Este es mi primer fanfic, espero sea de su agrado. Los personajes que en él aparecen son propiedad de Disney, el propósito de esta historia es recreativo.
Capítulo 1
Elsa dejó los documentos sobre la mesa y se asomó a la ventana de su oficina, ya casi era hora de dejar sus labores diarias de reina y dedicarle un rato a las ocurrencias de su hermana. Desde donde estaba podía observar al pueblo de Arendelle, el cual disfrutaba de los últimos días de verano y la Reina no pudo evitar pensar en que, hace poco más de un año, todo el reino se encontraba cubierto por la nieve.
Despejó los recuerdos del pasado para concentrarse de nuevo en su trabajo y justo cuando volvía a tomar los documentos, escuchó que golpeaban a la puerta.
—Elsa, ¿puedo entrar? — dijo Anna, con una voz que anticipaba a Elsa que su hermana se traía algo entre manos.
— Adelante — contestó la Reina
Una eufórica Anna abrió la puerta y entró a la oficina, tomó a su hermana de las manos y empezó a bailar con ella. Elsa hizo un esfuerzo tremendo para tranquilizar a su hermana y le preguntó el motivo de su nueva desbordante alegría.
— Van a inaugurar una piscina en Arendelle y adivina quiénes son las invitadas de honor.
—¿Nosotras?
—¡Sí! — gritó Anna— ¡vamos a conseguir nuestro traje de baño!
—Anna, yo no….
Elsa no pudo terminar su frase, pues cuando se dio cuenta ya estaba en el pueblo, con su hermana del brazo, viendo vestidos de baño.
Ya que no se consideraba experta, la Reina dejó que Anna escogiera los vestidos y al día siguiente, las hermanas se presentaron en la inauguración junto con Kristoff y Olaf. La familia real fue presentada y la ceremonia de inauguración dio inicio, fue relativamente corta debido a la ansiedad de las personas por meterse a la piscina:
— Ahora, ¡a disfrutar! — dijo el dueño de la piscina.
En ese momento, quienes llegaron a divertirse prestaron atención a Elsa, quien se veía espectacular en su vestido de baño azul y caminaba un poco sonrojada hacia la piscina, aún así no perdía su forma elegante de andar. También Anna estaba deslumbrante con su vestido verde, pero no dio tiempo a que la apreciaran del todo, pues apenas el dueño terminó su discurso, se pudo observar una raya verde, era la Princesa quien corrió como nunca con tal de ser la primera en zambullirse en la piscina, dejando a todos con las quijadas en el suelo.
El día fue muy divertido, las hermanas jugaron como niñas durante horas: se tiraban agua en la cara, se perseguían dentro de la piscina y hasta compitieron par ver cuál de las dos aguantaba la respiración bajo el agua durante un tiempo mayor.
Después de este día, la Reina se ocupó en los asuntos de Arendelle, pues se acercaba el otoño y había que resolver cuestiones con respecto al cambio de estación climática. Así, transcurrió el tiempo y llegó el mes de setiembre, justo cuando creían que iba a descender la temperatura, ésta empezó a subir. Eso no fue lo peor, pues empezó a sentirse mayor humedad de la habitual, no parecían condiciones de otoño pero distaban también del típico verano.
Pronto llegó noviembre y no hubo cambio alguno en el tiempo, a pesar de que para esos momentos debería empezar a nevar. Esto preocupó a los habitantes, quienes estaban perdiendo sus alimentos, ya que el hielo empezaba a escasear y el negocio de Kristoff también corría riesgo, pues la Montaña del Norte (la única donde habí nieve todo el año) sufría los efectos de ese verano eterno.
La Reina hizo lo que pudo por ayudar a los habitantes con sus poderes, sin embargo, no daba abasto y el calor hacía que se sintiera con las energías bajas. Ni siquiera Olaf estaba alegre con el verano pues ya empezaba a extrañar su vida invernal.
Elsa se preguntaba qué podía ocasionar ese cambio en el clima, fuera lo que fuera, ella debía buscar una solución, así que decidió ir junto con su hermana y su cuñado a visitar a Gran Pabbie. Justo cuando se disponía a buscarlos para informarles, recibió una carta sin remitente.
Elsa abrió los ojos con expresión de terror cuando leyó la carta:
"Creyeron que podrían deshacerse de mí tan fácilmente, pues no es así, este clima es mi mejor venganza, una que ni siquiera la poderosa Reina Elsa puede detener. Arendelle se derretirá junto a las dos hermanas que arruinaron mi vida.
Saludos calurosos de mi parte.
Príncipe Hans, de las Islas del Sur."
