El Susurro del Veneno

Disclaimer: Inuyasha pertenece completamente a la mangaka Rumiko Takahashi-san, yo solo tomo prestados sus personajes para la realización de mis historias, sin ningún tipo de lucro, simplemente por el amor a escribir y por el amor a la serie de Inuyasha.

-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-

Capitulo 1.- "Hechizo por un Beso"

- "¿Que será lo que le este demorando tanto?... Ya se ha tardado mucho... ¿y esas luces?... Almas…Si, ahora entiendo por que se tarda tanto… No hay espacio en su corazón para alguien mas..." – Una lagrima rebelde cruzó por el rostro de la joven Miko, mientras sus pensamientos se agolpaban en su mente. Kagome miraba en la dirección de las recién aparecidas 'luces', las cuales eran almas, la fuente vital para el cuerpo de aquella que alejaba a la persona más importante para ella... Inuyasha.

Últimamente así había sido, una semana si es que ella no mal recordaba. Una maldita semana de un sufrimiento silencioso, una semana en la que él había salido todas las noches y regresado hasta muy tarde, una semana desde que él no se atreviera a mirarla a la cara... una semana en la cual ella no se había permitido llorar... hasta ahora. Pero aun así, ella cumpliría su promesa de permanecer a su lado, a pesar de todo. Además, tenían la misión de reunir los fragmentos de la valiosa Shikon no Tama que ella hubiese roto accidentalmente.

Un ruido rompe el silencio que estaba instalado en el campamento del Inuyasha-gumi, llamado así la atención de Kagome. El resplandor que exponían las almas ahora estaba elevándose por sobre las copas de los árboles y desapareciendo lentamente.

- " Seguramente ya han terminado de 'hablar'..."

Inuyasha regresaba al lado de sus amigos, tenia la esperanza de que todos durmieran para así no tener que dar ningún tipo de explicación, pero al levantar la vista sus esperanzas parecieron romperse como el cristal. Ella estaba despierta y lo miraba. Sus ojos, sus hermosos ojos ahora representaban la infinita tristeza que ahora sentía... ella se percato de que él la miraba preocupado, e inmediatamente ella cambio su mirada por una comprensiva, bajándola lentamente hasta el interesante suelo. Inuyasha entonces comprendió que ella no había querido seguirlo y sintió como se le encogía el corazón de solo pensar en como habría de estar sufriendo su Kagome.

Aunque lo negara mil veces, amaba a esa niña, ella había sido la única que lo había aceptado tal cual era, no podía seguir con esto, no podía hacerle esto a ella. No a ella. Inuyasha se acerco a Kagome con la intención de explicarle todo, pues no podía mas con el inmenso sentimiento de culpa. Ella lo miró un momento, sonrió tiernamente, giro en su saco de dormir y se acomodo para continuar en un profundo sueño.

- "¡¿Kagome?!...¿Qué le ocurre? ... Acaso... ¿Acaso ya no quiere verme?... si es eso, tendrá que soportarlo nada mas"

El joven hanyou se acercó aun más a la fina figura, quien dormía, para la extrañeza del joven. Sutilmente quito unos mechones de azabache cabello del rostro de Kagome, ocasionando unas juguetonas cosquillas que le despertaron. Abriendo lentamente sus ojos, los cuales se encontraron con otros de color miel... que la observaban con preocupación arrepentimiento

- Inuyasha... - Kagome susurró muy despacio, pero las sensibles y peculiares orejas del joven escucharon perfectamente - ¿Qué ocurre? ¿Sucede algo malo?...- Dijo usando el mismo tono en su voz.

- ¿Estas enojada conmigo?

- ¿Qué? ¿A qué te refieres?

- ¡Kagome! – susurró un poco mas fuerte, mirando luego hacia los compañeros que, a pesar de su tono mas alto, seguían durmiendo, giró su rostro nuevamente a Kagome y continuó - ... tu me viste... - Él bajo la mirada – Fui a ver a... – No pudo seguir, ella lo interrumpió, colocando su dedo índice sobre los labios de Inuyasha, sonrojándolo levemente -

- No tienes por que sentirte culpable, ni tampoco darme ningún tipo de explicación... ustedes se aman, tienen un lazo que los une... no tienes que decirme nada... están en su derecho, si quieren verse pueden hacerlo, no tienes que pedirme ninguna clase de permiso – Sonrió con un dejo de melancolía - ... Y por favor, déjame dormir... mañana tenemos fragmentos que buscar… – Sonrió-

- Pero...

- Por favor, necesito descansar... y tú también deberías hacerlo.

Él solo calló mientras veía como ella se acomodaba en su saco de dormir.

- Así que ella se siente mal por que ese Hanyou esta viéndose con Kikyou... bien yo le haré sentir mejor...

Una sombra veía a través de un espejo todo lo que había ocurrido en el claro donde hacia unos momentos Inuyasha y Kagome habían estado hablando.

-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-

Todos caminaban, como siempre a la espera de que Kagome sintiera la presencia de algún fragmento. Pero algo había de diferente... el ambiente estaba algo tenso. Inuyasha no había dicho su acostumbrado... mejor dicho gritado su acostumbrado '¡¡¡TODOS DESPIERTEN AHORA!!!' Como los días anteriores. Kagome en tanto, miraba distraídamente hacia el frente con la mirada notablemente perdida. En ella se podía percibir un leve dejo de melancolía.

- Houshi-sama... ¿Qué cree que les haya pasado a esos dos? ¿No cree que han estado demasiado callados desde que despertamos?...- La taiji-ya se acercó un poco al joven monje para susurrarle

- Tienes razón, mi querida Sango. Por la noche pude ver como Inuyasha se internaba en el bosque y momentos después la presencia de la miko Kikyou apareció...

- Ahora entiendo muchas cosas más – dijo en un tono un poco más alto intencionalmente, para que cierto hanyou la escuchara... pero no hubo reacción alguna -

- ¿Creen que Kagome este triste por la culpa del orejas de perro? – dijo el pequeño kitsune en susurro desde la cabeza del houshi

- Eso es lo más probable, zorrito – Dijo Miroku mirando a Inuyasha.

Sin que nadie lo esperara Inuyasha se da la media vuelta quedando frente a quienes hacia unos momentos daban opinión del 'asunto', su rostro reflejaba un más que notable fastidio.

- ¡¡Arrrgg!! ¡¡Ya dejen de estar hablando tonterías y apresúrense!! – volvió a su posición anterior y continuó caminando- ... y si al menos quieren opinar al respecto, en secreto podrían intentar hacerlo en un tono mas bajo.

Una gota de sudor apareció en las cabezas de Sango, Miroku y Shippou.

-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-

Media tarde.
Ya nadie había dicho palabra alguna, no querían tentar el explosivo humor de Inuyasha. No había señal de Naraku o de algún fragmento. Todos se veían algo cansados, pues como nunca habían caminado más de lo esperado.

- Inuyasha, descansemos por favor... ¡¡M1is patitas ya no pueden mas!! – Lloriqueo Shippou

Nada

- ¡Inuyasha! Deberías hacerle caso a Shippou, todos estamos muy cansados – Sango ya comenzaba a perder la poca paciencia que tenia.

Nada

- El cuerpo necesita descanso, fuerza y energías para nuestras próximas batallas, pequeña bestia... - dijo Miroku sabiamente

Nada

Lentamente Kagome fue acercándose hacia Inuyasha. Se coloco delante de él y sonrió.

- ... Inuyasha, descansemos ¿sí? – dijo calmadamente y siempre con su sonrisa característica.

- Bien... descansemos.

Una gota extra grande apareció en las cabezas de Sango, Miroku y Shippou.

Kagome no había hablado mucho con nadie desde que habían 'acordado' descansar. Silenciosamente se había levantado y dejado dicho que iría a dar un paseo por el bosque Sola, pues quería pensar. Y así lo hizo. Lentamente llego hasta un rió que reflejaba la luna. Se sentó en una roca, y se quedó observando como las luciérnagas se agrupaban sobre el rió, dejando un hermoso espectáculo en combinación con el reflejo de la luna. Sin querer siquiera, ese recuerdo llegó hasta su mente y lagrimas se agolparon en sus ojos. El día en que Inuyasha la había besado por primea vez...

---Flash Back---

Todos dormían. Era luna nueva y como era de esperar Inuyasha se encontraba en su forma humana. Kagome le hacia compañía, pues afortunadamente le había convencido de quedarse con ellos, así si le ocurría algo a él, todos le protegerían.

Kagome observaba al joven ahora humano que estaba sentado junto a ella. Habían pasado tantas cosas, que hacia mucho no tenían un tiempo a solas. Kagome notó que el joven hanyou estaba muy callado y pensativo, algo muy raro en el, ya que siempre había tenido esa imagen de extrema seguridad ante cualquier cosa, ahora todo eso parecía como si se hubiera extinguido. La joven miko entonces se aventuró a acercarse un poco más a Inuyasha para así poder hablar con él y saber que era lo que le ocurría.

- ¿Inuyasha que ocurre?... Te veo muy pensativo... ¿Pasa algo malo?

- ... ¿Cuántas fragmentos tenemos, Kagome? – Habló él calmado

- Tenemos cinco fragmentos... ahora – Kagome recordó cuando Kikyou le quitó sus fragmentos... recordando también así, la ilusión que había tenido al caer entre esas ramas -

- ... Ya veo... - Suspiro él - ... Naraku ha incrementado sus fuerzas gracias a los fragmentos que posee ahora... pronto llegará el momento en el que debamos enfrentarnos a él... será un dura y difícil batalla

- ¿Por qué me dices todo esto? No entiendo, Inuyasha

- ... - El joven suspiro nuevamente – ... Kagome hemos pasado ya por muchos peligros y en todas esas ocasiones he podido salvar tu vida, cuando has estado expuesta al peligro... ahora esta batalla será totalmente diferente a las demás... pero – Inuyasha se volteo a ver a Kagome por primera vez a los ojos, su mirada expresaba preocupación - ... pero no se si pueda protegerte ahora... Naraku me supera en poderes y eso todos lo saben... hasta tu misma... por eso yo no se... - Kagome lo interrumpió -

- ¡No! ¡¡No me digas que Naraku nos derrotará!!... Si estamos juntos en esto y creemos en nosotros... lo derrotaremos... no te preocupes por mi vida, ahora que ya he aprendido a manejar mucho mejor mi flecha de miko – Sonrió – Así podré aunque sea ayudar a Sango, a Miroku... incluso a ti... - Kagome calló un momento, para luego continuar – y si llegase a pasarme algo... no me importaría por que ya pude sentir lo que es el ayudar a alguien que me necesitaba, sentí la alegría que compartir con mis verdaderos amigos... y pude sentir lo que es el amar con todo el corazón a alguien – susurrando esto ultimo, Kagome calló -

- ¡¡¡Pero yo quiero que no te pase nada!!! – Grito él sorprendiendo a Kagome - Si te llegase a pasar algo... no podría seguir viviendo – Su mirada se suavizo – no lo soportaría... Kagome... si te pierdo, mi vida ya no tendría sentido... - el sonrió sinceramente, Kagome quedó atónita al ver por primera ves a Inuyasha sonreír de esa manera -

- Inuyasha yo...

- Kagome... no podría – el acarició la mejilla sonrojada de la joven miko – Ya no tendría sentido – y con estas ultimas palabras dichas en susurro, el joven hanyou, ahora en su forma humana, rozo suavemente los labios de la joven miko -

Ella aun sin saber que pensar, se dejo llevar por lo que en ese momento su corazón le gritaba y correspondió a la dulce caricia proporcionada por Inuyasha. Cuanto tiempo había soñado ese beso, cuanto tiempo esperando aquel beso, cuantas noches despertando en medio de la oscuridad recordando que solo había sido un sueño. Cuantas lagrimas derramadas al pensar que él jamás llegaría a amarla, cuantos engaños a su pobre alma, diciéndose que todo estaba bien, cuando lo único que deseaba era escapar al saber e ignorar que aquella mujer estaba por los alrededores... cuanto tiempo...

---Fin Flash Back---

- "Si, tal ves fue por la luna nueva, recuerdo que esa noche cuando hubo terminado aquel beso, me miro dulcemente y yo no quise escuchar nada mas. Me acompaño al campamento donde los demás dormían, yo me acomodé en mi saco de dormir y lo último que vi antes de quedarme dormida... fue su rostro... sus ojos ahora negros mirándome con ternura. Esa noche dormí tranquila, pero a la mañana siguiente, recuerdo que preferí no decir nada al respecto, también recuerdo lo herida que me sentí cuando él, ya en su forma de hanyou me miró como si nada, incluso evitando mi mirada y esquivándome disimuladamente. En ese momento de inmediato use mi máscara, no podía mostrarme triste frente a los demás, pues de seguro se hubieran preocupado... eso fue lo que ocurrió ese día... hace ya un mes que guardo en secreto aquel beso que alguna vez fue para mi y nadie mas..."

Kagome no prestaba atención a lo que sucedía a su alrededor. De pronto una presencia extraña llegó hasta su ser. Miró en todas direcciones, buscando al dueño de esa extraña presencia, de seguro era un youkai. En cosa de segundos hizo aparición un gigantesco youkai que se acercaba a ella, con claras intenciones de atacarla. Rápidamente preparó una de sus flechas… y disparó. Se maldijo por no tener una muy buena puntería. Disparó nuevamente, dando a su objetivo, pero algo tenia este youkai... pues sus flechas de miko no cumplieron su objetivo, el youkai seguía con vida y al parecer sin daño alguno. Escapar era lo único que ahora podía hacer. Si no quería morir en ese instante, debía huir. En su intento por salvar su vida, Kagome tropezó con una raíz sobresaliente, se giró para ver como uno de los tentáculos del youkai la agarraba por la pierna, al parecer los tentáculos desprendían veneno, pues estos rápidamente hirieron a la joven miko, mientras ella dejaba escapar un grito de dolor. Desde las sombras una figuro hizo su aparición, con un rápido y certero movimiento destruyo en cosa de segundos al youkai que atacaba a Kagome.

- "¡¿Inuyasha...?!..." – pensó la joven miko con una dulce sonrisa en sus labios, la cual cambio drásticamente al ver de quien se trataba realmente - ... Naraku ... – susurró invadida por el miedo, ¡maldita la hora en que había gastado sus ultimas flechas!

- ... – Naraku no decía nada, solo se acercaba a Kagome en silencio, mientras este veía como Kagome intentaba escapar, en vano pues ni siquiera podía ponerse en pie, la herida en su pierna se lo impedía y cada ves que intentaba pararse un agudo dolor la invadía.

- ¡¡Aléjate!! - Kagome cerró sus ojos al ver a Naraku cerca de su pierna, pero los abrió enormemente al ver y sentir una cálida brisa sobre su pierna, ahora totalmente curada. Entonces levantó su mirada, para encontrarse con Naraku mirándola.

- No quiero hacerte daño... – dijo calmadamente Naraku, observando de manera diferente a la joven.

- ... Y yo quiero que sepas que no soy Kikyou... - respondió ella, siempre desconfiando de él.

- ... ¿Por qué me dices eso?

- ... Si Onigumo aun está dentro de ti, solo me estarías ayudando por mi parecido con Kikyou.

- ... – Naraku pareció sonreír luego de las palabras de la joven miko – Si lo hiciera por eso, ya estarías muerta... y yo que quería platicar de algo contigo...

- ¿Conmigo? ¡¿Para que?! – La joven se colocó a la defensiva.

- Quería proponerte algo...

- ¡¿Qué cosa?! – demandó.

- ... Que dejes a Inuyasha y te unas a mi... ven conmigo... – susurró.

- ¡¡¡¿Y por que piensas que aceptare una proposición como esa?!!!

- Pues por esto… - sonrío arrogante.

Sin darle tiempo siquiera de reaccionar, Naraku se acercó rápidamente a Kagome. La asió por la cintura y la besó bruscamente. Aquel beso, era en realidad un hechizo, el cual cambiaba a la persona que lo recibía. Kagome hasta llegaría a amar a Naraku. Naraku se separó lentamente de ella y la miro a los ojos. Estos ahora eran diferentes. Tenían un brillo un tanto maligno, casi asesino.

- Creo que eso hace más fácil mi decisión, ¿no? – Kagome sonrió.

- Supongo... – Naraku deslizó unos mechones de cabello, del rostro de Kagome – Aun no puedes venir conmigo... no ahora...

- ¿Por qué? - Preguntó suplicante Kagome, abrazando a Naraku por los hombros.

- Aun tienes que engañar a ese idiota de Inuyasha... necesito que vuelvas con el, para así llevar a cabo nuestro plan.

- No te preocupes por eso, yo lo haré parecer muy real... pero debes prometerme que volverás por mí.

- Te lo prometo...

Así, Naraku desapareció, desvaneciéndose en la oscuridad del bosque. Mientras Kagome, regresaba al campamento preparando su actuación, para así lograr engañar al Inuyasha-gumi.

-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-

Fin Capitulo 1

"El Susurro Del Veneno"
DarkCam

Notas:

Bueno, luego de bastante tiempo, decidí reescribir esta fanfic, no me gustaba como había quedado, por lo que este y los capítulos anteriormente publicados fue borrado y reeditado, hay algunos pequeños cambios en este capitulo, realmente no se notaran mucho, pero si la historia cambiara un poco al final original que tenia pensado.
Espero que este capitulo les guste y siempre recordarles que me gustaría mucho leer sus opiniones en un review, un review es siempre bienvenido.

Noviembre 15, 2009