Disclaimer
No me pertenecen los personajes, basada en los personajes de los libros Guardians of Childhood y la película de Rise of the Guardians, a cada uno su copyright a quien le corresponde.
No puedo tomar autoría de la siguiente historia, pues reconozco que no pude escribir esto sin la inspiración del Espíritu Santo.
"Todo a Jesús por María, todo a María para Jesús" - Marcelino Champagnat
Libre para publicar, por favor sin modificar o alterar. Si alguien decide ilustrar avísenme, me gustaría ver su trabajo!
Se dejó llevar por el viento sin importarle la dirección, adentrándose cada vez más en un vacío, en soledad. Era difícil que las cosas importaran, no había razón su existencia; con esos pensamientos surcaba el firmamento esos días últimamente. Las nubes parecían reflejar sus pensamientos de su tumultuosa mente.
Una luz llamó su atención, acercándose cautelosamente, contemplo la belleza natural del lugar, parecía un paisaje nevado pintado en pastel. Vio una mujer sentada, había niños a su alrededor jugando. Se acercó con confianza. Ella le sonrió y toda tristeza y desanimo desvaneció de él. Tiempo después descubrió el significado de esa sonrisa: "El amor y dulzura de Dios".
Vio que La Mujer, tenía un niño pequeño en su regazo. El Niño se alegró al verlo. Bajo la mirada amorosa de su madre, el niño descendió. Primero se volteó, se puso sobre sus rodillas bajo un pie y estiro hasta tocar el suelo sin soltase del regazo de su madre y después el otro por fin se soltó. Rio, estaba contento por haber bajado sin ayuda. Su madre se rio con él, le vio con amor.
Sin decir palabra jugaron con la nieve, pasearon en trineo, sobre el hielo patinaron. Se estaban divirtiendo mucho. Un miedo que no era de él, le dijo que provocaba daño, lastimaba a los que rodeaba, y no sería diferente esa vez. Se preocupó por El Niño. Volteo, busco heridas que al no encontrarlas se calmó pero el miedo seguía ahí. Recibió una sonrisa del pequeño, que basto para saber que todo estaba bien. La Mujer permaneció en silencio mientras les observaba con brillo en los ojos y con una pequeña curvatura en sus labios. Silencioso guardián, que desprendía paz y seguridad.
Si me necesitas solo llámame, "Mamá" Al llamarla una sombra se alejó del niño del invierno.
-oooooooooo-
Era tiempo de despedirse, sin embargo no había tristeza. La Mujer tomo al Niño. Para mi sorpresa lo depositó en mis brazos. Sus pequeñas manos tomaron mi rostro firmemente con cariño. Y me vio. Recordé a los niños tan queridos por mí y supe instantáneamente que Él los amaba también pero con un infinito amor, a cada uno nos amaba como si fuéramos los únicos seres sobre la tierra.
Lagrimas descendieron por mi rostro al sentirme amado. Fue algo que no podía describir que me llegaba hasta las entrañas y me envolvía como un cálido abrazo, sentí que yo, era quien era llevado en brazos. Supe inmediatamente que nunca estuve solo.
Mis memorias me recordaron que feliz era jugando con los niños y cuanto quería alegrarles y hacerles sentir que no estaban solos…
Entonces Él habló Protégelos de la tristeza
Sin importar lo que pase puedo seguir sonriendo porque Él es la fuente de mi felicidad. Puedo compartir esa felicidad con todos los niños.
