este es un pequeño fic... que sera de no mas de 5 capis... tendra mucho romance y suspenso por parte de Kagome... y tambien muchos celos de parte de nuestro amado Inuyasha...

como dije no sera muy largo... asi que espero que lo disfruten... tomenlo como mi regalo de navidad para ustedes mis queridas lectoras que han hecho de mi trabajo mi mayor alegria al ser bien recibido por ustedes... ^^

muchas gracias a todas y disfruten el fic!

NINA S/E


Cap. I: "descubriendo la aldea de Hana"

Inuyasha y su grupo llevaban más de 2 semanas en busca de Naraku y sus secuaces. Con la muerte de Kagura, Kanna y Kikiou, las cosas eran cada día más difíciles para el grupo.

Pero sobre todo para un hanyou de dorado mirar que desde hace ya mucho tiempo no podía controlar lo que sentía por Kagome, la chica que atravesó el pozo devorador de huesos y lo libero del sello.

Kagome cada día estaba más hermosa y feliz, pues ya se había graduado de la secundaria y postulo a la preparatoria ingresando. No cavia de tanta felicidad y eso simplemente al hanyou le daba vueltas.

Pensaba que era porque ella esperaba con ansias volver a su casa y estar con ese tal Hobo que siempre la seguía en su época, o peor aún, que había encontrado algo mucho mejor y lo dejaría para siempre, y eso lo tenía más que al borde de la desesperación.

Hacía mucho tiempo, antes de que Kikiou muriera otra vez, en él habían despertado todos y cada uno de sus sentimientos por ella, pero multiplicados por 3. La necesitaba, la amaba con locura y la deseaba con todo su ser. Quería marcarla y hacerla su mujer…

Pero ahí estaba el problema… Kagome lo trataba igual que siempre… como un amigo. Siempre creyó que Kagome lo amaba, aunque nunca se lo escucho decir directamente, pero sus acciones para él le decían que ella lo amaba. Pero eso también era un problema… ella hacia siempre sacrificios por TODOS, no solo por él, asi que supuso que a todos sus amigos los amaba de la misma forma que al él. Y eso lo enfermaba… lo llenaba de celos al ver como hablaba con Miroku abiertamente y reía con él en sus conversaciones… y no era él el tema para hacerla reír, no era que quisiera ser la burla de ella y fuera un egocéntrico, pero quería que todo lo que tuviera que ver con Kagome se relacionara con él. También estaba Sango… Kagome y ella siempre hablaban íntimamente y se reían o simplemente compartían abrazos de hermanas y secretos como niñas pequeñas… y otra vez Kagome era feliz, y él no era quien le causaba felicidad… no era con él con quien compartía secretos… ni siquiera de lo que hacían o había en la época de Kagome, pues ella le contaba a todos lo que hacía y lo que había ahí. Por último estaba Shippou, el condenado chiquillo que hacia todo lo que a él le gustaría hacer, besaba a Kagome en la mejilla, recibía los mimos constantes de ella, sus sonrisas, sus abrazos, sus caricias, los juegos que ella llevaba para él, dormía siempre cálido y plácidamente entre los brazos de Kagome que siempre, antes de que el niño se durmiera, le cantaba una canción de cuna para que no tuviera pesadillas y se durmiera rápido y tranquilo, sacando siempre de sus labios al final de cada canción un dulce buenas noches y un beso maternal en la frente.

Todos recibían atenciones especiales de ella, menos él! Que se desvivía cuidándola y protegiéndola de cualquier peligro… claro, también celándola y amándola en secreto, pero era injusto!, incluso hasta la pulga recibía mas atenciones, porque cuando Mioga le pedía permiso para chupar su sangre, Kagome le sonreía y doblaba su cuello a un lado dejándole expuesto para que la pulga fuera feliz… a todos los complacía… menos a ÉL!

-keh!- dijo malhumorado por el rumbo de sus pensamientos. Pero era cierto que también ella siempre se preocupaba por él y lo cuidaba, también trataba de complacerlo al traer las sopas instantáneas y las golosinas, ella siempre se sacrificaba por él, incluso arriesgando su vida en el proceso- keh!- volvió a decir ya no tan molesto.

- quieres dejar de quejarte Inuyasha! Me tienes hasta el límite de la paciencia!, si tanto te molesta algo dilo de una buena vez o mejor quédate en silencio!- Kagome dejo su andar para mirar de frente al hanyou con el ceño fruncido. Pero su molestia pasó a ser confusión al ver que él la veía con una mirada brillante, cosa que la puso nerviosa y más molesta- y deja de verme asi! Me pone los nervios de punta!- todos se giraron para mirar al hanyou que sonrió de forma picara. Miroku abrió los ojos de forma desmesurada y sonrió de forma pervertida al ver a su amigo asi.

- "ya está aprendiendo como funciona esto"- pensó el monje, sin dejar de ver la escena. Al contrario de Sango que tenía los ojos bien abiertos y miraba al hanyou sonrojada, pues jamás había visto a Inuyasha sonreír de esa manera tan parecida a Miroku.

- "mucha junta con él le está haciendo un mal terrible"- pensó la exterminadora, mirando detenidamente la reacción de sus amigos.

- asi que… te pone nerviosa la forma en que te veo?- la voz de Inuyasha era un susurro que solo escucho Kagome, haciendo que se tensara- respóndeme…- pidió el con la misma voz, solo que mas insinuante y seductora.

-" y a este que le pasa? Porque de un día para otro me habla como si fuera un galán de Hollywood?" – se pregunto Kagome molestándose más con Inuyasha- deja de verme asi y de hablar asi! Qué rayos te pasa? Te has vuelto loco o qué?... deja de mirarme asi!- Kagome se enfureció al ver que en vez de que Inuyasha hiciera lo de siempre "keh! Tonta, a nadie le interesa ver tu horrible cara" y luego seguir su camino, la mirara de forma más intensa y se acercara a ella a paso lento- si quieres jugar búscate a un muerto!- auch! Golpe para el ego de Inuyasha.

- keh!- dijo enojado y herido en su orgullo- "maldita perra… y yo que pensé en tratar de cambiar un poco las cosas… maldita!"- el hanyou siguió caminando sintiendo la mirada penetrante de todos sus amigos- y ustedes que ven! Será mejor que nos demos prisa esta anocheciendo y no quiero que después de quejen!- todos continuaron sin decir palabra para no ser los que recibieran el creciente mal humor del hanyou, que solo miraba a la chica de cabello azabache caminar de forma segura delante de él- "por kami por qué no se viste como alguien normal? Por qué? Por qué siempre tiene que dejarme asi como un maldito perro baboso?"

-"que rayos fue eso? Por qué me miro asi?... acaso… naaaa esa posibilidad es nula… olvídalo Kagome… solo en los mejores sueños"- la chica sonrió recuperando su buen humor. Hace mucho tiempo dejo de dolerle ese tipo de cosas, su amor no correspondido se lo tomaba ahora con madurez y con cierto humor. No quiere decir que no le doliera aun, pero prefería tomarlo de otra forma para que cuando el momento de decir adiós llegara no doliera tanto- "asi no será tan difícil la despedida cuando les diga adiós a todos… es más fácil convencerse de que no duele"- Kagome se detuvo cuando sintió el olor de comida. Su estomago sonó y se sonrojo al ver a Sango sonreír a su lado.

- tienes hambre?- la pregunta sonó mas a afirmación que a pregunta, pero aun asi asintió con la cabeza- que les parece si nos detenemos a comer?- la Taijiya sonrió a todos. Miroku asintió de acuerdo e Inuyasha bufo al saber que se tendría que quedar otra vez en una aldea humana y escuchar las mentiras de Miroku acerca de nubes negras y cosas asi. Shippou asintió feliz y Kirara maulló. Sango sonrió más ampliamente al ver que todos estaban de acuerdo.

- hay… algo en esa aldea…- Kagome miro fijamente por el camino, donde se divisaba claramente una aldea que era rodeada por un gran campo y frondosos arboles y flores. Kagome sintió algo extraño provenir de ahí y se puso a correr en su dirección.

- que pasa Kagome?- Sango la siguió tratando de alcanzar a su amiga quien corría a toda prisa. Los demás las seguían de cerca con cara de no entender y con gran preocupación.

- esa aldea…- hablo Kagome agitada corriendo a toda la velocidad que le permitían sus piernas- tiene algo extraño…

- que tiene la aldea señorita Kagome?- pregunto Miroku preocupado de haberse descuidado y haber pasado por alto alguna presencia.

- cuidado!- grito el hanyou al percatarse de una campo de energía potente- Kagome!- grito. Cuando vio que Kagome lo atravesó sin problemas- Kagome!- volvió a gritar. Desenfundo su espada rápidamente volviéndola roja. La agito una vez y pudo ver que fue en vano- el campo… es fuerte… ni Tessaiga puede romperlo…- Inuyasha miraba preocupado hacia el campo, sintiéndose un fracaso.

- pues yo no me rendiré…- Sango levanto su boomerang- Hiraikotsu!- grito la exterminadora. Se abrió un pequeño espacio en el que se pudo divisar la silueta de Kagome lanzando sus flechas hacia algún lugar- Inuyasha usa a Tessaiga ahora!- le grito al ver que el nuevo poder de su arma había podido ayudar en algo.

Inuyasha lo hiso y de un solo movimiento agito la espada rompiendo la barrera. Se adentraron rápidamente y vieron a Kagome rodeada por su propio campo de energía disparando en contra de nada. Apuntando como si tuviera a alguien en frente.

-Kagome!- grito Inuyasha pero choco contra otro campo- mierda! Cuantos mas hay?- Inuyasha se puso de pie y de inmediato fue atacado por serpientes youkai. Pero eran diferentes, tenían la forma y la cabeza de una serpiente, pero poseían brazos y piernas.

- no estoven basuras!- grito uno de los youkais. Eran cuatro en total, y todas eran iguales.

- a quien le dices basura maldito bastardo!- exclamo furioso el hanyou. Miroku y Sango tomaron sus posiciones y comensaron a pelear contra las demás serpientes. Ahora Inuyasha luchaba contra dos que evitaban a toda costa que se acercara a Kagome, quien seguía tensando su flecha hacia algún punto desconocido- "debo terminar rápido para poder ayudarla"- se dijo el hanyou- Kaze no kizu!- agito su espada eliminando a una de las serpientes- Miroku! Sango!- grito al ver que ellos también terminaron- ayuden a Kagome!- los muchachos asintieron y corrieron hasta ella.

- no se acerquen!- todos detuvieron su andar al escuchar la exclamación segura y seria de ella- no se acerquen mas…- Kagome entrecerró los ojos y fijo su vista a su derecha- ahí estabas!- tenso la flecha y sin ninguna duda la lanzo. El campo que evitaba que se acercaran a ella se desvaneció, mostrando que alrededor de Kagome había más de 15 serpientes rodeándola- tu eres el jefe!- grito Kagome al ver a una serpiente de color azul. Todas eran verdes- que quieren?- Kagome tenso otra flecha y la serpiente se puso nerviosa. Había perdido su brazo derecho con la flecha de Kagome, y sabia que ella había fallado a propósito solo para interrogarlo, lo sabía porque podía leer la mente- sabes porque no te mate asi que habla de una maldita vez!- todos los chicos miraron a Kagome con los ojos bien abiertos, jamás la habían visto tan… tan… como una miko.

- no te lo diré…- le dijo la serpiente. Kagome tenso más la flecha y agrando su campo de fuerza, haciendo retroceder a sus amigos.

- entonces…- Kagome le lanzo una flecha a los youkais de su izquierda sin dejar de estar consciente del jefe, y mato a 5 de ellas con una sola flecha. Las demás serpientes comenzaron a alejarse por miedo- dime…- pidió Kagome con la voz calmada, causando más miedo en sus oponentes- donde está la gente de la aldea?

- ahí…- la serpiente apunto a una cabaña donde se podían escuchar los llantos de los niños.

- lastimaron a alguien?- le pregunto calmada Kagome sin dejar de tensar la flecha.

- solo a unos cuantos…- todos estaban con la boca abierta. Parecía como si Kagome estuviera adiestrando a la serpiente youkai con gran éxito.

- ven…- pidió Kagome suavemente. Inuyasha se tenso y apretó mas la empuñadura de Tessaiga- no te acerques Inuyasha…- le dijo ella leyéndole el pensamiento- ven… no te hare nada…- Kagome dejo de tensar la flecha y estiro sus brazos hacia la serpiente. Primero este le vio con miedo, pero al ver la sonrisa sincera de ella se acerco a ella. Poco a poco la serpiente comenzó a encogerse y rebelo a un pequeño niño al cual le volvió a crecer el brazo- te sentías solo?- le pregunto ella poniéndose de rodillas y abrazándolo.

- si… me daba tanto miedo estar solo que deje que esos youkais tomaran mi cuerpo…- el pequeño niño de cabello negro lloraba y abrazaba fuertemente a Kagome.

- no te preocupes… ya no estás solo…- Kagome le sonrió y acaricio su cabeza- perdóname por lanzarte una flecha…

- era necesario miko sama…- el pequeño la miro de frente y ambos se sonrieron- es usted muy hermosa…- Kagome se sonrojo y el pequeño sonrió- le… le puedes decir a mi padre que… yo lo siento y que lo quiero mucho?- Kagome asintió con una gran sonrisa- gracias… gracias por hacerme sentir como los demás… gracias por ayudarme- Kagome le dio un beso maternal en la mejilla y en la frente.

- no hay problema… cuídate- el niño se desvaneció en el aire con una sonrisa- y ustedes- Kagome se levanto rápidamente mirando a las demás serpientes que ya no tenían brazos ni piernas- ya tienen lo que querían?... son unos malvados sin corazón!- les grito. Las serpientes trataron de atacarla pero ella enseguida les lanzo unas flechas. Sango la ayudo y el monje. Inuyasha elimino a unas fácilmente aun sin poder creerse lo que había visto. Kagome cada día crecía mas y sus poderes de sacerdotisa igual.

-wow Kagome estuviste genial- Shippou fue el primero en acercarse a Kagome y felicitarla consiguiendo un sonrojo de la muchacha.

- no es… para tanto Shippou- le dijo la joven avergonzada de la mirada que todos le daban.

- pero es cierto Kagome chan… actuaste como toda una sacerdotisa… claro que tu eres un poco más benevolente- le dijo Sango feliz.

- mis más sinceras felicitaciones Kagome sama… ha estado usted increíble- Miroku le sonrió feliz a su amiga quien solo se sonrojo mas.

- pero ustedes me ayudaron… yo no pude haberlo hecho sola…

- no es cierto Kagome… tu prácticamente derrotaste a todos…- Kagome levanto la mirada sorprendida al escuchar a Inuyasha casi elogiándola, haciendo que su sonrojo fuera más fuerte si era posible.

- gracias…- murmuro apenada.

- muchísimas gracias miko sama!- todos los aldeanos aparecieron de repente rodeando a Kagome y dándole las gracias con sus sonrisas y con reverencias de respeto.

- no fue nada…- volvió a murmurar apenada- ellos también me ayudaron…- dijo indicando a todos sus amigos. Acto seguido todos los aldeanos les hicieron una reverencia.

- como podemos agradecerle señorita por ayudar a nuestra aldea- Kagome se giro encontrándose con un hombre muy atractivo y de ojos negros mirándola con ternura y agradecimiento.

- usted es…- pero no pudo terminar la frase.

- asi es… ese era Takeru… mi hijo menor que murió hace un mes… desde entonces había estado atacando la aldea…- Kagome vio la tristeza en los ojos del hombre y se acerco a él tocando su hombro suavemente y sonriéndole para reconfortarlo. Causando dos cosas: la primera, la sonrisa agradecida del hombre, la segunda un gruñido lleno de celos por parte del hanyou, quien fue detenido por el brazo, por Miroku que negaba con la cabeza- muchas gracias… díganme sus nombres por favor- pidió amablemente el hombre con una sonrisa.

- bien… él es el monje Miroku… ella es Sango, la exterminadora de demonios, él es Shippou, ella es Kirara y él es Inuyasha- Kagome sonrió al decir el nombre del hanyou para eliminar esa aura molesta que lo rodeaba y lo consiguió ampliando mas su sonrisa- y yo me llamo Kagome…

- te llamas como una estrella… aquí sembramos una flor con tu nombre…- Kagome sonrió como jamás lo había hecho para nadie, logrando que los celos de Inuyasha crecieran hasta puntos desmedidos.

- enserio?... no sabía que aquí había gente que conocía el significado de mi nombre… y menos que bautizaran a una flor con el…- Kagome miro la aldea y vio que estaba rodeada de las flores mas lindas que había visto en su vida- son hermosas… las flores…

- por eso la aldea se llama Hana… en honor a las hermosas flores que la rodean… ahora nos ha dado otra razón para seguir cuidando de Kagome…- el hombre la miro lleno de ternura al ver como Kagome asentía feliz y risueña como una niña pequeña- se quedarían con nosotros por un tiempo? Pronto se hará un festival, por la nueva flor que cultivamos… y me gustaría Kagome sama que usted estuviera presente- Kagome se sonrojo al saber que el hombre que ahora sujetaba sus manos de forma delicada la estaba cortejando.

-" dios!... sí que es atractivo"- pensó sonrojándose más por sus pensamientos y agachando la mirada. Inuyasha comenzó a gruñir al ver a Kagome asi. Miroku y Sango lo sujetaron con fuerza.

- tranquilo amigo…- dijo Miroku preocupado al ver como Inuyasha enseñaba los colmillos y arrugaba la nariz.

- será solo por poco tiempo Inuyasha- decía Sango tratando con esfuerzo de controlar la ira del hanyou.

- será… un placer quedarme- dijo Kagome mirando fijamente al hombre. Perdiéndose en su oscura mirada que solo irradiaba calidez. Inuyasha apretó los puños recordando que solo era un humano. Uno muy atrevido a acercarse a lo que no le pertenecía. Pero un humano al fin y al cabo.

- entonces vengan conmigo- les dijo a todos estirando su brazo de forma galante a Kagome que no lo dudo ni un momento y paso su brazo izquierdo por el- síganme a mi casa por favor- pidió mirando a todos con una sonrisa agradable que a Inuyasha le supo a puras estupideces para quitarle a SU Kagome.

-"maldito humano del demonio!"- pensó Inuyasha comenzando a caminar tras Kagome gruñendo de vez en cuando- y ustedes se van a quedar ahí!- le gruño a sus compañeros de viaje, que apresuraron el paso y se pusieron junto a él- "maldito, maldito, maldito"- pensaba mientras veía como Kagome y él, conversaban animadamente y de vez en cuando ella se sonrojaba y sonreía apenada- "maldito!"