Holaa ! hoy vengo con un one-shot que se me ocurrió ésta mañana, espero que les guste!
[BLEACH NO ME PERTENECE]
-Hajike, Tobiume – una bola de fuego salió de la espada y le dio directo a un muñeco hecho de paja que estaba a más de veinte metros de la teniente.
Momo Hinamori estaba en el campo de entrenamiento de su escuadrón. Estaba exhausta, llevaba toda la mañana perfeccionando su puntería.
-Has mejorado mucho – Hitsugaya estaba sentado en el tejado de la 5ta división.
-Hola Shiro-chan, no te escuché llegar – Momo se giró para cruzar miradas con el capitán.
-Capitán Hitsugaya – dijo él.
-Shiro-chan – guardó a Tobiume en su vaina y de un saltó terminó de pie junto al albino – no me vas a cambiar.
-Jamás cambiaría algo de ti – dijo él y se puso de pie - ¿Ya terminaste? Vamos a casa –
-Primero quiero ver algo – dijo ella y juntó sus manos con las de Toshiro – quiero ver tu nuevo Bankai, y quiero ver si luego de mi entrenamiento puedo al menos derretir algo de él.
Toshiro sonrió, le gustaba ver entusiasmo en los ojos de la teniente.
-Está bien – la tomó del brazo y con un shunpo ambos terminaron en el campo de entrenamiento, ella notó que él ya tenía su espada en la mano – Bankai… Daiguren Hyorinmaru – Una espesa neblina cubrió el campo de entrenamiento, Momo entrecerró los ojos para intentar ver algo, pero tuvo que esperar unos segundos para poder ver el nuevo Bankai.
Acostumbrada a ver las alas de Hyorinmaru en Toshiro, no pudo evitar abrir la boca con un tonto gesto de sorpresa al ver al pequeño capitán con una apariencia bastante más madura, lo que más le llamó la atención fue que ahora él era considerablemente más alto que ella y su uniforme de capitán le quedaba algo corto por no mencionar que le quedaba bastante pequeño, dejando al descubierto parte de su pecho y abdomen. No pudo evitar ponerse colorada luego de estudiar cada detalle de esa nueva apariencia. Era raro ver sólo parte del cuerpo de Hitsugaya cubierto de hielo.
-¿Y bien? – dijo Toshiro, tratando de que no prestarle atención a la graciosa mueca de Hinamori y a su notorio rubor.
Los nervios de Hinamori aumentaron al escuchar la voz de Hitsugaya, incluso su voz era algo más gruesa, no lo podía evitar, realmente le gustaba.
-Hinamori – chasqueó los dedos y ella salió de su transe con un respingo. Notó que la niebla ya se había ido casi por completo y la temperatura había disminuido considerablemente. Un escalofrío recorrió su espalda.
-Lo siento – desenvainó a Tobiume otra vez y con un movimiento de su espada activó su Shikai.
-Atácame – ordenó él – Sin miedo – caminaba unos pasos hacia atrás, para darle algo de perímetro a la teniente.
Hinamori respiró hondo, nunca había usado a Tobiume contra él, no acostumbraban entrenar juntos.
-Hajike, ¡Tobiume! – ésta vez Momo dejó que la bola de fuego hecha de Kido de su katana creciera algo más, y haciendo un movimiento como si de una raqueta de tenis se tratase, lanzó la bola de fuego en dirección a Toshiro quien con un simple movimiento de su espada creó un muro de hielo, la bola de fuego chocó contra el muro y el campo se llenó de vapor.
Luego de unos segundos ambos notaron un agujero considerablemente grande en medio del muro de hielo el cual se estaba empezando a derretir. Toshiro sonrió orgulloso.
-Bien hecho pequeña, a ése ritmo podías darme una buena pelea –
-Me falta mucho todavía – ella sonrió triunfante, ¡lo había logrado!
-¿Vamos a casa? – dijo, ella asintió.
De camino a la décima división ambos notaron cómo las miradas femeninas se clavaban en el capitán, algunas disimuladas y otras más descaradas, se escuchaban susurros, incluso algunas giraban el rostro escondiendo el rubor. Él no había deshecho su bankai todavía.
-Todos te están mirando – bromeó él.
-Te miran a ti, Shiro-chan – dijo burlona.
Una Shinigami sin rango tomó del haori a Toshiro, haciendo que éste se girara. Ella era algo más alta que Momo y era pelirroja, en su rostro se notaba una evidente timidez y algo de vergüenza. Ambos trataban de recordar a qué escuadrón pertenecía.
-Capitán Hitsugaya – comenzó – me gustaría invitarlo a… - Hitsugaya levantó una de sus manos interrumpiéndola. No era la primera vez que una mujer iba de frente con él.
-Lo siento de verdad, pero ya tengo planes con mi novia – dijo tratando de no sonar tan brusco – espero que sepas disculparme, pero por el momento no estoy disponible.
-¿Novia? – La Shinigami lo miró desanimada – No sabía que tenía novia, capitán –
-Es Momo Hinamori, la teniente del quinto escuadrón – él rodeo a Momo con su brazo derecho y ella le sonrió a la Shinigami.
-Lo siento – dijo – pero ya tiene dueña – dijo en tono burlón.
La casa que ambos compartían desde que habían comenzado su relación hacía dos años y medio, era una casa considerablemente más grande que la del resto de los oficiales que vivían solos y a veces les eran asignados departamentos de una sola habitación. Constaba de una cocina, un salón comedor, un baño y dos dormitorios.
-Espero que no te haya molestado ésa muchacha dijo él – Momo era algo celosa.
-No seas ridículo, si se hubiera lanzado a tu cuello habría actuado de otra forma – dijo ella y le quitó el haori de capitán a su novio – pero sólo te quería invitar a quién sabe qué – colgó la prenda en un perchero.
-Sabes que la habría apartado – afirmó.
-Lo sé, Shiro-chan.
-¿Cómo puedes decirme Shiro-chan? – Toshiro se cruzó de brazos haciendo una clara alusión a su apariencia.
-Ya te lo dije, siempre serás mi Shiro-chan – le sonrió pícara y dio media vuelta para irse a la habitación.
-A donde crees que vas – él la tomó de la cintura y la acercó a él – No te alejes nunca de mí, Momo, es una orden de un capitán –
-Aquí no tienes esa autoridad – rodeó su cuello con sus brazos, estaba haciendo puntita de pie debido a su altura.
-¿Cómo que no? – la alzó y ella rodeó sus cintura con las piernas, así estaban a la misma altura – ésto es todo muy nuevo – dijo algo sorprendido por el acto reflejo de Momo.
-¿Que lo haremos y posiblemente nos congelemos? -
-No me refiero a eso, es que… será la primera vez… con ésta altura... y con el Bankai– un rubor muy leve apareció en sus mejillas.
-Shiro-chan, vas a quedar exhausto – comentó ella.
-No me importa – Hitsugaya comenzó a besar a Momo, le quitó el broche que recogía una sección de su pelo y lo lanzó por algún lado del salón comedor. Con los ojos cerrados comenzó a caminar hacia la habitación, y una vez dentro, cerró la puerta de una patada.
Momo se separó de él y tomó la cadena que tenía la vaina de Hyorinmaru y la pasó por encima de la cabeza del capitán, ella la dejó caer con cuidado, dejándola apoyada en la pared. Volvió a besarlo, ésta vez jugando con el largo cabello de Toshiro, él la rodeaba con sus brazos para evitar que cayera de espalda.
-Toshiro… - no pudo evitar hacer notar la preocupación en su voz.
-No quiero peros Momo – lentamente la acostó en la cama, tomando sus muñecas para que ella no pudiera moverse, no paraba de besarla, no quería quejas, si él terminaba exhausto por hacerlo con su Bankai activado él iba a hacerse cargo de las consecuencias, aunque éstas implicaban terminar con nada de reiatsu.
Ella movió la cabeza y logró que él dejara de besarla.
-¿Lo puedes hacer sin tener a Hyorinmaru contigo? –
Toshiro se separó un poco de Momo, sin dejar de estar encima de ella, la miró con atención, ella… tenía razón.
Una neblina cubrió toda la habitación como si alguien hubiera tirado una bomba de humo. Él se separó de ella y se sentó en una esquina de la cama, con el orgullo totalmente herido.
Cuando la neblina se disipó Momo vio a su novio con su apariencia ordinaria, con su pequeño cuerpo y su cara de adolescente, él tenía la cabeza gacha, era evidente su frustración. Pero a ella le creó un sentimiento de ternura.
-Toshiro… - él suspiró resignado – no me importa si lo hacemos o no cuando tú estás con la apariencia que te da tu Bankai, siempre me gustaste tal y como eres – Momo gateó hasta llegar a su lado.
-Pude ver cómo me mirabas en el campo de entrenamiento –
-Si… ¿pero sabes una cosa? – Con una de sus manos hizo que él la mirara – en unos años tendrás realmente ésa apariencia, y te aseguro que será en menos de lo que te imaginas –
Esta vez fue ella la que lo besó, lo rodeó con sus brazos nuevamente y lo empujó hacia sí para que quedara encima de ella, él le correspondió el beso y tomándola de la cintura la giró para que ella quedara encima de él.
-Te amo Momo – susurró él entre besos, lo siguiente que notó fue cómo ella sonreía triunfante sin dejar de besarlo. Un tonto Bankai no iba a arruinar la linda velada que les esperaba.
Fin
¿Les gustó? ¿Quieren que escriba más one-shots?
-JuuHinamori.
