Al fin con ella
Por Nochedeinvierno13
Disclaimer: Todo el universo de Harry Potter es propiedad de J. K. Rowling.
Este fic participa del "Amigo Invisible 2014" del Foro "Draco Dormiens Nunquam Titillandus".
Para: Athenea-Eris.
Petición: Una historia que tenga como pareja a Draco y Hermione. Puede ser amor correspondido o no.
I
Soñando con el amor
Despertó con el roce tibio de sus labios sobre los suyos y sonrió sin abrir los ojos. Le gustaba cuando él acariciaba su cabello en las mañanas y rozaba sus cálidos labios con los suyos en un tierno beso que la estremecía de pies a cabeza. Su cuerpo siempre vibraba con sus delicadas caricias y se sentía viva en un plano en dónde existían ellos dos y nadie más. Un cálido y perfecto mundo.
En sus años en Hogwarts jamás hubiera imaginado que el chico que durante siete años la había insultado y humillado se iba a convertir en un hombre maravilloso. Tierno, dulce y amoroso. El esposo perfecto. Su esposo. El hombre que dominaba sus sueños y su realidad. El mismo que había convertido su mundo en el paraíso.
Aunque debía reconocer que habían aspectos de él que nunca cambiaban, por ejemplo, esa actitud arrogante y seria. Su aspecto sobrio hubiera asustado a cualquiera menos a ella. Ella conocía el hombre que había detrás de esa mascara de frialdad y aristocracia. El mismo que lo había perdido todo y que trataba de ser un mejor hombre solo por ella.
Él solo había sido un niño mimado y mal encaminado. Participó en una guerra, aunque en el bando contrario, solo porque protegía a las únicas personas que él quería, sus padres y ella jamás hubiera podido reprochárselo. Lo único que siempre había querido era que lo amaran y un hogar. Los mismos deseos que ella siempre había anhelado en lo más profundo de su corazón y que él había cumplido con creces, porque era inmensamente feliz.
Él se había encargado de resarcir cada uno de sus insultos con palabras de amor. Resarció las humillaciones con sus demostraciones de orgullo y protección contra todo el mundo mágico al declararle su amor y su intención de hacerla su esposa. Inclusive por ella había dejado su educación elitista y había aprendido a vivir con los muggles con respeto. Solo por ella y lo amaba con locura por eso, y mucho más. Diez años de palabras y caricias llenas de amor y ternura que siempre hacían que su corazón latiera de manera desbocada.
— ¡Hola preciosa! Aun en sueños no dejas de ser hermosa y a pesar de los años sigues brillando, y manteniendo esa juventud de antaño. Esa misma belleza que me enamoró siendo un chiquillo y que no supe apreciar hasta demasiado tarde —escuchó que le decía acariciándole el cabello con inmensa ternura.
Sonrió y abrió los ojos para verlo allí con su aspecto aristocrático y sobrio. Él le devolvió la sonrisa de medio lado que tanto le gustaba y había sido una de los tantos aspectos de él que la habían enamorado.
Se levantó de la cama y se lanzó a sus brazos. Se fundieron en un tierno y apasionado beso que le volvieron las piernas gelatina. Se hubiera caído al suelo, si él no la estuviera sosteniendo. Cuando nos apartamos lo miré seria.
—No ha sido tarde, Draco. Estamos juntos, ¿no? Lo estaremos siempre, porque tú me amas, como yo a ti—dije seria y con la leve sensación de que no era la primera vez que decía esas palabras.
Siempre me ha molestado esa manera tan pesimista de él de hablar de nosotros. Es como si no fuéramos estar juntos siempre. Hay veces que siento su miedo a que yo le deje y nunca lo he entendido, porque lo amo, y jamás lo dejaría. Aunque ha habido momentos en los que he pensado irme y no sé por qué si a su lado soy feliz.
—Lo sé. Sé que me amaste siempre, aunque era un capullo ignorante e imbécil —dijo estrechándome más hacia él de manera posesiva y hasta con miedo a que me apartará, lo cual no podía entenderlo.
— ¿Por qué dices "me amaste", si yo te amo y te amaré siempre?
— ¿Sabes? Potter y la Weasley tendrán un bebé.
Y ahí va con su habilidad de cambiar de tema, cuando sabe que estoy molesta. Gritarle "cobarde" se me ha ocurrido más de una vez, pero Draco es demasiado infantil y sé ofende con facilidad. Sé que él intenta ser un gran hombre para mí y lo es, pero tiene razón en decir que es un capullo ignorante e imbécil. Hay veces que logrado pensar que tiene menos neuronas que Ron y eso es mucho decir.
Espera, ¿Ginny tendrá un bebé? ¿Por qué no me lo ha dicho? La última vez que vino de visita no lo dijo. Tampoco lo mencionó Harry. Es increíble, pero puede estar disculpándose una y otra vez por no ayudarme durante la guerra, cuando fui atacada, pero ¿No pudo decirme que será padre?
— ¡Lo voy a matar! Haré lo que Voldemort no pudo.
Estaba molesta con el que se hace llamar "mi mejor amigo". ¿Cómo es que no me ha dicho que será padre? Me visita todo los días y no puede decirme que será padre. ¡Si será idiota! Pero no entiendo por qué no me lo ha dicho. ¿Por qué ocultármelo?
—Creo que Potter no te lo ha dicho —afirmó Draco.
— ¡Pues no! Harry a veces puede ser un idiota despistado y obviar las cosas importantes, pero ya se va a enterar lo mal amigo que es —dije caminando hacia el baño.
— ¿Qué sucede?
—Que mis supuestos mejores amigos me van a explicar por qué no me han dicho que serán padres. ¡Inclusive Ron que es un bocazas se lo calló!
— ¡No te atrevas, Hermione! No me dejes aquí solo.
— ¿No crees que estas siendo muy dramático? Solo iré un momento y volveré —dije asomando la cabeza por la puerta sonriendo.
De repente sentí una leve y dolorosa pulsación en el corazón y mi cabeza. ¡Oh, vamos! No puede ser que deje que me manipule. Iré a ver a Harry y a Ginny le guste o no.
— ¡Maldición Hermione! No quiero que te vayas.
Salí del baño completamente vestida. Al mirarme al espejo me sorprendí. No recuerdo en que momento me cambié los vaqueros y la camisa que me he había puesto por un largo vestido blanco. ¿De novia? ¿Un vestido de novia? ¿Por qué llevaba un vestido de novia? Volví a mirarme en el espejo y tenía nuevamente los vaqueros y la camiseta.
—Volveré pronto. Solo tengo que ir hablar con mis dos supuestos amigos.
— ¡No te vayas!
Reí por el dramatismo en la voz. No era la primera vez que Draco me hacia estos berrinches infantiles y siempre lo complacía quedándome, pero ahora tengo que ir a ver a Harry y a Ginny, y descubrir por qué no han dicho que serán padres o si he hecho algo que les ofendiera, y por eso no me lo han comentado.
La verdad es que podría esperar en la tarde, pero siento la necesidad de ir a verlos. Tengo ese presentimiento de que algo no anda bien y quiero descubrir la verdad. No puedo quedarme con la curiosidad y la duda, así que esta vez no puedo complacer a mi rubio platinado.
Me acerque y le di un beso en la comisura de los labios. Él intento agarrarme entre sus brazos, como siempre que intenta agarrarme, pero esta vez pude zafarme.
—Hoy estas más infantil que nunca –reí- volveré. Lo prometo. ¡Te amo! —dije saliendo por la puerta.
— ¡Hermione! No lo hagas. No me dejes. ¡Te amo! Vuelve conmigo. ¡Perdóname!
En cuanto termine de cerrar la puerta, volví a sentir una fuerte punzada en el corazón y en la cabeza. Quería volver a refugiarme nuevamente en nuestra habitación a su lado, pero el presentimiento de que algo andaba mal me hacía ir hacia la puerta. Quería volver al lado de Draco, pero en lo más profundo de mí sabía que hacia lo correcto y por alguna extraña razón sabía que también lo hacía por él.
Durante el camino, el pasillo se me hacía muy largo. Las fotografías de nuestra boda y vida junta se hacían borrosas hasta desaparecerse. Algo pasaba. Algo andaba mal. Los recuerdos no parecían recuerdos. Todo se me hacía tan borroso que ya no podía distinguir si algo era real o no. Al llegar al a las escaleras, me arme de valor y miré hacia atrás. El miedo que sentí me paralizó. Nuevamente recibí una punzada dolorosa en la cabeza y el corazón.
Detrás de mí ya no había un camino. El pasillo había desaparecido. Bajé las escaleras poco a poco. La sala de estar se veía muy resplandeciente. Seguía manteniendo la hermosura, pero se veía tan desolada. Aun cuando tenía miedo, sabía que debía llegar a la puerta. Quisiera o no, ya no tenía otra opción. Ya no había vuelta hacia atrás. Ya no había camino para regresar.
Caminé por la sala de estar y nuevamente los recuerdos se hicieron borrosos. Los recuerdos de felicidad que había tenido en esa casa junto a Draco. Las comidas juntos. Las risas. Los besos. Las noches de pasión. Todos esos recuerdos de inmensa felicidad se hacían borrosos hasta que no quedaba nada más que un inmenso vacío.
Al fin llegue a la puerta. Mi respiración era entrecortada. El miedo tensaba todo mi cuerpo, pero nadie podría decir que yo fui cobarde alguna vez. Tenía que enfrentarlo. La punzada en mi cabeza esta vez fue atroz y termine en el suelo sosteniéndome la cabeza. Sentía que iba a estallarme, pero debía ponerme nuevamente de pie. Debía salir. Lo sabía. Necesitaba salir.
Volví a ponerme de pie. Sentía mi cuerpo cansado y aunque no me veía me sentía más delgada. Más ligera. Ya no llevaba los vaqueros ni la camiseta y nuevamente tenía el hermoso largo vestido de novia, pero éste me pesaba. Tomé el pomo de la puerta y mientras lo giraba sentía que estrujaba y apretaba mi propio corazón.
Abrí la puerta y todo se volvió blanco. La luz era segadora y cerré los ojos. Ya no sentía tanto miedo, pero si estaba confundida. Comencé abrir nuevamente los ojos.
— ¡Oh, Hermione, te lo ruego no te vayas! —escuché una voz suplicante y por un momento no la reconocí.
— ¿Draco? ¡Te amo!
