para mí:3

Advertencias: HongIce servido frío (Hahaha, broma de Ice! Entendieron? *Ba dum tss* Okay, no tengo amigos…) con DenNor como aderezo, acompañado por una gran ración de SuFin. El postre consiste en una esporádica variación entre fluff y la autora haciendo sufrir a Ice, con un lado de posible lemon si suficientes personas lo quieren así. El menú de hoy también contiene a Ice y HK siendo hipstermente hipsters, una historia contada desde el punto de vista de nuestro Islandés preferido (Lo que significa en general odio hacia todo el mundo, principalmente a Dinamarca), menciones de bullying en el pasado, y posiblemente menciones de otras parejas.

Disclaimer: No me pertence la portada; Hetalia no me pertenece a mí, le pertenece a Himapapa~


Prólogo

Notas en la última página del cuaderno

Agosto 17

Hoy inicié mi sexto año de escuela primaria. Todo sigue siendo igual que el año pasado, bueno, algo si cambió… Mis compañeros se han vuelto aún más idiotas. Son los mismos del año pasado, sólo que entró uno nuevo. No sé su nombre, y la verdad no me interesa averiguarlo. Ahora mismo lo estoy viendo, y noto que su expresión luce… aburrida. Su cabello es un tanto largo y es oscuro, y sus ojos son cafés. Sobre el uniforme escolar lleva una sudadera de panda—como es blanca, no dudo que los cavernícolas que tenemos por compañeros tarden mucho en arruinársela. Oh no… La maestra dijo que hoy estudiaríamos los porcentajes… Odio las matemáticas.

Septiembre 23

Acabo de encontrar esa pequeña nota que escribí al inicio del ciclo, y muchas cosas han cambiado. Por ejemplo, descubrí que el nombre de ese chico es Jia Lóng, y supongo que ahora lo podría considerar mi amigo. Bueno… simplemente a la hora del receso ambos nos quedamos en el salón de clases mientras todos esos idiotas van a 'divertirse' jugando deportes… A ver si es tan divertido cuando lleguen llorando con el brazo roto. Oh… Jia Lóng me está ofreciendo un poco de regaliz… Supongo que no es tan malo como lo había pensado.

Diciembre 9

Hoy Jia Lóng dejó la escuela. Sé que realmente no me debería de importar, viendo que nunca le hablé lo suficiente como para entablar lo que la gente consideraría una gran amistad, pero no puedo evitar sentirme un tanto ofendido por el hecho de que no me lo dijo antes. Quiero decir… Yo era el único a quien él realmente le hablaba. Qué va… tal parece que nunca fuimos amigos.


Capítulo Uno

Un comienzo un tanto incómodo

-No estoy seguro de si eres idiota o te haces.

Al decir estas palabras, miré fijamente a Mathias, el… ehm, mejor amigo de mi hermano mayor. El Danés simplemente me dio una sonrisa estúpida, ofreciéndome—o más bien, casi frotándome contra la cara—una mochila de Star Wars que parecía haber pertenecido a un niño pequeño. Y también a su padre, al padre de éste, y así sucesivamente. -Vamos, Emi, Está bonita! Por qué no la quieres usar?

Voltee a ver a Lukas en busca de ayuda, quien me asintió y le dio un manotazo en la parte posterior de la cabeza a Mathias. A su vez, éste dejó caer la mochila para sobarse la cabeza, y le dio a Lukas la mirada de cachorrito pateado, la cual realmente no funcionó. -Vamos, hay que dejar a mi hermanito en la escuela. No quiero que llegue tarde en su primer día.- Dijo monótono, y sin esperar por una respuesta de alguno de los dos, se dirigió hacia la puerta.

-Espérame!- Tomé mi mochila del respaldo de una silla del comedor, la colgué sobre mi hombro, y corrí detrás de Lukas. No es como si tuviera ganas de ir a la escuela—hoy iniciaba mi primer año de instituto, y eso no me agradaba en lo mínimo—Sino que no sería bueno hacerlo enojar, tomando en cuenta que la escuela quedaba a media hora si caminaba, y realmente no haría una buena impresión llegando a la mitad del primer módulo. Con suerte llegaría temprano… Aunque eso es casi imposible tomando en cuenta que Mathias es el que conduce, y que probablemente querrá hacer una 'rápida parada' en cualquier tienda que vendiera comida, ya que Lukas ni muerto le hace el desayuno.


Lukas me revolvió el cabello, y Mathias me dio una de sus estúpidas sonrisas usuales. -Suerte, estoy seguro de que te agradará la escuela- Me dijo. Simplemente me quedé parado mientras se alejaban, y me di la vuelta para caminar hacia el edificio.

Suspiré; definitivamente, ya no había vuelta atrás. Bueno, a menos que me escapara de la escuela y me fuera de pinta… Pero no, no podía hacerle eso a mi hermano. El se esforzaba mucho para darme lo que necesitaba y no estaba a punto de convertirme en uno de esos estereotípicos adolescentes malagradecidos y clicheados que salen en la televisión. Mi padre estaba en el ejército, y mi madre se había ido a América a probar suerte en los negocios. Cuando se fue, no habíamos sido económicamente estables. Por ende, yo terminé en el pequeño apartamento que Lukas compartía con Mathias en el centro de la ciudad. Se suponía que mi hermano y yo dormiríamos en el mismo cuarto, pero era más como que yo dormía solo en su cuarto mientras Mathias lo usaba como oso de felpa.

No me quejo, se podría considerar que mi vida era bastante buena, pero supongo que podría ser mejor. Nunca he sido la persona más sociable, tampoco he sido el mejor en clase. Mucho menos el más atlético. Pero, estaba bien, tenía a mi hermano y al idiota de Mathias, y mi padre me visitaba siempre que podía.

Me resigné a dirigirme hacia adentro, manteniendo la cabeza gacha. El edificio era bastante grande, y se veía limpio. Realmente no me gustaba mucho el estilo del uniforme, pero me gustaba que todos tuvieran que usarlo, ya que en mi previa escuela, como no había uniforme, se daba mucho el brand-bullying. No era bonito, hasta a mí me había tocado. Consistía en un grupo de tíos estúpidos que se creían los mejores de toda la escuela sólo por que tenían el teléfono más nuevo mientras la mayoría aún teníamos de esos viejos flip phones. De hecho, ese es el teléfono que tengo en la actualidad.

Saqué un paquete de regaliz de mi mochila y tome una pieza, dándole pequeños mordiscos mientras buscaba el aula a la cual debía ir. En esta escuela nos dividían en clases aleatoriamente de la A a la L, y yo estaba en la clase F. Se suponía que el aula 17 le correspondía a mi clase, pero no la encontraba… 15, 16… La encontré. Rápidamente escondí el paquete de regaliz en mi mochila y tragué saliva antes de tocar en la puerta, pasándome la mano por el cabello mientras esperaba que abrieran la puerta.

Un maestro alto, y de nariz grande me abrió la puerta, sonriendo. Debo admitir que esa sonrisa me daba escalofríos. –Privyet!- Me saludó alegremente, abriendo un poco más la puerta para que yo pudiera pasar.

-Buenos días- Le regresé el saludo, tomando unos cuantos pasos adentro y mirando a mi alrededor.

-Puedes tomar el asiento junto a la ventana- Dijo felizmente, antes de ajustar su larga bufanda rosa y dirigirse al pizarrón. Asentí levemente y fui al asiento libre cerca de la ventana. Puse mi mochila sobre el pupitre, y por alguna razón extraña, me le quedé viendo al chico detrás de mí por más tiempo del estrictamente necesario. No lo sé, sentía como si ya lo hubiera visto antes…

Sacudí ese extraño sentimiento y tomé asiento, mirando hacia el frente, simplemente viendo como el maestro escribía su nombre, en grandes letras con tiza amarilla en el pizarrón. –Buenos días, chicos. Como pueden ver en la pizarra, mi nombre es Ivan Braginski, da? Yo seré su maestro tutor este ao. Empezaremos con una dinámica de presentación. Quiero que se levanten uno por uno, empezando por el lado derecho del aula, que digan su nombre y una cosa que les guste.

Phew, por suerte yo estaba en el lado opuesto del salón… Realmente no pagué mucha atención mientras mis compañeros se presentaban uno a uno, de hecho, saqué un cuaderno y me puse a dibujar y escribir en la última página, como solía hacer tantos años atrás. No pasó mucho tiempo antes de que llegara mi turno, y tragando saliva por la segunda vez ese día, me levanté y miré hacia todos lados, como si estuviera buscando ayuda. –Mi nombre es Emil Steilsson, y me gusta… El regaliz?- El tono que usé lo había hecho sonar más como una pregunta; bien hecho Emil, gran manera de hacer que todos te vean como un completo estúpido desde el primer día de clase.

Luego se levantó el chico pelinegro de detrás de mí, y me voltee a verlo. Sí, definitivamente ya lo había visto antes. –Mi nombre es Wang Jia Lóng, y me gustan los fuegos artificiales.

Bien… Tal parece que este año iba a ser bastante incómodo.