Notas de la Autora:
Por favor lean las siguientes aclaraciones porque son importantes
Hola a todos y a todas, me presento soy Addanight y estoy aquí para presentarles mi nuevo fic. He decido que sea protagonizado por mis personajes favoritos Kai y Rei.
Como ya se imaginarán esto será un yaoi, es decir, una relación hombre-hombre. A todos aquellos que no les guste este género por favor no lo lean. Quisiera aclarar desde ahora que no contendrá lemon, porque no creo que en una historia romántica el sexo sea algo determinante o necesario, además de que no sé escribirlo.
Creo que todos hemos leído historias románticas de Kai y Rei, sin embargo, en la mayoría de ellas, ellos ya se quieren sólo que no se había dado cuenta. Este fic será diferente, comenzará desde que comienza a surgir una amistad, así que el yaoi no se presentará hasta más adelante.
La forma en que será escrito este fic es mediante tres puntos de vista que se alternarán indistintamente. Una parte será contada desde el punto de vista de Rei, otra desde el de Kai y por último también habrá intervenciones mías, espero que no se confundan. Decidí escribirlo de esta forma porque nos permite visualizar lo que pasa por la mente de ambos personajes al mismo tiempo y nos da una visión más global de lo que ocurre. Además dado que estamos tratando con sentimientos lo que ocurre en sus mentes es muy importante.
Quisiera conocer su opinión, por favor no olviden dejarme un review o mandarme un e-mail con sus críticas. Me ayudarán mucho para mejorar mi forma de escribir.
Si alguien se siente ofendido con el contenido de esta historia, por favor siéntase totalmente libre de comentármelo, pues lo tomaré en cuenta.
Este fic está dedicado a una persona muy especial para mí, LJC, mi gran amigo y confidente, aunque sé que no lo leerá, lo escribo para él y todos aquellos que deseen leerlo con mucho cariño. También agradezco a mi hermana por darme la idea para escribir este fic.
Ahora si los dejo con la lectura.
----------------------------------------------------------------------------------------
SUMARY:
Después de ocho años de no verse, el destino reunirá a Kai y Rei. Mientras uno se prepara para su cumpleaños, el otro está a punto de quitarse la vida. ¿Será capaz uno de ellos de recordarle al otro el sentido de la vida y de enseñarle a disfrutar lo que le queda por vivir? (KXR) Futuro Yaoi
Auténticamente Tú
Por Addanight
----------------------------------------------------------------------------------------
Porque lo importante no es lo que te quede de vida,
sino vivirlo al máximo, siendo auténticamente tú.
Addanight
----------------------------------------------------------------------------------------
Capítulo 1: Simplemente Perfecta
Frío, sin duda alguna no existe nada tan frío e hipócrita como la naturaleza humana. Y dado que fui criado en uno de los lugares más fríos del mundo, es natural que me sienta todo un experto en esto de la frialdad. Pero a decir verdad igual pude haber nacido en un paraíso tropical y mi corazón seguiría siendo lo que es, un témpano de hielo.
¿Qué puedo decir sobre mí que valga la pena? Veamos, tengo veinticinco años y ya soy dueño de mi propia compañía, Industrias Hiwatari. Hoy mismo mi inteligencia me hizo ganar diez millones de dólares en cinco minutos. Todo gracias a una buena decisión, supongo que todo se trata de eso ¿no? Decisiones y más decisiones, el mundo gira alrededor de ellas. Quien aprende a controlarlas controla su destino y si es lo suficientemente bueno, el de los demás.
En pocas palabras no soy más que otro prodigio que tuvo la desgracia de caer al mundo. Pero como no quiero hablar de cosas deprimentes mejor voy a dejar de hablar de mi vida. Puesto que no tengo nada mejor que hacer, me dirijo a un costoso restaurante para tener una velada tranquila. Una silenciosa cena siempre me hace sentir satisfecho.
Hay mucha gente, así que supongo que tendré que esperar a que atiendan mi pedido. Cualquier otra persona se hubiera sentado aburrida esperando que le atiendan pero como yo siempre preveo todo, vine preparado y traje algo para no aburrirme. Esta pequeña caja negra en mis manos es mi más reciente adquisición. Con mucho cuidado la abro y revelo una pequeña navaja negra con mis iniciales grabadas en plata.
Tomo la diminuta navaja en mis manos y la miro detenidamente, no hay que dejarse llevar por la apariencia en realidad es tan efectiva o más que cualquier otra navaja. ¿Por qué la compré? Porque quise y lo que yo quiero lo tengo. O al menos eso creía, en realidad a veces ya no sé lo que quiero.
Continuo jugando con la navaja, no cabe duda que es de muy buena calidad. Su impecable color negro es hermoso, casi tanto como el brillo que las luces del lugar le dan a filo de ésta. Se ve preciosa, lo digo porque si de algo sé es de cosas bellas. El hecho de que no sean parte de mi vida, no quiere decir que no las reconozca.
Tan metido estoy en mis pensamientos, que no me doy cuenta cuando accidentalmente me corto. Es una herida muy superficial, apenas una finísima línea. Unas cuantas gotas de sangre comienzan a asomarse por mi blanca piel. Pero no siento ningún dolor.
-----Cambio de POV-----
Podría decirles que hoy es un día como cualquier otro, pero estaría mintiendo. La realidad es que es un día especial y como la situación lo amerita me he propuesto tener un gran día. Las cosas no han estado del todo bien, pero eso cambiará pronto. Después de todo, nada dura eternamente, sin importar que tan bueno o malo sea. Creo que lo mejor de la vida, es que tenemos el poder de controlar lo que sucede en ella, claro que esto también nos vuelve responsables de lo que en ella acontezca.
Las cosas no han sido totalmente buenas para mí. Después de que me retirara del beyblade continué viajando, sólo para darme cuenta de que en ningún lugar me sentía en casa. Por eso fue que regresé a Japón, porque es el único sitio que puedo llamar hogar. Lamentablemente, no todo ha estado bien. Ahora tengo veintitrés años. Tengo un trabajo en el que me explotan y no me alcanza para pagar las deudas. He pedido tantos préstamos que ya hasta he perdido la cuenta. Por suerte todo está por cambiar. Este es el pensamiento con el que me dispongo a partir rumbo a mi trabajo.
Las horas han pasado aún más lentamente que de costumbre. Mi jefe no ha hecho otra cosa que gritarme, pero a diferencia de otros días hoy no voy a molestarme. Como ya había comentado antes, hoy me propuse tener un buen día sin importar lo que sucediera y así será. Llevo horas trabajando y finalmente ha llegado mi momento de descanso. Sin pensarlo mucho salgo de la cocina y me dirijo al área de las mesas.
Todo mi cuerpo me duele. La fatiga me está destrozando poco a poco, pero de ningún modo voy a permitir que me venza. Si alguien que me hubiera conocido hace diez años me viera, seguro no me reconocería. A veces ni yo mismo lo hago. Mis ojos dorados ya no brillan como muchos decían que lo hacían. Mi lacio y negro cabello apenas y roza mis hombros. Realmente me hubiera gustado conservarlo largo, pero no tenía tiempo para cuidarlo. A decir verdad, no tengo tiempo para nada.
Estoy a punto de salir del establecimiento cuando mi mirada se posa en un joven en la mesa 7. Es curioso. Casi nadie usa esa mesa, dicen que se sienten aislados del resto del restaurante. Es Kai. No tengo ninguna duda, es cierto que estoy algo lejos, pero siempre he gozado de una muy buena visión. No puedo equivocarme tiene que ser él. Aunque ahora que lo pienso quizá me equivoque, ya que usa un traje y no trae sus características marcas azules. Su cabello es ahora más corto, pero en cuanto al resto es idéntico al Kai que yo recuerdo.
No sé si deba acercarme, después de todo quizá no quiera verme. Nunca fue una persona muy social, pero creo que de cierto modo siempre me tuvo algo de cariño. Ahora que lo pienso quizá lo mejor sea que no le hable, es decir, con sólo verlo se nota que le ha ido tan bien, en cambio yo… Lo mejor es dejarlo así. Prometí que no me deprimiría y que por sobre todas las cosas me la pasaría bien hoy y pienso hacerlo.
-----POV alternado-----
Una extraña sensación me saca de mis pensamientos. Alguien me está observando. Mi mirada recorre meticulosamente a las personas a mi alrededor y se posa sobre un hombre a menos de dos metros de mí. Su corto y lacio cabello negro acaricia delicadamente sus hombros. Sus ojos color miel con visos dorados me miran con alegría y una sonrisa sincera se ha dibujado en su rostro. No estoy seguro del motivo, pero yo también le sonrío.
Mi corazón se acelera al notar que Hiwatari ha notado mi presencia. De pronto, una sonrisa se dibuja en su rostro. Parece ser que mi día finalmente está mejorando. Significa tanto para mí que le de gusto verme. Creo que voy a tomar esto como una señal de que debo conversar con él. Quien sabe, quizá podamos pasar un buen rato recordando los viejos tiempos. Que triste suena eso en un hombre de apenas veintitrés años.
Mis ojos siguen posados en el misterioso hombre que ha hecho su aparición. Su vestuario consiste en una camisa roja de manga corta y un pantalón negro de vestir negro. Algo en él me parece familiar, pero no estoy seguro de lo que es. No sé de donde ha surgido este repentino interés por ese sujeto, supongo que me recuerda a alguien. Aquel hombre de cabello azabache comienza a acercarse a mí al percatarse de que también lo miro.
"Hola Kai. Ha pasado mucho tiempo. ¿Cómo has estado?" pregunto, a lo que el contesta con una sonrisa. Los segundos corren, pero ni una sola palabra ha salido de sus labios. Su silencio sólo me hace pensar que está incómodo. Una de dos, o está molesto con mi presencia o simplemente lo aburro. No quiero pensar que lo incomodo, así que supondré que simplemente no está entretenido. Veamos, ¿De qué se puede hablar con el grandioso Kai Hiwatari? Nunca tuvimos mucho en común y sin embargo eso nunca evitó que fuéramos amigos, además las verdaderas amistades no mueren así que nuestra afinidad no puede estar a cien metros bajo tierra. ¿O sí? Ni siquiera voy a molestarme en contestar eso, mejor me concentraré en matar el desgraciado silencio que compartimos, aunque ahora que lo pienso es bueno saber que compartimos algo.
Por la forma en que me saluda no puedo sino asumir que nos conocemos, sin embargo, yo soy incapaz de reconocerlo. Mi mente no deja de decirme que debería recordarlo, pero por más que me esfuerzo no logro descubrir su identidad. Por sus facciones podría decir que posiblemente es asiático, lo cual no es una gran pista aquí en Japón. Sé que podría preguntarle su nombre, es sólo que me ha saludado con tanto gusto, que infiero que fui alguien muy especial para él. ¿Qué pensará cuando se de cuenta que no lo recuerdo? No deseo hacerlo sentir mal. Hacía tanto que no conocía a alguien que me sonriera sinceramente. Maldita sea mi memoria.
"No cabe duda que la humanidad es un asco" digo mientras espero pacientemente su reacción. No estoy seguro de la razón por la que hice ese comentario, quizá simplemente espero que esto le arranque al menos una palabra o que acabe con la tensión que entre nosotros se ha creado.
Al escuchar esa frase todos mis pensamientos se esfuman e inmediatamente dirijo mi mirada hacia él. No puedo evitar reír internamente ante la imagen tan curiosa que se desarrolla frente a mí y la verdad no pueden culparme. De los labios del alegre joven frente a mí había surgido una frase meramente negativa, que sin lugar a dudas le había surgido del alma. ¿Qué es lo gracioso de eso? Que su sonrisa ni siquiera se inmutó al dejar salir las negativas palabras de sus labios.
Su semblante ha cambiado y me alegra, esto me hace pensar que lo conozco más de lo que creo, aunque menos de lo que me gustaría. Lo miro durante un rato y no puedo creer lo que veo, ¿acaso se ve divertido? Es verdad que ese era mi objetivo, pero en realidad no entiendo como logré cambiar su humor. Mi ánimo también ha cambiado, hace unos momentos me sentía deprimido, por fuera sonreía, pero en realidad sólo fingía, como siempre. Supongo que la compañía me hace bien. Ahora es él quien se dispone a hablar.
"¿Cómo te llamas?" pregunto, necesito saber el nombre del hombre con el que comienzo a sentirme tan a gusto. ¿Por qué? ¿Por qué mi mente siempre me exige un porque? Medito durante unos segundos y me respondo, simplemente porque disfruto su compañía y quiero que esto se repita.
"¿No me recuerdas?" cuestiono al escuchar aquella pregunta. No puedo creerlo. Por eso me miraba así, no tiene ni la más mínima idea de quien soy. Me reprendo a mí mismo por lo que ocurrió. ¿Por qué asumí que me recordaba? Es decir, no nos vemos desde hace años y de seguro no soy lo más trascendental que ha ocurrido en su vida. Es sólo que mi adolescencia significa tanto para mí que quería pensar que aquellos años que compartimos también habían significado algo para él. Mi humor ha vuelto ha caer hasta al suelo, o quizá ha caído aún más. No deseo continuar ahí así que me dispongo a marcharme.
"Claro que te recuerdo" respondo al ver no sólo su cambio de ánimo sino que se dispone a marcharse. Sus ojos color ámbar me mi miran confundido por lo que sólo agrego "Las personas son más que un nombre". Es tan común que ese tipo de frases salgan de mis labios, quizá por eso la gente no conversa conmigo, porque tienen que estudiar peor que si fueran a tener un examen profesional para mantener una plática conmigo. Pero no lo hago a propósito, quizá en algún momento abusé de eso para sentirme superior, hasta que me di cuenta de que había sido precisamente mi dichosa superioridad la que me había hundido en la soledad.
"Supongo que sí" respondo feliz al saber que lo único que no recuerda de mi es mi nombre. Esa frase fue tan profunda que no podía dejar de repasarla en mi cabeza. Entonces me puse de pie y extendí mi mano dispuesto a presentarme. "Soy Rei Kon" mencioné mientras él estrechaba su mano.
"Mucho gusto Rei" digo más por cortesía que por necesidad, en realidad no estaba seguro si debía decir eso con alguien que ya conocía.
La sola mención de mi nombre en sus labios me hace sentir tan bien. No puedo describir la felicidad que siento al saber que lo único que era incapaz de recordar de mí era mi nombre. Entonces damos por terminado nuestro saludo y noto unas cuantas gotas rojas que relucen en mi mano. Es sangre, no tengo la menor duda.
"¡Kon!" gritó un hombre mientras se acercaba a ellos.
"Tu descanso terminó hace dos minutos se puede saber ¿Por qué no estás en la cocina? Y así esperas que te de un adelanto para cubrir lo que debes de la renta, ni siquiera lo sueñes" continuó gritando sin darse cuenta que un par de preciosos rubíes se clavaban en él deseando destrozarlo de forma lenta y dolorosa.
"Porque yo hablaba con él. ¿Tiene algún problema con ello?" digo mientras me pongo de pie frente a él. Pero el sujeto ni siquiera me mira, ahora sí estoy enfadado, porque nadie que yo aprecie puede ser tratado así y menos en mi presencia. "En verdad quiere meterse con Kai Hiwatari" agrego al tiempo que una sarcástica sonrisa se dibuja en mis labios.
No puedo evitar notar lo rápido que palideció mi jefe y sobretodo el esfuerzo que hace para no salir huyendo de aquí. La situación es un tanto divertida, después de todo esto no se ve todos los días.
"Se…Señor Hiwatari, es un honor conocerlo en persona" tartamudeó el pobre hombre. Había escuchado ese nombre antes. Todos los que habían estado en su puesto habían sido despedidos por meterse con un tal Kai Hiwatari. Cuando se lo habían contado no le había dado importancia, pero en ese momento lo único que deseaba era huir y salvar su empleo y su vida.
"¿En serio? Que lástima, porque a mí no me da gusto. Ahora me decía que tenía un problema con el joven Kon ¿o no? Desea que lo resolvamos" digo apretando mis puños y dirigiéndole la peor de mis miradas y si mis ojos tiene una mirada fría en mi estado natural imagínense lo bella que se ve cuando me concentro en asustar a alguien.
"No hay necesidad, de todos modos ya iba a regresar a mi trabajo." Agrego tratando de salvar a mi jefe, porque si hay algo que recuerdo perfectamente de Kai, es que no es conveniente meterse con él y hacerlo enojar es más peligroso que llevarse una pistola a la sien y darse un tiro. Me da gusto ver que no ha cambiado mucho en realidad, al menos internamente.
"No, claro que no. Me disculpo por haber interrumpido su conversación. Además creo que mi reloj está adelantado y tu descanso aún no termina. Es más ¿Por qué no te tomas el resto del día libre? Con su permiso señor Hiwatari, disculpe el mal rato, la casa se encargará de su cuenta. Disfrute su velada. " dijo aquel hombre mientras se alejaba lo más rápido que podía de ahí.
No puedo creerlo, nunca había visto a mi jefe tan atemorizado. Siempre lo había visto como alguien totalmente estoico y mírenlo ahora huyendo despavorido por una sola persona. Claro que no estamos hablando de cualquier persona, hablamos de Kai Hiwatari, la excepción a toda regla.
"Ja ja ja" Sin poder evitarlo comienzo a reír incontrolablemente, le había hecho este tipo de cosas a varias personas ya, a muchas a decir verdad, pero nunca me había resultado tan divertido. Pobre hombre, hasta lástima me da, aunque supongo que él se lo buscó. Hace tanto que no reía, que estoy diciendo hace tanto que no sonreía, creo que mi reencuentro con Rei me está haciendo mal.
Mis ojos no pueden creer lo que están viendo. Kai riéndose, nunca pensé verlo sonriendo sinceramente, ahora imagínense mi sorpresa al verlo reír a carcajadas. Quiero pensar que tengo algo que ver con esto. Supongo que debo agradecerle, ya que gracias a él no sólo conservaré mi trabajo, sino que me dieron el día libre. La verdad ya me hacía falta, el maldito de mi jefe abusa porque sabe que no me puedo dar el lujo de perder mi trabajo.
Rei se quedó muy serio ante lo que acaba de pasar. ¿Se habrá molestado? No sabría decirlo, aunque en realidad no tendría motivo para hacerlo. De cualquier modo, quizá debería disculparme. Un segundo, acaso yo, estoy considerando disculparme. No es cierto, no puede ser cierto, yo nunca me he disculpado por nada en mi vida y no pienso comenzar ahora y menos si no hice nada. No puede ser en verdad estoy pensando hacerlo y lo que es peor voy a hacerlo.
Súbitamente su risa se detuvo, seguramente pensó que lo estoy viendo como bicho raro. Pero no es eso, es sólo que es tan poco común que el se ría que quiero grabar esta imagen en mi mente como recuerdo de la primera vez que veo a mi ex líder de equipo genuinamente feliz.
"Lo siento" dije con un tono arrepentido. Un segundo ¿de qué estoy arrepentido, de defenderlo del imbécil ese que tiene por jefe? No, por hacerlo sentir mal y casi meterlo en problemas. Increíble ahora resulta que tengo conciencia, sólo eso me faltaba. Ahora sí estoy comenzando a preocuparme por mi salud mental. Este día se está volviendo cada vez más raro, pero debo admitir que no me es totalmente desagradable el cambio, es decir, bien podría acostumbrarme.
Al escuchar esas palabras me quedé estático ¿Acaso lo había imaginado? No, sin lugar a dudas una disculpa sincera había salido de los labios de mi ex capitán. Muy bien Rei respira, te juro que hay una explicación lógica para todo esto, analicemos los hechos con cuidado. Primero encuentras a Kai después de ocho años de no tener noticia alguna de él. Después lo ves reír a carcajadas. Y por último lo escuchas disculparse. Lo tengo, era tan obvio no sé como no me había dado cuenta.
Dado que no dudo del hecho de que estoy despierto, sólo hay una explicación racional, me drogaron. Así es mi querida y muy bromista compañera de trabajo, Akemi, se ha superado a sí misma y ha decidido drogarme, así que esto no es más que un sueño. ¿Cómo no me di cuenta antes? Entonces comienzo a reír como estúpido, no cabe duda que no dejo de ser inocente, es decir, pensemos un segundo un encuentro con el verdadero Kai no hubiera sido así, es más, seguramente se habría marchado sin mirarme siquiera.
"¿De qué te ríes?" Pregunto bastante confundido. Sobra decir que esta noche ha sido por demás peculiar. Rei cada vez me parece más difícil de entender, pero supongo que las mejores cosas de la vida son las que no poseen una explicación.
"Es que no me había dado cuenta que me habían drogado" contesto con una sonrisa en mi rostro. Todavía soy incapaz de dejar de reír. No puedo creer que verdaderamente consideré que esto fuera realidad. Después de todo, esta clase de preciosas casualidades sólo se dan en los sueños.
"¿Disculpa?" cuestiono sin poder evitar que una sonrisa se forme en mis labios. Esta situación se vuelve cada vez más rara. No sé que me asusta más el hecho de el chino parece haber enloquecido, o que su locura comienza a tener sentido.
"Que me drogaron, es decir, seguramente todo esto es una ilusión mía, eso o es el día de los milagros y sinceramente lo dudo" agrego. Esto sin duda debe ser un sueño. Tiene que ser.
"Sabes siempre pensé que eras el único cuerdo del equipo, pero creo que finalmente enloqueciste, no cabe duda, la locura es contagiosa" comento. No puedo describir lo que siento en este momento, es una extraña sensación que recorre todo mi cuerpo. Es agradable, sin embargo algo no está bien.
Ambos nos miramos y empezamos a reír. Yo no puedo sino estar asombrado. Realmente mi ex capitán y yo nos estamos divirtiendo. Es como si nunca nos hubiéramos separado. O mejor aún como si siempre nos hubiéramos conocido.
"Debo irme, pero fue un placer haberte visto de nuevo Kai" agrego sin tener deseos de marcharme.
"¿Puedes darme tu teléfono?" pregunto mientras clavo mis rubíes orbes en su ser.
"Lo siento, no tengo" respondo recordando la situación en la que me encuentro.
"Entonces toma el mío. Me divertí mucho hoy" le digo mientras le doy mi tarjeta.
"Yo también la pasé muy bien" son las palabras que salen de mi boca y está de más decir que son totalmente sinceras.
"¿Puedo pedirte un favor?" cuestiono dejándome llevar por mi impulso y haciendo a un lado mi mente.
"Claro" asiento sin entender en que podría ayudarle a mi compañero.
"Prométeme que me llamarás" le pido mientras nuestras miradas se entrelazan.
"Seguro. Bueno, debo irme. Adiós." Me despido al tiempo que camino hacia mi hogar.
Entonces lo veo marcharse. Un extraño presentimiento se hace presente en mí. Tengo la impresión de que aunque lo desee, no volveremos a vernos. A pesar de ello, no hago nada, sólo me dispongo a partir esperando estar equivocado. Creyendo que en realidad cumplirás con tu promesa.
"Hasta Luego" escucho estas últimas palabras y me dispongo a marcharme. Definitivamente fue un buen día, uno como hace mucho no tenía. Después de todo si tuve un día especial, Kai, no sabes el gusto que me dio verte hoy, pero ya no será posible. De cualquier forma te agradezco que me hayas dado este maravilloso día. Ahora al menos tendré un buen recuerdo presente, algo dulce que mantener en mi mente en el momento en que pase a mejor vida. Sólo lamento que te haya encontrado hoy y no antes, para poder disfrutar un poco más, pero no tiene caso, es mejor que nuestra amistad haya quedado así inconclusa, sin peleas, reconciliaciones ni grandes problemas, así simplemente perfecta. Aún así te agradezco por haberme permitido tener un último momento de alegría. Puedes estar seguro que esta noche al colocar la pistola en mi sien y tirar del gatillo pensaré en tí, lo único bueno que he tenido, antes de quitarme la vida.
----------------------------------------------------------------------------------------
Notas de la autora:
¿Qué les pareció? Espero que les haya gustado. ¿Qué sucederá ahora? ¿Podrá Kai detener a Rei antes de que cometa la más grande estupidez de su vida? No olviden dejar sus opiniones.
Addanight
