Capítulo 1 - Al fin, la felicidad llega.

Luego de haber matado a su tío Yashamaru y haberse tatuado el kanji "Amor" en la frente, el pequeño Sabaku No Gaara, con tan solo 6 años, huyó de la aldea de la arena hacia un bosque.
En el camino había notado el chakra de alguien conocido siguiéndolo, pero no le dio importancia, ya qué se sentía muy cansado física y emocionalmente.
Al llegar al bosque, se sentó en una roca, cerró los ojos y lloró con todas sus fuerzas.
Era una noche fría con una atmósfera fúnebre.
En ese momento Gaara, era un niño infeliz... muy infeliz y pensaba que su vida no valía.
Su propio padre había tratado asesinarlo, incluso lo llamaba "experimento fallido"... simplemente estaba solo.
Millones de cosas se pasaban por su mente, pero de pronto siente el chakra que había sentido antes y, luego, una mano caliente acariciarle la mejilla.
Abrió, sus ojitos color cielo, y vio a su hermano mayor, Kankuro.
Éste estaba de rodillas ante él y tenia una mirada triste... Gaara lo observaba sorprendido.

- No llores, Gaara... No llores más, por favor... -

De pronto, Kankuro lo abraza dulcemente.

- Yo te protegeré... lo prometo. -

Gaara escuchaba los latidos del corazón de Kankuro, pues tenía su cabecita escondida en el pecho de su hermano mayor.
No sabía si creer las palabras de su hermano... por que tenía miedo de que fueran mentira... y que solo sea otra trampa, para poder ganarse su confianza para acabar su miserable vida, como había intentado su tío hace algunas horas.

~ No sé... si creerle... ~ pensaba el pequeño Gaara.

- Nuestro padre... me ha alejado de ti, Gaara. Desde que naciste no pude acercarme a ti... él dijo qué si me acercaba a ti... tu demonio interno me atacaría... - Kankuro besa los cabellos rojizos de Gaara - ... Pero a mi... no me importa... por que te quiero y daría mi vida por ti, pequeño hermano... -

Gaara mira los ojos de su hermano... y ve en ellos... sinceridad.
Todo lo qué le decía era verdad y lo decía por que era lo qué sentía en su corazón.
Entonces, fue ahí cuando Gaara, comenzó a confiar en Kankuro.

- ... Gra-gracias... hermano... -

Entonces fue en ese momento en el qué el pelirrojo conquisto por completo el corazón de Kankuro. Y fue entonces en el qué se propuso, estar a su lado... para siempre.
Esa noche sus destinos se habían unido, formando un solo camino para los dos.
Kankuro se convirtió en el guardián... de aquel ángel, frágil y dulce, de cabellos rojos y mirada celestial.

- ... Nunca más... estarás solo. -

Susurra Kankuro a la vez qué besa la frente de Gaara.

- Volvamos a la aldea, Gaara. -
- Si, hermano. -

Entonces, Kankuro toma a Gaara de la mano y regresan a Suna.
Al llegar a la mansión de la familia Sabaku, ingresan con cautela para qué los guardias no los detecten.
La mansión era enorme, tenia muchas habitaciones, era antigua, muy lujosa y estaba repleta de guardias qué debían proteger al Kazekage y a su familia.

- ... Gaara, ven conmigo a mi habitación. -
- Es-esta bien... -

Kankuro llevo a Gaara a su cuarto, y pasaron la noche juntos... abrazados.
Dentro de Kankuro crecía un profundo amor hacia Gaara y, también, crecían sus deseos de protegerlo, de estar a su lado, de... qué sea solo suyo.
Dentro de Gaara, también, crecía aquel sentimiento denominado amor.
Ambos se estaban enamorando... habían quedado atrapados de ese amor... prohibido.