Bueno, primero de todo tengo que decir una cosa muy imortante:

ESTE FIC ES UN FIC COLECTIVO DEL CLUB DE FANS DE ZORO X ROBIN DE , ASI QUE LA GRAN MAYORIA DE LAS PARTES NO SON OBRA MIA. EL FIC QUE SIGUE NO ES ESCRITO POR MI, SI NO QUE ES OBRA DE Ariadna-san (que no sé si posee una cuenta en esta web )

Espero que os guste este gran fic de ZoRo con un poquito de LuNa. nada mas, ahí lo dejo :)


Kokoro no manako

Capitulo I: La última noche...

- ¡No pienso salir así!
- ¡Pero nena, si estás SUPER!
- Te dije que no… que parte de su significado no entiendes "engominado"?
- Pero el nuevo uniforme es…
- Como digas la palabra que estoy pensando te juro que destrozaré tu guitarra firmada por Cerebro Metálico
- No te atreverás…- dijo quitándose sus gafas, desconfiando de mi propia acción
- ¿probamos?- respondí dirigiendo mis sonoros pasos (gracias a que me puse mis zapatos de tacón) hacia ese objeto que según mis amenazas pasaría a ser nada más que astillas y cables rotos. Alcé el instrumento y…
- Ok…-dejó escapar un suspiro- tú…tú…
- ¿Yo…yo qué?
- … tu ganas… puedes ponerte lo que quieras…pero la guitarra la dejas con cuidado donde… ¡HE DICHO CON CUIDADO! ...
Dejé escapar una sonrisa de satisfacción. Franky, que así era como se llamaba mi jefe y dueño del mejor bar-restaurante de la zona, la Franky House, si ya lo sé original, pero que se le puede pedir a un hombre cuyo bien más preciado, a parte de la guitarra firmada por su grupo favorito, es nada más y nada menos que un… tanga, que no mostraba ningún pudor en enseñarlo en cualquier ocasión.
- Además no sé por qué no quieres llevar esta ropa- pasó su mirada por todo mi cuerpo y un escalofrío lo recorrió.- si te queda…
- Súper- dijimos a la vez, aunque yo más desganada y marchándome de su despacho- me voy a servir copas… hasta luego
Caminé por los pasillos sin hacer caso a lo que me rodeaba, es decir, los mismos borrachos de cada día, Mihawk, famosísimo por ganar siempre las competiciones de bebedores, Bellamy, y un larguísimo etcétera de personajes. Odio mi trabajo, pero que se puede esperar trabajando aquí con mi, ¿Cómo decirlo?, "don", si creo que no suena tan mal…
- Robin, ¿Por qué has tardado tanto?
- Lo siento Nami, pero tuve que ocuparme cierto asuntillo
- ¿Asuntillo?
- Olvídalo…- sonreí- ¿Qué sector me toca hoy?
- Creo que…- se acercó a una lista e intentó buscar mi nombre- el 7
- De acuerdo
A mi cabeza llegó una palabra mágica en este momento: "aspirina". Daría lo que fura por poder tomar una y que me pasara el tremendo dolor de cabeza.
- Por cierto Robin, los shorts te quedan de muerte
- O venga déjate de bromas
- No solo lo digo yo, sino también nuestro gran cocinero. ¿verdad Sanji?
- Lo que tu digas amore mio
Desde que trabajaba allí de camarera Sanji era el mejor que había cocinero, aunque era un caso en sí mismo. Tenía por costumbre, no sé si mala o buena, dependiendo de donde se mire, ¿no?, de salir corriendo tras toda chica guapa que entraba por la puerta. Era todo un playboy, pero de los malos.
Mi mente volvió a la realidad, el problema no era que me sentaran mal los shorts, que a decir verdad me quedaban divinos, el problema venia que si mezclas:
Shorts + bar + borrachos es igual a "creo-que-hoy-no-debería-haberme-levantado-de-mi-camita ".
Llevaba trabajando en ese bar durante dos largos (eternos, diría yo) años. No es que no me gustase la gente con la que trabajase, todo lo contrario, Nami se había convertido en una de mis mejores amigas, aunque era mejor no nombrar la palabra dinero si uno quería sobrevivir. Hacía tiempo me había contado que había dejado sin una triste moneda a uno de sus novios… como era que se llamaba… Absalom o algo por el estilo.
De pronto sentí como un chico moreno cogía mi muñeca, y mi mente se nublo para luego bombardearme con imágenes fugaces que marearían a cualquiera si no estuviese acostumbrado… en ellas veía a una mujer reflejada en un cristal, riéndose, era rubia de pelo largo y vestía de negro con medias de red y unas gafas, a su lado estaba el que ahora mismo me sujetaba la muñeca; otro flash llego a mi mente esta vez lo único que vi fue un charco de… ¿Agua?, no, no era agua de eso estaba segura, era de noche y el descampado estaba iluminado por una distante farola, daba la impresión de que ese liquido tenía un tono rojizo… sangre… y ahí acabó mi visión.
- …Tres cervezas y algo para picar
No me salía la voz después de de lo que había visto, así que solo anote su pedido y asentí.
Llevé al cabo de un rato con su podido.
Necesitaba irme de allí un momento, no me importaba a donde fuese, pero tenía que salir de allí. Atravesé el pasillo corriendo en dirección a los baños. Cerré de un portazo la puerta y me senté en el suelo, apoyando mi espalda contra una de las pareces. Y allí lloré, no sé cuánto tiempo.
- Robin, ¿estás ahí?
- Si…- mi voz tembló más de lo que deseaba aparentar
- ¿Otra visión?
Solo asentí. Nami era una de las únicas personas que me creían, a parte de mi madre, que por desgracia ya no estaba aquí. Ese último pensamiento hizo que volviese a llorar.
- Cuéntame
- … había dos personas… un hombre y una mujer… después lo… lo único que vi… fue un charco de sangre…- llevé mis manos a la cara, odiaba que viesen así
- Tranquila- dijo abrazándome
Ya me encontraba mejor, dentro de lo que coge, porque ver esas imágenes no era muy agradable. Me había sugerido que volviese a casa, que ella ya se ocuparía de mi turno, pero me negué, en estos momentos necesitaba tener la cabeza ocupada, y lógicamente si volvía a casa no sabría que hacer o lo que pasaría.

Un tintineo de una campana indicaba que había nuevo cliente. Se sentó en mi zona así que fui a atenderle.
- ¿Que desea?- pregunte con una sonrisa que a la vez ocultaba todo lo que me había pasado
- Me gustaría una cerveza
- De acuerdo
Mi mano temblaba al escribir, y eso provocó que se cayese mi libreta, el chico de los pelos verdes me ayudase a recoger mi libreta, cuando mi mano rozó la suya, hizo que me sobresaltase…
- ¡No puedo verte! – exclame con una gran sonrisa
- ¿Perdona?
Sin más preámbulos cogí sus manos, con un simple contacto me bastaba para poder ver lo que le pasaría. Increíble. No lograba ver nada.
- ¡No puedo verte! Quiero decir… Ven- hice que se levantase del cómodo asiento, y lo arrastré hacia la puerta de empleados-… es increíble…- repetía mientras caminábamos por el pasillo
- Yo no me estoy enterando de nada, además yo solo he venido a tomar algo… y por encima una de las camareras me lleva a…
- Lo siento…
- A que te referías con lo de que no podías verme… ¿eres ciega o qué?
- No… es algo largo de explicar
- Pues yo tengo todo el tiempo del mundo para explicaciones…
- ¿Tú no sabes quién soy, me equivoco?
- Solo sé que eres la primera camarera que hace eso con un cliente, eso creo… ¿suele pasar esto a menudo?- pregunto con ironía, pero yo preferí pasarlo por alto
- No sabes el tiempo que he esperado en conocer a alguien como tu…


y bien? aqui finaliza la 1a parte del fic :)

REVIEWS!! (aunque sean para ariadna-san)

(ya disponible capitulo II )