Disclaimer (la letra menuda que le llaman): Maki Murakami es la única con derecho legal sobre los personajes de la historia, y es la única con derecho de juntar parejas a diestra y siniestra... yo solo los secuestro momentáneamente para satisfacer mi mente pervertida en momentos de ocio.

Si alguien lo pregunta, si. Si se que Hiro esta con Ayaka y que no es gay. Pero oigan, solo estoy escribiendo fanfics, yo adoro Hiro/Ayaka pero eso no significa que no pueda fantasear de cuando en cuando. Y si he de serles sincera... es un fanfic muy extraño, me agrada evidentemente, pero no creo que sea muy bueno. En fin, las opiniones corren a su cuenta y no a la mía.

El inicio esta basado en el manga, Hiro si aplicó para la escuela y no entró, lo cual declara abiertamente. De ahí en adelante todo salió de mi cabeza.

Eso si; si el SLASH te molesta, será mejor que no sigas leyendo.


Obstáculos momentáneos

De Uyuki

Cap 1: Sólo una guitarra

Muy entrada la noche, Hiroshi Nakano aún seguía sacando las más extraordinarias notas de su guitarra en el balcón de su habitación. La luna le daba un brillo muy especial a la ciudad, y al muchacho de cabellera rojiza le encantaba ver los matices que se formaban en el exterior con aquella luz blanquecina.

Las notas que el joven creaba de la nada llenaban el aire, dándole un toque algo nostálgico, y que sin embargo, quedaba bien con la voz que Shuichi pudiera poner, aquel vocalista de cabello rosado era capaz de sacarle a uno los sentimientos más profundos con el simple uso de su voz.

La notas cesaron y el muchacho volvió a entrar a su habitación, dejando la guitarra apoyada contra un pequeño sillón y tumbándose en la cama, lanzando un pequeño suspiro de frustración. Sabía mas que bien que a sus padres no les caía nada en gracia que se la pasara tocando la guitarra y dando conciertos... aún cuando sus notas escolares fueran bastante buenas. El problema que habían tenido con Yuji, su hermano mayor, les había obligado a poner las últimas esperanzas en Hiroshi... y por supuesto, el que el muchacho quisiera ser guitarrista no mejoraba las expectativas de sus padres.

Sin embargo, el asunto había quedado zanjado aquella misma tarde, sus padres habían hablado con él, pidiéndole... casi rogándole que se decidiera por una carrera mas segura y que le pusiera la comida en la mesa, por supuesto, Hiroshi había puesto cara de disgusto, sin embargo, la mirada de su madre había terminado por convencerlo y escoger la carrera de medicina, aún cuando el muchacho sabía que sería demasiado estudio. Por lo que, aquella noche, sería la última que tocaría su, tan preciada, guitarra, ya después le diría a Shuichi de su decisión para que comenzara a buscarse otro guitarrista, aunque, de momento, con Fujisaki era mas que suficiente, el sintetizador realmente le daba un buen toque a las canciones y no hacía falta una guitarra. Nittle Grasper podía confirmar aquello mejor que nadie.

Conforme pasaba el tiempo, Hiro fue sumiéndose en un profundo sueño, en donde su guitarra terminaba hecha pedazos ante sus ojos, sin que pudiera hacer nada por evitarlo.

-0o0-

- ne Hiro... cuéntame algo, has estado muy callado desde la mañana.- un muchacho de cabello rosado, tumbado sobre el piso, sostenía un manga en su mano derecha y trataba de hacer conversación con el pelirrojo.

- no me ha ido particularmente bien en los exámenes,tuve que ponerme a estudiar como loco toda la tarde.- contestó Hiroshi casualmente, sin dejar de observar su guitarra.

- ¡pero si tu eres todo un genio!

- no tanto.- el joven volteó a ver a Shuichi con cara de complicidad.- ne Shuichi?

- eso fue un golpe bajo... ¿a que escuela intentas entrar?

- Bokokuritsu, escuela de medicina.

- ¿NANI¡vas a ser un doctor, eso es genial Hiro.- Shuichi se acercó a su amigo.- wow.

- no hay manera en que pueda hacer ambas cosas... voy a dejar la música.

Aquello tuvo la virtud de dejar blanco como la leche al pelirrosa, aquello no podía ser posible, ambos habían estado tan ligados por la música, se habían prometido a si mismos luchar por alcanzar sus sueños desde que estaban en secundaria... por supuesto, le comunicó esos pensamientos a su mejor amigo, sin embargo, Hiroshi seguía dando la misma respuesta; dejaría la música.

Con tantos gritos, la mayoría provenientes de Shuichi, la madre del guitarrista terminó por subir al cuarto de su hijo y ver si aquel dúo dinámico estaba enfrascado en alguna discusión.

- no es nada madre.- dijo el guitarrista rápidamente.

- ¿en serio, me pareció que discutías sobre tocar la guitarra... creía que ese asunto ya había quedado zanjado Hiroshi, tu padre y yo estamos esperando mucho de ti, no quiero que termines como tu hermano Yuji, esa no es forma de llevar una vida.

Al escuchar aquello, Shuichi se quedó sin habla, y no habló con su amigo el resto de la tarde, no podía creer que su amigo estuviera dando su brazo a torcer con tanta facilidad, él que lo había apoyado y sostenido durante todos los años que habían pasado juntos, él que lo había animado y aconsejado cuando Yuki se enfurecía con él... y ahora, perdería a su guitarrista y mejor amigo.

No, aquello no se le hacía nada justo.

-0o0-

Los siguientes días, y después de una pelea entre ambos en donde terminaron con varios moretones y mucho mas enojados que antes, la tensión aumentó, el discurso de graduación sería en solo unos minutos, y, tanto Shuichi como Hiro estaban nerviosos, realmente, se habían sobrepasado con su pelea y ahora no tenían ni la mas mínima idea de cómo disculparse el uno con el otro, aun cuando sabían que con un "lo siento" y una sonrisa sincera todo volvería a ser como antes.

Hiroshi se acercó al estrado y se aclaró la garganta... podía ver a su madre desde ahí, y sabía que el pequeño discurso que planeaba dar le caería como un balde de agua helada, sin embargo, la conversación que había tenido con su hermano le había ayudado a tomar una decisión, aún cuando esta no estuviera dentro de los planes que sus padres pudieran tener.

- queridos compañeros e invitados... reprobé mi examen de admisión.- solo terminar esas palabras, todo el auditorio quedó en un silencio de muerte, Hiroshi levantó la vista y se fijó en Shuichi.- y peor aún, fallé como mejor amigo... espero que aún estés dispuesto a dejarme ser tu guitarrista... Shuichi.

El joven de cabellos rosados se puso de pie y fue hasta donde estaba su amigo, atravesándolo con la mirada.

- lo siento.- murmuró el joven de cabello rojo.

- está bien... solo espero que estés preparado para tocar.

Hiro sonrió por toda respuesta, y de inmediato comenzaron a conectar el sintetizados, la guitarra eléctrica y los aparatos que hicieran falta para dar un pequeño concierto de despedida, aun si eso significaba improvisar, pues ninguno de los dos había practicado algo de manera considerable y no estaban del todo preparados.

Basta decir que la escuela estaba encantada de tener el gusto de oírlos en vivo y a todo color, sin embargo, aún cuando a Hiroshi se le veía la cara de alegría total mientras tocaba las canciones que Shuichi interpretaba, estaba preocupado, su madre no había puesto una cara muy complacida cuando había escuchado semejante noticia de boca de su hijo... mucho menos cuando había subido al escenario a tocar aquella guitarrucha junto al otro "vago sin remedio", como definía a Shuichi.

El concierto fue un exitazo, y Sakano les dijo que, en cuanto todo estuviera preparado, grabarían su primer disco, sobre todo ahora que contaban con Fujisaki para darle un mejor ritmo a las canciones, por supuesto, ambos habían dado un brinco enorme y gritado de alegría, regresando a la fiesta con una simpleza que impresionaba, pero la madre de Hiroshi no compartía la misma alegría que su hijo... de hecho, estaba bastante molesta y apunto de explotar a la menor provocación.

- ¿me permites Shuichi, creo que necesito hablar con mi madre.

- claro... te espero allá Hiro.

El muchacho pelirrosa se retiró y solo entonces Nakano se acercó a donde aguardaban su progenitora y su hermano, este último con el dedo pulgar levantado y dándole una de sus mejores sonrisas a Hiroshi por aquel concierto.

- ¿con que reprobaste Hiroshi, creí que habías estudiado lo suficiente para poder entrar a la escuela, habíamos acordado que dejarías tu afición por la música para dedicarte mas a tu futura carrera.

- lo sé madre... y si he de sincerarme contigo; no estoy interesado en ser médico.- una noticia mas como aquella y la mujer le soltaría una bofetada, si no se desmayaba primero claro, aquel tono pálido que había asomado a su rostro no era muy bueno.- lamento tener que ser tan brusco y cortante, pero lo último que quiero hacer con mi vida es pasármela encerrado en un maldito hospital tratando de memorizar todos los pasos para hacer una cirugía... ¡me gusta tocar, adoro tocar la guitarra para Bad Luck... y ese es mi sueño, mismo que he perseguido con Shuichi desde que estabamos en secundaria, y él tiene razón, no voy a abandonarlo solo por un capricho tuyo o de mi padre!

Su madre se había puesto roja de la ira, y Hiro no la culpaba del todo, se había sobrepasado un poco al subir el tono de su voz de aquella manera, y no le iba a reclamar si de repente una mano se estrellaba en su mejilla, afortunadamente, Yuji tenía el poder de calmarla con ponerle una mano sobre el hombro, cosa que tranquilizó un poco al guitarrista, pero no del todo... la boca de su madre seguía destapada, y enojada, era capaz de decir cualquier cosa, aún cuando no lo quisiera en verdad.

- me has decepcionado al igual que tu hermano Hiroshi, creí que te había criado correctamente y que tomarías las decisiones correctas, no que te convertirías en un vago que solo tocaría en antros... esperaba mucho mas de ti, si lo que quieres es morirte de hambre hazlo... ¡pero no esperes que tu padre o yo paguemos esa vida, no te quiero ver en la casa!

Aquello había sido mas de lo que esperaba, lo peor del caso era que la escuela entera había escuchado aquella declaración, y el portazo que había dado al salir del auditorio... ahora si estaba hundido hasta el cuello¿dónde se suponía que se quedara, la casa de su hermano estaba en otra provincia, y ninguno de sus compañeros, mas que Shuichi, vivía lo suficientemente cerca de la disquera. Sin embargo, Shuichi ya estaba viviendo con Yuki y aquello no facilitaba las cosas ni un poquito.

- ne Hiro... ore... ¿estás bien?.- el vocalista sabía que la pregunta estaba de mas, sin embargo, no se le ocurría nada mejor que hacer.- Hiro-kun... ¿puedes quedarte con nosotros si lo quieres, estoy seguro de que a Yuki no le molestará... bueno tal vez un poco, bueno, mucho, y probablemente me grite e intente correrme, como siempre, pero se que con un par de ojos tiernos y veinte mil disculpas aceptará...

- está bien Shuichi, no te preocupes tanto, buscaré donde quedarme.- y le dedicó una sonrisa, un tanto forzada, pero que calmo al vocalista de inmediato.

-0o0-

Después de recoger ropa para un par de semanas y su guitarra, Hiro salió de su casa. Su madre le había dicho que después le enviaría sus cosas, cuando tuviera una casa asegurada, lo cual solo confirmaba sus sospechas de que, en realidad, no planeaba correrlo de ahí, había sido solo la rabia del momento pero Hiroshi no planeaba quedarse a escuchar otro sermón; solo que por parte de su padre y mucho mas severo por supuesto.

Ya era muy noche, y todo estaba oscuro, aquellos rincones no le gustaban para nada, pero no tenía a donde ir de momento, realmente, ni siquiera estaba seguro de hacia que dirección se estaba moviendo, lo cual no le daba demasiado aliento.

Sin que pudiera darse cuenta, alguien lo atacó por la espalda y le hizo caer al piso, lanzando la guitarra y la pequeña maleta a unos pocos metros, trató de incorporarse, mas un golpe en su estómago le hizo caer de nuevo, sintió otro golpe en su espalda, seguido de una lluvia de golpes que creyó lo matarían, sin embargo no pasó, y solo sintió que le esculcaron en todos los bolsillos de su ropa para sacarle todo el dinero y cosas de valor que pudiera traer encima, como su reloj. Desde su posición, podía ver su guitarra, y suspiró aliviado cuando se dio cuenta de que, quienes fueran que lo hubieran atacado, no se acercaron a ella, probablemente ni la habían visto... ¿o sería la luz del coche que venía lo que los había echo correr?. Solo unos segundos después, el coche se detuvo cerca de él, y escuchó a Shuichi llamarlo desesperadamente... lo cual significaba que no podía estar muy lejos de la casa del escritor, momentáneamente, aquel conocimiento lo hizo sentirse mucho mejor, mas, al tratar de incorporarse, cayó al suelo agarrándose el estómago, en verdad le dolía.

- ¡Hiro!... estás herido, ¿qué pasó?.- Shuichi se arrodilló a su lado y volteó a ver a Yuki con desesperación en sus ojos.- ¡haz algo!... ¡mi mejor amigo esta tirado en la calle y tu no haces mas que mirar!.- no era que el vocalista hubiera querido decir aquello, por lo que Yuki lo atribuyó al hecho de que en verdad estaba asustado

- primero tienes que tranquilizarte baka.- Yuki se acercó al guitarrista y lo cargó sin un esfuerzo considerable, metiéndolo al coche en la parte trasera.- vamos, sube, lo llevaré a un hospital, podría tener alguna costilla rota.

El vocalista asintió, aún preocupado por la salud de su amigo, que solo gemía de dolor en la parte trasera del coche.

-0o0-

Su cuerpo le dolía, y la luz que se colaba por las ventanas era demasiado intensa, lastimándole la vista, podía escuchar un sonido agudo que se repetía una y otra vez, volviéndolo loco. Intentó mover el brazo izquierdo, pero una cuerda no le permitió moverse mucho y le dolió, algo no estaba bien.

Abrió los ojos, dándose cuenta de que el cuarto tenía un blanco inmaculado que deslumbraba a primera vista, por lo que le tomo un par de minutos acostumbrarse a la luz, pronto notó que estaba tendido en una cama, con una bata medio extraña ¿dónde había quedado su ropa, también notó que la luz provenía del exterior, y se colaba por unas ventanas bastante amplias, volteó y vio que la máquina que hacía el ruidito extraño no era mas que una que estaba conectada a su pecho, indicando sus latidos, y que lo que tenía en el brazo era una jeringa que le inyectaba un suero lentamente. Estaba en un hospital y no tenía ni idea de cómo había acabado ahí.

De inmediato, y mas por impulso que por prudencia, intentó incorporarse sobre la cama, viendo así una cabellera rosa sobre el piso, pero no logró ver demasiado, ya que volvió a caer sobre la cama, con el mismo dolor sobre su estómago que el que había sentido hacía unas horas.

- ¡Hiro, estás bien!... ay, no sabes cuanto me alegro.- el guitarrista sólo vio una bola de cabellos rosas acercarse a él y pegándosele a su brazo, la voz de Shuichi estaba llena de alivio, seguramente le había dado un buen susto.

- ya Shu, no pasa nada, estoy bien... solo un poco adolorido... y en banca rota.

- no te preocupes por eso, yo puedo prestarte dinero, y casa si lo quieres, ya le pregunté a Yuki y me dijo que estaba bien, bueno, en realidad protestó mucho y me dijo que él no tenía porque responsabilizarse de mis amigos, pero yo le dije que tu eras como mi hermano, y ya sabes, comenzó a decirme que no, y que era mas fácil que te alojara en mi casa, ya que tal vez mis padres no protestarían por ello, pero yo quería seguir con Yuki así que le dije que no y...- Hiro le puso la mano sobre la boca para callarlo, en verdad parecía una cotorra cuando se ponía así y no llegaba a nada.

- ya te entendí Shuichi, no necesito una explicación detallada.- Hiroshi le soltó la boca a su amigo y vio como ponía una expresión mas relajada.- gracias por la oferta, si no te causa problemas puede que me quede contigo.

- hai.- para entonces, el joven pelirrosa ya había recuperado la compostura.

La puerta del cuarto se abrió y Yuki entró con cara de mala leche, seguido muy de cerca por Yuji, que traía la cara mas blanca que Hiro había visto jamás... sin embargo, pronto se dio cuenta de la precaria situación en la que se encontraba, si su hermano estaba ahí, significaba que sus padres también deberían de estar cerca.

Vio que el escritor se quedaba recargado en una pared, no muy cerca del guitarrista, pero tampoco demasiado lejos, abrazando a Shuichi por la espalda, Hiro supuso que era para mantenerlo quieto un rato y que lo dejara descansar, la hiperactividad del vocalista, combinada con un hospital no era buena idea, usualmente, las enfermeras terminaban por prohibirle terminantemente la entrada al edificio en cuestión.

Su hermano se acercó a él y se sentó a un lado de la cama, con su eterna sonrisa de despreocupación, le tomó la mano a Hiroshi y le dijo que era un guitarrista con una suerte maravillosa, lo que logró hacer reír al pelirrojo, su hermano tenía cada ocurrencia...

- ¿ya tienes donde quedarte Hiroshi?.- por primera vez, en el tiempo que llevaba de conocerlo, Hiro escuchó la voz de su hermano realmente seria.

- sí, Shuichi me ha dicho que puedo quedarme en su casa hasta que todo se arregle por completo.

- menos mal, entonces.- y se volteó a ver a Yuki, ya que sabía de sobre que el pelirrosa no podría cumplir lo que pediría.- cuídalo por mi, no dejes que nadie mas le haga daño.

Eiri entendió la indirecta, aún cuando su novio tenía expresión de haberse perdido en alguna parte de la conversación, por lo que el escritor se limitó a asentir ligeramente, sin tener la mas mínima idea de porque le estaba haciendo un favor a un completo desconocido, por mucho que se tratara de Hiroshi.

El grupo comenzó a platicar alegremente, exceptuando del todo a Yuki, el cual solo era capaz de lanzar algún comentario sarcástico y lleno de cinismo... o en el peor de los casos un gruñido, seguido de una mirada que bajaba la temperatura del cuarto en 3 segundos. Shuichi decidió ignorarlo y platicó con Yuji, el cual era casi tan simple como el propio vocalista, lo que dio ocasión a varias cosas que obligaban al guitarrista a reír a carcajada limpia, aún cuando después le doliera el estómago por ello; incluso llegó a sacar un par de sonrisas de Yuki, cosa que dejó encantado a Shuichi y esperanzado con la posibilidad de que su novio se comportara con ternura en la noche.

Al paso de un par de horas, la puerta del cuarto se abrió con violencia y un hombre de cabellera castaño-rojiza entró al cuarto con una mirada sumamente severa, obligando a Hiroshi y a Yuji a guardar silencio de inmediato, su padre no venía particularmente contento aquel día, seguido por su madre, la cual, si bien no tenía la mirada tan fría, si se veía bastante molesta.

- déjenme solo con mis hijos.- declaró el hombre, y bastó para despejar la sala en 2 segundos, claro, después de un duelo de miradas con Yuki, misma que el escritor perdió miserablemente, lo cual solo sirvió para aumentar la preocupación de Shuichi.

- estoy hasta la coronilla de que ustedes dos hagan lo que se les venga en gana sin considerar las consecuencias a largo plazo.- Hiroshi bajó la mirada, el corazón le latía con rapidez.- ¿creen que la vida puede resolverse a base de sueños de adolescentes?... ¡por supuesto que no, y tu deberías saberlo Hiroshi¿qué no ves la vida que lleva tu hermano, acaso quieres terminar igual, eres un irresponsable, habías prometido que te esforzarías por entrar a la escuela de medicina¡pero solo me sales con que reprobaste tu examen de admisión, y estoy seguro de que no planeas darte una segunda oportunidad, ES QUE ACASO NO ENTIENDES QUE LA MÚSICA NO TE VA A PONER EL PAN EN LA MESA, DEJA DE PENSAR CON ESA CABEZA TUYA Y PON LOS PIES EN LA TIERRA.

Hiroshi cerró los ojos y se hundió ligeramente en la cama, gesto que solo notó su hermano, pero no se atrevió a moverse por miedo, nunca había visto a su padre tan molesto con ellos, mucho menos con su hermano menor, que siempre los complacía en todo... exceptuando en aquello claro estaba. Probablemente solo era momentáneo, hasta que se les bajara el coraje, o al menos, así lo esperaba.

- yo... lo siento, pero, no quiero estudiar medicina, prefiero la música.- la voz del pelirrojo casi no se escuchaba.

- ¡no se trata de si te gusta mas perder el tiempo con esa guitarra o no, se trata de que necesitas una buena carrera para poder mantenerte Hiroshi¿desde cuando perdiste el sentido común!

- gomen.- murmuró, aún sin ver directamente a su padre.

- pedir disculpas no hará que pases el examen.- su tono de voz ya no era tan alto, ya había sido suficiente de gritos.- así que irás a casa en cuanto te den de alta y estudiaras hasta que pases ese examen jovencito... no puedes tocar tu guitarra, porque en el momento que lo hagas te arrepentirás de por vida¿te ha quedado claro?.- Hiroshi asintió.- bien, dile a tu amigo aquel que parece punk que regresarás a casa, porque me parece haber oído que ibas a quedarte con él.

- sí padre.

- bien, iré a preguntarle al médico cuando te dejará salir para venir a recogerte.- luego volteó a ver a Yuji, que parecía haber echado raíces al suelo porque no se movía un solo centímetro.- tu ven conmigo, supongo que planeas quedarte unos días sabiendo que tu hermano esta mal.

- hai, arigatou.

La temperatura del cuarto seguía siendo bastante fría, aún después de que aquel hombre saliera. Si esos gritos no se habían escuchado hasta el primer piso del hospital, Hiroshi no hubiera estado tan preocupado e inusualmente callado el resto del día.

-0o0-

Dos días mas tarde, Hiroshi regresaba a su casa, sobra decir que no de muy buen humor, pero sin el coraje suficiente como para expresarlo verbalmente por temor a otra explosión como la de dos días atrás por parte de su padre.

Entró a su cuarto y dejó la guitarra apoyada sobre el clóset, para luego tomar los libros que su padre le tendía.

- bueno, tienes bastante que estudiar, quiero que esa guitarra se quede ahí todo el tiempo, se que tendrás la voluntad suficiente para no tocarla, a menos de que desees verla encerrada en el sótano de la casa.

- no.

- excelente.- dijo sonriendo complacido.- bueno, te dejo, no quiero distraerte, te llamaré para comer.

- claro.

La puerta se cerró y Hiroshi bufó de frustración, no lo suficientemente alto como para que la familia lo escuchara, pero si como para sacar el enojo que traía. Aquello era completamente injusto¿acaso por ser el menor tenía que cargar con las consecuencias que tuvieron que recaer sobre Yuji, porque estaba convencido de que aquello era en venganza de lo que su hermano había hecho con su vida. Volteó a ver su guitarra de madera¿y si salía al balcón a tocar un par de melodías?; no, su padre se lo había prohibido, amenazando con desaparecer a su instrumento de por medio.

Pero, (y si, Hiroshi estaba consciente de que todos los "peros" siempre habían sido peligrosos a lo largo de la historia de la humanidad), no iba a poder concentrarse en aquellos libros si no se sacaba esa idea de tocar algunas notas. Su madre estaba cocinando, su padre probablemente estaría hablando con su hermano, y la casa era suficientemente grande como para que no lo escucharan si se salía al balcón.

Sin tener que pensarlo dos veces, aventó los libros a la cama y tomó su guitarra, abriendo la puerta para salir a la pequeña terraza solo unos momentos.

Lo primero que hizo fue tocar The Rage Beat, su primer éxito en vivo, siempre sería su canción favorita, muy a pesar de todo... sin embargo, y sin poder darse cuenta del cambio, pronto comenzó a tocar otra canción, una que había inventado hacía varios días, y que aún no enseñaba a Shuichi... no le había puesto nombre aún, ya que usualmente, era el pelirrosa el que solía nombrarlas una vez que tenía la letra terminada. Era lenta, triste y que provocaba cierta nostalgia en Hiroshi.

No estuvo seguro de cuantas veces tocó aquello, pero si supo cuando paró, porque alguien le había arrebatado la guitarra de las manos sin dignarse en avisarle primero, y con lo caras que eran.

- ¡te dije que no podías tocar... ¿es que acaso quieres provocarme¿es acaso una especie de reto así como tu cabello, veo que no tienes ni siquiera palabra que puedas cumplir!.- su padre salió de la habitación apresuradamente, incluso antes de que Hiro pudiera conectar las ideas en su cabeza.

-¡padre, no es lo que piensas!.- segundos después, el guitarrista bajaba las escaleras apresuradamente para intentar salvar su preciado instrumento del exilio total.

Sin embargo, su padre no se había dirigido al sótano, sino que estaba parado en medio de la sala con la guitarra en las manos, de manera que parecía mas bate de béisbol que guitarra, su hermano no se había movido del asiento y su madre tan solo veía desde la puerta de la cocina todo el escándalo provocado.

- si tengo que ser severo contigo para que entiendas que no estoy jugando lo seré, aún cuando me duela, créeme Hiroshi, de no tener que hacerlo, te evitaría este dolor, pero si no hay otra manera de hacerte entender...

Y acto seguido estrelló la guitarra contra el suelo varias veces ante la atónita mirada de su hijo, hasta que el mango se desprendió.

- ¡NOOO!.- el muchacho cayó al piso, con gruesas lágrimas sobre sus mejillas, aquello no podía estar pasando, sabía que su padre era capaz de muchas cosas, pero jamás creyó que pudiera destruir lo que mas amaba.- te odio...

Su padre lo miró impasible, estaba seguro de que se le pasaría en un par de días, o al menos eso esperaba, el tono que había utilizado para hacerle notar que lo odiaba de momento no había sido alentador en ninguna forma posible. Y eso incluía todos los ángulos que se le pudiera ver a la situación en solo 5 segundos.

- vamos Hiroshi, no es para tanto, después conseguirás otra, una vez que pases ese examen.

- ¡no voy a conseguirla, tienes idea de lo que cuesta una guitarra de madera y de calidad... son tan caras que la computadora mas moderna que haya salido al mercado podría competir con ellas!.- gritó el pelirrojo con desesperación.

-"con la excepción de que ganaría la computadora claro".—pensó su padre, pero sin atreverse a expresarlo en voz alta, tal vez se había sobrepasado un poco.

- tu salario de un mes, podría pagar una, pero de tu salario tienes que pagar la luz, agua, escuela, comida... y lo que te sobre no alcanza ni para la tercera parte¿tu crees que lo que yo gano con lo que hago en NG es suficiente, gano mucho menos que tu, ni siquiera la mitad... ¡voy a tardar una eternidad en conseguir una.!

- Hiroshi, no sabía que pudiera ser tan caro, y de todas formas, ya con el trabajo que consigas estudiando medicina te alcanzará hasta para cinco guitarras si quieres.- por mas que intentara arreglarlo, sabía que la batalla la tenía perdida desde el momento mismo en que había roto el instrumento, si hubiera hablado las cosas, tal vez no tendría esta discusión, y su hijo no lo odiaría.

- ¡no quiero estudiar medicina, yo no se de donde sacaste esa maldita idea!.- gritó el muchacho, pero su padre no pudo contestarle, ya que, no bien hubo terminado de asimilar esa información, su hijo ya no estaba... y Yuji se había quedado ante la puerta cerrada.

- te extralimitaste.- la voz del mayor de sus hijos lo hizo voltear.- se que estas decepcionado de la vida que tomé, y que quisieras que Hiroshi tuviera una vida mucho mejor que la mía... pero él es bueno, es excelente estudiante y toca maravilloso, nunca sería un vago como yo, no había necesidad de ser tan... severo... no creo que te haya mentido cuando te dijo que te odiaba.

- cállate.- el hombre se tumbó sobre un sillón.- ya lo sé y no tengo idea de cómo remediarlo, si esa cosa es tan cara como dijo, no creo poder reponérsela... y ni hablar de que vuelva a casa para la noche ¿cierto?

- sí.

-0o0-

Había corrido durante casi una hora, NG en verdad estaba lejos si uno iba a pie, cosa que Hiroshi nunca había notado porque siempre tenía la moticicleta o dinero para el metro. Aún lloraba, y eso no lo hacía sentirse nada mejor, no tenía guitarra, no tenía carrera segura, porque su padre no iba a pagarle la de música, eso era seguro, de momento no tenía donde quedarse... y ahora que lo notaba, Shuichi no estaba por ningún lado, lo cual solo le decía que, de momento, tampoco tenía amigo para desahogarse.

- ¡argh!.- gruñó, dándole un golpe a la mesa.- ¡no es justo!

- ¿qué no es justo?

Aquella otra voz lo sobresaltó tanto que casi se resbala al voltear apresuradamente, su actual manager estaba parado cerca de ahí, cambiando el cartucho de su "siempre-disponible" magnum.

- nada.- murmuró Hiroshi.- estaba buscando a Shuichi... lamento si te moleste.

El joven pelirrojo no lo había visto de manera directa en ningún momento, a excepción de cuando había volteado para ver quien le había hablado, cosa que bastó para que K notara que el joven estaba llorando, mas no se lo hizo notar.

- no es molestia... ¿quieres hablar?.- no era una pregunta que Hiroshi pudiera contestar a gusto, literalmente era una orden, ya que la magnum de K estaba sobre su espalda.

- claro.

- bien, siéntate.- K le sonrió y guardó la magnum, cosa que el guitarrista agradeció profundamente.

Hiroshi obedeció con la mirada baja, no iba a dejar que K lo viera llorar, aun cuando tuviera que inventar una excusa que sonara creíble para poder pasarse el dorso de la mano sobre la cara y limpiarse así las lágrimas. Sin embargo, no tuvo que hacerlo, sintió algo rozándole el brazo y luego vio una pañuelo, y a K haciéndose como que limpiaba una mancha imaginaria en su pistola. Hiroshi se enjugó las lágrimas y se guardó el pañuelo, ya se lo regresaría mas tarde.

- no tocaré por algún tiempo.- declaró el muchacho, dándole a entender a K que ya podía voltear.

- ¿por qué, y tiene que ser una muy buena razón.

- no tengo guitarra con la cual poder practicar.

- ¿y esa de madera que tienes?- el rubio se había contenido de preguntar directamente el porque, si Hiroshi había estado llorando por ello, lo último que quería era volverlo a poner intranquilo.

- no creo que pueda tocar con ella si esta rota.- el muchacho volvió a bajar la vista sin poder evitarlo.- y no es justo ¡nunca he hecho nada malo, siempre lo complazco, en la escuela, en la casa¿por qué tiene que ser así?- Hiroshi se recostó sobre la mesa tratando de controlarse.

Escuchó como K se puso de pie, y escucho que se acercaba, para ponerle una mano sobre el hombro, tratando de reconfortarlo, Hiroshi no se lo impidió, necesitaba desahorgarse y su manager era el único disponible en el momento, y aún cuando a veces diera miedo, K se estaba comportando con esa amabilidad tan poco común en él, pero que el guitarrista sabía que tenía con aquellos que le importaban.

- no se de que me estas hablando.- comenzó a decir el rubio.- y tampoco te voy a forzar a hablar si no quieres... no me gusta verte así, no a ti que siempre tienes una sonrisa en el rostro.

- ¿por qué me dices eso?.- Hiroshi levantó la mirada, escudriñando a K.

- no lo sé... me agradas, mas que los demás... no es algo que sepa como explicar.- y acto seguido, sabiendo que Hiroshi podría largarse de ahí, le limpió las lágrimas, delineando su rostro con cuidado.- no se porque me preocupo así por ti, porque, a pesar de que Shuichi es el vocalista y es al que debo de mantener aquí, es a ti a quien quiero mantener cerca.

- dime que no has sido poseído por un ente alienígena.- rogó Hiroshi, al saber que K podía realmente ser tierno si se lo proponía.

- no... sólo me gustas.

Hiroshi no supo que contestar a ello, de todas formas, no hubiera podido, terminando de decir aquello, K se había puesto de pie para retirarse. Dejando al joven pelirrojo solo, con las últimas palabras de K dando vueltas por su cabeza.

-0o0-

Dos días mas tarde, Hiroshi ya estaba mucho mas tranquilo, por supuesto, el coraje seguía subiéndosele a la garganta cuando veía a su padre, pero la cara de arrepentimiento de este le impedía decirle nada. Shuichi le había hablado desde NG para pedirle que fuera, sabía que no tenía guitarra para practicar en su casa, pero podría usar las que estaban en NG, Hiroshi no puso ningún pero y se encaminó a la disquera.

Incluso iba pensando que, tal vez si se lo pidiera amablemente a Seguchi o a Sakano, le permitirían tomar prestada una de las guitarras eléctricas para llevársela, en lo que reponía la de madera, misma que le gustaba más por el sonido.

- "deja de pensar en eso Hiroshi... concéntrate".- se repetía el joven una y otra vez... necesitaba pensar en "Blind Game" o no podría tocarla.

Llegó y saludó a todos con una sonrisa, como siempre Suguro estaba un poco exasperado con la hiperactividad tan normal en Shuichi, y el joven de pelos rosados lo saludó con ojos enormes y, Hiro podía asegurarlo, estrellitas y corazones a su lado.

- ne Hiro... ohayo

- Yuki otra vez ¿ne?

- haaaiii.- respondió el pelirrosa, con una sonrisa aún mayor.

El guitarrista sonrió y cogió una de las guitarras eléctricas que estaban en el lugar y comenzaron a practicar para el concierto que tenían la siguiente semana, sin embargo, Hiro no se veía concentrado, equivocaba las notas o se adelantaba unos tiempos.

- Hiro... – Shuichi lo miraba con aquellos enormes ojos de preocupación, sin saber que hacer.

- no pasa nada, sólo estoy distraído.

- podemos parar si quieres

-no, estoy bien.- volvió a decir el pelirrojo, tratando de que su voz sonara lo suficientemente convincente para Suguru, porque sabía que a Shuichi una sonrisa le bastaba... pero el tecladista lo miraba de manera extraña.

-¿por qué no bajamos por algo de comer?.- propuso Fujisaki al fin.

- ¡comida!

Y el vocalista salió disparado, dejando una nube de polvo detrás de él, cuando esta desapareció, no había rastro de su compañero.

- ¿estas bien Nakano?

- no realmente... pero no te preocupes, me pondré bien.

- ¿es... ? bien, se que lo harás.- y sonrió, encaminándose también a la cafetería.

Hiroshi pudo notar que Suguru se había abstenido de preguntar, probablemente para no perturbarlo con algo así, y lo agradeció profundamente. Dejó la guitarra eléctrica recargada en un banco y comenzó a salir de la habitación, cuando K entró.

- ¿esta solo?, ¿y Shindou?

- bajó a comer algo junto con Suguru.

- bien, no te muevas.- K salió momentáneamente, y luego volvió a entrar con una guitarra de madera en sus manos.- toma, no puedo dejar que el guitarrista pierda práctica ni un solo momento.

Hiro no tomó la guitarra de inmediato, su cerebro seguía procesando las cosas, K estaba parado frente a él, con una guitarra de las mejores que había en Japón, misma que Hiroshi sabía que era mas cara que la que tenía, porque la había codiciado desde hacía mucho tiempo... pero no le había dicho a nadie mas que a Shuichi y... claro, ahora, Hiro podía ver de donde provenía todo eso... pero si la idea había sido de Shuichi ¿por qué K no quería que él se la diera¿por qué se la estaba dando él?

- a... arigatou K-san.- el joven tomó el instrumento y lo miró detenidamente.

K inclinó la cabeza ligeramente y planeó en retirarse, antes de que Hiroshi viera ese "detalle" y exigiera una explicación al respecto, misma que no iba a ser capaz de dar por múltiples razones que tampoco pensaba compartir con el muchacho... pero, sus plegarias no fueron escuchadas, porque la voz de Hiroshi, llamándolo, lo congeló en su lugar.

- K... ¿qué es esto?

Demasiado tarde para intentar huir.

- la Marca.

- no es verdad... es muy pequeña como para ser la Marca.- comentó Hiroshi

- ¿firma del fabricante tal vez?

- K por favor.

- mi magnun puede responderte si gustas.- y acto seguido sacó su arma, apuntando a la cabeza de Hiroshi, eso siempre le había funcionado cuando no quería explicar nada, por lo general, la gente huía sin preguntar mas.

-dispara.- retó el joven, sabiendo que K nunca lo haría.- o contéstame.

- ... – el manager bajó su arma y desvió la mirada.- bien... ¿qué se te figura que sea?

Hiroshi volvió a poner su vista en el diseño que estaba sobre el mango de la guitarra, donde solo aquel que la sostenía podía observarlo, sin embargo, a Hiroshi no se le figuró a nada, tenía serios problemas para identificar las letras del alfabeto occidental, y estaba seguro de que eso eran, podía distinguir una H, o al menos, eso creía que era, pero esos dos palos que salían del lado derecho de la H no le decían nada, no recordaba una letra que tuviera un palito hacia arriba y otro hacia abajo, diagonalmente hablando.

- no tengo idea.- se rindió el joven.

-lo cual es excelente, porque no tendrás que matarte para descubrirlo.

- pero tu sabes que es

- no me dejarás hasta que no te lo diga ¿cierto?

- si.

K suspiró con resignación, se acercó a una mesa y tomó la pluma de Shuichi, junto con un papel en blanco, se acercó a Hiroshi y le pidió que escribiera la H del alfabeto occidental, el joven así lo hizo.

- bien, ahora ¿cómo escribes mi nombre?

El muchacho trazó la letra de katakana que representaba el sonido de K.

- mmm, así no vas a descubrirlo nunca ¿qué no te dan clases de inglés?

- si.- protestó el joven de mal humor, no le gustaba que lo pusieran a adivinar.

- ¿cuál es la letra para mi nombre?

Hiroshi lanzó un bufido, no lo recordaba, así que, y aunque pareciera un tonto frente a su manager, comenzó a escribir todas las letras del alfabeto, trabándose de vez en cuando por no recordar el orden, sin embargo, pronto llegó a la K.

- es esta, creo.

- si... júntalas.

Hiroshi escribió la H y la K juntas, y pronto se dio cuenta de que el lado derecho de la H, al ser recto, podía sacar a la K al mismo tiempo, y eso era lo que estaba en su guitarra. Un sonrojo apareció en las mejillas del muchacho.

- ¿por qué?- logró articular.

- si hace dos días no hubieras estado tan molesto, no te hubiera sido difícil adivinarlo, estoy seguro de eso... te dije que me agradabas... mas específicamente que me gustabas, probablemente tu cerebro no lo asimiló del todo al estar tan enojado.

-pero que no Shuichi...

- me dijo que la querías, si, alguna vez lo mencionó... así que, cuando me dijiste que ya no tenías guitarra, salí a comprarla, y por un excelente precio.- acarició su magnun ligeramente, provocando que el joven pusiera los ojos en blanco.- ¿qué?

- nada, es solo que me sorprende como es que siempre logras lo que tu quieres como quieres aún cuando no sea el método mas...

Hiroshi tuvo que callarse, a menos de que quisiera agotar todo su aire, los labios de K estaban sobre los suyos, dejándolo frío... ¿qué se suponía que tenía que hacer¿responderle?... ¿empujarlo?. Sin que Hiro lo sintiera, sus propias manos se enlazaron en el cuello de K, y el cuerpo del joven fue cediendo hasta relajarse y permitirse corresponderle a su manager.

Se separaron solo hasta que el aire fue indispensable.

Hiroshi tenía un tono de rojo bastante notorio sobre sus mejillas y se veía un tanto conmocionado por lo que acababa de pasar, mientras que K parecía tan fresco como una lechuga, con sus ojos tan persuasivos como siempre y con el tono de piel normal que un ser humano tenía... aquella calma fue envidiada por Hiro de momento¿cómo demonios lograba esa maldita calma?

K se arregló la corbata y rozó el hombro de Hiroshi antes de marcharse, tenía que arreglar lo del concierto de la semana próxima, y estaba seguro de que el muchacho se pondría sumamente nervioso si alguien entraba y los veía en una situación comprometedora, además, tanto Shuichi como Suguru debían de estar esperándolo para comer algo antes de tocar.

Unos minutos después, y cuando el pelirrojo confirmó que el enrojecimiento había desaparecido, tomó su guitarra y bajó a la cafetería, mientras iba tocando "Break Trough" , medio susurrando la canción de vez en cuando. Llegó con sus amigos, pero no le preguntaron de donde había salido el instrumento, Hiroshi estaba bastante contento tocando y no deseaban interrumpirlo, Shuichi reconoció la canción de inmediato y comenzó a cantar en voz alta.

- kokoro kara suki da to ii kireru dare ka ni nanno deaeru darou...

Sin embargo, y como había pasado antes, Hiroshi cambió la tonada sin darse cuenta, tocando de nuevo aquella melodía que antes le ocasionaba nostalgia... pero que ahora, parecía aliviarle. Por supuesto, el vocalista no la reconoció, y esperó a que Hiroshi terminara para preguntarle.

- Hiro... ¿es nueva?

- si.- el pelirrojo se sentó con ellos, dejando la guitarra apoyada en la silla.- te la iba a enseñar antes, pero con todo lo que pasó, lo olvidé.

- no importa, es muy bonita... y un poco triste.

- yo también pensé eso, pero ahora hasta me parece maravillosa... en fin.

- ¿tiene nombre?.- preguntó el pelirrosa, con los ojos clavados en su amigo.- porque estaba pensando que podríamos ponerle "Nostalgic".

Días atrás, el guitarrista habría aceptado sin rechistar, ya que ese era el efecto que tenía sobre él, sin embargo, ahora le parecía que esas notas le quitaban toda la nostalgia que tenía, y mirando a Shuichi con una sonrisa le contestó.

- "Anti nostalgic" me suena mejor.


Squeee!

Sí, probablemente los fans de Hiro/Ayaka deseen matarme en estos momentos... así que me iré a refugiar a un lugar seguro XD.