Hola a todos por entrar a leer este fic. En realidad la idea de me ocurrió de la nada. Como dice el summary es un Dramione al 100%.

Recuerden que Los personajes no me pertenecen.

Espero que les guste

Nanda

Era el mejor restaurante de comida Italiana que existía en toda esa zona de Londres, los platos servidos ahí eran excelente en sabor y presentación, claro que no era el restaurante más elegante ni el más caro de la ciudad, hasta podía pasar como Rustico con sus hornos de leña para los diferentes platos, pero valía la pena disfrutar, y para sorpresa de Draco Malfoy visitaba el lugar italiano muggle una vez al mes.

- Draco por favor! Sinceramente las cosas no pueden seguir así. - Astoria Greengrass, la que fue señora Malfoy no por selección propia, se quejó con su acompañante, llevaba más de diez minutos ignorada completamente por el rubio mientras hablaba del clima en su nueva casa de campo en los Alpes Suizos. - Si no ibas a conversar conmigo, ¿Por qué tuviste que invitarme a este lugar tan muggle?. - susurró la última palabra para no alzar sospechas, y al mismo tiempo consiguió su cometido, el padre de su único hijo la miró por primera vez en mucho tiempo. - ¿ Me puedes decir que está pasando por tu cabeza?.

- Ella. - contestó Draco Malfoy señalando con el rostro una mesa a unos cuantos puestos. - Llegó hace aproximadamente quince minutos, lleva 2 copas de agua y una tabla personal de quesos,ve el reloj cada minuto, debe estar esperando.

- Pero mira quien está aquí. - sonrío viendo el motivo por el cual era ignorada, por Merlín que no era la primera vez que pasaba. -Tú perdición querido Draco a pocos puestos de aquí. - aseguró mientras tomaba un poco de su copa de vino. - No te entiendo querido desde siempre has temblado por esa mujer, te la comes con la mirada, disfrutas solo con los ojos o cuando tú mente te juega a tu favor. - Nunca confesaría que la mejor noche que tuvo con su ex esposo fue cuando éste en estado de borrachera le cambió de nombre y lo más seguro hasta de cara y cuerpo. - ¿ Por qué no te acercas?.

- Te recuerdo que el pacto del divorcio, "se realizará apenas el primer y único hijo cumpla cinco años bla bla bla", - repitió una parte del trato que firmaron hace años. -Fue cosa solo de nosotros dos, muchas parejas siguen casadas por ahí.

- Draco tú mismo me contaste hace años que el hombrecito que tiene de esposo no la respeta, que se acuesta con la mitad del mundo mágico y que todos saben. No creo que sigan juntos después de tanto.

- Pero siguen casados por una extraña razón, y es verdad toda esos rumores de infidelidad, yo mismo vi al descarado con una tipa entrando a una habitación del Caldero Chorreante, pero ellos siguen juntos y seguirán casados por siempre supongo.- Por más que Draco Malfoy se enteraba de infidelidades, la noticia de separación nunca llegaba, tanto que ya había perdido las esperanzas. - Ron Weasley debe ser el perfecto mentiroso, o tener a su bella esposa bajo un imperius, con alguna poción de amor. - se quedó pensando un poco, su última opción le dolía. - O Hermione está demasiado enamorada de él para perdonar todo.

- No querido, conozco muy bien a las mías y esa carita que está ahí sola esperando, es de decepción, ni una sola gota de amor, imperius, poción, costumbre, miedo a quedarse sola, no se Draco lo que sea menos amor. - se quedó observando a Hermione Weasley, era guapa y para tener dos hijos un cuerpo aceptable, con un poco más de maquillaje, mejor cuidado el cabello y otro outfit serían las soluciones para que la mujer resplandezca.

Pero a su Draco le gustaba así tal como era, sencilla, simple con ese toque clásico muggle, Draco Malfoy moría por esa mujer desde siempre. Recordó la primera borrachera de "amigos que tenían sexo solo para procrear", como el rubio confesó después de las dos botellas más caras de whisky de fuego del bar de la mansión, que le encantaba la hija de muggle, heroína de Guerra, esposa de Ron Weasley, desde que estaban en Hogwarts, y juro que algún día estaría con ella aunque sea solo una noche. - Ya se!- se le ocurrió una idea y si se hacía realidad, Draco podría cumplir su juramento o mejor tener más que solo una noche. -Es ahora o Nunca! - Lo ánimo sin todavía dejar entender su plan. -Draco Malfoy tú momento para demostrarle que hay un hombre bueno y respetable esperando por ella ha llegado. - dijo tomando lo último de su copa de vino antes de levantarse.

- Astoria!- trató de detenerla pero fue muy tarde, ya su amiga estaba sentada saludando a Hermione, que después de unos segundos por primera vez en toda la noche lo vio para luego sonreírle de modo de saludo.

La sonrisa más hermosa de todas, pensó para sí mismo Draco y se sirvió otra copa de vino, lo último que quedaba en la botella, no sabia de que conversaban las mujeres pero le gustaba ver a Hermione reír por las ocurrencias de Astoria, los platos de comida llegaron en el momento que las dos mujeres se levantaban y caminaban a su mesa.

- Draco querido,Hermione se sentará con nosotros solo hasta que llegue su acompañante. - Astoria explicó con una sonrisa mientras observaba su risotto.

- Bienvenida Granger.- Draco Malfoy demostró ser un caballero sacando la silla para que se siente la invitada.

- Es Weasley ahora.- contestó cortamente Hermione, todavía no estaba segura en que se estaba metiendo al compartir la mesa con los ex Slytherin.

- No me gusta, te queda mucho mejor Granger. - Se animó a ser directo, como le dijo Astoria era ahora o Nunca.

- Me siento en el colegio escuchando como se tratan con los apellidos, que tan impersonal era eso.- se burló Astoria entre risas, no podía contener su emoción . - Por favor nos trae otra botella de vino. - le pidió al mesero. - Draco querido, sabías que Hermione conoció a nuestro hijo estas vacaciones.

- Es amigo de mi sobrino Albus. Fue a jugar quidditch a la casa de mis suegros.- explicó rápidamente la recién llegada, que miraba con sorpresa la situación. - No sabía que estaban juntos de nuevo. - Dijo en vo alta mientras que mentalmente se dijo que debía leer más la parte de farándula de los periódicos o por lo menos las revistas.

- Perdón!- dijeron al unísono la pareja de ex esposo, usaron la misma palabra pero diferentes expresiones, para Astoria era un gran chiste escuchar eso, pero para Draco era una pesadilla que Hermione piense eso.

- No estamos juntos, para nada.- añadió Draco seriamente entre las risas de Astoria.

- Ya a menos de dos años de cumplir nuestro décimo aniversario de felizmente divorciados.- añadió la mujer. - Somos solo muy buenos amigos, cada vez que vengo a Londres salimos a comer para actualizarnos y enterarnos de las cosas que hacemos, por ejemplo justo hoy le conté del fin de semana que pase en Ibiza mágico con un grupo de amigos.

- Claro que ella me cuenta solo sus locuras y algunas veces sus compras que también pueden ser locuras dependiendo de qué punto las veas.- dijo Draco consiguiendo por primera vez en su vida hacer reír a Hermione Granger.

- Mejor contar eso que solo: trabajo, trabajo, trabajo. - se quejó la mujer media seria por la broma del rubio, pero estaba consiguiendo justo lo que quería, Draco estaba actuando con toda la normalidad del mundo, ahora solo faltaba unos empujones más para que el plan continúe. - Hermione, ¿ tú estás Saliendo con alguien?.- Astoria preguntó de la forma más simple del mundo, como si no conociera la verdad.

- ¿ Yo?. - se sonrojó de la vergüenza, las historias de las cosas que hacia Ron eran conocidas por todos, pero también llegaban hasta fuera de Londres como acababa de averiguar Hermione.- No yo sigo con Ron Weasley. - la mirada de la mujer le pedía más información. - Estamos dándonos una nueva oportunidad. - Draco sólo miro sorprendido por la sinceridad que tuvo con casi perfectos desconocidos, una nueva oportunidad de cuantas sería la de ahora.

- Pero supongo que hoy ya perdió puntos, te dejó plantada esperando. - añadió sin perder la sonrisa. - Querida creo que deberías ya definir bien la situación, se escuchan cosas feas de tu esposo y tu eres muy inteligente para...

- Astoria Greengrass!- La interrumpió el rubio con tono de enojo, esta mujer iba a matar cualquier posibilidad de poder conversar con Hermione . - No seas imprudente, si Granger quiere seguir perdonando a la comadreja que tiene de esposo es cuestión solo de ella.

- Gracias en verdad a los dos por la preocupación. - ahora el tono enojado era de Hermione. - Acepte venir a compartir su mesa por qué era deprimente estar sola en la mía, no quisiera pensar que cometí un error al hacerlo, y por favor no quiero entrar en detalles de mi relación.

- Lo siento Hermione. - se disculpó Draco nombrándola por primera vez en su vida, y la palabra sonó mucho mejor en sus labios que solo en la cabeza. - Tema olvidado y como si nunca fue tocado. - le sonrió el rubio, en verdad estaba apenado por la situación que acababa de ocurrir. - Scorpius me contó que Rosie Weasley es la mejor de su clase, yo le dije que tenia de quien salir esa chica y que tener a una Granger de competencia es la mejor motivación para ser mejor. - desvío rápidamente el tema con algo más neutral, los hijos.

- Pero Scorpius no se queda atrás, en Pociones es el mejor, me contó Albus que hasta tiene trucos para mejorar el efecto de pociones o facilitar su preparación.

Así pasó la noche, entre conversación y conversación, Hermione estaba disfrutando de la compañía de Malfoy y Astoria, aunque en la última hora prácticamente había sido solo Malfoy, por qué Astoria se dedicó a escuchar y no opinar en nada, aunque supuso que los temas tal vez eran del agrado de la súper modelo, hablaron sobre el Ministerio, Política muggle, PEDDO, el cual fue el tema más extenso incluyendo un agradecimiento directo de parte de Hermione a Draco por cumplir con las leyes dispuestas con los elfos domésticos de la mansión. La visita a la mansión Malfoy hace algunos años fue un éxito para el departamento que dirigía Hermione, ya que todos los puntos que fueron pedidos por PEDDO se cumplían a la perfección, desde horarios hasta las carpetas laborales de cada uno de ellos. Después de más de una hora conversando, ya hasta se habían llevado los platos vacíos y la segunda botella de vino estaba por la mitad.

- Bueno bueno, muy interesante escucharlos hablar de leyes y todas esas cosas aburridas .- se levanto Astoria de la mesa con toda la elegancia que ameritaba el caso. - Pero yo me voy.

- ¿ Que? ¿Por qué? - Draco preguntó sorprendido, se suponía que hoy Astoria dormiría en la mansión para en la mañana tomar un transbordador a Paris. Todo estaba planeado desde hace semanas.

- Me olvide contarte, pero el gran Blaise Zabinni me invitó a una fiesta, bueno en realidad no me olvide de contarte, no quise hacerlo por qué cada vez que te nombro a Blaise te irritas. - se dirigió ahora hacia Hermione. - Bueno querida un gusto compartir contigo, y te agradezco por alegrar la noche a mi compañero, y por favor puedes estar tranquila que no habrá ningún resentimiento, lo único que tenemos en común es nuestro amor a Scorpius y por ahí unas cuantas cositas como el odio a las creencias del linaje y eso. - le dio doble beso en la mejilla, muy al estilo francés, y diciendo las cosas tan rápido que Hermione no pudo entender la indirecta de que le estaba entregando a Draco en bandeja de plata. - Caminaré hasta el callejón que está detrás y primero me aseguraré que no haya nadie antes de retirarme como es debido. No te preocupes por mi Draco querido. - se despidió con un movimiento peculiar de dedos y caminó primero hacia el mesero y le dio un sobre cerrado.

- ¿Que paso aquí?. - La pregunta era tan retórica que se sorprendió cuando Draco comenzó a explicar una respuesta.

- Bueno mi teoría tiene un motivo importante, desde que Astoria Greengrass se enteró que son las propinas en el mundo muggle se encarga de regalar mucho más de lo normal a los que nos atiendan, por eso esta vez yo no dejaré ni medio de propina. - ambos se rieron. - Astoria Greengrass siempre sabe lo que quiere, y estar aquí no lo era. - le sonrió. - Supongo que se estaba pasando de aburrido para ella, normalmente solo tiene que soportar escucharme a mi sobre algunos temas, pero esta vez fuimos los dos y sin parar.- se rieron un poco más y continuaron hablando como si no hubiera pasado nada, hablaron de todo lo que se les ocurría, era completamente perfecto para ambos no habían temas prohibidos o muy difícil de entender, con Hermione se podría hablar de todo, pero las mesas del restaurante estaban prácticamente vacías y el letrero de "cerrado" estaba en la puerta desde hace varios minutos. Consiente que su noche había terminado Draco llamó al mesero que los atendió. - Por favor me trae la cuenta de esta mesa más lo que consumió la señora antes de venir a la de acá. - pidió amablemente.

- Malfoy no debías eran solo quesos y agua mineral.

- Mejor quedaba un "Malfoy muchas gracias por invitarme la cena" yo contestaría sonriendo y diciendo amablemente " Fue un placer y encantado lo repetiría mañana y todas las noches que desees, por qué tu compañía ha sido más que maravillosa" - dijo tomando su mano y besándola dulcemente.

- Estoy casada...- Hermione desvió la mirada sonrojada, hace mucho tiempo que alguien no coqueteaba con ella de esa manera, desde Viktor, Ron nunca hizo algo así por eso no contaba en su cabeza. Pero lo dicho por Draco la estremeció, ¿ Volvería a salir con él?.

- Lo se.. - dijo sin soltarle la mano. - Y no me importa que lo estes.- soltó su mano en el momento que el mesero llegó y puso el dinero en la libreta. - Te acompañó hasta tu carro.

Caminaron en silencio hasta los parqueos, con un espacio no tan Grande entre ellos, Hermione estaba nerviosa por alguna extraña razón, le gustaba la compañía pero no estaba bien, sentía que no estaba haciendo nada malo pero al mismo tiempo el miedo por sus sentimientos actuales estaba presente deambulando por su mente.

- Malfoy no sé qué este pasando por tu cabeza pero...

- Hermione Granger, no digas una palabra más. - le tomó las manos y se quedaron perdidos viendose a los ojos, una mezcla de gris y café se reflejaba en la mirada de ambos, viéndose así la mirada de hacia una. -Esta noche fue muy especial para mi y sé que sentiste lo mismo. Ahora repito no me importa que estes casada, tu solo tienes que buscarme, a la hora que sea de cualquier día, te juro por mi vida y por la de mi hijo que estaré siempre esperándote. - y con las estrellas como únicos testigos Draco Malfoy le robó un beso a la mujer perfecta, a Hermione Granger.

A lo lejos Una mujer con cabello negro escondida en el callejón, celebraba con una sonrisa. Consiguió lo que quería, Malfoy dio su primer paso ahora solo quedaba que Hermione haga lo suyo. Y claro que lo haría. Estaba segura.

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