Los personajes le pertenecen a Kishimoto, creador del manga de Naruto.

Diálogos "Bla, Bla, Bla"

Pensamientos "Bla, Bla, Bla"

©Ares-sama

Summary: Solo necesito unos simples tragos, un momento de su vida para darse cuenta de lo doloroso que era, ver a tu hijo ser amado por otra mujer, que ella fuera quien lo ayudara a levantarse cuando más necesitaba ayuda, ese amor incondicional que ella le demostraba. Como quería odiar a esa mujer, si tan solo ella no fuera a su hermana.

Sentimientos secretos de Mama

Ese sabor tan amargo que realmente detestaba tener que beber, pero era algo necesario a veces para olvidar el dolor que yacía en su corazón, era triste y cruel pensar que en verdad había llegado a tomar ciertas cantidades de sake como la mejor de las excusas para ocultar sus penas y amarguras que la vida le había generado a su corta vida.

Ella era la envidia de muchos, pertenecía a una de las familias más prestigiosas de todo el mundo shinobi, pertenecía a un linaje que muchos no dudarían en llamar realeza, tenia los más cercanos enlaces con muchas personas con gran poder – y al pensar en ello no dudo en beber otra copa – sin mencionar que el nieto de tercer Hokage y tal vez el soltero más codiciado de la aldea estaba perdidamente enamorada de ella.

Los dioses sabían y Kami era su testigo, que la mitad de la población femenina mataría solo por la fortuna que ella poseía, las más finas sedas traídas desde Suna y tierras más lejanas para confeccionar sus kimonos, tenia tantos sirvientes a su disposición que a veces incluso olvidaba el nombre de la mayoría de ellos. Ella realmente había intentado aprenderlos todos.

Otra copa debía tomar con fuerza mientras brindaba con alegría con Konohamaru, y reía con fuerza intentando olvidar la sensación que su cuerpo le estaba generando, ella deseaba gritar, pero con no alegría o emoción, si no de remordimientos, de dolor y de esa tonta agonía que la estaba matando.

Ella lo hizo porque quería que su hermana fuera feliz, y lo era pero el precio fue su propia felicidad, lo sentía de esa manera y quería ser tan egoísta en esos momentos.

Joder pensaba Hanabi mientras veía a Shino caer al suelo y soltar a sus insectos, ella quería gritar, correr como niña asustada a los brazos de ese joven peli castaño de ojos hermosos que la miraban con tanta adoración, que pensaría de ella si supiera la verdad, acaso la juzgaría y se alejaría, tal vez si hablara con el…. No ese precio era muy elevado realmente, Konohamaru era muy leal al séptimo Hokage y no sabía como fuera a reaccionar, tal vez fuera a correr a decirle todo.

No es que Naruto fuera un tirano, o un mal tipo. Pero los años le han enseñado que a nadie le gusta que perturben la paz de su familia, pero acaso no merecía estar más con el chico, se refería a que Naruto debería estar ahí para Boruto, el merecía tener a su padre constantemente no a su falsa… Kami, dame fuerza, dios no puede pensar de esa manera la iba a destruir y ella lo sabía.

¡Maldita seas Hinata! ¿Por qué no pudiste quedarte estéril como todos creíamos? No, no debería pensar de esa manera, su hermana sufrió mucho esos difíciles años hasta que el milagro de Himawari llego. Pero la aldea necesitaba el primogénito del héroe, todos lo esperaban, la gente susurraba, nadie de los enterados del tema realmente pensaban que pudiera tener un hijo.

Se necesitaba un heredero fuerte y los tontos, malditos esos bastardos ancianos creían que su hermana era una persona débil, pero no lo era Hinata, ella era la persona más valiente y más increíble que había conocido.

Que el mundo estaba realmente vuelto una mierda para ella, hace unos minutos la estaba maldiciendo y ahora la defiende, acaso su complejo de hermana menor había caído tan bajo.

Necesitaba otra copa y fue en ese momento que se dio cuenta que el sake se había acabado, todos estaban tan ebrios que literalmente estaban dormidos sobre la baranda del bar, con sus babas de borrachos y gimiendo entre sueños, todos menos uno.

"¿estas bien?"

Porque de todos los que tenían fortaleza y algo de aguante para beber Konohamaru era el mejor entre ellos para eso, la miraba de esa forma tan especial, como si ella fuera lo mas delicado de este mundo.

Necesitaba hablar con alguien, tal vez si se lo decía. Pero no, - negó con fuerza ante su pregunta – regresando lentamente a sus pensamientos, solo se levanto al darse cuenta que lo mejor era irse antes de cometer alguna estupidez.

El no dijo nada, siempre era demasiado caballeroso con ella, se ofrecería a llevar a su casa pero esta vez no fue así, el ambiente entre ambos era claro, era necesario que Hanabi estuviera unos minutos a solas.

Se tambaleaba por el camino, sin darse cuenta que se alejaba con cada paso más de su hogar, y se acercaba lentamente al hogar del chico rubio que ocasionaba sus noches sin poder dormir, esas noches dolorosas, esos momentos tristes de su vida en que se preguntaba con envidia que se sentiría que esa fuera su familia.

Y se dio cuenta que a pesar de las altas horas de la noche esa luz estuviera encendida, y podría ver a través de la ventana como si no hubiera usado el Byakugan en el pasado para espiarlos. Vio al joven Boruto corriendo con fuerza de un lugar a otro, siendo perseguido por una cansada pero animada Himawari, entonces su joven, hermosa y talentosa madre –maldita falsa – pensaba con tristeza más que con envidia, los perseguía animosamente, con esa sonrisa tan llena de amor.

No quería estar aquí, no debería estar observándolos, sabía que su hermana pronto la detectaría, le preguntaría que hacía, le diría que era lo mejor para el niño. Debes irte, fue el arreglo, estuviste de acuerdo, tal vez lo trajiste a esta vida pero fui yo quien lo crio – claro que ella lo hizo, nunca le dieron la oportunidad de ser madre – pero ese cruel pensamiento se detuvo.

Todos pensaron que era esteril, nadie daba por hecho que pudiera dar a luz a un niño saludable y si lo conseguía el riesgo ear muy alto, joder Hima tu demostraste que todos esos tontos médicos incluso Tsunade se equivocaban.

Dio media vuelta, no debería deshonrarse de esa manera. Pero se detuvo unos segundos, ¿honor? Qué demonios era el honor, cuando eres usada de vientre de alquiler, esa tonta misión de un año entero entre las hermanas Hyuga en las tierras lejanas de Kiri, era increíble muchos ponían en dudas la paternidad de la joven Sarada por poco parecerse a su padre, pero el joven Boruto solo necesitaba ser rubio para que todos vieran a su padre reflejado, que demonios pasaba con la gente nunca se preguntaban como un chico tan talentoso y una personalidad tan rebelde y desafiante fuera hijo de Hinata.

Quería parar de pensar, se suponía que estaba tan ebria como para olvidar esos pensamientos, debería estar pensando en Konohamaru en aceptar salir con él, no en como los malditos ancianos para evitar la vergüenza que traería la supuesta infertilidad de su hermana hacia el clan. Que dirían los clanes, aldeas si el ultimo hombre uzumaki no pudiera restablecer su clan, malditos idiotas de eras pasadas que pensaban con esas mentes de dinosaurios y ella tan tontamente se dejo engañar.

Quería a Boruto, deseaba a su pequeño, quería hablarle de tantas cosas, de lo maravilloso que era, sobre su desafiante personalidad, de cómo lo comprendía con respeto a su desligado padre en muchos casos.

No supo como llego a ese lugar, al igual como había estado en la casa equivocada ahora estaba en otra que no era suya.

Toco el timbre con fuerza, varias veces solo para ver al joven y guapo chico abrir la puerta, ella le sonrio con timidez pero al poco tiempo se abalanzo sobre este, el la envolio en sus brazos, no se dijeron nada. No pensaron en otra cosa.

"Puedo quedarme"

Fue mas una afirmación que una pregunta a la que este le respondion con un simple movimiento afirmativo de su rostro.

Ambos se miraron, ambos suspiraron y se dieron un pequeño beso. Las manos del castaño bajaron hasta las caderas de ella, Hanabi suspiro por aquella pequeña sensación de felicidad.

Tal vez era tiempo de seguir adelante, dejar atrás al pasado, se inventaría muchas cosas sobre su himen y virginidad perdida, tal vez a Konohamaru no se preocuparía por este, el tuvo un breve romance con Moegi.

Intentaría ser feliz, tal vez lo seria. Era justo que lo fuera pensaba en ello devolvió el beso con más fuerza y envolvió sus brazos alrededor de su cuello.

Su matrimonio podría ser feliz, a quien le importaba la hermana pequeña. Si iba aceptar las propuestas de Konohamaru, evitaría todo el romance sencillo, eran hijos de poderosos clanes sabían cómo funcionaba aun el mundo, él la amaba que mas podría pedir.

Tal vez que Boruto fuera su chico de los anillos, si eso de seguro mataría de rabia a su hermana.

Nota del autor:

Es una pequeña historia, algo que tenia en mente hace tiempo, tal vez incluso lo deje en un solo capitulo. Quiero agradecer al grupo de locos de "Los novatos de Konoha" que sus conversaciones inspiraron este pequeño fic.

Quiero aclarar que no escribo esto para atacar a algún personaje en particular.

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