Prologo

Hace mucho tiempo, existía un pequeño sueño.

El sueño era tan pequeño, que nadie lo soñaba, y si alguien alguna vez lo hacia, olvidaba haberlo soñado.

El sueño se dijo a si mismo: "No quiero desaparecer, ¿cómo puedo hacer que la gente sueñe conmigo?"

El sueño pensó y pensó, hasta que al fin se le ocurrió una idea. Una brillante pero horrible idea.

"¡Haré que los países se pierdan en mi! ¡Ellos nunca se podrán ir, y así yo nunca desapareceré!"


Rusia

Iván suspiro y se paso una mano por el cabello. Había pasado la mayor parte del día evadiendo a su hermana pequeña, Bielorrusia. "La amo, pero no tanto", pensó suspirando de nuevo. Iván odiaba días como esos, sentía como si alguien lo estuviera observando.

Rusia entro a su oficina y le puso candado a la puerta que estaba detrás de él. Aunque suponía que eso no haría mucho para protegerlo de Natasha, pensó una pequeña parte de su mente. Abrió su gabeta de licores y saco una botella de Vodka, necesitaba calmarse los nervios. La nación abrió la botella eh hizo su camino hacia el que era su escritorio, un camino algo perezoso después de la carrera que había echo para safarse de la joven. Entonces, vio algo que el llamo la atención, colocado sobre el escritorio.

Iván ladeo su cabeza a la izquierda y trato de pensar que hacia eso en su escritorio. Era un objeto largo, por lo que vio, y estaba cubierto por una manta blanca. El ruso removió la manta con precaución, para descubrir que era una bella espada, con una bella joya roja en todo lo que era el mango, y algunos detalles que cubrían el inicio de la espada adornándolo con pequeñas piedras blancas y rojas. Iván la miro, intentando imaginarse quien le había dejado algo así en su escritorio. "¿Toris? Nyet, él no haría algo así... ¿Natasha? Probable...", se pregunto a si mismo, mientras movía la espada un poco. Dio un tajo en el aire haciendo escuchar un pequeño "swish", cortando la corriente de aire.

-Es tuya...-dijo una suave voz, sobresaltando a Iván. Miro a su alrededor, buscando la fuente de la que puedo haber provenido la voz, pensando que tal vez se trataba de un espía.

-Vamos cobarde-, dejo la botella de Vodka en al mesa y sujeto la espada con ambas manos, apuntando al frente. La voz soltó una pequeña risita, lo que causo la furia del ruso.-¿Quién eres?-, Iván pregunto, en sus ojos había un brillo peligroso.

-No soy nadie...-contesto la voz, con un suspiro de tristeza.-Pero tu eres Alicia-, dijo la voz. Iván sonrió un poco y bajo la espada.

-¿Alicia?-, se mofo.-Creo que me has confundido con otra persona-, bufo molesto por el echo de que lo confundieran con una niña. La voz se volvió a reír, incomodando a Iván.

-No, tu eres Alicia. Lo se. Tú no perteneces aquí. Tú perteneces al país de las Maravillas-, dijo con sencillez la voz. Rusia saco un ligero gruñido de su garganta. ¿Qué persona era aquella, que se atrevía a insultarlo?

De pronto, la puerta de la gabeta se abrió sola, y una brillante luz salió de ella. Iván abrió su boca anonadado.

-Esta es la puerta al país de las Maravillas, Alicia. Este es tu mundo, donde podrás hacer lo que te plazca.- La voz susurro. Rusia ignoro el echo de haber sido llamado Alicia de nuevo.

-¿Un mundo que me pertenece?-, murmuro para si mismo. Parecía como un sueño echo realidad, así que el ruso pensó que estaba realmente ebrio y que eso le hacia ver cosas que deseaba con tanto anhelo.

Sintiéndose mejor después de sopesar el echo de estar bajo la noción del alcohol, sonrió sobriamente.

-Bueno, creo que no puedo dejar una oportunidad así, ¿verdad?-, Iván se pregunto a si mismo y comenzó a caminar directamente hacia el gabinete, ignorando la risa que se escuchaba ahora mas lejana que antes.

Rusia parpadeo rápido, para notar que ya no estaba más en su oficina. Si no que ahora se encontraba en un gran campo. Se dio cuenta de que llevaba la espada en la mano aun. Bajo la mirada a la espada, para comprobar su real forma, pero al momento de alzar la mano vio un diamante rojo tatuado en la parte superior de esta. Suspiro algo sorprendido; estaba teniendo alucinaciones demasiado reales.

-Eso, o moy sistra de alguna forma le puso drogas a mi bebida-, murmuro para si mismo. Entonces, Iván vio una sombra acercándosele.

La sombra tenía una forma humanoide, y parecía que se movía sin ningún propósito. Entonces miro a Iván y noto su presencia. Soltó como un chillido o sollozo que le crispo los nervios a Iván. Sin pensarlo ni un segundo, embistió a la sombra con su espada, soltando un fluido como sangre u tierra mezclados de una forma repugnante. Iván miro la sangre en su espada, sorprendido por un momento, pero inmediatamente olvido el echo.

Mas sombras aparecieron y Rusia no perdió el tiempo, y comenzó a destrozarlas a todas, llenándose de aquella repugnante sangre. Conforme las eliminaba caminaba hacia ningún lado, matando a toda criatura que se moviera. Pronto estaba cubierto por sangre y polvo y comenzó a reírse como una verdadero desquiciado. Iván vio una sombra que lo observaba de lejos, la miro de reojo, mientras sus ojos tenían aquella chispa demente, y comenzó a seguir la sombra, para saber que era. Para matar, destruir, desgarrar...

Comenzó a cortar todas las plantas que lo rodeaban, murmurando muchas cosas en ruso. Cuando finalmente alcanzo a la sombra, esta soltó aquel sollozo e Iván alzo la espada, con el brillo asesino en sus ojos, listo para matar y silenciar de una vez aquel desquiciante sonido. Se burlo estrepitosamente, contento de que podría acabar con esas cosas. Pero de pronto, sintió un rasguño en su pierna. Sorprendido entre su risa maniaca, miro abajo para descubrir una soga como de enredadera llena de espinas que comenzaba cubrir su pierna.

Bajo la espada y comenzó a cortar las espinas que comenzaban a cubrirlo. Pero se dio cuenta de que ahora la sombra era remplazada por aquellas plantas que comenzaba a cubrir su cuerpo. Movía la espada frenéticamente, intentando cortar a tajos todo lo que se moviera. Pero eran demasiados, y sus fuerzas ya empezaban a mermar. Las espinas lo cubrieron por completo y soltó un grito desgarrador. Sentía las espinas desgarrando sus ropas, desgarrando su piel y vertiendo su sangre por el suelo. Forcejeo contra las plantas, pero estas lo llevaron a lo profundo del bosque. Rusia comenzó a arrancarlas de nuevo, con las espinas incrustándose en cada parte de su cuerpo. Y entonces una lo ahorco, las espinas se hundieron en su garganta, sangrando y bañando la planta. Comenzó a ver puntos negros en su visión. Hizo un ultimo intento, pero las plantas eran aun mas fuertes. Vio como las plantas se alimentaban de su sangre y que pedían mas y mas. Su visón comenzó a desaparecer aun mas, y antes de cerrar sus ojos y perderse por completo, escucho la risa lejana de alguien.


Nota de la Autora: ¡Okay! ¡Así que al fin me decidí a escribir esto! Estoy un poco triste porque amo a Rusia, y el haberlo matado me hace sentir triste... Hay cambios severos de esta canción, as'i que me iré por mi favorita (que es, por cierto, muy triste), Así que no esperen finales felices. Les daré una galleta a quien pueda adivinar quien será la siguiente Alicia :D

Nota de la Traductora: Bueno, ahora les explicare para qe no me acusen de plagio o algo así malditos desgraciados ¬_¬ xD Esta historia le pertenece a Blake Bishop, yo solamente le pedí permiso para traducir esta historia tan buena. Mi ingles no es perfecto, así que tuve que adaptar algunas cosas, para que no se perdiera el sentido de lo que intentaba decir la autora. Copie el formato de la historia, y solo modifique algunas cosas (como ya dije), pero seguira siendo lo mismo.

English Note: Thank you a lot Black Bishop, i'm to glad...i'm must tell you this. The text, in some parts have a few changes, because i need to do that. But the text is a good translation, i think xD Tomorrow i will (i hope) update the second part!! So give me sun-flowers!! *run away*.