llego con mi primera historia original a esta plataforma. No pienso darles un embrollo demasiado largo, ya se saben el disclaimer de que la serie y sus personajes no son mios, etc. solo queria decir que si asi gustan denme su opinion para poder mejorar tanto en ortografia, redaccion y sus ideas para enriquecer la historia, como algun monstruo que aun no se haya visto en la serie. este episodio estara dividido en dos debido a que me quedó demasiado largo, sin mas espero que disfruten de la lectura.
Los hermanos Winchester se encontraban en la base de los Hombres de letra, cada uno centrado en un libro de procedencia desconocida con la esperanza de encontrar algo remotamente útil sobre la marca de Caín. Después del incidente que habían tenido en su última cacería de vampiros, donde Dean había terminado matando a cada uno de los miembros del nido; incluyendo a los humanos capturados, este decidió que ya había sido suficiente de aquella maldición a la que habían accedido para poder matar a Abaddon no se habían dirigido la palabra desde ese instante, simplemente Dean había conducido en silencio a la guarida y, casi como un pacto en silencio, cada uno había partido por su lado en otra inútil búsqueda de una cura. Ya habían pasado un par de días de eso y Sam había intentado acercarse a su hermano, pero todo intento de conversación había resultado inútil, cada ocasión en la que se acercaba para intentar entablar una conversación decente sobre ello, Dean simplemente se largaba o le ignoraba. Sabía que era por la culpa de lo que había hecho, pero Sam también sabía que si no lo hablaban eso terminaría dañando aún más a su hermano y en esos instantes lo que menos necesitaban en esos momentos era que su hermano terminara haciendo una tontería para deshacerse de la marca.
Los pensamientos de Dean era curiosamente paralelos a los de su hermano. La culpa lo había inundado desde el instante en que el frenesí en que la marca le sumía abandonó su psique, sencillamente no era capaz de entender cómo es que esta ocasión la marca le había llegado tan lejos como para haber asesinado a los inocentes. Aun recordaba esos instantes a la perfección, recordaba la sensación del machete en su mano y la facilidad con la que atravesó la carne de esa niña de 17 años. O aquel hombre, un padre de familia cuya carne no fue tan blanda ni su muere tan rápida, el machete no atravesó limpiamente, por lo que requirió de varios golpes para hacer que su cabeza cayera al suelo. Sabía que eran vampiros recién transformados, Sam lo desconocía, pero eso no cambiaría que en cualquier caso pudo haberlos curado, pero le pareció una mejor idea asesinar a sangre fría a ambos. Lo peor, lo que le hacía asquearse de sí mismo, era que había disfrutado todo aquello. Había gozado de aquella masacre en aquel momento, los llantos y ruegos no lo detuvieron, nada lo hizo. Solo paró de asesinar cuando no hubo más vidas que tomar.
Pero evitaba de hablar con ello con Sam porque tenía miedo de que sería capaz con tal de librarle de semejante penitencia. Conocía a su hermano y sabía que era capaz de cualquier cosa con tal de ayudarle, inclusive si eso significaba que todo se fuera al diablo. No quería que pasara algo similar a lo que hizo el cuándo Sam murió por culpa del demonio de ojos amarillos o cuando intentó salvar al mundo y liberó a Lucifer. Parecía que cada vez que intentaban solucionar algo terminaban mandando todo al diablo y no quería saber que pasaría en esta ocasión si intentaban quitarse l mascara, al menos hasta que estuvieran seguros de cuáles eran las consecuencias y para eso estaba el libro de los condenados que estaba buscando Charlie; se suponía que ese libro contiene los mayores secretos de la magia y quizás tuviera alguna respuesta para él. Lo que él estaba buscando en esos instantes no era una cura sino una solución temporal, algo que aplacara la influencia nociva de la marca. No sabía que era lo que buscaba Sam honestamente, ya habían buscado cada uno de esos libros y en ninguno había una solución remotamente útil para ellos.
Sam se acercó por enésima vez a su hermano para intentar hablar con él o al menos hacerlo salir de su cuarto, ya llevaban demasiado tiempo encerrados y ocupaban hacer algo.
—Sam…— le interrumpió antes de que si acaso le dejara hablar. — No voy a salir de cacería — Dijo a secas, después de lo de la última vez no hacía falta explicar la razón de que no quisiera salir a cazar lo que sea, no quería más sangre derramada innecesariamente.
—Lo sé, Dean. Pero ocupas salir de aquí. Mira, entiendo que no quieras salir a limpiar un nido, créeme que lo comprendo —Hizo una pausa antes de hablar, deba ser muy cuidadoso con sus palabras sino quería que el otro se negara— pero no puedes pasarte el resto de tu vida aquí encerrado, tienes que salir de aquí y respirar aire fresco. —
Dean le dio una mirada de sospecha, pero no hizo mucho aparte de ello. No tenía intenciones de debatir con el aparte de que quizá podría intentar hacerle caso, por alguna razón siempre solían decirles que Sam era el listo del dúo— Bien, ¿Dónde tienes en mente? —
—Pues estaba pensando en ir con Jody, ver cómo le esta yendo con las chicas —Propuso como mejor opción. Era mejor que salir a una de las cacerías normales, quizá incluso podrán tomarse unas vacaciones de todo eso de los monstruos y ángeles; Dean podría tomarse ese tiempo para intentar aprender a lidia con la marca— digo, ¿Cuáles son las probabilidades de que surja una cacería? simplemente iríamos con Jody, nos quedaríamos un par de días para ver cómo le va a Claire y a Alex —
Dean cerró el pesado libro que tenía entre manos y pasó las manos por el rostro, pensando en que hacer, pero después de darle muchas vueltas finalmente accedió. Sabía que necesitaba salir de ese lugar o terminaría volviéndose loco, en cualquier caso, si surgía una cacería estaba más que seguro de que su hermano podría encargarse de eso.
—Está bien —Aceptó la ida, pero antes de que su hermano festejara continuó hablando— con la condición de que si surge una cacería llames a otro cazador, no quiero que ni tu ni Jody o las chicas se metan en nada sobrenatural durante nuestra estancia allá. — cambió de opinión, no quería que terminaran secuestrando a Sam o algo del estilo y el tuviera que ir, no vaya a ser que se repitiera todo lo que sucedió la otra vez.
—Está bien, supongo que puedo hacer eso — Sam no se lo pensó mucho para aceptar aquella condición. Prácticamente no había condado que no tuviera al menos un cazador rondándolo en busca de algo que matar.
—Y otra cosa más…—hizo una pequeña pausa antes de darle una sonrisa a su hermano menor. — Vete a dormir, te ves como basura — se mofó de su hermano con el tono burlón que siempre usaba para burlarse de Sammy.
—Mira quien habla, te ves como si no hubieras dormido en años — Respondió sin quedarse atrás; aunque no estaba mintiendo en lo absoluto, Dean se veía terrible y aparentemente hacia días que este no dormía, metido en esos libros.
Pero sin más remedio que hacerle caso a Dean se fue a su recamara a dormir, tumbándose en el desgastado colchón para dormir como un tronco hasta la mañana siguiente
una semana después
Tras haber conducido durante días enteros y haber estado durmiendo en moteles baratos, donde para la burla de Sam y la molestia de Dean en un par de ocasiones los confundieron por parejas, finalmente habían llegado a Sioux Falls, más específicamente la acera de la casa de la sheriff Mills. Dean fue el primero en adelantarse, tocando la puerta; o al menos ese era el plan pues la dueña de la casa abrió la puerta.
—Sabía que ese Impala solo podía ser de ustedes muchachos —Explicó ante la sorpresa de los muchachos. Antes de que alguno de los dos respondiera algo, la mujer le dio un fuerte abrazo al hermano mayor y luego al menor— También es un gusto verlos — agregó tras separarse de Sam.
—Hola Jody, ¿Cómo ha ido todo por acá? — preguntó Sam bastante alegre de ver a una de las pocas amigas que les quedaban, prácticamente habían perdido a todos con el asunto de los ángeles, el apocalipsis y los leviatanes. La muerte de Bobby era algo que aún les costaba superar pese a que ya hacia un par de años que eso había sucedido; suponía que simplemente algunas heridas nunca terminaban de cerrar.
—Bien, supongo que no puedo quejarme teniendo a un par de adolescentes alborotadas en casa. —respondió sarcásticamente. No era fácil lidiar con las adolescentes normales y con casos tan especiales como esos, una ex vampira y una cazadora, simplemente eran insufribles en más de una ocasión— Por cierto, —continuó— ¿podrían hacerme el favor de hablar con Claire? Desde que llego ha estado obsesionada con cazar monstruo, tanto que ya ha agredido a un par de "supuestos" —hizo énfasis en esa palabra, enserio que Claire debía haber estado muy ocupada buscando casos en Sioux Falls. — monstruos—
—Está bien, hablaremos con ella más tarde, veremos que podemos hacer — prometió Dean, aunque no estaba seguro de que sirviera, en cualquier caso, una vez cazador era muy difícil dejar esa vida. Por supuesto que Claire aún era joven y tenía mucho por delante, así que no perderían nada por tener una pequeña charla con ella, pedirle que al menos calmara un poco sus ansias y que le dejara eso a otros, al cabo el mundo estaba casi tan lleno de cazadores como de monstruos. — aunque no prometo nada — avisó de antemano, no habían convivido tanto como Jody con ella, pero ya estaba seguro de que era una chica terca como pocas.
—Ehh, ¿podemos pasar? —
—Claro, donde están mis modales — se hizo hacia un lado de la puerta para que entraran, — entren, por favor. Hace mucho frio afuera y no me gustaría que terminaran como Jack Frost — Bromeó
—Tranquila Jody, no vamos a convertirnos en muñecos de nieve asesinos por un par de minutos a la intemperie. — Respondió Dean de buen humor. Vaya que salir de la guarida le haca bien, estar con gente aparte de su hermano era un cambio de rutina y especialmente cuando estos no andaban encima suyo preguntándole por si se sentía mal por la marca,
Entraron al lugar y estuvieron horas hablando hasta la llegada del "dúo dinámico" de la preparatoria. Llegaron discutiendo como aparentemente era usual, al menos eso suponía por la falta de reacción de Jody, y al hartarse de la otra cada una se encerró en su cuarto.
Sam y Dean no intervinieron, no era asunto de ellos por lo que, después de haberse visto extrañados unos momentos, volvieron a la amena charla que tenían con su amiga. Esta les explicó alegremente de que Alex se había adaptado bastante bien a su nueva vida, aunque seguía teniendo algunos problemas al socializar, pero que a pesar de eso ya incluso tenía un novio y todo el asunto; aunque se temía que cometiera los típicos "errores" de adolescente con las hormonas alborotadas. Ninguno quizá ahondar más en eso por lo que mejor cambiaron de tema hacia un asunto más importante según ellos: las supuestas cacerías de Claire. Le habían preguntado sobre todo el asunto de la rubia adaptándose a la escuela y esta explicó que Claire era harina de otro costal: había tenido muchos problemas para adaptarse a causa de su actitud rebelde y su obsesión con ver monstruos en todos lados. Ya había atacado desde policías hasta a compañeros de clase y maestros. "la única razón de que no esté en la cárcel es porque yo la he estado defendiendo a como he podido, pero honestamente cada vez su reputación lo hace más difícil" explicó con resignación, por su parte no había nada que pudiera hacer pues ya había intentado hablar con la muchacha con anterioridad, pero no había conseguido nada.
Ya a la hora de la cena Claire y Alex se dignaron a acompañar a sus huéspedes. Alex no les hablo demasiado, aunque no se extrañaron. En el caso con ella apenas y se habían relacionado; Jody fue la que estuvo cuidándola todo el tiempo en aquella ocasión e incluso le habían roto la pierna por ella.
Claire, por otro lado, había intentado convencerlos de que le ayudaran en un caso de hombres lobo que había estado siguiendo últimamente. Algo sobre unos destellos raros en un video de una red social de unos chicos de su escuela, aunque no había cadáveres. Les dijo que después de la cena les mostraría aquella grabación, aunque Jody la regaño, no debía molestar a los invitados y que dejara el asunto ahí. Las cosas se torcieron cuando Alex apoyó a su madre adoptiva y Claire le respondió. Todo se tornó súbitamente en una incómoda platica de sexualidad en la adolescencia. Ambos hermanos quisieron que se los tragara la tierra y era casi seguro que la adolescente deseaba morirse en esos momentos.
Si bien agradecía que la mujer tuviera la confianza para hablar de eso con ellos presentes, la verdad es que hubieran preferido evitar eso. Algo incomodos se retiraron a dormir después de aquella cena, que debo agregar que le pareció una delicia a cada uno. Era grandioso comer algo casero después de meses viviendo de comida rápida y recalentado, no había nada como eso y lamentablemente no era algo que comieran muy seguido pese a que había una cocina en la base de los Hombres de letras.
La noche pasó con normalidad cuando todos se fueron a dormir a sus respetivos cuartos. Lo interesante empezó a la mañana siguiente cuando se reportó un posible ataque de animal cerca del rio Sioux, al norte, casi en el pueblo de Hartford.
Jody le pidió que los acompañara pues el caso había mostrado ser más brutal que la mayoría de ataques a animales, pues el oficial que lo había encontrado reportó que le faltaba el corazón y carecía de sangre. Todos eran elementos sospechosos para los Winchester, aunque ya se habían prometido evitar las caceras. Dean que era al que más debía preocuparle eso dijo que estaba bien, que no los mataría investigar un rato y que ya que estuvieran seguros podan llamar a alguien más. Sam se extrañó de ello, pero no quiso debatirle enfrente de la oficial, no hace falta que ella se enterara del problema que tenían; lo que menos deseaban era darle una preocupación más a la pobre mujer que a estaba ganando canas por culpa del par de jovencitas. Por lo que sin pensarlo demasiado fueron a buscar sus trajes en las maletas.
y claro que Claire intentó apuntarse al viaje, a lo cual Jody se negó rotundamente pues no era lugar para niñas, en cualquier caso. Eso a Claire no le importó pues no era día de escuela.
—Vamos Jody, sabes tan bien como yo que eso es mierda real. ¿Qué animal haría esas cosas tan especificas? —insistía en ir, no quería perderse de la oportunidad perfecta de cazar a un monstruo después de haber estado persiguiendo mentiras desde hacía meses. Se moría por matar a uno de esa chupa sangre u hombre lobo o lo que sea.
—No es no, ya te he dicho muchas veces que debes mantenerte alejada de todo eso de los monstruos. Sam y Dean están aquí y pueden encargarse perfectamente de eso, así que te quedaras aquí o saldrás a perder el tiempo como toda adolescente normal, pero pobre de ti que te vea allá. —
Declaró firmemente a la rubia. Necesitaba que dejara todo eso tan pronto como fuera posible, terminaría como el par de chicos que no eran capaces de tomarse ni un respiro de todo eso y no quería que la muchacha arruinara su vida a tan corta edad. Todavía tenía oportunidad de volver a la vida normal, quizá incluso casarse y tener hijos, asentarse…lo que sea menos terminar viajando de un lado a otro sin poder encontrar paz en toda esa realidad que de por si era horrible sin necesidad de saber que esos monstruos existían.
Cuando llegaron a donde se ubicaba el cadáver, hicieron lo usual de pretender ser miembros del FBI. Ahora se suponía que serían los agentes Mcloud y Ferguson durante la investigación del caso. Sam se acercó al cadáver cuidadosamente, no quería cambiar algún detalle que pudiera servirles para determinar si se trataba del ataque de algún monstruo o si era una simple coincidencia y todo era el ataque de alguna banda de coyotes hambrientos. No sería la primera vez que perdieran varias semanas en un caso para que terminara siendo un simple accidente de electrodomésticos, que confundían con ataques de fantasmas, o algún animal salvaje, como el de una bandada de coyotes; que según el guardabosque que los recibió era lo que seguramente había pasado. Primero examinó la herida central, un horrendo agujero en el pecho que dejaba varios trozos de costillas a la vista y varios de los órganos internos expuestos, aunque claro que por lo que habían tardado en descubrirlo ya todo estaba ligeramente podrido y la naturaleza había tomado su curso natural. Sam agradecía que casi siempre fueran frescos, pues un cuerpo al aire libre se descompone rapidísimo y ese no era una excepción, especialmente uno que estaba tan cerca de una fuente de agua.
Se puso unos guantes para inspeccionar por encima su interior, asqueándose al instante por ver que ya estaba con varias larvas en su interior.se apuró para no vomitar, buscando rastros de ataque en los otros órganos, notando que los pulmones estaban casi en perfecto estado, no podía asegurarlo pues la deshidratación y la descomposición los habían encogido a un par de diminutas bolsas marrones, similares en color y textura a las hojas marchitas. Estos estaban cubiertos de unas asquerosas larvas que, junto al fétido olor de la putrefacción, lo forzó a parar su estudio unos momentos para no vomitar. Uno realmente nunca se acostumbraba, pero aun así tenía que seguir verificando el estado del cadáver.
Ya bastante seguro de que el objetivo haba sido el corazón, pasó a checar el cuello. Este tenía varios cortes cerca de la tráquea y el estilo no parecía cuidadoso, pero no podría asegurar que eso fuera obra de un vampiro o similar, más bien parecía que la herida se hizo para incapacitar al hombre y, posterior a eso, sacarle el corazón del pecho por la fuerza. El aparente desangrado seria a causa de eso, la herida en el pecho y el livor mortis, pues por lo poco que alcanzaba a ver, parecía que la parte posterior de su cuello y seguramente su espalda estaban completamente morados por la caída y coagulación de la sangre.
Finalmente examinó la rigidez de sus músculos, alzando uno de los brazos y dejándolos caer para medir el tiempo de caída. Por la manera tan suelta en que este cayó el cuerpo ya debería llevar más de un par de días ahí tirado, pero quizá podría darle un poco de tiempo para encontrar al hombre lobo, por lo que preguntaría luego a los familiares de la víctima si había algún enemigo que pudiera matarlo o a las autoridades por si alguien vivía por los alrededores, los hombres lobo solo cazaban a personas especificas o en territorios específicos.
Se levantó y guardó los guantes de látex en su bolsillo, regresando con su hermano para ver si este había conseguido algo remotamente útil del oficial, que lo dudaba por la antigüedad del cadáver. Pero lo que se encontró fue una sorpresa que no sabría calificar como ingrata o agradable: Claire se las había arreglado para seguirlos hasta la zona del cadáver y ahora se encontraba hablando con Jody, que por cierto se encontraba bastante molesta, de suerte no estaba gritándole por haberlos seguido.
Caminó en dirección a Dean, intentando ignorar a las chicas pues no creía que eso fuera de su incumbencia.
—¿algo sobre el cuerpo? — preguntó Dean, repasando un pequeño bloc que había comprado hace poco para organizar un poco más los casos, aparte de dar más la impresión de federales de verdad.
—Falta el corazón, por lo que diría que fue un hombre lobo. Aparte, el desangrado fue causado por un desgarre en la garganta, lo que explicaría por qué un licántropo haría eso. — hizo una pausa, volteando a ver como Jody partía con la rubia en dirección al auto de policía, a un kilómetro o dos de donde estaban. Luego continuó — lleva un par de días muerto, pero no pude sacarle mucho más. ¿y tú? —
—No mucho — volteó a ver al pobre bastardo tirado en el suelo. —el oficial que lo encontró dice que es un tal Dave Clinton, lleva un par de días desaparecido es una de las pocas personas en el pueblo que sale de campamento tan lejos del pueblo, lo que explicaría por qué demonios estaba en medio de la nada. Aparte, encontraron su tienda de campaña a unos 800 metros rio arriba, totalmente destrozada y saqueada; aunque debido a que lo que más falta es la comida, se piensa que pueden haber sido los coyotes o alguna otra bestia.
—Es posible, aunque me extraña que este se haya tomado la molestia de inmovilizarlo con el ataque a la garganta —
—No todos los casos son iguales Sammy, ¿Qué te parece si vamos a hacer unas preguntas al pueblo? Quizá la esposa sepa algo, si es que tenía esposa. — agregó, el oficial no le compartió mucha información del tal Dave Clinton aparte de su domicilio, trabajo y edad.
Fueron hacia Hartford. Este era un pueblo bastante pequeño, apenas tendría apenas un par de miles de habitantes, pero estos compensaban lo vacío de la ciudad con el ritmo de vida. Apenas y habían ingresado a la ciudad cuando se toparon un tráfico muy agresivo, esa gente parecía no tener un sentido de la paciencia por la forma en que los coches iban y venían, prácticamente evadiendo los accidentes por apenas milímetros mas eso no parecía afectarle a Dean, que tan campante como siempre se estacionó en el primer restaurante d hamburguesas que encontró e ingresó apuradamente, seguramente el cartel de pies había sido un buen atrayente para el hermano mayor, que se acercaba como una abeja a la miel. Sam fue detrás de él y pidió una hamburguesa normal y una taza de café; a diferencia de su hermano que ordenó una hamburguesa "jumbo" junto a una jarra de cerveza, honestamente no le extrañaría en lo más mínimo que lo que mate a su hermano fuera el colesterol y no algún monstruo o demonio.
—Hablo enserio amigo, no creo que deberías comer tantos carbohidratos tan seguido —
—Sam, con el estilo de vida que llevamos, ¿crees que el colesterol y el sobrepeso encabezan nuestras posibilidades de morir? — Respondió Dean con una sonrisa, antes de darle otra mordida a la susodicha hamburguesa
—Lo se Dean, solo que quizá vivirías un poco mas si no te cansaras tras cinco minutos de persecución. —
Aun con algo de ese bocado en la boca el mayor se apuró a responder.
—en primera: eso fue un golpe bajo; —tragó todo y lo bajó con algo de cerveza. — en segunda: estoy en perfecta forma Sammy, podría patearte el trasero en un maratón o en una lucha a mano limpia— Alardeó con la típica soberbia de todo hermano mayor. En cualquier caso, tenia la marca aun si eso no podía ser considerado justo en una lucha.
—Como tú digas, idiota. — respondió con una sonrisa sin mucho ánimo de debatir con su hermano sobre cual estaba en mejor condición física, era obvio que el al ser el único de los dos que comía sano y hacia algo más de ejercicio, más allá de un par de sentadillas y unos estirones a los costados.
Los dos terminaron y pidieron la cuenta, dirigiéndose después de eso a la dirección que le había dado Jody: el 801 de la calle Ironwood. Una zona familiar bastante tranquila, nada extraño en un pueblo tan pequeño como ese. Se estacionaron en la acera de afuera, acomodándose la corbata antes de bajar,
Samuel iba delante de su hermano, buscando su placa falsa antes de tocar el timbre. Lamentablemente este n parecía funcionar, cuando presionó el botón este estaba trabado completamente y dudaba que se hubiera producido algún ruido en el interior de la clase. Dejó el timbre del hogar y mejor golpeó la puerta firmemente, buscando que quien sea que este adentro le escuché pues no quería perder mas tiempo del necesario en este caso. Quería resolverlo a la brevedad para evitar incidentes como el de su caso pasado; de hecho, ni siquiera deberían estar en ese caso. Se suponía que se estaban tomando vacacione, pero ya que estaban ahí no les quedaba de otra si no querían dejar que otras personas murieran y tampoco podían negarse a Jody, eso implicaría explicarle la razón de no querer cazar monstruos enserio que veían eso innecesario, lo mejor para todo era que se ahorraran las molestas y simplemente intentaran manejar ese caso con la mayor cautela posible.
Después de un par de minutos tocando, con una media de cero respuestas, volteó a ver si el coche que estaba en el estacionamiento del domicilio no lo había imaginado. No, el buggy verde seguía ahí por lo que definitivamente debía haber alguien dentro.
Se dio cuenta pronto de lo idiota que había sido, el vehículo debía ser del fallecido. Si había salido de campamento lo mas seguro es que se haya ido a pie hasta el rio. Se frotó el mentón y sacó la ganzúa de su bolsillo trasero, hincándose frente a la puerta para intentar forzar la cerradura. Su hermano, por otro lado, recogió una piedra decorativa que estaba en una maseta de color terracota con una pequeña palma seca, ya la única vida que había ahí eran unas cuantas hierbas, que tampoco exhibían un color saludable para lo tercas que eran esas cosas para mantenerse con vida, lo que no hacía sino más llamativa a esa piedra de color verde. Pero para no desviarnos del tema, le mostró una llave que estaba escondida debajo de la colorida roca. Sam sacudió su cabeza molesto por no haber pensado en eso antes, quizá había tomado un poco mas que su hermano en aquel restaurante…o igual era que este tomaba tanto alcohol diariamente qu su cuerpo ya lo procesaba con la misma facilidad que el agua. En cualquier caso no importaba, se apartó para darle paso libre a su hermano para que abriera la puerta por ellos.
Entraron y el lugar era prácticamente un chiquero. No es que hubiera basura hast el techo, pero el lugar era un desastre y había cajas de comida rápida por todos lados. Siempre había creído que su hermano era un poco desordenado, pero eso era completamente un nuevo nivel para el. Se preguntaban como era posible que pudiera haber vivido de esa manera, parecía que había comprado una casa tan grande precisamente para poder dejar basura por todos lados sin tropezarse.
Dean subió al segundo piso y Sam se quedó explorando la primera planta y buscando por un sótano.
—¡nada por aquí! — anunció Sam desde la primera planta entras Dean continuaba explorando.
Todo parecía relativamente normal, exceptuando la ingente cantidad de basura del primer piso, no había nada que destacar del lugar. La cama de lo que parecía ser el difunto estaba perfectamente acomodada, inronico tomando en cuenta el estropicio del resto de la habitación. Investigó en el baño y en el cuarto de invitados pero nada, realmente el lugar no tenia nada de importante hasta que subió al atico.
—¡Sam! —
Se escuchó el grito del Winchester mayor y el citado salió disparado al segundo piso. Subió a toda la velocidad que sus piernas le permitían mientras buscaba en su chaqueta algún arma blanca con lo que liquidar a lo que sea que estuviera allí arriba. Dio la vuelta por el pasillo al subir las escaleras y luego continuó con las que llevaban al atico.
Lo que se encontró era mucho peor que un monstruo, infinitamente era mas horroroso que cualquier mosntro que se encontraran y, lo peor, o encontraban en casi todos los casos a los que iban.
Se trataba de una jovencita que no debía ser mucho mayor que Claire a juzgar por su aspecto. Dean se había apresurado a desatarla del pilar a donde había sido sujetada, para poder sentarla de forma que pudiera recuperarse, aunque sea un poco, del estado en el que se encontraba.
Debía ser un poco mayor que Claire en tamaño y tenía un tono de piel más bronceado, por lo que seguramente habría sido secuestrada de una de las granjas aledañas a la ciudad de Hartford. Evidenciaba un evidente estado de desnutrición y deshidratación; aparte de que era casi seguro que tenía anemia por el tono pálido de su piel. Esta afección seguramente era a causa de la falta de sangre, a juzgar por las heridas en su cuello y brazos debía haber estado funcionando como un contenedor humano de sangre para algún vampiro.
¿Acaso habían estado investigando el asesinato de uno? Si así era, ¿Por qué no había mas en aquel lugar que bien podría ser catalogado de nido o, acaso, seria que alguien se había colado en la casa del difunto? No había tiempo para pararse pensar en todo lo que tenía que ver con ese caso. Sacó su celular de su bolsillo mientras su hermano inspeccionaba a la chica, viendo que tan malo era su estado de salud e intentando mantenerla consciente. Ocupaban hacerle preguntas sobre su secuestrador después y sería terrible que se desmayara ahí.
Cuando llegó la ambulancia no les dejaron subir con ella al no tratarse de familiares, pero para su buena suerte les informaron a qué hospital la llevarían, al "tratarse" de federales no había mucho que pudieran hacer para negarse a las exigencias de ambos. Además, les pidió de favor que les llamaran una vez que la chica estuviera estable y/o despertara.
No había hospitales cerca ni dentro de Hartford, pero por suerte, y al no requerir tratamientos mayores, llevaron a la chica a la clínica Sanford en el centro del pueblucho. Tuvieron que esperar algunas horas en lo que le daban el tratamiento a la joven fémina, la necesitaban en sus cinco sentidos para poder obtener información fiable y que esta no soltara tonterías e imaginaciones suyas a causa de la pérdida de sangre. De por si era poco probable que pudiera hablar cuerdamente con ellas a causa de los traumas que esto indudablemente deberia conllevarle. No creían que una persona cualquiera pudiera conllevar esa clase de experiencias; y menos una muchachita que a esa edad deberia estar escuchando boy bands locales y haciendo cosas de las que se arrepentiría cuando fuera adulta, en lugar de ser secuestrada y usada como el alimento de un vampiro.
Pero finalmente, después de una larga espera, les llamaron desde la Clínica de Cuidados Sanford. No perdieron mas tiempo y condujeron rumbo a la clínica. Cuando llegaron el doctor intentó prohibirles la entrada pero el doctor no tuvo otra opción que dejarlos entrar cuando le mostraron las placas. Este les preguntó, según el por mera curiosidad sobre la causa de las heridas que la chica tenia por una buena parte de la mitad superior de su cuerpo.
—Es una investigación federal señor, no creo que usted tenga mucha información nueva sobre el caso y, con todo respeto, no es de su incumbencia. — Dean enfatizó eso ultimo, no quería a nadie que no fuera un cazador en ese caso, por lo que tendría menos problemas si no se inventaba excusas y mejor evitaba dar respuestas.
—L-lo se señor — tartamudeó un poco ante el tono tan agresivo del oficial, pero después continuó— pero es que conozco a la víctima, es una amiga de mi hija y me preocupa que pueda pasarle lo mismo. —explicó— pero, aparte, no es el primer caso de este tipo que tenemos en las ultimas semanas. Ya se han presentado varias víctimas de agresiones de este estilo en las ultimas semanas. Con heridas similares en los cuellos y con síntomas de desangrado.
—¿enserio? — interrogó Sam al medico, si habían atacado a mas humanos entonces debía ser un nido cerca del área, la señorita había sido capturada y usada de esa manera, probablemente durante semanas, por lo que debía haber aun mas vampiros sueltos por ahí.
—Sí, por suerte nadie ha muerto. Pero aun así es alarmante todo esto. Me he criado en esta ciudad y nunca me había tocado ver esta clase de actividades violentas, prácticamente había sido un pedazo de cielo desde que tengo memoria. — se llevó la mano a la barbilla, recordando los buenos tiempos que había tenido en esa ciudad, aun en los momentos de mayor violencia, no pasaba de una pequeña pelea de bar y los mayores daños que se presentaban era a causa de un golpe mal dado por el ebrio que había iniciado la pelea.— sea honesto conmigo, ¿hay algún grupo satanico o algún culto de sangre? Por que de ser asi, habría que alertar a los ciudadanos para que tengan mas cuidado. —
—Eso no será necesario, doctor…—
—McLoyd —aclaró con una sonrisa amable
—Doctor McLoyd —Cito Sam, quizá deberia quedarse con el nombre en lo que resolvían el caso— No podemos darle información mayor, pero me temo que tiene razón en cierto sentido. Pero definitivamente no deberíamos contárselo a la población, ¿se imagina la conmocion publica que eso causaría? Créame, la situación seria un caos; los perpetradores se esconderían y los perderíamos —le advirtió.— Lo mejor que puede hacer, si aprecia la vida de sus vecinos le aconsejo guardar silencio, para que podamos hacer que estos individuos paguen por sus crímenes.— Manifestó
—Comprendo…bueno, en cualquier caso ya notfique a los padres que encontramos a su pequeña. Ya vere que excusa me invento, pero me temo que soy un terrible mentiroso.—
