Este fic participa en el Reto de Apertura "Mi personaje favorito" del foro Mentes Criminales: Unidad de Análisis de Conducta.

Disclaimer: Los personajes de Mentes Criminales no me pertenecen, son propiedad de la CBS.


Imprevisible

Había pocas cosas que descolocaran a Hotch. No era una persona precisamente fácil de sorprender y más desde que trabajaba en la UAC. Incluso se había acostumbrado a los comentarios de García.

Pero si se trataba de Prentiss la cosa cambiaba. Le había descolocado desde que la encontró en su despacho tras volver de para darle un perfil previo perfecto y convencerle de entrar en la Unidad. Tampoco esperaba una confesión tan personal cuando le contó por qué odiaba la política ni esperaba que se involucrara con Carrie Ortiz hasta el punto de querer acogerla. Y mucho menos esperaba que dimitiera por él cuando apenas llevaba unos meses en la Unidad. Ese "Señora" que le dirigió a Strauss significaba mucho. En ese momento supo lo que había pasado, supo que Erin había intentado meter un topo en el equipo y que Emily prefirió dimitir a traicionarle. Ambos estaban sorprendidos.

No esperaba que apareciese en su despacho calada de los pies a la cabeza para decirle que un viejo amigo había muerto. Su tristeza y su voz quebrada le produjeron un nudo en el estómago, porque Emily nunca se había mostrado tan rota.

Lo cierto es que no le costó mucho acostumbrarse a la personalidad de Prentiss, a su carácter tranquilo, a su determinación y a su ingenio. No le sorprendió que fuera ella lo primero que viera tras el ataque de Foyet, ni que fuera a buscarle día tras día para ver cómo se encontraba, apoyándole con entereza desde el silencio.

Tampoco le sorprendió que enfrentara a Doyle para proteger a esas seis personas que tanto significaban para ella, su familia. Ni si quiera le descolocó que se acostara con Doyle por un perfil ¿Quién era él para juzgarla? Pero sí le sorprendió que meses después le confesara entre lágrimas que se había enamorado de Doyle y que deseaba que todo hubiera sido diferente.

-¿Sabes lo que me gusta de ti? –Emily le miró con curiosidad.

Entonces, le recuerda el día en que le cambió el informe a Dave para gastarle una broma por haber colado su papeleo entre el de ella, o cuando sin previo aviso besó a Reid alegando que era mejor partido que Morgan para fastidiar al moreno, o esa vez en la que se presentó por sorpresa en su apartamento para llevar a Jack al zoológico. Y la hace reír.

Y ahí está ahora, en su despacho, entregándole una carta de dimisión para marcharse a Londres. De nuevo va a perderla. Entonces Emily vuelve a hacer algo inesperado: le abraza, hunde la cabeza en su pecho y él intenta corresponderla como se merece, acaricia su espalda y no puede evitar depositar un suave beso en su cabeza. Hotch puede ver una lágrima escapándose de esos hipnóticos ojos marrones.

-Te echaré de menos, Aaron. –Es la primera vez que le llama así. Sonríe.

Porque Emily Prentiss podía ser testaruda, brillante y leal, pero también imprevisible. Y eso era lo que más iba a echar de menos.