Disclaimer: Los personajes de Bleach pertenecen a Tite Kubo. Lo que me pertenece es la idea de la historia y no busco lucro en Esto.
Título: Estación de Tren
Autor: Al Shinomori
Pareja: Nelliel Tu x Grimmjow
Dedicatoria: Este fanfic está dedicado a todos los seguidores de mis historias de esta sección. Mis mejores deseos para esta semana.
- Existen dos tipos de personas-
Prólogo
Llevaba más de treinta minutos en la espera del tren que la llevaría a casa, su hogar. Después de más de diez años ausente; por fin regresaría para estar nuevamente rodeada de sus seres queridos. Sonrió para sus adentros recordando el dulce y cálido rostro de su madre, era cuestión de horas para poder estar junto a ella, recibiendo sus mimos, como cuando era una niña. Ahora, a sus veinte años debía regresar y demostrar que había madurado y que el cambio que había sufrido no era sólo físicamente. Ella había aprendido hacer sus debilidades fortalezas y sus fortalezas sus más valiosas virtudes.
-Le he dicho que se ha cometido un error – Aquella voz tan seductoramente gélida y mordaz capto su atención, interrumpiendo sus pensamientos giró su rostro para localizar al dueño de aquellas palabras.
Se trataba de un hombre alto, delgado, apuesto, con una presencia que podía matar de angustia a cualquiera, vestía de negro, camisa de manga larga y chaqueta a juego, alrededor de su cuello una bufanda resaltaba la elegancia de su porte varonil, jeans de mezclilla negros a medida, todo un joven sofisticado que no cuadraba para nada en aquella estación, parecía un actor o modelo fuera de escena, definitivamente aquel hombre no parecía tener razón de estar ahí.
–Tal vez de ahí su insistencia en que se había cometido un error – Se dijo para sí misma la joven que no podía apartar su mirada de la imponente figura de aquel joven.
-Ya se lo he dicho – El joven de la taquilla rodo sus ojos con fastidio – Ya hasta he perdido la cuenta – Soltó con impaciencia – El tren a donde usted se dirige hace una hora que partió – Con la mirada objetiva de un simple espectador no se podía definir quién de los hombres se encontraba más molesto y frustrado, al borde del colapso nervioso.
-Usted es un idiota incompetente – Soltó el joven que se encontraba frente a la ventanilla – Yo no voy a ese lugar al que usted ha mencionado infinidad de veces – Hizo la mirada aún más fría y oscura – Me dirijo a Karakura -
-Pues… - La paciencia del recepcionista estaba en su límite – El idi…- Las palabras no llegaron a su fin.
-Estoy segura que no hay necesidad de que se hablen en ese tono – Intervino la joven, con la intensión de evitar un enfrentamiento físico entre aquellos jóvenes.
Los dos hombres le miraron interrogantes y desconcertados - ¿De dónde demonios había salido esa linda joven? –
-Nelliel Tu Odelschwanck – Obsequió una sonrisa a ambos – Un placer – Extendió su mano hacia el joven que le miraba con suma seriedad y desconfianza – No podía permitir que las personas se hicieran un mal concepto de usted – Le dijo al joven respondiendo a sus preguntas no verbales – Y tampoco podía dejar que usted perdiera su trabajo – Dirigió su mirada al chico de la taquilla. El joven soltó un suspiro, larga y pausadamente.
-Le agradezco – El joven asintió con su cabeza – Estaba a punto de cometer una estupidez – Su mirada ahora era amable y cálida –Es sólo que aquí el joven – Le indicó con su mano señalando al otro hombre – Insiste en que su tren no ha salido –
El hombre con tipo de modelo, de ojos turquesa y cabellos agua marina no quitaba los ojos de encima de la joven, su intervención le había parecido tan osada y valiente, aquellas cualidades eran dignas de admirar desde su perspectiva.
-Me permite su boleto – Le habló amablemente extendiendo su mano, dando por hecho que el hombre accedería a su petición – Gracias – Respondió al ver que el joven la complacía.
-Entiendo – Se dijo para ella misma, casi audible a los demás – El error esta en el destino – Nel le decía a ambos – Aquí dice que usted va a Okinawa no a Karakura –
El hombre de ojos color turquesa asió el boleto y miró el destino, la chica tenía razón. Tan acostumbrado estaba a que su asistente hiciera todo por Él que no se había cerciorado de que hubiera comprado el boleto correcto. Siempre había una primera vez y su asistente había aprovechado su oportunidad, había hecho el ridículo – Idiota – Soltó el improperio mentalmente. Y a pesar de aquello no estaba dispuesto a disculparse, después de todo el error lo había cometido su asistente; no Él.
-¿Puedes hacer el cambio o tengo que comprar otro boleto? – Soltó con arrogancia, logrando que Nel abriera sus ojos con asombro.
–A pesar de su error, no piensa disculpase – Aquellas palabras salieron de su boca en voz alta, así como lo había pensado, impulsivamente habían sido dichas.
-Nadie le ha pedido que se involucre - Su tono era controlado, igual en ese momento hubiese querido gritarle "No se meta en donde no la llaman, métase en sus asuntos y deje de involucrarse en asuntos que no le importan". Sin embargo, algo le detuvo, no quiso ser grosero con la joven - ¿Se puede hacer el cambio o no? – Preguntó con seriedad. Y volvió a ignorarla.
-Me temó que no se puede – Respondió el recepcionista – Todas las salidas con destino a Karakura del día de hoy están vendidas – Hecho un vistazo al monitor y girándolo le mostró – Miré, no le miento, tendrá que ser hasta mañana en el tren de las nueve –
- ¿Puedes reembolsarme el dinero? – Preguntó molesto.
- Mire joven Jaegerjaquez – El joven intento ser lo más comprensible que su paciencia y cordura le permitían – El error no fue nuestro, usted cometió el error al comprar el boleto para otro destino diferente al que deseaba ir- Empezaba a sentir que la vena de la sien le explotaría - Por otro lado el tren al destino al que usted iba se fue hace más de una hora y el tren al destino donde usted desea ir llega dentro de una hora y ya todos los asientos están vendidos – Le miró con amabilidad fingida – Pero, como ya no quiero pasar un mal día, ni estarle viendo la cara en todo lo que resta de mi turno le reembolsaré su dinero y espero que regrese mañana a comprar el otro boleto y le haga pasar el mal rato a mi relevo – Finalizó el recepcionista entregándole el dinero – Espero pase excelente tarde y que nunca nos volvamos a ver –
-Igual – Respondió a secas guardando el dinero en su cartera – ¿Algún lugar donde pueda pasar la noche?-
-Aquí a unos cuantos metros caminando, detrás de la cafetería hay un hostal –Respondió el rubio –De nada – murmuró malhumorado, al no recibir un comentario de gratitud por parte del otro hombre.
Sin despedirse giró sobre sus talones y caminó hacía donde estaba la cafetería. Seguro, que con una taza de café bien cargado se sentiría más sereno. Llegó al lugar y se sentó en una de las sillas que se encontraban en la parte de la entrada de la cafetería - Al aire libre - Un poco de aire no le vendría nada mal.
-¿Ahora qué? – Se preguntó mentalmente de los más incomodo al ver a la joven de cabellos verdes que "oportunamente" interrumpió su "conversación" con el "amable" recepcionista.
-¿Se le perdió algo? – Soltó mordaz al ver que la chica permanecía inmóvil a unos cuantos pasos de la mesa que ocupaba.
-¿Cuál es la razón por la que va a Karakura? –
A pesar de que la pregunta fue inesperada, la expresión de su rostro no tuvo cambios. Pero, que la joven le cuestionará sobre sus razones para viajar a Karakura le causaron suma extrañeza. Se repitió en silencio que no debía perder el control.
-No le interesa – Respondió lo más cortés que podía. A pesar de ello, aquellas palabras habían sonado lo más desconfiadas -No era para menos - Después de todo para Grimmjow, Nel era una completa extraña.
Se encogió de hombros y soltó un ahogado suspiro. La tensión que se percibía en el ambiente fue agobiante para Nel.
-Tampoco es para que desconfié – Pensó Nel esquivando su mirada – Se sentía avergonzada- Aquel apuesto joven debía empezar a creer que Ella era una loca acosadora de jóvenes guapos.
Sus mejillas se tiñeron de carmín – Tal vez Yo… - Dudó –Pueda ayudarle –
-No entiendo cómo – Soltó molesto.
Aunque, la chica era hermosa, no podía sentirse acosado. El hecho de tenerle ahí tan cerca, le hacía sentir una especie de nudo en el estómago –Situación desagradable - Él era uno de los modelos mejor pagados en el medio de la farándula - Demasiado famoso - Y el hecho de que en aquel lugar nadie hiciera mella de conocerle le empezaba a fastidiar - ¿Cómo podía ser posible que la presencia de Grimmjow Jaegerjaquez pasará desapercibida en aquella estación de tren?–
-Tengo el boleto que necesita – Nelliel le enseño un boleto de tren que tenía como destino: Karakura
La acción de la joven realmente le tomo por sorpresa - ¿Por qué demonios esa chica le ofrecía su boleto? – Tal vez Ella si le había reconocido y tratando de ser discreta no dijo nada para evitarle un mal rato alrededor de irracionales y desesperadas fans. Un gesto conmovedor viniendo de una desconocida. Pero, su estúpido sentido del deber y honor no le permitía aprovecharse de la bondad de la jovencita.
Negó con la cabeza – No puedo aceptarlo –
-No se lo estoy obsequiando, tampoco – La negativa, desconfianza y soberbia de Grimmjow le estaban cansando. Su respuesta había provocado que le respondiera de manera defensiva. Aunque, su intensión nunca había sido vendérselo; su estúpida actitud la había llevado al borde de su cordura.
La respuesta de Nel le molestó – ¿Quién se creía? – Era Ella quien insistía en fastidiarle la existencia - ¿Qué quería de él? –
-Si quieres un autógrafo sólo dilo – Respondió mordaz – No es necesario que vengas acá con un boleto a chantajearme –
-Idiota – Sugirió su conciencia un acertado adjetivo, bien calificaba la actitud y comportamiento del joven – Lo que tiene de guapo, lo tiene de idiota –Sentenció su conciencia. Nel asintió secundando sus pensamientos.
-No es necesario que se haga el gracioso – Nel le miró molesta – Sólo quiero conocer las razones por las que quiere ir a Karakura – Entrecerró sus ojos, estudiando con detalle los movimientos del chico – No tengo por qué darle explicaciones – Bufó – Pero se las daré – La tensión empezaba a disiparse - Sucede que Yo tengo dos boletos – Ahora en su mano asía dos boletos con destino a Karakura – Se suponía que alguien más me acompañaría – Se encogió de hombros – Pero, al final los planes cambiaron y pues me quede con un boleto extra – La tranquilidad estaba siendo otra vez su aliada – Este chico puede sacarte de tus casillas – Hizo nota metal - No quería ser grosera - Respiró profundo.
-Entiendo – La actitud de Grimmjow también había menguado – ¿Cuánto quiere por el boleto? –
-Oh, por Dios –Exclamó - Usted no ha entendido nada – Definitivamente ese joven le sacaba de sus casillas – No se lo estoy vendiendo, ni obsequiando – Dijo antes de que Grimmjow pudiera responderle con otra tontería –Sólo quiero que este boleto no se desperdicie – Clavó sus lindos ojos grisáceos en los turquesa – Dígame la razón por la que usted necesita ir a Karakura y ese boleto será suyo – La petición de Nel desarmó a Grimmjow, esa joven le trataba como un igual, un corriente humano que se encontraba esperando en la estación de tren.
-Su boleto – No podía dejar de observar sus bellos ojos – Por mis razones –
-Si – Asintió contenta Nel - Por fin- Se estaban entendiendo.
-Voy a ver a mi abuela – Hizo un silencio, para no perder de vista la reacción de la joven al conocer sus razones. Nel sonrió - Su sexto sentido no se había equivocado- Grimmjow necesitaba ese boleto por una buena causa – Se encuentra enferma y quiere verme antes de que sea demasiado tarde –
Las últimas palabras lograron borrar la sonrisa de Nel – Lo siento – Extendió su mano donde tenía el boleto – Ahora es suyo –
- Las que esperan que el amor vaya en su búsqueda y las que van en búsqueda del amor -
¿...Continuará…?
Notas de autora: Hola chico(a)s, la continuación de este fic depende ustedes, los lectores. Así que si quieren saber cómo se dará el romance, espero sus comentarios. Por fis dejen sus reviews.
Les aprecia Alis chan
