Y esta historia no la hice solo... Pues me ayudó amui-chan, usuaria de aquí, yo voy a subirlos.

La historia la hicimos entre los dos.

Que os guste ;)


1 - El susto.

Inuyasha y sus amigos van una vez más a las aguas termales. El mejor sitio para relajarse. Era de noche, las aguas estaban a temperatura ideal. Había una barrera que separaba la zona de chicas y la de chicos.

Qué relajante... Ya era hora... – dijo Kagome mientras entraba Sango con ella.

Tienes razón, esta temperatura es ideal. – respondió Sango.

Desde la otra parte...

Maldito monje... Eres un pervertido... No vas a cambiar nunca. – dijo Inuyasha a Miroku.

Venga ya, Inuyasha. – le respondió.

Miroku se había subido discretamente encima de la barrera y estaba mirando a Sango.

No me gusta que hagas esto... – dijo Inuyasha, que también se había subido.

Pues de momento no soy el único que está mirando – dijo Miroku, mirando a Inuyasha con una mirada asesina.

Shipo entraba sigilosamente a la parte de los chicos. Se subió a la barrera sin que se los otros dos le vieran.

¡Hola! – dijo Shipo.

El susto que tuvieron Inuyasha y Miroku fue letal. Perdieron el equilibrio y cayeron a la parte de las chicas, en el agua. Las chicas se desmayaron del susto. Los chicos también.

Inuyasha se despertó. Se acordó de todo lo que había pasado, y se levantó. Se dio cuenta de que tenía el pelo negro. ¿Se habría convertido en humano aquella noche? Algo le molestaba más abajo de los hombros, pero no le importaba. Notó un vacío entre las piernas. Se fue a mirar en el reflejo del agua y...

Retrocedió de repente, ¡se había convertido en Kagome!


¿Algo corto? No os preocupéis, pronto más.