MARIONETERA
CAP 1
"Botón"
La lluvia ya no era algo extraño dentro de lo que era el ambiente de aquel apartado trozo de tierra, perdido en la nada y solo rodeado por mas nada.
La casa de la anciana que regentaba a todos ni siquiera podía verse desde la ventana mas alta y aunque ya se había acostumbrado al hecho y el que el colegio quedara tan lejos que terminaba creyendo que algún día hablaría del hecho con sus nietos, no significaba que lo encontrara menos tedioso o aburrido; bien, ahora tenía un amigo… dos para variar pero de todas maneras había días… o semanas en las que simplemente se encontraba preguntando que demonios hacía ahí todavía.
No era que no le alegrase el hecho de haber derrotado a la Beldam en su momento pero…
Seguía teniendo esas recurrentes pesadillas y la sensación con cada abrir de ojos de que esa vieja mujer aún no estaba vencida del todo.
Estaba segura, muy en el fondo de su pecho de que aquella bruja vagaba en alguna parte de su propio universo, buscando puertas a través de las cuáles ser capaz de pasar y atraer nuevas victimas hasta hacerlas caer o al menos, hacer traspasar aquellos umbrales a sus horrendas ratas que seguramente siguiendo las órdenes de su ama tratarían de vengarse de quien les cerró el ingreso mas grande al mundo de los vivos.
De los vivos…
Y es que no estaba segura de si aquella criatura estaba viva o no, si era real o solo parte de su muy activa imaginación.
No podía saberlo.
Sobre todo cuando a pesar de que lo intentase una y otra vez, el gato tan solo le maullaba y le hacía entender cosas con movimientos de su cola o garras mas no hablando nuevamente; aquello acerca de que no hablaba en ese mundo solo porque no le daba la gana le parecía la mentira mas absurda de todas.
No tenía sentido…
Y para el gato…
Bueno, él pensaba casi lo mismo que la chiquilla de cabello azul y nariz torcida.
En realidad casi no había podido dormir tan solo por el hecho de que algo en su interior lo removía y le hacía sentir que debía de tener extremo cuidado y vigilar que las cosas siguiesen con normalidad todo el tiempo; una de las desventajas de ya no ser capaz de comunicarse con Coraline era que no podía alertarle acerca de un hecho que al parecer, ninguno de ellos había notado en principio de cuentas: la maldita muñeca vigilante de la bruja había desaparecido por completo y no conseguían dar con ella
Tal vez la chiquilla ya se había olvidado de ese detalle… pero él no
No podía sacarse de la mente la sensación de que todo el tiempo esa cosa se encontraba aún dentro de la casa, moviéndose de una habitación a otra y buscando la manera de abrir la pequeña puerta que comunicaba los mundos
Él conocía muchas diferentes entradas pero afortunadamente la bruja no había sido capaz de darse cuenta de ello
Aún contaban con tiempo pero sentía que se estaba volviendo muy limitado y corto con cada día que pasaba y que no conseguía dar con aquel engendro de la oscuridad que continuaba vigilándoles a una distancia prudente
El felino de pelaje negro se lamió una pata y comenzó a tallarse los ojos con algo de desespero para luego, mover las orejas al escuchar una voz
-Gato!... ven gato, es hora de comer!
Tal vez la chiquilla no era una mejor compañía que la del crío Lovat pero al menos compartían algo que el otro no conocía
Y eso era lo que había terminado empujando al gato de ojos azules a comenzar a pasar mas y mas tiempo en el palacio rosa, aunque fuera tan solo sentado al lado de la niña por saber que esta seguía a salvo y en su propio mundo, tal como debía de ser.
-Vaya que tardaste esta vez- dijo Coraline bostezando y observando al gato que se acercaba a olisquear el plato que le había adjudicado la chiquilla para cuando le sirviese alimento- que? Estabas de caza?
El gato la observó de reojo antes de resoplar a través de la nariz y rodar los ojos, haciendo que la otra se cruzase de brazos
-Ya sé que prefieres pescado fresco y eso… pero el atún enlatado tampoco está del todo mal- alentó la cría finalmente tomando una lata cercana y vaciándola en la vasija- en lo personal no me gusta el atún… pero es… pescado, verdad? Y eso les gusta a los gatos…
"Y supongo que como siempre, tu lo sabes todo, cierto?"
Dijo el gato con algo de fastidio mas nuevamente de su boca solo salieron maullidos que provocaron que la chiquilla se inclinase para acariciar su cabeza; con paciencia y resignación, el animal se restregó en su mano a modo de agradecimiento antes de observar el lánguido alimento y darle un ligero mordisco hasta que los pasos de la niña de ropas extrañas le indicasen que ya se había ido. El gato negó un par de veces con la cabeza para luego, empujar aquellos trozos de carne con una pata
-Esto será mejor que los restos del almuerzo de Wybie- suspiró el felino al recordar la última vez que el muchacho lo hubiese tratado de hacer comer coles de bruselas
Coles!
Muy bien, era un gato con hambre pero aún no estaba tan desesperado como para darle una probada a los alimentos de los conejos a menos que fuese por razones medicinales en las que tuviese que devolver el estómago; y era por ello que después de varios días de menguadas comidas muy alejadas de lo que consideraba adecuado para su nutrición, había optado por tratar con la otra chica que al menos, tenía la decencia de buscar algo similar a lo que se suponía era un alimento mas natural
Pero no por eso, el atún en lata era lo mejor
Maulló un poco antes de inclinarse a tomar un buen trozo de pescado… y entonces se detuvo y congeló el cuerpo con los ojos y las orejas muy atentos.
Había percibido un crujido cercano a donde se encontraba y casi podía ver esa mirada de un verde intenso que le vigilaba muy de cerca, agazapándose entre las sombras y el césped cercano como si aguardara el momento adecuado para atacarlo por sorpresa; sus músculos estaban tensos y el alimento enfrente de su nariz había pasado a un segundo plano mientras trataba de calcular el sitio exacto donde estaría aquello… lo que fuera que fuese que estuviese acechándole.
Tragó un poco antes de girarse de golpe y saltar hacia donde tenía la sensación de que se encontraba aquella cosa…
Pero nada.
Suspiró un poco y cerró los ojos antes de negar con la cabeza, pensando que tal vez comenzaba a ponerse un poco paranoico solamente por saberse odiado hasta rabiar por esa cosa.
Pero ya estaban muy lejos el uno del otro y él no pensaba regresar a ese horripilante mundo.
Una de sus patas aplastó algo duro y pequeño contra el húmedo suelo haciéndose detenerse nuevamente y bajar la mirada hasta que dio con aquel pequeño y negro objeto que le hizo sentir un frío que nada tenía que ver con el ambiente local o que pareciese que de nuevo, estaba a punto de llover.
Justo casi enterrado en el lodo y donde había percibido aquella presencia un pequeño botón negro destellaba, casi con malignidad
De forma muy parecida en lo que lo hiciesen los horribles ojos de aquella muñeca
El gato se tensó y comenzó a voltear a los alrededores con alarma
Ella estaba ahí nuevamente
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Coraline se apresuró a bajar del camión aquella tarde de regreso de la escuela, a sabiendas de que le esperaba un largo camino de regreso al palacio rosa y que a pesar de su impermeable era muy probable que terminase empapada hasta los huesos
-Simplemente genial… ni siquiera por salvar a todos los pobres niños de este sitio el maldito clima parece querer hacer su parte
Se quejó una vez con las botas en el lodo para luego, comenzar a andar los kilómetros que la separaban de la carretera principal, hasta su casa
Mala suerte que su madre opinara que si bien la niña adoraba el lodo entonces hacer un poco de ejercicio para variar caminando sobre este no iba a hacerle ningún daño; además, su madre estaba resfriada nuevamente y a eso se le sumaban sus enormes deseos de no salir de su cama frente a la chimenea de la habitación.
La chiquilla gruñó con verdadero hastío antes de patear una pequeña roca en el camino hacia un lado y escuchar en este, un sonido ahogado
Se detuvo de golpe y se giró para luego percibir una figura embarrada en barro y que de no ser porque temblaba, hubiese tomado por simplemente un acumulo de tierra muy húmeda
-Hola…
Dijo con suavidad la niña acercándose e inclinándose para luego, ver el rostro de un gato de ojos dispares que parecía estar hambriento y muerto de frio
-Vaya- dijo con sorpresa al percibir como su mirada era atrapada por el tono verde de un ojo y azul del otro, como si suplicara por compasión- eres nuevo aquí? Te has perdido?
Preguntó antes de mover una mano como si estuviese tomando una decisión importante para luego, acariciar con lentitud la sucia cabeza de aquel animal que cerró los ojos y dejó salir un sonido algo triste
-No había visto mas gatos por aquí… solo hay uno y es un amargado
Comentó Coraline antes de reir un poco al ver como aquel felino parecía buscar con la cabeza su toque, antes de levantarlo por debajo de los brazos- si no tienes a donde ir, puedo llevarte a mi casa. A mi madre no le gustan los animales… bueno, no le gusta nada pero mientras no te vea, no creo que tenga por que quejarse… pero tendrás que hacer mucho silencio de acuerdo?
Musitó la niña para luego, cargar con aquella criatura y meterla por debajo de su impermeable antes de salir corriendo con mayor velocidad debido a que la fuerza de la lluvia se había incrementado
Y con todo no alcanzó a notar el repentino relámpago que cruzó el cielo… y que formó con sus luces, la imagen de una garra sobre su cabeza
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