Capítulo 1. Estoy sola y harta

Era un día normal en Capsule Corp, Vegeta ya llevaba una semana entrenando con Whiss, Goku también se había unido a ellos, sin embargo, le prometió a Bulma ir dos veces a la semana a casa para estar con ellos, a ella no le gustaba que su marido entrenara fuera, pero no tenía más remedio que aceptarlo ya que Vegeta era así, le gustaba entrenar, superarse a sí mismo, aunque sabía que él amaba a su familia por encima de todo, eso más el deseo de convertirse en el guerrero número uno, lo hacía a veces tener que alejarse de su familia.

Bulma estaba pensando en todo eso, mientras trabajaba en su laboratorio, extrañaba muchísimo a Vegeta, no podía estar separada de él mucho tiempo, se necesitaban mutuamente, parecía que se había olvidado de su promesa porque aún no había ido por su casa y eso la ponía frenética, no sabía qué hacer, sus pensamientos fueron interrumpidos por Trunks.

- Hola mamá

- Hola hijo, ¿pasó algo?

- No, nada, ¿sabes si papá vendrá pronto?

- Parece que se le ha olvidado su promesa porque lleva una semana allí y no vino todavía, ya verás cuando lo coja

- Ya sabes cómo es, se habrá entretenido entrenando y se le pasaría

- Seguro… - refunfuñó Bulma con tono de cabreo y fastidio por esa dejadez de su esposo

- Verás quería pedirte una cosa

- Dime

- Como estamos de vacaciones de verano pues, Goten y yo queremos ir de acampada toda esta semana, ¿me dejas ir?

- Desde luego, ya te pareces a tu padre: siempre fuera de casa, haz lo que quieras

- No te pongas así mamá…

- He dicho que puedes irte con Goten, así que prepara todo antes de que cambie de opinión

- Vale, vale, pero no te enfades por favor – Bulma se estaba dando cuenta de que estaba pagando su cabreo con su hijo y no era justo, había aprobado todo el curso y quería tomar un poco el aire

- Perdóname hijo, no quería hablarte en ese tono, lo siento, ¿me perdonas?

- Sí, mami, te perdono y te entiendo – corrió hacia su madre y le dio un fuerte abrazo para recomponerla un poco – Gracias mami, te prometo que te traeré un regalo

- Muy bien, pero no quiero ni insectos ni ningún bicho, ¿entendido?

- Entendido, voy a preparar todo.

Trunks fue a su cuarto a preparar la maleta y en poco tiempo se fue volando a la Montaña Paoz a buscar a su mejor amigo.

Bulma decidió ir a la cocina a preparar un té y comer algo, no había ingerido nada en todo el día. Estaba terminando de comer cuando en la puerta principal escuchó unos ruidos, que conocía de sobra, pero esperaba que no fuera así: sus padres se iban de viaje.

- Mamá, papá, ¿a dónde vais?

- Vamos a tomar unas pequeñas vacaciones hija, estaremos fuera 15 días

- ¿Y me lo dices ahora?

- Lo siento cariño, fue algo improvisado

- Muy bonito, os vais todos y yo me quedo sola

- No te pongas así, traeré muchos pastelitos, además Vegeta prometió que vendría a verte, así estaréis los dos solitos – Bulma se sonrojó por la insinuación de su madre, es verdad que a ellos no les hacía falta que la casa estuviera vacía para poder disfrutar de la compañía mutua pero alguna vez, lo habían disfrutado

- Iros de una vez porque me voy a enfadar de verdad y no me apetece

- Adiós hija

- Adiós mamá – dijo ella con desgana ya que debería estar acostumbrada pero nunca tenían la mínima consideración de decírselo, al menos.

La noche llegó, Bulma estaba en el salón principal haciendo zapping, estaba, mortalmente, aburrida, no sabía qué hacer: había trabajado, comido y hasta leído toda una estantería de libros para matar el aburrimiento pero ya era demasiado. Estaba girando la vista por toda la sala hasta que se detuvo en el comunicador que Whiss le había dado para poder comunicarse con ellos más fácilmente y le saltó una idea.

- Ya sé lo que voy a hacer, espero que no haya problema – se dijo en voz alta.

Continuara…

Nueva historia, espero que os guste.