Hola, pues antes que nada, quiero comentar acerca de lo que estas a punto de leer, primero que nada, todo esto inició como un trabajo de literatura (español) acerca de lo que habíamos hecho en un verano; los primeros capítulos están inspirados en mí, menos en la historia de la protagonista, más bien en lo que hace y como conoce al chico, obviamente no me enamoré, pero si conseguí muchos amigos, esto se inició el 27 de octubre del 2010, el trabajo obviamente fue antes, pero llevo escribiendo y planeando desde hace mucho tiempo, corrigiendo, editando, bla bla bla, y pues claro que llevo más capítulos escritos, para llevar una ventaja, pues, sin más, creo que mi escritura ha madurado comparando con el capítulo piloto (el primero que hice) xD no lo colgare xD o no lo sé… y pues ya sin más preámbulos, o rodeos, voy a iniciar a narrar la historia de esta chica. Te agradezco desde ahora, porque estás leyendo esto, como digo antes, donde se desarrolla la historia, está inspirado en lo que me pasó a mí, o algo así…
Cuidadito, si no te gusta el AU, UA o mundo alterno xD, lo siento, este lo es, pero creo que lo llevo bien planteado, a algunas personas les puede parecer que habrá OOC, pero no se preocupen, que el comportamiento de los personajes es el mismo, simplemente que hay veces en las que necesitamos cambiarles de humor, o así lo veo yo.
No me maten D:
Despertó; había pasado poco tiempo desde que al fin había podido conciliar el sueño, aquella chica, de cabellos rosados había sido molestamente interrumpida gracias a un destello de luz, ¿cómo ese pequeño rayo había podido haberla despertado? Ese día para ella no era agradable, en su expresión se mostraba inconformidad y… sueño a la vez; la chica se levanto de su cama, caminó perezosamente hacia la ventana, y miró su reflejo en un gran pedazo de cristal que daba con el exterior de su recámara.
-Diecisiete…- Contestó para sí misma, para después dirigirse al baño que se encontraba ahí mismo, en la habitación, y remojarse la cara.
El viento sopló; en una de las ventanas de la habitación se encontraba una planta con flores azules, sonrió al mirar aquellos colores solares pegar con esos tonos tan llamativos. El olor entró en ella para dar un tranquilo suspiro y luego reflexionar.
-No quiero crecer… - Suspiró en un hilo de voz, para recordar aquellos momentos de peleas con su hermano, ''Quiero tener diecisiete, tener novios, salir, comprar cosas y ser muy, muy linda'' ¿En qué demonios pensaba al recitar tales cosas? Oh bueno, para ese entonces tenía siete años; carcajeó con el simple hecho de pensar en tal locura y repetirse a ella misma lo tanto que estaba arrepentida por haberse deseado eso.
Pesadamente caminó hacia su cama para sentarse y mirar su peluche, un gigante conejo; su mejor amigo, que la protegía de todo sueño malo desde los cuatro años, un regalo de su padre… su padre, pensaba ella misma si el anterior mencionado se encontraría en algún lugar del cielo, mirándola y sintiéndose orgulloso de su pequeña Sakura, tomó el retrato de su familia y lo besó, para después salir de su recamara e ir por… por algo de comer quizás.
Eran las 9:06 de la mañana, apenas se escuchaban los niños desde afuera jugar con su pelota, y correr sobre el asfalto que, en pleno Marzo, estaba lleno de hojas de árboles cayendo; sujetó el cartón de leche para sorber un poco y después meterse hojuelas de maíz a la boca.
Por un momento creyó que no había ni un alma en casa, pero el hecho de tener un hermano dormilón lo desacreditaba. Corrió escaleras arriba al escuchar un tono peculiar proveniente de su móvil, se le iluminaron los ojos al ver quién era.
-… ¿Preciosa, te desperté? - preguntó aquella voz tan reconocible para ella.
-No, no realmente, hace unos veinte minutos que estoy despierta,… me alegra que llamaras…- una voz algo decepcionada se oía en el otro lado del teléfono.
-Mira, lo siento, sé que últimamente las cosas no han ido bien, pero, quiero que sepas que te deseo lo mejor, y… como mi hija debes de saber y comprender –enfatizó la última palabra – que esto lo hago por tu bien, y tú lo sabes Sak.-
-… Te… te extraño, - se pausó un momento- y… si… lo sé,…-
-Hija, en realidad lo siento, este año no puedo ir para Japón, es difícil con la economía de ahora, - sollozó esta vez, pero la pelirrosada no se dio cuenta.-… encontrar un trabajo al otro lado del mundo y en la mayor potencia no es fácil, mira, prometo que estarás conmigo en Estados Unidos pronto, no te he podido pagar el viaje, pero, te prometo que en tus dieciocho lo será, lo prometo…-
La chica soltó una lágrima para después sonreír inocentemente entendiendo todo lo que pasaba. –Te entiendo mamá… Te quiero…-
-Igual yo Sakura, te amo, y… feliz cumpleaños, perdón por no estar ahí, saludos a tu hermano- Sonó un beso delicado en el teléfono y después… nada; la llamada se había cortado, al igual que su mamá, Sakura se encontraba destrozada, era lo que más odiaba, su madre había dejado Japón desde que ella tenía 13 años, fue un golpe duro para ella, lo peor fue que los había dejado a ella y a su hermano… el día de su cumpleaños.
Apretó el botón rojo del celular, lo dejó en su mueble de madera al lado de la cama y decidió ir a buscar a su hermano para contar lo sucedido; limpió sus lágrimas con la gigantesca playera de rana que usaba para dormir (ya que pertenecía a su padre) y con una sonrisa abrió la puerta de su habitación para…
-Sak! Despertaste!- Un chico del otro lado de la puerta a punto de abrir la manija la esperaba con un ramo de rosas .- Feliz cumpleaños –La abrazó con fuerza para luego separarse y darle el ramo – Hoy, será uno de los mejores días de tu vida… adivina que hizo tu sexy hermano…-
-Sai, ¿no crees que estás diciendo incoherencias?, primero, créeme NO es el mejor día de mi vida ni lo será, segundo, no eres sexi.- Se dibujó una cara de desaprobación en la cara de Sakura mientras su risueño hermano solo reía.
-Vamos, solo te quiero dar, tu… tu regalo de cumpleaños!, sí, eso.-
-Y… y el ramo?- Miró extrañada aquel puñado de flores rojizas.
-Solo es el principio, ya lo verás.- Para terminar guiñándole el ojo a su hermana menor.
-Está bien, pero solo será un momento verdad?, porque sabes que no soy de salir.-
-Ese es tu problema hermana, hay que Salir!, Divertirse!, hacer algo bueno, ¡Vamos!- La jaló de la muñeca indicando que se arreglara.
Se recoge el cabello, y empieza a hacer muecas divertidas frente su espejo, un gran espejo desde el que se podía apreciar toda ella y en el donde había fotografías haciendo el marco perfecto en los bordes de madera.
Simplemente le daba igual al lugar donde fuera, y con la ropa que fuera, de todos modos, iba sola con su hermano, bueno… según ella.
Entonces escogió lo primero que vio, una blusa que tenía un conejo gigante con un corazón y una mezclilla que le llegaba a las rodillas, y además de eso sujeta en ese momento un suéter el más gigante y flojo que pudiera existir en color gris, ah! Y por cierto un sombrero que aunque no hubiera sol eso era lo que remataba para que la gente se diera cuenta de que en realidad le importaba un cacahuate ese día. Sujetó su bolso y partió.
Al salir de su habitación se pudo percatar de que el aroma masculino se había esparcido por toda la casa, y era un perfume exquisito, Sakura suspiró tranquilamente con ojos cerrados, al abrirlos, encontraría a una persona carcajeándose de su … apariencia.
-Oye Oye, que demonios estas usando?, crees que vas a una comida, en el … campo?- Al terminar de hablar, Sai carcajeó lo más que pudo para terminar respirando profundo y seguirle criticando como tanto le gustaba. – Oye … oye… hmp, enserio, -cambia su tono de voz serio- es … es enserio Sak?, mira… sé que esto no te interesa en nada, pero, creo que con diecisiete años a cualquier chica le importa su apariencia, vamos, es tu cumpleaños, la que quedas mal eres tu…- Se acerco a ella y le colocó un broche con una flor rosa.
-Sai, a veces, es tan difícil tratar de comprenderme, pero… - se apunta a sí misma- esta soy yo… -
-… De acuerdo… te espero abajo en el carro.- Mientras bajaba las escaleras acomodándose su playera morada entreabierta y unos pantalones ajustados color blanco, para después colocarse una medalla con el símbolo de su familia.- Oye Haru!, trae las llaves! Yo, no llevo.- La llamaba Haru meses después de que su mamá se había ausentado, ya que con el parecido extremado a la anterior mencionada no le gustaba que la llamara Miki, desde ese entonces la llama por su abreviado apellido.
-Claro que si.-Decía resignada bajando escaleras y haciendo bailar a aquellas llaves con unos dijes de cerezas.
-Bien, pues todo listo!, sube al carro, vámonos ya.- Sai hacia un ademán para que ella subiera al carro. ¿Pero qué podría ser tan importante para que la sacara a la calle? Un carro? No, no podría ser, eso estaba muy lejos y en su imaginación. … Una, remodelación de recámara, no tampoco… ¿Qué podría ser?... La mente de Sakura viajaba a una imaginación impresionante, nada le pasaba por la mente en ese momento, tantas cosas que ella deseaba pero…
-Llegamos.- Sakura lo miró con dudas en su rostro, realmente no entendía perfectamente que sucedía y que tan rápido habían arribado al lugar. Ella en realidad se había hundido en pensamientos que se había olvidado de todo en ese momento.
-E… esto es un centro comercial Sai, y… y no solo es un centro comercial – Sakura se quedó perpleja al mirar con tanta atención aquel lugar – ¡Es Komakurene! ¡Es el Centro comercial más famoso en Konoha!, no, no lo puedo creer! ¿Me llevarás de compras? – Hablaba demasiado rápido, Sai solo la miraba con extrañeza y cariño a la vez, quizás Sakura había cumplido sus diecisiete años, pero seguía siendo la niña ingenua de hace diez.
-Ahm, no exactamente.-
-¿No exactamente? A que te refieres…-
-Solo sígueme- Salió de su auto apenas lo estacionó; apretó la alarma y caminó solo, eso indicaría que Sakura lo siguiera.
Ella estaba nerviosa, ¿Por qué demonios no le había hecho caso a su hermano? ¿Por qué ese día tenía que estar ahí y vestida así? Ahora todo el mundo la veía como una completa rara, era uno de los centros comerciales más famosos y conocidos donde solo gente de mucho dinero asistía y ella… ella estaba hecha un desastre.
Después de mucho caminar y de ocultar su rostro en caso de Sakura llegaron al área principal, el punto de encuentro, donde se encontraban las tiendas más solicitadas y con gente glamorosa trabajando ahí, hasta Sakura juró a ver visto una que otra celebridad.
Sai se detuvo y poniéndose enfrente de Sakura logra interrumpirla de sus pensamientos…
-Bien, es hora de que te diga…- Sakura no podía tener los ojos más abiertos que dos platos, se moría por saber qué era lo que le esperaba.- ¿Recuerdas cuando me decías que querías ser un poco más independiente?, pues… te he conseguido un trabajo –Le había costado decir aquello, no sabía como Sakura respondería a aquello, realmente era lo que había escuchado? Un trabajo en Komakurene! Estaba en Shock total!, no sabía si brincar o patalear de emoción, en realidad quería un lugar ahí, y la idea no era tan mala.- Bien, y … que dices?...-
Sakura lo abrazó y le contestó.- Sai, muchísimas gracias, ah… realmente me va costar trabajo pensar en… trabajo, pero… esto es ¡muy bueno! ¡Gracias!- Gritó llamando la atención de un buen número de gente que rondaba por ahí, ahora el dilema era, ¿Qué tipo de trabajo?, Sai inició hablando sobre como lo consiguió, pero Sakura no le hacía caso, no, ella y su imaginación tenían una cita en ese momento, ¿quién lo diría… la pequeña Sakura, trabajando…? Mientras Sai la guiaba por la muñeca ella solo miraba todos los puestos, acaso ella trabajaría en la ¿perfumería?, oh, en la ¿Tienda de ropa de sus sueños?, o en la ¡tienda de armas!, le emocionaba pensar en trabajar en la ¡tienda de deportes!, ¿la agencia de viajes?, ¡la Librería!, la tienda de óptic…
-¡Aquí es! – Sai la miró con un rostro algo triunfante, pero sabía que algo andaría mal…
-Es… ¿es enserio?, no no, esto, ¡esto!... ¡Es una broma!...- Miró perpleja el lugar donde pasaría un buen periodo de tiempo y como dicen, es bueno trabajar hasta cansarse, pero claro, siempre y cuando lo ames.
-Pues, ¡¿Qué esperabas BURBERRY o algo así? … Fue lo mejor que te pude conseguir…-
-Pero, Sai!, lo mío, ¡Lo mío es la moda!- Resignada, miró a todas partes comparando el lugar en donde trabajaría con los demás, vaya que era un desperdicio trabajar ahí, ¿Cómo sobreviviría a esto? Ella no era digna de trabajar ahí y lo sabía. En eso vio acercarse a un hombre alto, y un poco… cejudo.
En eso Sakura sentía que todo el mundo la observaba y se reía de ella , cosa que no sucedía, pero bueno, no podía ''echarse para atrás'', ver como chicos de las distintas tiendas salían para cambiar dinero, o simplemente charlar, y , la mayoría de su edad; además ver como se llevaban una gran amistad y ser conocidos por todo el centro comercial, era fantástico; en eso su mirada se centra en una chica de cabello azul y largo, la miraba saboreando un helado y portando el uniforme de la tienda de ropa en la que cualquier persona hubiera deseado estar, ella era muy linda, en otras palabras , una chica atractiva , que charlaba con un chico y otra chica; el chico tenía el cabello largo y sujetado, el se encargaba de la óptica, era claro por el uniforme, y la otra chica, no tan atractiva, pero era muy linda, y tenia buen cuerpo, según su uniforme pertenecía a la tienda de armas, tenía el cabello suelto y una listón amarrado de la frente hasta la nuca que le despejaba el cabello de la cara; parecía que era pareja del chico de la óptica, ya que los dos tomaban de sus manos; y otro chico apareció, con 2 helados; Sakura no se que había dado cuenta de la existencia de la tienda de mascotas, vaya… quedaba arriba de la tienda de ropa … ellos veían a Sakura como si no supieran lo que estaba pasando. Como si todos ellos tuvieran la mirada fija en ella, Sakura, incomodada por la escena esquivó las miradas con señal de que lo le interesara quienes fueran esas gentes; mientras Sai, no sabía de qué demonios hablaba, a ella no le interesaba, solo se apreciaba que de un chico a otro, se corrían la voz y en ese momento todos los chicos salían a ver tal escena y de que se trataba…
-… Y así es esto Sak… ¿Sakura, me escuchaste? – Preocupado por la mueca distractora que la cara de Sakura reflejaba - ¡Sakura!- Gritó.
-Ah, sí claro. – Aún distraída, no se percató que una persona se les había unido.
-Oye chiquilla si en realidad quieres este trabajo tendrás que cumplir todo eso…- Sakura había regresado a Tierra, y esta vez extrañada pensando de donde había salido el tipo ese.
-Eh…? Este, sí, ¡sí! Lo siento, pero…- Y antes de que terminara de hablar ya la otra persona había hablado.
-¡Listo!, mi nombre Guy Kotehu, un gusto, -La saludó y al momento la soltó, parecía que el hombre llevaba prisa- Mira niña, aquí yo soy el gerente del lugar, pero para mí es un honor entregar llaves al nuevo encargado, en nuestro caso encargada – le guiña el ojo a Sakura- pues bien... Sin más que nada… ¡Bienvenidos a Helados Yumiko!-
-¿¡Helados Qué…?- Sakura, estaba completamente paralizada.
N.A : Les dejaré un sumario xD, o glosario, como lo vean, puesto que las variantes léxicas, son distintas, pues, soy mexicana, entonces… si no entendiste una de estas palabras que se verán casi por todo el fic:
Burberry: Tienda de ropa de marca muy prestigiada y cara. Muy famosa en Europa y el extranjero.
Uniforme: Más bien, adelante lo voy a utilizar la palabra como ''Chaleco'', debería haberlo llamado delantal pero muchos no le hubieran entendido… más bien es como lo que distingue de un local a otro.
Local: Es un puesto de cada centro comercial, por ejemplo, el local de los helados, el local de los peluches, o cosas donde cada cosa se vende en los centros comerciales.
Muy comunes…
Nunca en mi vida había trabajado, pero… esto fue momentáneo, puesto que mi tía tiene un local de helados en un centro comercial muy conocido en mi estado y ciudad, entonces, fue difícil el haber llegado como chica nueva y todos se te quedaban viendo raro xD, al fin … de todos modos hice demasiados amigos.
Espero y les haya gustado… y ¿qué falta? Oh si… Continuará (:
