-¿Por qué estas tan empeñado en traer al Uchiha de regreso?
La pregunta del Nara captó su atención, dejando por un momento su atragantamiento de comida para voltear a verlo y contestar.
-Fácil, es mi amigo y los amigos se sacrifican por ellos para salvarlos- explicó, sin vacilar al hablar.
-¿Aunque no quiera ser salvado?-inquirió nuevamente Shikamaru, alzando una de sus cejas.
-Con mayor razón-contestó muy seguro-, se debe hacer entrar en razón a los amigos por mas cabezotas que sean.
-Y… ¿harías lo mismo si no se tratara de Sasuke?
Naruto lo miró ceñudo, no entendiendo a dónde quería llegar.
-Si fuera Kiba el que se hubiera ido ¿también te arriesgarías tanto por traerlo de regreso?
-Por supuesto que sí-respondió, volviendo a la tarea de comer su preciado Ramen.
-¿Y si se tratara de mí?-preguntó después de un prolongado silencio, viendo fijamente al rubio con la ansiedad brillando en los ojos.
Este, sin dejar de comer, respondió.
-No, no lo haría.
Shikamaru experimentó una sensación extraña en el pecho, le sentaba muy mal esa respuesta del Uzumaki por que esperaba ser alguien importante para Naruto, lo suficiente como para que hiciera un sacrificio así por él.
-¿Sabes por qué no lo haría?- preguntó Naruto, cuando estaba por acabarse su tercer plato de Ramen.
Shikamaru alzando una de sus cejas lo incitó a hablar.
-Por que…-comenzó a hablar, dejando de lado su plato y volteando a ver a su compañero sonriendo ampliamente-, eres demasiado flojo como para decidir irte, lo hallarías bastante problemático y decidirías lo mas fácil… quedarte.
Shikamaru lo observó en silencio antes de sonreír. Probablemente pasaría eso.
-Supongo que es cierto-concluyó, levantándose al igual que el Uzumaki comenzando a caminar sin ningún destino fijo-. Pero en algo estas equivocado.
El comentario detuvo los pasos del Uzumaki que se quedó viendo dudosamente al Nara.
-No me quedaría por hallarlo problemático- respondió tranquilamente.
-Entonces… ¿por qué te quedarías?
Shikamaru sonrió, sonrisa que Naruto no pudo descifrar así como tampoco pudo entender el cosquilleo que de pronto sintió recorrer a su cuerpo. Era raro pero, a la vez, agradable.
-Algún día te lo diré.
Naruto se lo pensó un poco, antes de sonreír también.
No se iba a olvidar de eso.
