Hola a todos! Aqui esta mi nuevo Fic, Una historia de amor Klaine w.w Y bueno espero que les guste como siempre y que dejen sus comentarios :D

Acá les dejo el Link para que vean el opening que hice para esta historia: http - : - / - www. - youtube - - watch? - v=q - ZS6zw8Tc6Q (Saquen los guiones y los espacios y listo)

Resumen:
Las clases empiezan nuevamente y Kurt Hummel ya esta cansado de mirar de lejos al chico que le gusta. Sin embargo, un pequeño cambio y una nota baja puede llegar a ser todo lo que Kurt necesite para que las cosas empiecen a cambiar.

¡En fin disfrutenla!


Llegando a ti

Capitulo 1

Cambio de asientos

El alboroto habitual de la escuela se adentró en sus oídos; el cotilleo entre amigos, el golpe de los casilleros al cerrarse y abrirse, los zapatos golpeando contra el piso de mármol. Definitivamente esa era la prueba más clara de que las clases habían comenzado una vez más, para desgracia de algunos y alegría de otros.

Kurt Hummel acababa de abrir su casillero y acomodaba, como era habitual cada año, sus libros para luego adornarlo con algún detalle muy típico de él. Todos los años buscaba realizar un nuevo diseño novedoso para su casillero, no por nada en especial, solo para perder el tiempo.

Luego de que Kurt hubiera acomodado todas sus cosas dentro del casillero, admiró su obra con detenimiento durante unos segundos y suspiró satisfecho. Pero antes de que lo cerrara oyó la incomparable voz que lo enloquecía desde hacía más de diez años.

Kurt se asomó con sutileza por la puerta de su casillero para poder ver el maravilloso rostro que acompañaba a aquella voz.

Blaine Anderson con su cabello rizado y alborotado tan rebelde como el mismo, con su sonrisa perfecta y sus ojos de ensueño. Él era el culpable de que el corazón de Kurt latiera velozmente y que sus mejillas se sonrojaran con intensidad.

Kurt Solía observarlo de lejos, se había acostumbrado a hacerlo. Kurt y Blaine habían compartido clases desde la primaria y Kurt no podía recordar una sola vez en que Blaine le hubiera dirigido más de 10 palabras juntas.

Era claro que ambos eran de mundos diferentes, Kurt lo había notado desde que lo había conocido, incluso siendo un niño pequeño era notoria ante sus ojos la diferencia. Él por un lado, era un niño extravagante, aunque de pocos amigos e ignorado por muchos a los que no les agradaba su forma de ser. Blaine por el contrario, era un niño al que todos adoraban, con una actitud dulce y un deje de rebeldía, Blaine era siempre el centro de atención, y así siguió siéndolo los años siguientes.

Kurt suspiró una vez más observándolo, mientras Blaine hablaba con sus amigos animadamente. Kurt a veces deseaba ser uno de sus amigos, tan solo su amigo, para poder pasar tiempo con él, para poder abrazarlo cuando estuviera triste y poder verlo sonreír cuando estuviera feliz.

Blaine levantó la mirada por un instante, clavándole sus ojos a Kurt, captando su pequeño ojo azul profundo que se asomaba por el extremo de la puerta abierta de su casillero. Le sonrió y Kurt no podía creer lo que estaba sucediéndole, pero su rostro se tiñó de un color rojo intenso al sentir la mirada del otro sobre él.

Cuando el rostro de Kurt pudo al fin expresar una sonrisa, Blaine ya se estaba marchando junto a sus amigos hacia su primera clase y ya no lo miraba. Kurt se reprendió a sí mismo por eso, pero había habido una interacción entre ellos y Kurt no podía estar más feliz.

Cerro la puertecilla de su casillero y caminó entre la multitud hacia su primera clase. En su pecho su corazón palpitaba aceleradamente. Definitivamente su mente ya no podría concentrarse en otra cosa que no fuera en recordar la tierna sonrisa que Blaine le había dedicado esa mañana. Así que Kurt solo presencio las clases de la Mañana sin mucho ánimo, dándoles a sus profesores la mínima atención y centrando el 90% de su mente en repetir, una y otra vez, la escena en la que Blaine le había sonreído.

El timbre volvió a sonar dando por finalizada su última clase de la mañana, la más aburrida y densa de todas, y para empeorarlo en ese horario tenía a su materia odiada, historia.

Kurt sonrió al oír el aturdidor sonido que lo liberaba de aquella estresante clase. Recogió sus cosas y se dirigió directo a la cafetería del colegio. McKinley podía no ser una escuela modelo, pero definitivamente tenia la tortilla de papa más sabrosa que Kurt había probado.

Luego de haber pedido su almuerzo se sentó en su mesa habitual, junto a la ventana, justo en la punta opuesta a la cocina. Abrió su pequeña cajita de jugo y comenzó a sorber de la pajita mirando distraídamente a las personas que se encontraban allí.

Sus ojos se encontraron con los de Blaine por segunda vez en el día. Blaine volvió a sonreírle al ver que él también lo miraba, como lo había hecho aquella mañana. Los pómulos de Kurt volvieron a teñirse de rojo, pero esta vez logró devolverle la sonrisa. Segundos después Blaine tomó su almuerzo y se dirigió a su mesa habitual justo en frente de la de Kurt.

Kurt se quedo observándolo mientras Blaine se acomodaba junto a sus amigos alrededor de la mesa.

Se encontraba tan perdido en su ensimismamiento que no noto siquiera que sus amigos se acercaban a él con sus bandejas repletas de comida.

-Deja de mirarlo, le vas a dar dolor de cabeza-Kurt alzó la vista hacia Puck que lo miraba con una sonrisa picara y se acomodaba junto a él en la mesa. El chico de pelo negro y un muy bien peinado mohicano era uno de los mejores amigos de Kurt, aunque realmente ninguno de los dos recordaba cómo había sido que se habían hecho tan amigos, ya que eran completamente diferentes.

-No lo estaba mirando-Mintió Kurt, Bajando la vista a su tortilla de papa.

-Ah, claro que no-Rachel dijo de manera sarcástica. Retiró su cabello castaño colocándolo detrás de sus orejas y les sonrió, mientras se sentaba frente a ellos.

Rachel también era amiga de Kurt, aunque solían discutir muchas veces, las cosas que tenían en común los unían más que nada.

-Vamos Kurt, nosotros te apoyaremos siempre no importa cuánto lo mires- Brittany se sentó junto a Rachel acomodando su cola de caballo bien tirante en su cabeza. Detrás de la rubia apareció Santana con una sonrisa socarrona.

-Kurt, no importa cuánto lo intentes, jamás podrás salir con el hobbit y ahora creo que debo señalar el porqué- La joven de tez morena se sentó junto a Brittany y acomodó sus Brazos sobre la mesa dejando a un lado su bandeja de comida- además de la altura, que para algunos es un detalle sin importancia pero yo creo que se verían ridículos juntos, también está el tema de que Anderson es 100% hetero.

Kurt suspiró y sintió la mano de Puck sobre su hombro.

-No te des por vencido amigo, yo sería gay si un chico como tú me mirara siquiera- la mesa entera prorrumpió en risas y Kurt pudo olvidar por un momento la frustración que sentía por tener que pasar otro año mirando de lejos al chico que quería. Puck siempre sabía cómo sacarle una sonrisa.

-Además- comento Rachel llevándose su manzana a la boca y dándole un mordisco- Santana también dijo que Puck y Britt se verían ridículos juntos y míralos ahora, juntos y felices.

-cierto- murmuró Brittany Mientras Puck y ella se miraban dedicándose mutuamente sonrisas enamoradas.

Santana bufó rodando los ojos y Kurt no pudo evitar reírse del fastidio de su amiga.

El almuerzo transcurrió tranquilo luego de eso, todos hablando de sus vacaciones y recordando las cosas que habían hecho, juntos y separados en ese tiempo.

El timbre sonó repentinamente de manera estruendosa, inundando la cafetería con su sonido que indicaba el comienzo de las clases de la tarde.

Kurt se despidió de sus amigos y se dirigió a su siguiente clase.

Su profesor de filosofía no había llegado aun cuando Kurt acomodó sus cosas en uno de los pupitres más cercanos al pizarrón. Quinn una chica que conocía desde hacía dos años se sentó junto a él dedicándole una dulce sonrisa. La joven rubia era la capitana del equipo de porristas, sin embargo, al igual que Blaine, la joven no había dejado que la vanidad y la superioridad la transformaran en una persona soberbia, todo lo contrario, la joven era dulce y agradable con todos.

Kurt siempre compartía una clase con ella, por lo menos así había sido siempre durante el tiempo que se conocían y siempre se sentaban juntos, se llevaban bien y a Kurt le agradaba su compañía a pesar de que afuera del salón cada uno tuviera a sus propios amigos por separado.

Blaine entró ultimo a la clase, al mismo tiempo que lo hacia su profesor. Kurt no conocía al hombre, era alto, con pelo canoso. Por primera vez, Kurt no se detuvo a observar a Blaine sino que observó detenidamente a su nuevo profesor, no porque fuera atractivo ni nada parecido, solo había captado su atención de alguna extraña forma.

El hombre sonrió a la clase y detuvo a Blaine cuando hizo ademan de ir a sentarse.

-Haremos cambio de asientos.

El salón entero soltó un resoplido de fastidio, pero al nuevo profesor no pareció importarle en lo más mínimo, saco de su bolso un paquete de color madera e hizo que cada alumno sacara un numero, los que sacaban el mismo número se sentaban juntos, ya que había dos de cada número.

Kurt observo su número escrito en un papel blanco, arrugado y luego levantó la vista en busca de su nuevo compañero.

-¿Quién tiene el numero tres?- indagó Blaine a la multitud. Todos se apresuraron a mirar sus números rogando ser compañero de Blaine. Kurt bajó la vista nuevamente a su número, un 3 escrito con letra desprolija ocupaba un pequeño espacio de la hoja blanca.

-Y-yo-tartamudeó Kurt sintiendo como el calor inundaba sus mejillas cuando todos volteaban a verlo con cara de pocos amigos. Blaine sin embargo le sonrió y se acercó a él.

-Me alegro que seas tú Kurt-Murmuró como si no quisiera que lo escuchara ningún otro. El corazón de Kurt se detuvo-no conozco a nadie más aquí y a veces realmente me asusta que quieran sentarse conmigo con tanta fuerza y que ni siquiera me conozcan.

Kurt le dedicó una sonrisa de lado, su corazón volvió a latir repentinamente y con una fuerza atronadora. Blaine sabia su nombre y sabia que se conocían desde hacia tiempo y lo mejor se alegraba de que él, Kurt, fuera su compañero de banco.

-También me alegro que seas tú-Blaine volvió a sonreírle y juntos se acomodaron en el primer asiento delante de toda la clase.

-es extraño que nunca nos hayamos sentado juntos antes ¿no crees? Digo, siendo que hace tanto nos conocemos-Kurt asintió suavemente, aun sin poder creer lo que estaba sucediendo.

-Bueno, creo que ahora es nuestra oportunidad de conocernos mejor-Kurt no podía creer que había dicho eso, pero Blaine definitivamente no había captado la doble intención de esas palabras y volvió a sonreírle.

-Estoy seguro que sí.

La clase transcurrió normal el resto del tiempo. Kurt hacía esfuerzos increíbles por prestar atención a lo que decía su profesor sobre un tal Tales de Mileto, pero los comentarios de Blaine hacia él sobre la clase lo distraían completamente, y la sola presencia de Blaine junto a él no lo dejaba concentrarse en ninguna otra cosa que no fuera: su perfume, su sonrisa, o sus risos alborotados.

Kurt suspiró aliviado cuando el sonido atronador del timbre inundo la habitación dando por finalizada la clase. Claro que era maravilloso tener tan cerca a Blaine, pero también se sentía demasiado tenso ante esto y no podía terminar de digerir la nueva novedad mientras Blaine se encontraba a su lado.

En cuanto se levantó de su asiento sintió todos sus músculos agarrotados por la tención. Blaine tomó sus cosas y le dedicó nuevamente una sonrisa.

-nos vemos pronto Kurt- dicho esto Blaine se alejó del salón dejando a un Kurt totalmente sonrojado.

Definitivamente Kurt no había podido empezar mejor el año escolar.

-Te envidio, tienes a Anderson a tu lado- sin que Kurt lo notara, ya que estaba demasiado distraído pensando en Blaine, Quinn se había sentado en el asiento perteneciente a Blaine al lado de Kurt.

-Sí, supongo que muchos más me odiaran ahora-Murmuró Kurt juntando sus libros del pupitre.

-No lo creo, pero estoy segura que muchos te envidiaran.

Kurt bufó como si no fuera la gran cosa, aunque sentía una felicidad inmensa por ser él el compañero de Blaine y no ninguna chica con las intensiones de aprovecharse del él.

-como sea, nos vemos Quinn.

La rubia lo despidió con un tierno beso en la mejilla. Kurt se alejó del lugar a paso lento, aun perdido en sus pensamientos.

El final del día llegó más rápido de lo que Kurt había pensado.

Caminaba junto a Puck, Brittany, Rachel y Santana camino a sus casas. Sus amigos hablaban entre ellos animadamente sobre sus nuevos compañeros, profesores y las cosas que habían hecho, sin embargo, Kurt caminaba en silencio junto a ellos, pensando, sobre Blaine y todas las cosas que habían sucedido ese día. No se iba a ilusionar con las cosas buenas que le habían sucedido ese día, estaba acostumbrado a que las cosas buenas no duraran. Sin embargo, aunque no lo admitiera ni ante sí mismo, Kurt tenía un deje de esperanza para ese año.


Notas del capítulo:

Unas aclaraciones y los dejo para que puedan comentar tranquilos que les pareció;

Este Fic solo va a constar de 10 capítulos y probablemente si llegó a escribir una segunda temporada probablemente tenga la misma cantidad. Es que no quiero irme por las ramas con la historia…

Carol no existe en este fic, Kurt tan solo vive con su padre y su hermano Finn.

Bueno creo que eso es todo por ahora, espero que o hayan disfrutado!

¡Comenten lo que les pareció!

Besos!