Que así aclararía de una vez que Natsu-san le pertenece a él, no a la rubia tetona de Lucy Heartfilia, o a la sorpresivamente viva amiga de la infancia Lisanna Strauss. Que eso es algo que todos deberían saber, y nadie sabe.


Fairy Tail podría ser mío, pero a Mashima se le ocurrió cagarla antes.


Sting siente el agobio del papeleo, y le dan ganas de mandar todo a la mierda y atravesar la ciudad para llegar a Fairy Tail, que ya le importa una mierda todo, que a estas alturas ya da igual si Rogue se manda un discurso de sus obligaciones como maestro, o si la señorita le usa como saco de box por incompetente.

Lo único que quiere es eso que no puede tener, eso que no ha dejado de darle vueltas en la cabeza desde hace más o menos el primer momento en que le vio.

Que si por él fuera ahora mismo se pararía de esa estúpida y dura silla en la que lleva horas sentado y se mandaría a cambiar, solo, sin exceed ni dragón gemelo. Que no tardaría un segundo en echar a correr a máxima velocidad esquivando a quien o lo que fuera con tal de llegar a su objetivo.

Que ni las puertas de Sabertooth ni las de Fairy Tail le impedirían llegar hasta Natsu-san y raptarlo, o algo, que sabe él. Su meta es simplemente llegar.

Que ni las miradas curiosas o aterradas de los presentes le amedrantarían de ir a agarrarlo y tatuarle en el pecho, justo en la parte donde la mierda esa que usa en el torso para cubrirse deja la piel a la vista, "propiedad de Sting Eucliffe".

Que así aclararía de una vez que Natsu-san le pertenece a él, no a la rubia tetona de Lucy Heartfilia, o a la sorpresivamente viva amiga de la infancia Lisanna Strauss. Que eso es algo que todos deberían saber, y nadie sabe.

Pero no lo hace. Solo se queda ahí donde está, sentado en esa dura silla.

Que parece que hay un libro santo, algo así como una biblia, que dice que efectivamente Natsu-san es de la rubia tetona Lucy Heartfilia, y él del emo de las sombras Rogue Cheney.

¿Y qué puede hacer el rubio y ordinario mortal maestro de Sabertooth ante el libro sagrado ese que tanto odia, además de dejar volar la imaginación?


Nota de la autora: Esto surgió bien de la nada, estaba pensando puras huevadas y – ni me di cuenta como – repentinamente mi mente me estaba narrando la idea de Sting bien posesivo, así que como lo vi venir cortito escribí esto de inmediato. Como se me hubiera ocurrido algo más extenso está historia se demora años en ver la luz, o simplemente no la ve.

No me acuerdo que iba a poner acá, así que aprovecho para decir que, ahora que me pongo a pensar, es la primera vez que escribo BL, aunque esto no pasa de la insinuación (?

Solo para aclara y antes de que a alguien se le ocurra venir a a tirar mierda gratituamente, creo que Lisanna y Lucy son amorsh *corazones*. No Hate.

Sin más que decir, Chica De Nieve.