Disclaimer: Los escenarios, personajes, etc. que aquí aparecen no son de mi propiedad, sino que pertenecen a J. K. Rowling.
Este fic participa en el Duelo #1 de la Séptima Edición del Club de Duelo del foro "La Noble y Ancestral Casa de los Black".
Prompt: escribir un fic de 155 palabras desde el punto de vista de Seamus Finnigan, y que el universo en el que se halla sea la antítesis del canon original.
Temer o morir
—¡Harry Potter!
La voz de Albus Dumbledore retumbó imponente. El silencio que reinaba en el Gran Salón fue interrumpido por los estruendosos y vivaces aplausos de los alumnos, que celebraban extasiados el nombramiento del campeón de Hogwarts. Seamus no estaba del todo contento, pero lo disimuló.
Decidió imitar a sus compañeros y felicitar a su campeón en la sala común. Desafortunadamente, un ligero traspié por parte del rubio hizo que derramara casi toda su cerveza de manteca sobre la camisa de Potter, quien le lanzó una mirada furibunda.
—Una de dos: o te dio una Bludger en la cabeza, o eres imbécil de nacimiento. Me inclino por la segunda opción.
El mordaz comentario del pelinegro arrancó una carcajada general. Seamus se quedó de piedra, mirándolo aterrado; segundos después, echó a correr. Si pretendía conservar su integridad física, su mejor opción era mantener la mayor distancia posible del famoso Harry Potter y su séquito de seguidores.
N/A: Tengo que decirlo: no me gusta nada esta versión de Harry, tan miserable y burlón. Odié representarlo de esta manera, pero bueno, todo sea por pasar de ronda en el duelo (?), jajaja.
La idea era mostrar a los personajes de forma opuesta al canon, y creo haberlo logrado. Harry, a pesar de ser un fanfarrón idiota, es aclamado y venerado (y temido, aparentemente) por sus compañeros, además de ser el único campeón representante de Hogwarts en el Torneo de los Tres Magos (parece que Dumbledore no cambió las reglas y permitió que se presentara cualquier alumno, sin importar su edad. Un poco sádico el viejo en este universo, ¿no? xD). Por su parte, Seamus es un cobarde, incapaz de hacerle frente al bravucón de turno; muy distinto del irlandés envalentonado que conocemos, que no tiene pelos en la lengua cuando se trata de expresar su escepticismo o sus opiniones adversas. Aunque sigue siendo algo torpe. :P
¡Gracias por leer! :)