Disclaimer: Todos los personajes ya sean de Hetalia, Nyotalia, Nekotalia y anexas pertenecen a Himaruya Hidekaz
Good Bye, Lenin! pertenece a Wolfgang Becker
Rock me Amadeus pertenece a Falco
Major Tom (coming home) pertenece a Peter Schilling
Tage wie Diese pertenece a Die Toten Hosen
Abril de 1985:
Al otro lado de Berlín, Gilbert, en ese entonces llamado Deutsche Demokratisches Republik. notó algo fuera de lo común. Había un camión de mudanza frente a su casa, se preguntaba si se trataba de un nuevo inquilino que Rusia se encargó de enviar. Se dejó llevar por la curiosidad y fue a averiguar.
No contaba con que ese camión le pertenecía a su vecino y mucho menos que quién se estaba yendo fuera el mismísimo Rusia:
-Iván, te estacionaste frente a mi casa- le dijo serenamente.
-¿Da?, no me había percatado- sonreía.
-¿Por qué la mudanza?
-Son órdenes de Misha, no hay mucho dinero para costear esos lujos.
-Te noto algo aliviado, ¿estás seguro de lo que estás haciendo?, le estás dando ventaja a Alfred, vas a dejarlo ganar.
El ruso suspiró y dijo algo que al parecer sonó como una premonición.
-Da, pero mi jefe ya no está convencido con este sistema y para ser sinceros yo tampoco.
-Ya veo, sólo puedo desearte buena suerte.
-"Danke schön weiße Kaninchen", así se pronuncia ¿da?
-No te hagas el inocente que aprendiste a hablar alemán gracias a la "Asombrosa" Catalina...¡Y no me llames así que no soy un niñito!
El pobre Iván se entristeció y el ex prusiano se dio cuenta.
-Ya te perdoné por lo ocurrido con los Romanov. Deja de sentirte culpable y comienza con perdonarte...
-Da... por eso es que tu hermano te quiere mucho. A lo mejor y lo vas a volver a ver, tengo la corazonada de que habrá un final feliz- en eso se le cae su corazón y Gilbert logra atraparlo.
-Por cierto. ya déjala ir, te harás menos daño si permites que se vaya en paz.
-Почему?
-Porque si sigues así te hundirás cada vez más en el dolor y perderás todas las oportunidades que la vida te da para amar- mientras le entrega el corazón al chico de los ojos violeta.
-"Danke schön für alles" ¿da?
Gilbert no dudó en abrazarlo, bien que mal el ruso lo cuidó y se comportó como su hermano sobreprotector. Iván, que no estaba acostumbrado a tales nuestras de cariño que no fueran por parte de México correspondió al abrazo con unas leves palmadas en la espalda.
- Al contrario gracias a ti, por cierto ya no te odio-le decía el albino
-Debo irme, trata de ser fuerte-mientras se separaba de Gilbert .
-Warum?
-Porque presiento que esta guerra va a acabar... creo que podrás volver a ver a tu hermano.
Unos minutos después Rusia se subió al camión de mudanza y con un "До свидания, weiße Kaninchen" se alejó.
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9 De noviembre de 1989:
Hacía frío como de costumbre y el aliento se podía ver, pero el clima no era un impedimento para ver cumplido ese sueño añorado por tantos años.
Todos estaban entusiasmados; unos llevaban banderas, otros llevaban picos y martillos. un rubio alto de ojos azules sólo estaba mirando. Sus ojos brillaban aunque su rostro no expresara nada.
Ese rubio iba acompañado de un canario que aleteaba con mucha emoción. Al parecer ese canario estaba esperando la llegada de su dueño.
El muro ya estaba siendo derribado, se escuchaban ovaciones, gritos de júbilo y banderas alemanas agitándose con alegría. Muchas familias se reencontraban, muchos jóvenes celebraban. Ya nadie tenía miedo.
El rubio de ojos azules buscaba entre la multitud a alguien en especial. No volvió a saber de él desde 1945; cuando una voz dulce e inocente desde la sombra del bunker anunció que se lo llevaría, quedándose absolutamente sólo.
-West, ich bin hier!- se escuchaba a lo lejos.
El ojiazul escuchó su voz pero no podía verlo entre la muchedumbre, en eso aquel canario voló siguiendo esa voz. El rubio siguió a ese canario hasta ver a un albino vestido austeramente pero que aún gozaba de buena salud.
-Bruder!- abrazó a su hermano
-Tranquilo, ni que me hubiera ido por tanto tiempo... Veo que sobreviviste sin mi "asombrosa persona"- mientras se separaban.
-Rusia te trató bien... Gilbert, no sabes cuantas cosas sucedieron desde que te llevó como prisionero.
-Mis "asombrosos" oídos están esperando... también tengo tantas cosas que contarte. Ven a mi casa que está al otro lado del muro mientras me vas contando todo.
Mientras los dos hermanos se dirigían a esa casa, el lado comunista de Berlín se estaba deshabitando.
