Título: Solo quiero tu amor.

Parejas: LuciferxDean, BalthazarxCas, GabrielxSam

Rating: K+

Género: AU, Romance, Drama, Angts.

Disclaimer: Los personajes de supernatural pertenecen a Eric Kripke.

Resumen: La relación de Dean y Lucifer se desgasta cada día más hasta el punto que parece inevitable que terminarán pero después de conocer a la nueva pareja que tienen por vecinos, las cosas van a cambiar drásticamente y cada uno tendrá que redescubrir sus sentimientos para saber lo que realmente quieren. AU.

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Capítulo 1

El rubio permanecía recostado sobre el sillón mientras hojeaba descuidadamente una revista y de vez en cuando miraba su teléfono que descansaba sobre la mesita de centro. Casi era medianoche y no tenía ni una sola llamada de su pareja.

-¿Dónde estará…?- murmuró para sí mismo.

Llevaba dos años en una relación con Lucifer, a quien conoció cuando unos amigos del instituto lo invitaron a una fiesta universitaria. La atracción entre ambos fue casi inmediata y después de terminar follando en uno de los baños del lugar, comenzaron a verse más y más seguido hasta que al cabo de un año decidieron formalizar las cosas, saliendo como pareja. Cuando el rubio terminó el instituto, a diferencia de su hermano menor que estudiaba abogacía en la universidad, decidió dedicarse a lo que realmente adoraba: La mecánica. Fue así como se asoció con Bobby Singer, un buen amigo de la familia y juntos administraban un taller en el centro de la ciudad. El ruido de su teléfono lo sobresaltó y respondió rápidamente.

-¡Lucy!

-Equivocado, rubito.

-Gabe… hola- saludó desganado.

-Ignoraré el entusiasmo con el que respondes- dijo divertido el mayor.

-¿Qué ocurre?- preguntó entrecerrando los ojos al oír música de fondo- ¿Estás en el club con Sammy?

-Oh sí, mi cachorrito está adentro, consiguiéndome una copa pero te llamo para otra cosa.

-No tengo ganas de salir, Gabe, ya es tarde y mañana tengo que trabajar temprano.

-Ya sé que eres un aguafiestas, rubito pero esa no es la razón por la que te llamé, verás, tu chico está acá y parece bastante entretenido.

-¿Qué…?

-Está flirteando con otro- aclaró- Bueno, siempre está coqueteando con todo lo que se mueve pero ahora parece algo más que unos simples besitos.

-Mierda…- susurró.

-De verdad no entiendo que hacen juntos, rubito, está más que claro que su relación no tiene ningún futuro.

-No lo endulces tanto, Gabe- siseó enfadado.

-Cómo quieras, yo solo cumplo con decírtelo, rubito idiota, bye-bye.

El rubio cortó la llamada muy enojado y soltó un par de maldiciones antes de decidir que no iba a amargarse la existencia por culpa del bastardo que tenía por pareja. Se quitó la ropa para quedar solo en bóxer y se acostó bufando. No era la primera vez que tenía problemas con el mayor y se consideraba un tonto por creer que las cosas cambiarían cuando comenzaron a salir juntos.

Fue una lengua húmeda trazando un camino por su cuello la que lo hizo despertar. Parpadeó somnoliento y se pegó al cuerpo tras él mientras tomaba esa mano que rodeaba su cintura para llevarla a su entrepierna antes de sonreír.

-Mmm…

-Arriba cariño, o tendré que comenzar sin ti.

Se estaba dejando llevar por las placenteras caricias de esas manos expertas cuando recordó la llamada de Gabriel, quería averiguar al respecto pero rápidamente se rindió ante el placer que el mayor le ofrecía. En cosa se segundos se vio de cara contra el colchón y esa boca hambrienta comenzó a mordisquear su cuello mientras esos dedos curiosos lo preparaban con prisa. El mayor sabía perfectamente que hacer para enloquecerlo de placer y eliminar cualquier tipo de racionalidad en él.

-¡Aaaahhh! Lucy… Oh Sí…- las desenfrenadas embestidas lo hacían deshacerse en gemidos y gritos de placer.

-¿Te gustaaaa cariño?- preguntó su pareja susurrándole al oído- A mí me encantaaaaa…. Follarteee… Mmm… me encanta este traserito tan… Aaaahhh… estrecho.

El rubio apretó las manos contra las sabanas mientras gritaba de placer y suplicaba por más. Jamás había experimentado tanto placer en el sexo con otras personas como lo hacía con Lucifer. Ese hombre parecía saber perfectamente que hacer para enloquecerlo de placer y darle el mejor orgasmo de su vida. Fue junto al mayor que comenzó a explorar su sexualidad en plenitud, probando un montón de cosas nuevas que la mayoría le encantó. Un ronco gemido escapó de sus labios cuando las embestidas se recrudecieron y esa deliciosa boca mordió su cuello con la fuerza suficiente para dejar una notoria marca.

-¡Luuuucyyyyy!- gritó llegando a un placentero orgasmo.

-Que carita tan lindaaaa… Aaaahhh… Oh Dean… eres exquisito…

El menor comenzó a jadear pesadamente para recuperar el aliento y un par de manos lo volteó antes de que su pareja afirmara las rodillas aprisionando su pecho y comenzó a masturbarse con rapidez.

-Oh sí… Aaaahhh… abre la boca, rubito…

-Lucy…

-Hazlo- ordenó con la voz enronquecida por el placer- Ahora…

Dean obedeció excitado al mismo tiempo que contemplaba ese bello rostro lleno de placer antes de que se corriera sobre su pecho y manchando un poco su rostro, por lo cual cerró los ojos unos segundos para abrirlos de nuevo al sentir esos dedos acariciando su mejilla.

-Lucy…

-Eres hermoso, rubito…- dijo jadeando y se inclinó a lamer parte de la esencia que quedó en sus labios- Bastante hermoso…

-Lucy…- el mayor sonrió.

-Ve a ducharte mientras hago el desayuno.

Su pareja se levantó con una sonrisa, se colocó la ropa interior y luego un pantalón de pijama para salir de la habitación. Dean suspiró cansado antes de levantar para reunir toda su ropa e ir a la ducha a bañarse. Cuando bajó a la cocina, el mayor tenía el desayuno listo y terminaba su taza de café.

-A comer, cariño- dijo sonriendo.

-Lucy…- se acercó recordando la llamada de ayer- ¿A qué hora llegaste?- preguntó como quien no quiere la cosa.

-Por la madrugada- respondió comiendo un pan.

-¿Y no tienes que ir a trabajar ahora…? No sueles ir de juerga entre semana…

-Bueno rubito, los privilegios de ser tu propio jefe me permiten llegar a la hora que quiera a la compañía- dijo divertido- ¿Acaso percibo algo de enfado en tus palabras?

-Lucy- su pareja se levantó para darle un besito en la mejilla- ¿Dónde estabas?

-No eres mi padre para reportarme contigo.

-Soy tu pareja- aclaró serio- ¿Dónde estabas?- el mayor se rio y trazó un camino de besitos de sus labios hasta su oído derecho-Lucy…

-¿Por qué haces una pregunta cuya respuesta ya conoces?- susurró a su oído sonriendo- Sabes muy bien donde estuve ayer- lamió su oído- No hagas preguntas estúpidas, cariño.

Lucifer le dirigió una radiante sonrisa para luego marcharse de la cocina con el pan en la mano. Dean apretó los puños muy molesto y fue por sus cosas a la sala de estar antes de dirigirse a trabajar. Ya estaba cansado de obtener ese tipo de respuestas por parte de su pareja. Apenas llegó al taller, desahogó su rabia con Bobby, contándole lo ocurrido ayer y en la mañana.

-Y el muy idiota ni siquiera se disculpó cuando se lo pregunté- bufó molesto.

-¿Y qué esperabas? ¿Qué te trajera una tarjeta de disculpas y un ramo de flores?- preguntó sarcásticamente el mayor- Todos sabemos perfectamente que tu prospecto de pareja es un cretino arrogante con un ego tan enorme como su calentura.

-Puede que sí pero…

-Deja de excusarlo, Dean- continuó el mayor- ¿Si estás tan enfadado y molesto, por qué no te vas de ahí?

-Yo…

-Yo te diré por qué, Lucifer podrá ser un bastardo arrogante caliente e idiota pero mientras te folle bien, no lo dejarás.

-¡Bobby!- gritó indignado.

-Todos sabemos que si tu parejita no fuera tan buena en la cama, ambos se hubieran separado hace mucho tiempo, así que ahora no te quejes por algo que tú mismo has permitido.

-¿Ahora es mi culpa?

-No te hagas la victima conmigo, Dean, si no te la metería tan bien por el trasero, lo habrías dejado hace mucho tiempo.

El rubio bufó indignado por las palabras de su amigo y se marchó para seguir trabajando, en un intento por olvidar todo lo ocurrido. Aunque si era honesto, quizás Bobby tenía algo de razón y el único motivo por el cual seguían juntos, era porque sus cuerpos son muy compatibles en la cama.

El resto de la tarde decidió dejar de darle vueltas al asunto y se concentró por completo en su trabajo. Al terminar a las ocho, fue por sus cosas al cuarto trasero.

-Dean- dijo el mayor observándolo desde el umbral de la puerta.

-No me interesa oír lo que piensas sobre mi "prospecto de pareja"- hizo las comillas con los dedos.

-Solo te diré una cosa más porque te considero como un hijo para mí y le prometí a tus padres que te cuidaría.

-Bobby…

-No llegarás a ninguna parte con ese hombre, si quieres una relación seria, Lucifer no es opción y te lo digo por tu bien, porque no me gustaría verte sufrir por un idiota como ese.

-Bobby.

-Nos vemos mañana, muchacho.

-Nos vemos…

Subió al impala y condujo de regreso a casa. Sus padres habían muerto hace un año en un accidente de auto y aún cuando fue muy doloroso para él, procuró mantenerse fuerte para apoyar a su hermanito, Sam. Fue por ese tiempo que el menor comenzó a salir con Gabriel, y éste se volvió un apoyo importante para él. Dean estaba ligeramente celoso de la relación que mantenían, ya que se notaba en cada mirada, gesto, palabra y caricia, lo mucho que se amaban y él deseaba tener algo similar con su pareja pero todo parecía indicar que eso no ocurriría.

-De verdad soy un estúpido…

Descendió del impala suspirando y alzó la vista al oír el ajetreo que había en la casa contigua, donde cerca de la acera se encontraba estacionado un camión de mudanza y tres hombres entraban varias cajas al lugar. Dean observó con curiosidad el lugar, intentando averiguar quién o quiénes serían sus nuevos vecinos, ya que esa casa estaba a la venta desde el mes pasado. Al cabo de unos segundos, los tres hombres de la mudanza salieron de la casa acompañados de un hombre moreno, cabello oscuro y vestía unos jeans negros ajustados a juego con una camisa gris.

-Muchas gracias- dijo esa voz grave- Hasta luego.

-Hasta luego- respondió el hombre recibiendo el dinero y se marcharon. En ese momento, su nuevo vecino giró en su dirección, mirándolo fijamente antes de sonreír un poco.

-Hola- dijo acercándose- ¿Tú vives en la casa de al lado?

-Sí- dijo sin apartar la mirada de esos increíbles ojos azules y le tendió la mano- Soy Dean Winchester, un gusto conocerte.

-Igualmente, mi nombre es Castiel Novak.

-Bienvenido al vecindario- agregó sonriendo- Bueno, yo vivo al lado junto a mi pareja- se giró hacia su casa pero las luces estaban apagadas- No ha llegado del trabajo para presentártelo.

-Gracias, supongo que lo conoceré en otra ocasión.

-¿Con quién hablas, Cassie?- un hombre mayor de cabello rubio se acercó a ellos y rodeó la cintura del moreno con un brazo.

-Él es Dean Winchester, nuestro vecino.

-Oh, hola, Dean- le tendió la mano y el mecánico correspondió su saludo- Yo soy Balthazar Roché, la pareja de este lindo chico- le dio un beso en la mejilla para reafirmar sus palabras- Espero que no estés coqueteando con mi pareja o comenzaremos mal esta relación de amistad- el rubio movió las manos nervioso.

-Claro que no, yo también vivo con mi pareja, Balthazar- el moreno le dio una palmadita en la frente al mayor.

-No le hagas caso, Dean, solo está bromeando, se pone idiota a veces.

-Pero eso te gusta- canturreó el rubio mayor divertido.

-Sí, te hace lindo pero no abuses de tu idiotez.

El rubio se rio ante la escenita de la pareja y se quedó conversando con ellos en la acera por varios minutos hasta que escuchó un ruido familia y se giró a ver como su pareja estacionaba la motocicleta afuera de la reja de su casa para luego quitarse el casco.

-Déjame adivinar, él es tu pareja ¿Verdad?- el moreno indicó al recién llegado.

-Sí, se los presentaré- fue hacia el mayor para tomar su mano y traerlo con sus nuevos vecinos- Lucy, ellos acaban de mudarse a la casa de al lado, son Castiel y Balthazar- el recién llegado estrechó sus manos.

-Hola chicos, soy Lucifer Pellegrini, un gusto tener unos vecinos tan guapos.

-No comiences, Lucy- pidió el rubio un poco celoso.

-La belleza debe ser admirada, cariño.

-Me has caído muy bien, Lucy- dijo el mayor sonriendo.

-Balthy compórtate- pidió Castiel suspirando- Y no tomes confianzas que no te corresponden.

-Está bien, no me molesta que me llame así, yo te puedo decir Balthy y estamos a mano- respondió Lucifer con una sonrisa predadora- Por ser un chico lindo no me enfadaré.

-Mmm, ya tenemos que entrar- dijo Dean tomando su mano, no estaba gustándole en lo más mínimo la forma en que su pareja miraba al mayor- Debo preparar la cena y mañana tenemos trabajo temprano.

-Claro, un gusto conocerlos- se despidió el moreno estrechando sus manos.

-Igualmente- respondió Lucifer- ¿Qué opinan si mañana vienen a cenar con nosotros?- Dean se giró hacia él- Tendremos una cena de bienvenida y así nos conocemos más, ya que seremos vecinos.

-Suena perfecto- dijo Balthazar sonriendo.

-Muy bien, nos vemos mañana a las ocho y media- Lucifer lo abrazó por la espalda- ¿Te parece bien, cariño?

-Claro…

Dean se despidió de sus nuevos vecinos para luego entrar a la casa algo irritado y dirigirse a la cocina a preparar la cena. Sintió los brazos de su pareja que le rodeaban la cintura antes de que esa fascinante boca se posara en su cuello.

-¿Qué tienes, cariño? Pareces algo molesto ¿No quieres que nuestros lindos vecinos vengan a cenar con nosotros?

-No me molesta, Lucy pero lo que no me gusta es que parece que tienes un interés que no es precisamente amistoso.

-Oh, ¿estás celosito?- preguntó divertido- ¿Crees que los invité para flirtear y luego follarmelos?- el rubio se apartó enojado.

-¡Claro que sí! ¡Así como ayer te follaste a ese jodido hombre en el club!- gritó molesto- Porque te lo follaste ¿Verdad?- su pareja esbozó una sonrisa.

-¿Qué crees tú, cariño? Ahora- se acercó para tomarlo por la barbilla-¿Cenamos, follamos o continuas con tu escenita de celos?

El rubio lo observó frunciendo el ceño y se liberó de su agarre para dirigirse muy molesto a la habitación, cerrando la puerta con fuerza antes de acostarse bufando, ¿Por qué seguía con Lucifer si su relación no tenía futuro? Por el momento, no sabía la respuesta.