El astro rey manifestaba su brillantez en el bosque espeso y tupido de los alrededores. Allí estaban, solos en la intemperie de la fresca naturaleza del bosque, gozaban de un merecido día de descanso. La joven de ojos perlados sonríe con mucho vigor de poder estar en uno de sus lugares favoritos, un sitio donde era su rincón de cobijo para sus entrenamientos fuera del recinto o para pensar cosas que surgen en su cabeza, y hoy, estaba de buen humor que quiso volver a su lugar secreto, y en esta ocasión, había traído al perro del Inuzuka, quien este le había pedido a último momento que lo cuidase por unos días, ya que debía ir a un evento festivo que se celebraba anualmente, y de paso, la persona que cuidaba de su mascota, se mostró totalmente indispuesto y negativo de pasar tiempo con Akamaru, debido a que, a palabras de su amigo, que era un perro mala conducta y fuera de control. Patrañas, se dijo para su adentros, si supiese lo mitad de maravilloso que es el perro de Kiba, se hubiese tragado sus palabras.

Era sin dudas, que Kiba había criado bien a su compañero de armas, era un animal tan lleno de energía y de alegría, con un carisma natural que podría sincronizarse con los humanos fácilmente, verlo correteando de aquí y para allá, era un espectáculo que le encantaba ver, esa destreza y fuerza, dotados de un gran tamaño y salud, proporcionado por los cuidados del propio Inuzuka y de su familia.

No pasaron muchos minutos en el de pronto, el perro dirigió su vista en un punto lejano que provoco que el canino saliera corriendo a toda marcha y se perdiera su silueta entre la frondosa vegetación de los árboles y plantas. Hinata, suspirando por la curiosidad casi felina del perro, solo pudo observar cómo se alejaba cada vez y más de donde se encontraba. Solo pudo encogerse de hombros y se sentó en un grueso árbol para poder descansar de una semana agotadora de entrenamientos y misiones. Con 16 años y siendo chunnin, las misiones cada vez iban en aumento, y con ello originaba que los entrenamientos con su equipo fuesen más intensos. Aunado a eso, hace dos días es que se pudo reencontrar con su amor platónico y para su desgracia, su propia tartamudez le había jugado una mala pasada, y termino desmayándose dos veces, evitando cualquier conversación normal con su amado. Recostada, relajo todo su cuerpo y cerro sus ojos para poder descansar.

De pronto, cuando se acomodó, sintió el suave rose de sus pechos con sus piernas, originándole una caricia, aquello le había gustado que comenzó a darse pequeños toqueteos en todo su cuerpo, desde sus manos, sus piernas hasta su cadera. Con vergüenza miro por ambos lados, por si acaso estuviese a la vista de un algún fisgón, que hasta uso su byakugan para asegurarse. En vista de no encontrar intruso alguno, los roces se intensificaron, de modo que causo que la heredera suspiraba por las caricias, y más cuando se imagina que aquellos masajes pertenecían a su amor platónico, conllevando a que sus mejillas se enrojecieran por tales pensamientos fugaces sin que nadie lo supiese, ella tenía muchas fantasías eróticos que involucraban su amado, desde simples besos, hasta entregarse a él, en un desenfrenado encuentro carnal. Debido a aquello, la imaginación de la joven empezó a proliferar y así como su placer.

.-Nnaruto-Kunn-exclamaba suavamente en tanto sus manos seguían con su faena.

Cuando su ropa empezó a sentirse incomoda, se levantó del suelo y empezó a quitarse lentamente sus prendas, desde su abultado abrigo hasta su pantalón holgado que tapaba su cuerpo desarrollado, solo dejando como prenda sus ropas intimas que tapaban sus caracteres sexuales. Desecho esto, siguió masajeando ahora sus propios pechos ocasionando que gimiera de deleite, con una mano acariciaba su pezón derecho, mientras con la otra mano daba suaves recorridos a su abdomen para finalizar hasta su bragas, dando pequeños toques por encima de la tela, provocando que el placer de la Hyuga se elevara. Queriendo más de seguir auto complaciéndose, decidió quitarse sus últimas ropas, pero haciéndolo de una forma sensual, anhelándose sentir sexy, como si estuviese desnudándose en frente de su amor platónico. Primero abrió el sujetador de su sostén de forma lenta, hasta que cayese el suelo, mostrando sus enormes pechos excitados, con sus pezones erectos por la excitación que experimentaba, así mismo hizo con sus bragas en las que bajo con suma gentileza mientras que bailaba lentamente, haciendo resaltar su estrecha cadera y delineada. Cuando finalmente se despojó de toda ropa posible, volvió a acostarse para poder seguir con su tarea; Con su mano derecha empezó a tocarse un seno mientras que la otra comenzó a tocarse su vagina que estaba deseosa de atención que ocasiono que sus gemidos se entunicaran abruptamente por la oleada de placer que sentía.

.-Sii NNaruto-Kkun soy toda tuya-se imaginaba con más fervor aquellas fantasías reprimidas.

Cuando vio que una mano no era suficiente, cambio de posición, acostando su cabeza contra el pasto, mientras elevaba su torneada retaguardia, para así, utilizar ambas manos para poder manosear su clítoris, aumentando más la auto tortura de la heredera, aquellas sensaciones de por sí ya sobrepasaban su cordura, haciendo que Hinata gimiera más enérgica, el tacto constante de sus extremidades superiores, contra su vulva, la hacían enloquecer. Desde sus 13 años, masturbarse se había vuelto una rutina constante, se había vuelto adicta a su cuerpo, es por eso que adoraba ir a su lugar secreto, ya que era el lugar perfecto en el que podía descargar toda su adrenalina contenida por las largas misiones y sesiones de entrenamiento.

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El gran animal blanco continuaba persiguiendo a aquella ardilla molesta que osaba burlarse de él, le ensenaría un par de buenos modales para no meterse con él y salir ileso, sin embargo, aquel maldito Truhan se había subido en la copa más alta del árbol para luego escabullirse en su nido de ratas. Producto de esa acción, el enorme canino ofuscado por esa venganza perdida, dio media vuelta para regresar con la amiga humana de su amo. Sin embargo, mientras más se acercaba, lo embriago un olor tan fuerte y particular que él conocía a la perfección, es el mismo olor que percibía de las hembras de su clan cuando era la temporada para aparearse, mientras más se acercaba a su destino, más fuerte era el aroma que simplemente lo volvía loco, cuando llego al punto de inicio, se dio cuenta que aquella humana, estaba en una posición extraña, encorvando su parte trasera sin cola en el aire, mientras que con sus manos manoseaba sin parar aquella entrada. Pero entonces percibió con más intensidad la feromona de apareo que entonces interpreto que la humana Hyuga se estaba entregando a él para poder copular. Por lo que sin más, se acercó a la humana para atender su problema.

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Pasaron minutos que para la heredera transcurrió una eternidad, hasta que finalmente sintió una corriente eléctrica recorrer por todo su cuerpo, haciendo que gritase mientras que su vulva emitia una secreción producto del orgasmo que acababa de sufrir. Realizada dicha tarea, las manos de Hinata pararon, para luego bajar retaguardia quedando en el suelo, mientras que ella recuperaba el aliento, pero a la vez sintiéndose satisfecha de haber podido auto complacerse y sin a la vista de nadie. Pero entonces cuando intento pararse para poder abrigarse, sintió un peso encima que provoco un profundo terror a la chunnin.

Cuando se volteo para identificar a su agresor, se dio cuenta de que se trataba de Akamaru, cuando pensó ingenuamente que quería jugar con ella, todo rastro de ese pensamiento se esfumo cuando observo el miembro palpitante del canino que abrió los ojos de la joven

Nnno Akamaru-rogo la miembro de la rama principal, pero el perro hizo omiso a las suplicas y le enterró su sexo hacia el de la joven provocándole un chillido desgarrador.

Aquello le había dolido en demasía que provoco que solo pudiera apoyarse del árbol para no estrellarse con él. Estaba aterrada, ni en sus peores pesadillas se hubiese imaginado que el perro de su compañero de equipo la estuviese violando, y el dolor empezó a agravarse más, en cuanto sintió que en su interior el genital del canino se hinchaba más provocando que el dolor incrementase, provocando que la Hyuga solo llorase por el dolor y la humillación que estaba sufriendo, y para empeorar su situación, recordó fugazmente en como Hana, la hermana mayor de Kiba, explicaba en cómo, durante el apareamiento del macho con la hembra, el miembro del primero se hinchaba para asegurarse que su sustancia quedase dentro de la perra; debido a ese fragmento, la horrorizo aún más de lo que estaba, y solo deseo a todos los dioses que aquella tragedia terminase rápido.

No obstante, conforme los segundos pasaban, cuando el animal aumentaba más las embestidas contra la indefensa joven, el dolor poco a poco desaparecía e iba a reemplazándose por sensaciones que poco a poco empezaba a gustarle al cuerpo de Hinata, haciendo que se espantara mucho más de lo que estaba. No lo podía creer, el perro de su amigo la violaba y su cuerpo solo reaccionaba positivamente a la actividad del perro. No quería hacerlo, no aceptaba que se estaba volviendo una enferma con tendencias a la zoofilia, apretaba enormemente los dientes, tratando de evitar cualquier reacción, buena o mala que pudiese generar, solo quería terminar con aquella pesadilla y de poder huir de aquella bestia que se poseído de la bondad y pureza de Akamaru.

"No puedo ser, me estare volviendo una enferma?"-pensaba alarmada por el aprieto en que se encontraba

Por desgracia, para la heredera del clan Hyuga, el semental se anclo más al cuerpo de la chunnin, enganchándose de los hombros de la joven con sus patas delanteras, permitiéndole que penetrase con más fuerza y fluidez en el útero de la desafortunada joven, que provoco que poco a poco cediese ante el furor constante que su propio cuerpo respondía a los estímulos del placer.

Nnno más Akamaru- Repitió desesperada, mientras que el animal solo continuaba con su labor.-PPParra Por favor

Ya sin fuerzas de poder hacer resistencia a la poderosa oleada de placer, Hinata comenzó a vociferar múltiples gemidos de deleite, que hizo que el perro lo interpretase como señal para aumentar más las embestidas contra su vulva, haciendo que la pesadilla poco a poco se convirtiese en un paraíso; entrando y saliendo de la vagina de la heredera, gemía con más euforia, nunca había sentido nada singular que pudiese igualar a sus más locas fantasías con su amor platónico, aquello era completamente nuevo y superaba en creces a todo lo pudiese soñar.

De pronto Hinata sintió una corriente que inundo todo su ser así como una ráfaga liquida caliente inundaba su útero, haciendo que el perro aullase y la joven gritase al unísono, producto del éxtasis que acababan de sucumbir.

Ohhhhhh Ohhhhhhhhhhhhhh Ohhhhhhhhhh

Cuando finalmente el perro había acabado dentro de la heredera, saco su miembro envuelto por los fluidos tanto suyo como los de la Hyuga, la joven finalmente recupero la compostura y levantándose hasta quedar de rodillas comenzó a analizar lo que acababa de experimentar, sola y deseosa del Uzumaki, había caído en uno de las peores desviaciones del sexo y le había gustado, observo como su vagina, seguía corriéndose hasta su piernas las secreciones tanto suyo como la del perro. Observo como el perro se le quedaba mirando, mientras agitaba su cola, y su miembro enorme comenzó a perder tamaño, eso hizo que sonriera de complicidad, aquello le había gustado tanto que quería seguir experimentando aquel acontecimiento que acaba de sufrir.

.-"No quiero que esto acabe pronto, quiero volver a sentirlo adentro"

Con decisión, Hinata se recostó de nuevo en el pasto y apoyando su cabeza en el frondoso árbol, mientras que abría sus piernas, mostrando su vulva aun con los restos de líquidos escurriéndose por sus extremidades inferiores, aquella posición había alertado al corpulento canino que provoco que su miembro volviese a palpitar para el recosijo de la heredera, no obstante el perro se acercó hacia ella, hasta quedar con aquel órgano de carne hasta el rostro de la joven, lo que hizo que ella entendiese

Oh, entiendo Akamaru-sonrió con travesía, mientras con una mano tomo el miembro viril de su acompañante y empezó a masturbarlo suavemente

Mientras más seguía con su tarea, la bella joven consiguió excitarse más, que hizo que con su otro mano libre, comenzara a manosear su vagina provocando más una oleada de placer para la heredera, entonces, engullo aquel miembro del canino con su boca, chupando y lamiendo el troco del animal, hasta que de pronto el canino hizo unos gruñidos de advertencia que por instinto la heredera saco el miembro del animal para empezar a sacudirlo, provocando que el mismo disparase secreciones blancas en los senos de la joven.

-Su hedor es totalmente desagradable…Pero eso que mi caliente aun mas-replicaba fuera de si

La Hyuga en vez de asqueada, se sintió aún más excitada de lo que estaba que sonrió con sensualidad por la acción del perro. Después de aquella felación, ella quería seguir a otro nivel, por lo que abrió complementa sus piernas para mostrar su vulva deseosa de otro choque con el sexo de Akamaru.

Aquello hizo que el canino entendiera la seña de la joven que se acercó nuevamente para penetrar con fuerza en la vulva de la heredera, pero a diferencia de la primera vez, ella emitió un chillido de fascinación por la penetración, y una vez más, entregándose al placer enfermo, pero lo gozaba como nunca, los movimientos era constantes, el canino se sincronizaba perfectamente a las necesidades de la Hyuga, que no hacía falta de palabras para entenderse, mientras más se movía, mas gemía su hembra. En cuanto a ella, estaba fuera de sí, nunca pensó que aquello era tan bueno, tan gratificante y mejor de lo que nunca se hubiese imaginado, fue tanto el placer que recibía de su acompañante, que las piernas de la heredera se entrelazaron entre sí en la espalda del animal en el que daba entender que no se le ocurriese sacársela. Aquella acción, origino que el canino embistiera con más fuerza, provocando que Hinata estuviese en el cielo, fuera de sus cabales, hasta que después de unos veinte minutos de maravillosa gloria para la heredera, ambos gritaron unísonamente afectados por el segundo estallido de éxtasis que sufrieron.

Ya agotados, el canino retiro su miembro de la vulva de la chunnin, mientras que la susodicha, suspiraba del cansancio por aquel suceso que acaba de experimentar, había gozado como nunca, mucho más que masturbarse, como toda una perra sucia. Observo como aun los líquidos y fluidos de las corridas aún seguían impregnados en su piel, y algunas manchas seguían deslizándose desde sus pechos hasta sus delgadas piernas. Empero, el canino empezó a lamer los pezones de la heredera a lo que ella empezó a gemir

.-Aun quieres seguir Akamaru?-Farfullaba del placer, mientras el canino seguía con su tarea

.-De acuerdo-respondio gustosa la heredera levantándose del suelo y colocándose a cuatro patas, mostrando su trasero firme mientras que con su mano derecha abria su vulva para que la mascota de su amigo lo viese-Tenemos toda la tarde para seguir

Las palabras sobraron para el animal, quien este se lanzó encima de la heredera y comenzar a penetrarla con mucha brusquedad, logrando que la muchacha formase un rictus de placer exagerado, mientras un hilo de baba bajaba de su lengua; los gritos de placer de la susodicha surcaron por los cielos durante horas. Desde ese día, aquella kunoichi se convirtió en la perra de Akamaru, repitiéndose dichos encuentros con más frecuencia.