He aquí una nueva historia para mi cuenta, signo de que tal vez tenga demasiadas ideas en mi cabeza. Pero bueno. Este es un crososover que tenía tiempo planeando, pero fue Fairy Tail el que se gano la trama original. Sin embargo PhazonLordKaito me animo a hacer esta historia. Espero que sea de su agrado.
Maestro del destino
No me pertenece Naruto ni Mahou Sensei Negima
Capitulo 1
Un abismo. Era así como muchos describían a la oscuridad. No solo porque compartieran esa visión de vacio infinito, sino por el hecho de que solo necesita un paso para caer en ese agujero del que no había escape alguno
Esa por supuesto era una visión extremadamente pesimista y errada para algunos, que creían que todos debían tener una oportunidad para redimirse y arreglar sus errores.
Un claro ejemplo de ese tipo de personas era Naruto Uzumaki, quien a pesar de las palabras de sus mentores y amigos, decidió ir a rescatar a su compañero, Sasuke Uchiha, quien había desertado de Konoha con el fin de alcanzar el poder que necesitaba para su ansiada venganza.
El junto a la mayoría de los novatos, se embarcaron en un largo y difícil enfrentamiento contra los súbditos de Orochimaru, y eventualmente contra el mismo Sasuke. Cuya decisión de abandonar la aldea fue reforzada por el poder del sello maldito que recibió de Orochimaru.
Fue una batalla entre el genio de la academia y el peor de esta, en donde el resultado era obvio. Sin embargo, no podía olvidarse que Naruto era el Jinchuriki del poderoso Kyubi, que era el más fuerte de todos los Bijuu. Y ese hecho pudo cambiar las cosas a favor del Uzumaki.
Pero a pesar de la diferencia de poder, había un pequeño detalle. Sasuke apuntaba a matar y Naruto no. Esa minúscula diferencia provoco que en el último golpe, la victoria se la llevara el Uchiha, que solo por un acto de orgullo decidió no terminar con el rubio. Ya que aquello hubiera sido tomar el camino de su hermano.
Cualquiera hubiera apreciado ese acto de piedad, especialmente Naruto, pues ese era el signo de que su amigo todavía tenía esperanzas. Sin embargo, los hechos posteriores demostraron que la muerte hubiera sido una salida más piadosa.
La misión para recuperar a Sasuke Uchiha había sido un rotundo fracaso, no solo por el incumplimiento del objetivo, sino por las eventualidades ocurridas en esta. Los genin Choji Akimichi, Kiba Inuzuka y Rock Lee recibieron heridas que les dejarían indispuestos una buena temporada, más aquello era irrelevante ante la verdadera tragedia de la misión. Neji Hyuga no lo logro resistir las graves heridas obtenidas en su batalla con Kidomaru, dando como resultado su deceso.
Las reacciones fueron inmediatas en su equipo, ya que a pesar de su fría actitud, era un compañero y amigo invaluable para Tenten y Rock Lee. En el equipo 8, Hinata lloro amargamente la pérdida de su primo, en donde no entendía por qué el destino tenía que arrebatárselo luego de que se le había dado la oportunidad de reparar su relación. Shikamaru Nara del equipo 10 se sentía responsable de lo ocurrido ya que él era el líder de aquella misión y considero que no estaba listo para el rango chunin.
Naruto se sintió bastante consternado por la noticia y también consideraba que compartía la culpa del desenlace. Sin embargo, no esperaba que los demas tomaran aquello en serio y en verdad le culparan de la muerte de Neji.
Una denuncia presentada del Consejo de la aldea exponía que Naruto era el responsable de la muerte del prodigio Hyuga, debido a que este había usado el poder del Kyubi. Los argumentos exponían que el grupo de ninja médicos estaba en la capacidad del salvar a al genin, pero debido a la presencia del dañino chakra del Bijuu, su labor se vio mermada.
Aquello sin dudas era una mentira como ninguna, ya que la batalla entre Naruto y Sasuke se llevo a cabo a kilómetros del lugar en donde se encontró al Hyuga y era imposible que la liberación de una cola de chakra creara dicho efecto. No obstante, Konoha era un pueblo que ya había sufrido en carne propia dichos efectos y por ello los jefes de clanes se tragaron la farsa.
La Quinta Hokage evidentemente puso su voto a favor de Naruto, pues consideraba ridículas las premisas, pero ella no tenia lidiar solo con la presión del Consejo, sino también con la de los clanes que temían sus herederos sufrieran un destino similar en el futuro. Por esto, su voto se vio vetado.
Todo este complot dio como resultado que el joven Uzumaki fuera retirado de las fuerzas shinobi de Konoha y puesto en la custodia de la correccional de la aldea con su chakra completamente sellado.
Con esta premisa podemos trasladarnos a ese pedazo del infierno en donde se encontraba Naruto. Una celda en donde no entraba ningún tipo de rayo de luz, reinaba el olor a descomposición de sus anteriores moradores y había unas cadenas que mantenían al chico suspendido en medio del lugar.
Apenas había pasado un mes desde su encierro, pero ya el chico mostraba las repercusiones de su estadía. Un claro cuadro desnutrición y una piel marcada por los maltratos de los guardias del recinto. Este trato no era solo por la natural crueldad de los shinobi hacia los reclusos, también se debía al hecho de que muchos de ellos habían perdido a seres queridos durante el ataque del Kyubi y veían aquella oportunidad ideal para por fin cobrar su venganza. Incluso permitían a los demás reclusos golpear al chico en los "recreos" que permitía la prisión. Naruto siendo un chico de 13 años y teniendo su chakra sellado, no tenía oportunidad contra las moles que estaban encerradas en ese lugar.
Ningún pensamiento recorría la mente del chico, esta sencillamente se había desconectado del mundo para evitarle más torturas. Anteriormente, se preguntaba porque sus amigos no le habían sacado de allí, pero era obvio que se habían dejado convencer por lo demás que era un demonio por retener al Kyubi. También le quedaba claro que el puesto de Hokage era tan un sombrero inútil, es decir, de que servía ser el ninja más fuerte de la aldea, si estaba de manos atadas para salvar a un inocente. Hiruzen había demostrado su punto, al nunca hacer nada para mejorar su niñez.
Eran muchas las razones por las que Naruto Uzumaki había decidido tirar la toalla y esperar su muerte. Solo era cuestión de tiempo para que encontraran un Jinchuriki que si satisficiera sus necesidades.
-Lalala. Lalalala. Lalalalala-entonces se escucho en aquel tétrico lugar. Se trata de la voz de una joven que por lo inusual de su presencia hizo que Naruto volviera en sí, aun cuando eso implicara sentir el dolor de todas sus heridas. -Lalala. Lalalala. Lalalalala- volvió a oírse desde la celda.
Era un hecho que esa chica ya había perdido un tornillo, ya que nadie se pondría a cantar en un sitio así. Además, era una locura que una mujer se acercara al ala masculina del recinto.
-116, 117 y 118. Esta debe ser la que busco-dijo la chica con una risa.
Entonces la puerta que daba a la celda se abrió, dejando pasar una luz que cegó los ojos del joven. Corrección, el ojo único ojo con el que contaba. Una de las palizas que había recibido, le había costado su ojo izquierdo.
Una pequeña luz flotaba al lado de la chica permitiendo que Naruto poco a poco pudiera empezar a distinguirla. Era una joven que debía tener una edad similar a la suya. De piel clara y delicados rasgos que no eran perturbados por los harapos presidiarios que vestía. Con un largo cabello morado y sencillos ojos café que hacían preguntarse porque ella estaba en se horrible lugar.
-Esto. ¿Tú eres Uzumaki-kun?
-…-el chico no estaba deseoso de contestar. Nada le decía que debía confiar en la chica.
-Vamos no seas así-dijo ella en un tono infantil. –Me tomo mucho tiempo liberarme y poder dar con el dueño de tan exquisito instinto asesino.
Aquel comentario no impresiono a Naruto, a estas alturas ya toda Konoha debía ser conocedora de lo que se suponía que era un secreto.
-Pero no malinterpretes mis palabras. No me refiero a esa cosa que está encerrada en ti, sino a todo eso que has sentido últimamente. Apuesto que has querido desgarrar las gargantas de todos esos idiotas, aplastar sus cráneos contra el concreto o simplemente cortarlos y hacer que se desangren-dijo la chica en tono más tétrico.
-…
-No es necesario ocultarlo. Uzumaki-kun. Esta en tus venas. No hay seres más sanguinarios que tu clan y no puedo describir lo feliz que me siento por tener a uno frente a mí.
-Estas equivocada. Yo soy nada de lo que dices.
-Estas muy equivocado, tontito. Pero ahora no es momento para hablar. La matanza y la libertad nos espera-dijo la chica para lanzar unas hojas de papel a la cadenas que retenían a Naruto, la cual detonaron al hacer contacto y le liberaron.
El chico cayó al suelo con su cuerpo muy adormecido, pero la adrenalina que le invadió fue suficiente para asumir las fuerzas necesarias para salir de ese endemoniado lugar. Naruto entonces pensó en qué tipo de plan tendría esa chica para escapar, pues tenía entendido que esa correccional era casi infranqueable y el no se encontraba en condiciones de pelear debido a los sellos.
Sin embargo, esos pensamientos fueron sustituidos por unas intensas nauseas producto de un pútrido olor a sangre que sintió al salir al pasillo de su celda. El rubio quedo estupefacto al ver como la prisión había sido convertida en una carnicería en donde los restos de los reclusos y guardias estaban dispersos por todas partes.
-Lo siento-dijo la chica poniendo sus manos ensangrentadas juntas y haciendo una reverencia. –No pude contenerme. Creo que debí dejarte a alguien.
-No importa-dijo el rubio algo sin aliento por la escena. -¿En serio has matado a todos?
-De otra forma no podríamos caminar con tanta tranquilidad-dijo la chica de forma casual. –No obstante deje a alguien vivo que tal vez sea de tu agrado
-No hay nadie que lo sea en este momento-declaro el chico para ser guiado a la salida del ahora dantesco lugar.
[A la mañana siguiente]
Los ninja de Konoha tenían un serio problema entre manos. Su mayor reten había sido comprometido en un abrir y cerrar de ojos, haciendo ver una vez que la seguridad de la aldea era un chiste. El departamento de inteligencia estaba patas arriba por todo el trabajo de que tenían, ya que debían identificar cada unos de los muertos que allí se encontraban con el fin de verificar si alguien había escapado.
La labor no era fácil y los más débiles de estomago rápidamente quedaron indispuestos por la escena que allí se veía, ganándose los gritos de Anko Mitarashi que se quejaban por su debilidad e inutilidad.
-Este lugar es un autentico desastre-dijo ella a Ibiki mientras revisaban el lugar.
-De eso no cabe duda. ¿Ya han verificado nuestros temores?
-Sí. Se han llevado al chico Uzumaki. Su celda estaba llena de sangre, pero estaba seca y no era reciente. Por lo que es un hecho que él no una de las víctimas, al menos no de esta carnicería-dijo Anko con un tono de molestia.
-¿Aun te molesta lo ocurrido?
-¿Cómo no hacerlo? Ha sido una injusticia que le culparan por esa estupidez.
-No es nuestro trabajo determinarlo-dijo estoico el Morino.
-¿Ese trapo te aprieta el cerebro? Ver por los hechos es nuestro trabajo-dijo la jounin especialista en información.
-Es una pena que tengamos nuestras prioridades-dijo el hombre para entonces revisar un tablero en sus manos. –Según las primeras experticias no hay indicativos de que hayan forzado la entrada. Las puerta se abrieron desde adentro y las únicas huellas al exterior son en salida.
-Qué bonito. Entonces es un trabajo interno.
-Sera muy difícil de determinar. Todos los guardias están desfigurados y costara identificar al culpable.
Entonces un chunin se acerco muy desesperado a la pareja. Pálido y temblando de miedo.
-Ibiki-san, tenemos muy malas noticias. Hemos confirmado dos escapes-dijo el hombre.
-Entonces di sus nombres de una vez-reclamo la pelimorada.
-La primera es la reclusa Tayuya de la aldea de Oto.
-Maldición. Sabía que era un error encerrarla aquí. Esa sucia serpiente tiene haberla sacado para evitar que la interrogáramos-dijo la mujer pensando en esa chica. La kunoichi había sobrevivido a su pelea con Shikamaru y Temari, y se esperaba por su recuperación para su interrogatorio.
-No es todo. La prisionera….-dijo el chunin tragando nervioso. –La prisionera Tsukuyomi también está libre-dijo el hombre haciendo que Ibiki y Anko abrieran sus ojos como platos.
-¡Tienes que estar bromeando! ¿Estás diciendo que esa mocosa esta libre?
-Tememos que sí. Los indicativos muestran que ella ha sido la causante de toda la situación.
-Den inmediatamente la alerta a la Hokage. No podemos permitir que esa chica escape-exigió Ibiki para que el chunin se retirara.
-Esto sí que es muy malo-dijo Anko mordiéndose la uñas. – ¿Es verdad lo que dicen? Que ella liquido a un escuadrón chunin con un mísero kunai
-Sí. Con tan solo 8 años y sin entrenamiento shinobi comprobado-dijo Ibiki. -Se supondría que todos estos años de encierro deberían haberle debilitado, pero es un hecho que conserva ese horripilante instinto asesino.
-¿Y para que tienen encerrado a alguien así?
-Hay quienes se interesaron en sus habilidades y decidieron retenerle, pero su caída provoco que cayera en manos de esta correccional. Hiruzen pensaba en insertarla en programa ninja, pero siempre se echaba para atrás. En unas semanas, le haría saber a Tsunade de ella para decidir su futuro. Creo que me tarde demasiado.
-No te culpes. Es el inconveniente de trabajar para la burocracia.
-Tienes razón. Ahora debemos ocuparnos de nuestro trabajo. A raíz de los hechos, serán los escuadrones de búsqueda los que la tendrán difícil.
[Con Naruto]
Ya los jóvenes se habían alejado bastante del complejo en donde estaban encerrados y el chico le pidió a la joven un pequeño descanso. Era la pelimorada la que llevaba al Uzumaki, pero el dolor de las heridas de este le molestaban muchísimo.
-Parece que debemos solucionar ese problema que tienes-dijo la chica señalando los sellos que cubrían el torso y brazos del rubio.
-Debo hacerlo cuanto antes. Sin ellos, el chakra Kyubi podrá curarme lo quiera o no.
-Querrás decir tu chakra. Los Uzumaki tienen un factor de curación muy avanzado.
-¿Sabes mucho de los Uzumaki?
-Menos de lo que en verdad quisiera. En mi celda no recibía mucha información.
-No necesito preguntarme porque terminaste allí y no me importa. Debo agradecer tu ayuda…...
-Tsukuyomi. Puedes llamarme así.
-Ya veo. Bonito nombre.
-Gracias-le dijo la pelimorada con una sonrisa.
-¿Ahora donde debemos ir? Estoy seguro que deben estarme buscar en todo el País del Fuego.
-Puede que no escuchara muchas cosas sobre los Uzumaki, pero si sobre otras cosas importantes. Escuche que en el País del Rio hay una mujer que puede lidiar con sellos así con facilidad.
-No nos queda de otra. Sé de otros que podrían quitármelos, pero tratarían de convencerme de volver a la aldea.
-¿No lo harás?
-¿Con que fin? Allí no me queda nada.
-Pues yo te acompañare siempre y cuando muestres ese lado que quiero ver.
-No prometo nada-dijo el chico suspirando e indicarle la chica que debían seguir su camino.
Naruto sabía que a medida que se alejaba de Konoha, desechaba cada segundo de lo que había vivido con anterioridad y que se acercaba a una vida que pintaba estar marcada por la muerte, ya que la compañía de esa chica indicaba eso.
No podía estar más en lo cierto, pues para caer en la oscuridad no se necesitaba un paso. Se necesitaba un empujón.
Y aquí termina el primer capítulo de esta nueva incursión. Me despido por ahora.
