Prólogo: "Amôris et sanguis"

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Pratdip, Tarragona, Cataluña…31 de Agosto de 1997….

Eran cerca de las 10:24 de la noche; a través de la ventana de una mansión del siglo XIX, se podía observar a un joven charlar con un hombre, parecía que este era su padre pues el más joven le hablaba con mucho respeto tal era cual que fácilmente podría confundirse con miedo.

-¡Padre!, ¡yo la amo!, mi corazón no pertenece a nadie más que ella, ni siquiera a mi mismo-- exclamo con euforia el menor, mas aun así nunca falto al respeto.

-¡Nelapsi! – Reclamo el mayor para callar a su hijo – ¿cómo puedes estar seguro de tus palabras?, ¿Acaso crees que "ella" sería digna de ti, hijo mío?

-¡Deberías más bien preguntar si tu hijo es digno de ella padre! –respondió Nelapsi.

-Como te atreves a compararte, a comparar mi sangre con la de una… --el viejo hizo un corto silencio-

-… ¡¿con la de una qué?! – una impura, ¿acaso te refieres a eso?

-¡No!, sabes que ese no es el problema, pero ya muchas se han acercado a ti con el único fin de entrar a la cabeza del clan.

-Lo sé padre – dijo Nelapsi con tristeza. –Pero ella no es así, ¡ella me ama por lo que soy no por quien soy! – dijo ahora el joven con determinación en su voz.

-¿De verdad crees que eso es posible? –refuto el mayor. – ¡No hay ser alguno en todo Pratdip que no sepa quién eres!, por lo menos que no sea… muggle.

-¡Pero padre… - ahora hablo Nelapsi pero fue cortado por su padre.

-¡Pero nada Nelapsi!, soy tu padre y sé lo que es mejor para ti.

-No lo sabes – susurro el menor, pero no tan bajo para no ser escuchado por su padre – ¡Y nunca lo has sabido! – esta vez grito el joven.

-¡¿ Te atreves a desafiar a tu padre por ella?! , ¡¿Te atreves a desafiar a tu amo por ella?!

-¡A ti y a cualquiera, que quiera separarme de Aswang!, dijo Nelapsi con cierto tono de temor en su voz.

-¿Entonces me desafiarías, te enfrentarías a tu segura muerte por ella?

-Si debo hacerlo… - exclamo el joven

El mayor escucho a su hijo, permaneció unos cuantos segundos en silencio, observando a su hijo, el tiempo parecía eterno para Nelapsi, cuando después su padre le dijo.

-Esa determinación me recuerda a tu madre – exclamo el mayor con aire de nostalgia. – Esta bien hijo, en realidad si eres como ella no tendría caso discutir contigo, además parece que ya no soy tu amo, tu ama parece que es aun más joven que tú, pero confió en que sea más prudente ya que entonces ella sería la cabeza familiar, y es necesario que alguno de los dos tenga un buen uso de la razón. – esto último lo dijo más como broma que como consejo, cosa que no le hizo gracia a Nelapsi, aun así no reclamo, estaba feliz de lograr algún progreso con su padre cosa que desde un principio dudó.

-¡Pero recuerda Nelapsi, si después de un tiempo esa mujer parece cambiar de opinión, o demostrar que solo te ama por quien eres (cosa que aun creó), tú mismo la matarás, le darás la "Nelapsi cônspectus".

- Pero padre yo no podr… -reclamo Nelapsi.

-Si no lo hicieras tú lo haría yo, y te aseguro que sería mucho peor. – Explico el padre. – Seguiremos hablando de esto en otra oportunidad, y planearemos todo lo concerniente a esto, posiblemente en dos años, mas primeramente debemos hacerle un favor a un viejo amigo al cual le debo uno desde hace ya mucho tiempo, y que parece que ahora he de poder pagar.

-¡¿En serio padre?!

-¿Cuando te he mentido? – se defendió el padre.

-¡Gracias! – fue todo lo que dijo Nelapsi, después le beso la mano a su padre y se despidió muy emocionado, debía darle la buena noticia a Aswang.

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Eran cerca de las 10:40 de la noche, corría Nelapsi por una larga calle, nunca se le había hecho tan largo el camino, y ciertamente nunca lo había surcado tan rápido, aun así para él ese largo camino era lo único que lo separaba de su amor; rápidamente llego a la casa de Aswang, estaba emocionado, toco la puerta, volvió a llamar y llamo otra vez, esto en un lapso de diez segundos ciertamente no podía esperar.

La puerta se abrió lentamente con un pequeño chirrido.

-Hola, bienvenido Nelapsi –exclamo un joven alto, era más alto que Nelapsi, como de 1.90cm de altura, tenía la piel blanca y ojos pálidos, de pigmentación blanca, el centro del iris y su bordado eran azul pálido, bastante claro, sin embargo bastante llamativos, sus labios, eran pequeños y estaban partidos, vestía una camisa de seda negra y portaba un elegante pantalón negro.

-¡¿Ahh?! Zmeu, pero, pero… ¿cuándo has vuelto?

-Hoy, hace unas horas para ser exacto, ¿no te lo dijo el señor Nosferatu?, ciertamente él ya debía haber sido informado de mi llegada, parece que aún no soy de su agrado, jajaja – reía Zmeu con algo de vergüenza.

- Aún así es bueno que estés de vuelta – dijo Nelapsi mientras abrasaba a su futuro cuñado y gran amigo desde niño.

- ¡Gracias, hermano! – respondió Zmeu mientras devolvía el abraso. –Pero pasa Nelapsi, a mamá le encantara verte y cuando vuelva Aswang….- fue interrumpido Zmeu mientras hablaba.

-¿No se encuentra en casa? – decía esto Nelapsi mientras se detenía debajo del marco de la puerta.

- No, está en el claro junto al lago, mamá le dijo que fuera a pasear con los Dips.

-Entiendo, gracias Zmeu. – Decía esto mientras salía corriendo hacia al claro. – ¡Vendré pronto tengo una gran noticia que darte, pero Aswang debe saberlo primero! – decía esto mientras se alejaba, decidió que sería más rápido llegar si volaba, el claro estaba lejos y aunque su padre había pedido que evitaran cualquier actitud extraña, está era una ocasión especial, además nadie lo vería hoy, así que decidió que esa era la mejor opción, musito mas como para sí mismo que para alguien más una palabras, al instante dos aglomeraciones de lo que parecía ser un gas negro se acumularon en su espalda, rápidamente habían roto su chaqueta, atravesado su camisa y fusionado con su espalda, y habían tomado la forma de dos grandes alas de murciélago, cortamente eran corpulentas y no esquelética como la de los mamíferos de poca vista, pero aun así arruinaba lo "normal" que podría decirse que era su aspecto hasta el momento, por eso era que su padre le pedía al resto de los vampiros que permanecieran como gente normal, su aspecto era muy llamativo por así decirlo.

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Eran poco más de las 11:10 de la noche cuando logro divisar el claro, aún no podía ver si había alguien ahí, sin embargo podía sentirlo, Aswang estaba ahí.

Una vez que llego se dedico a buscar a Aswang, la encontró jugando son los Dips de su madre, los Dips eran criaturas sinceramente feas, de aspecto como de un perro peludo, aun así eran demonios fieles a sus amos y se alimentaban de sangre, la mascota perfecta para una vampiro, aunque por si no fuera poco agradable la apariencia de estos a uno le faltaba el ojo izquierdo, sin embargo para Nelapsi, no significaba nada el aspecto de estos, ellos eran los guardianes de su Aswang y por eso les estaba enormemente agradecido, sin embargo aún recordaba cuando ni aun a él le dejaban acercarse a ella, mientras pensaba esto su miraba viajaba por el cuerpo de Aswang, era delgada, su cabello era negro, lacio, y llegaba hasta la mitad de la espalda, sus piernas eran largas, tenía caderas pronunciadas que no hacían más que resaltar su perfecta figura, sus ojos, azules como el cielo aunque él prefería la tonalidad carmesí de estos en su forma vampírica, sin duda Nelapsi nunca había visto criatura más hermosa.

Lentamente se acerco a ella que se había sentado en una piedra para descansar, llego por su espalda y la abraso, ella simplemente acaricio su rostro contra el pecho de él, sabía que era él, nadie más se podía acercar sin ser atacado por los Dips.

-Nos dará su consentimiento --le susurro él a ella en el oído, al instante ella se paro como si hubiera sido golpeada por un rayo, haciéndolo caer a él y ella a su lado.

-¡Sabía que lo lograrías mi amor!, dijo ella con una leve tono de mentira en su voz, lo que ocasiono que los dos rieran mientras a ella se le escapaba una lagrima de alegría de sus ojos.

-dijo que podremos casarnos en dos años, que antes debía devolver un favor a un viejo amigo y que cuando eso este solucionado podremos planear la boda, cuando salía oí que conversaba a cerca de que partiremos mañana en la mañana, viajar a la luz del sol no despertara sospechas por eso quieren que descansemos hoy, aunque padre dijo que él podría viajar en la noche, dice que debo de estar cansado por mi reciente viaje y que seguramente tu también vas a querer ir y necesitaras tiempo para prepararte, ¿vendrás cierto?.

-Por supuesto, ahora con más razón, le podríamos decir a mi hermano cuando vuelva que nos fuera a visitar.

- ¡¿Ah?! No lo sabías, Zmeu volvió hace una hora y espera verte, será mejor que vayamos a verle, antes de partir,.. Solo para conversar un poco, ya sabes.

-Sí, y para decirle que pronto serán familia – dijo Aswang, con una pequeña risilla.

Así partieron abrasado, caminaron lentamente, ahora no había prisa.

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Eran cerca de las 8:30 de la mañana del 01 de Setiembre, Nosferatu se encontraba junto a un grupo de vampiros a las afueras de Pratdip, se preparaban para partir, Zmeu se encontraba en el grupo, le habían dicho que mejor se quedara y descansara, que viajara con Nelapsi y Aswang después, apenas si acaso había vuelto de un viaje y ya partiría en otro, sin embargo el orgullo de Zmeu es muy grande, no se quedaría, además había escuchado que los futuros grandes magos de Europa se encontraban estudiando en esa escuela, eso no significaba que en Instituto de Magia Durmstrang o la Academia Beauxbatons no hubieran grandes magos, pero en Hogwarts se encontraba Albus Dumbledore, el único mago que Zmeu ha admirado, el único que consideraba superior a él, escucho que Dumbledore había venido a Pratdip, pero él no pudo verlo, aparte de eso, en Hogwarts se encontraba Harry Potter, un chico que aunque el siempre ha sido sobrevalorado, despertaba curiosidad en conocerlo.

-¡Zmeu, anda ya camina, el tren no esperara solo por ti! – grito Nosferatu, que ya se encontraba caminando; Zmeu se había perdido en sus pensamientos, aunque eso no le extrañaba a Nosferatu, ciertamente Zmeu no era una genio, eso lo sabía, era suspicaz como la mayoría de los vampiros, pero aún así a veces era un poco… tonto.

*** *** ***

3:39 de la tarde, era la hora en la que Nelapsi y Aswang abordaban el tren que los llevaría a 15 kilómetros de Hogwarts (lo más cercano que llegaba un tren mágico desde allí hasta Hogwarts.), de ahí tendrían que buscar un transporte que los llevara hasta la dicha escuela, después de eso se encontrarían con su padre y serían presentados con el resto de vampiros. Alrededor de la 6:00p.m. Estaban en la estación final, bajaron en una extraña villa y buscaron algún transporte, era raro que no encontraban ninguno, tampoco le extraño, con los avisos de Mortífagos rondando Hogwarts, no había digamos mucha gente en los alrededores, sin embargo, no había prisa, aun tenían tiempo y la compañía era amena, solo tendría que caminar. Llevaban cerca de 10 kilómetros recorridos, cuando fueron llamados por una voz, algo ronca y tosca, a sus espaldas.

-¿Qué hacen una parejita de "ustedes" caminando tan felizmente por aquí? – pregunto un extraño hombre de cerca de 40 años.

-¡¿Qué te importa, quien crees que eres para reclamarnos que pasemos por aquí?! – dijo ofuscada Aswang, de verdad ya se había cansado de caminar.

-Ohh, ¡cuidado pequeña no sabes con quien hablas! – Dijo el hombre – mi nombre es Abrecht y soy un…

-¡Un dhampiro, un cazador! – dijo Nelapsi mientras se interponía entre esté y Aswang.

-Así es pequeño "puro", tú y tu noviecita no saldrán de aquí – dijo muy seguro Abrecht. – Los he seguido desde hace algún tiempo, pretendía que me llevaran a su madriguera, pero parece que no tenéis pensado ir… ¿Hogwarts?, no se para que iría un vampiro allí, pero aún así… - en ese momento el "cazador" se llevo su mano a su boca de la cual salía sangre, su mirada se inundaba, se volvía borrosa y rojiza, estaba llorando; de sus ojos salía sangre; Abrecht volvía a ver a Nelapsi y le pregunto - ¡¿Qué me haces?! – Nelapsi no respondía, Abrecht solo logro escuchar: - "...cônspectus". El dhampiro, sentía como su vida lo abandonaba; justo antes de morir Abrecht logro activar una runa en su mano, golpeo el piso y al instante se dibujo en el suelo un gran círculo de alrededor de 70 metros de diámetro, luego de esto Abrecht murió.

Nelapsi se acerco a Aswang, la abraso y pretendía continuar su camino y olvidar ese "pequeño" incidente, de un pronto a otro una flecha perforo su hombro; en un principio no sabía qué hacer, sentía dolor, veía su sangre fluir de la herida, era su sangre, su preciosa sangre se derramaba en el suelo, no sabía qué hacer hasta que observo el rostro de Aswang, este reflejaba dolor, se le escapaban pequeñas lagrimas, lo que le dijo que la habían herido, al instante más por instinto que por otra cosa hizo a envolverla, un aura negra los rodeo, dijo unas extrañas palabra y se formo una esfera negra que los envolvió a él y a su amor, después de eso la esfera se hizo humo y ellos desaparecieron con ella. En el extremo más próximo a Hogwarts del círculo se observaba a Nelapsi y Aswang impactando de lleno contra la barrera antepuesta; Nelapsi se puso en pie y le pregunto a Aswang - ¿Estás bien?

-¡Sí!, pero ¿Qué pasa Nelapsi? – dijo ella con tono lloroso. -¡No temas!, nada te va a pasar, yo te protegeré, ya veras, nada te pas… -No pudo terminar de decir esto cuando un disparo perforo su pierna izquierda, de ella (la pierna) salía una pequeña luz que parecía quemarlo de adentro hacia afuera.

-Muere, maldito. – se escucho como gritaba una fina voz detrás de unos arbustos, de los mismos de los que ahora salían tres nuevos disparos en dirección a Nelapsi, estos no impactaron a Nelapsi de lleno, Aswang había interpuesto una de sus alas entre los disparos y él, aun así uno de los disparos atravesó su membrana e impacto en el estomago de Nelapsi. En la confusión, Nelapsi solo tomo un poco de su sangre y la arrojo hacia los arbustos, hacer un sello ígneo y decir -"Sagitta sanguis" -- la sangre se transformaron en esquirlas carmesí en su vuelo y perforaron ferozmente los arbustos. -¡Haa!, mascullo la voz tras los arbustos, de los que salía una niña no mayor a 10 años, había sido alcanzaba por el ataque y ahora solo escupía sangre mientras su cuerpo sudaba excesivamente; la pequeña solo hizo ademán de querer llorar y cayó muerta. Aswang puso cara de horror, ella era afín a los niños, no le gustaba verlos sufrir, le gustaba beber su sangre, sin embargo siempre se aseguraba de no dañarlos en el proceso.

-Allá están – grito un hombre que venía acompañado de una joven que les arrojo un pequeño objeto que exploto frente a ellos, formo una luz enceguecedora y un ruido ensordecedor en la pareja, cuando logro volver a ver, Nelapsi vislumbro en su piel quemaduras en ciertos puntos, era doloroso, pero era aún más doloroso ver el brazo con el que Aswang cubrió su rostro, estaba destrozado y se observaba el hueso.

El sabía que no podría ganar, lo superaba en número, lo habían herido por sorpresa. --Malditos dhampiros – dijo el joven vampiro, si bien era cierto que los vampiros eran de las criaturas más poderosas que existían, los dhampiros eran especialistas en cazarlos, hijos de vampiros y mujeres humanas, los dhampiros no poseían las debilidades de los vampiros, aunque tampoco gozaban de su eterna existencia, ni poseían sus habilidades tan desarrolladas, pero poseían un odio interior por la especie de la que eran los jóvenes, eran cazadores, Nelapsi sabía que no podría ganar, Aswang no era una guerrera, no ayudaría en una confrontación, desesperado golpeo la barrera hasta romperlas y alzo a Aswang e intento volar para alejarse de sus perseguidores, en un principio cayó estrepitosamente, pero en un segundo intento logro crear una brecha entre ellos y los cazadores, así bajo una pendiente, donde sabía que ya no los perseguirían, no estando tan cerca de Hogwarts, si lograba llegar a Nosferatu estarían salvados.

Llevaban cerca de 45 minutos caminado, en su estado no podían volar, cayeron varias veces y sus pasos eran torpes, sus heridas no sanaban, las armas de esos bastardos tenían que estar hechizadas, o algo dentro de ellas evitaba que sus cuerpos se recuperaran, pero ¿Qué era?, por lo que observo la punta de las flechas era de plata, tenían grabada una pequeña cruz, en el centro de un circulo, aún así el efecto de "algo" como eso no debería durar tanto, en esas flechas y en las balas que perforaron a Aswang, debían tener algo que él aún no conocía, era peligroso, sería mejor investigarlos después, pensó Nelapsi; se iban debilitando rápidamente; estaban cerca del castillo, se observaba un camino por el cual parecía haber subido anteriormente unos carros, o carretas, pero en tal caso deberían ser grandes, estaban heridos, no reflejaban la dignidad de un vampiro, demacrados y cansados, Aswang lloraba y él sabía que no llegarían; al caminar Nelapsi vio una par de figuras frente a él, no eran dhampiros, él lo sabía, eran… magos, un mago y una hechicera, los observo cuando ellos se acercaban. Cuando los sintió cerca llego a su mente una idea, de las más descabelladas que existen, era un sacrilegio, no habían posibilidades de que funcionara, seguramente sería su muerte y marcaría a los jóvenes frente a ellos, pero estando a minutos de la muerte, para un ser que nunca ha considerado a la muerte como algo propio de su ser, en ese momento nada era inimaginable, observo a Aswang, ella lamio un poco de sangre que él le ofrecía, y entendió al instante, era impensable, pero ella no quería morir, quería vivir su amor, por un momento se sintió terrible por los jóvenes que se acercaban a ellos, pero, se juro a sí misma que intentaría no interferir con la vida de ella en lo más mínimo, bueno eso intentaría.

El conjuro, o mejor dicho la maldición "Hospes", prohibida por la mayoría, utilizada correctamente por muy pocos, ciertamente era impensable para cualquier mortal, pero en tu muerte no piensas en nada, lo correcto y lo incorrecto son lo mismo. Cuando los jóvenes estuvieron lo suficientemente cerca Nelapsi y Aswang tomaron su sangre dibujaron una runa en el suelo –"habitâtum in amicus, deridere ea fatum" – recitaron al unisonó, saltaron hacia los jóvenes, entre llanto y un sentimiento de pena y vergüenza que los embargaba, les susurraron a sus "victimas" un bajo – Lo siento... – después de esto los mordieron. No es un trato tan malo, pensó Nelapsi, para intentar apaciguar a su recién descubierta conciencia, ellos ganarán la existencia eterna, serán dignos vampiros, tendrán mi fuerza, a cambio simplemente acogerán nuestra alma, viviremos sus alegrías, sus tristezas, sus dolores, experimentaremos sus amores, sus fracasos, lo viviremos todo, pero sobre todo viviremos; esta razón egoísta fue suficiente para que Aswang y Nelapsi decidieran continuar sin importar las consecuencias, sellando así un nuevo destino para los jóvenes y burlando el propio. Al finalizar el rito sus cuerpos se volvieron polvo en el suelo, criaturas como ellos no debían dejar rastro de que alguna vez existieron, dos monstros desaparecían, dando origen a dos jóvenes con un futuro incierto.

La noche dejo a un Harry Potter y una Hermione Granger inconscientes en el camino a Hogwarts, mientras las heridas de sus cuellos desaparecían, como la ultima evidencia de lo ahí ocurrido, ahora la sangre de los dos comenzaba a mezclarse con la de los vampiros, y sus almas se volvían una sola. En un árbol cercano observaba con mucha atención la escena un joven, era delgado, cabello café aunque al reflejo de las luz de la luna se observaba rojizo, observo cómo alguien se acercaba apresuradamente a los chicos que reposaban en el piso, así que no hizo nada más y tomo rumbo al castillo, Nosferatu no estaría contento de recibir estas noticias, pero era necesario decirle, su hijo junto con la novia del mismo muertos, y que pronto entrarían al clan dos nuevos miembros.

-Curioso – dijo uno de los señores de la noche antes de desaparecer en las sombras.